Mujer tu si puedes...
Ella tapa su cuerpo,
no quiere preguntas ni decir mentiras que ni ella misma se cree.
Cuando el llega es como si su espíritu la abandonará,
no lo mira a los ojos, tiene la comida lista, sus camisas
planchadas en cada camisa hay lágrimas de dolor,
amargura y soledad que el calor de la ropa va secando,
como cada día se seca su corazón.
Sus ojeras oscuras delatan su sufrimiento, nunca quiere contrariarlo.
A él cualquier pequeña cosa es suficiente para dejar
esos moratones en su cuerpo y hacer que se sienta culpable.
Por eso cada vez que el entra su espíritu la deja,
ella lo deja libre para que no lo dañe.
Sabe que conseguirá fuerzas para dejar esa vida de sinsabores
y golpes, de lágrimas calladas que nadie sabe.
Y si, claro que sacará fuerzas y será una mujer nueva,
con ganas de vivir, de sentir de poder hablar y gritar al mundo que fue difícil si.
Pero logro salir de esa cárcel sin barrotes.
Ahora su espíritu está con ella, la ayuda por que está
sin magulladuras así también sanaran las de su cuerpo
y lo que es más importante.
Las de su mente.
Conchita
Osuna.
Un pequeño homenaje para todas esas mujeres
y hombres que sufren en su piel, lo que es la violencia.