Los dolores del alma no dejan recados,
imprimen una sentencia que
perdura por los años.
Un amor mal resuelto, que acabo
una empresa que se perdio inexplicablemente,
un casamiento que mal comenzo y ya termino,
una amistad que acabo con traicion,
todo va dejando signos, marcas profundas...
Precisamos trabajar las dolores del alma,
para que sirvan apenas de aprendizaje,
extrayendo de la capacidad de
fortalecernos,
aprendiendo que lo mejor de nósotros,
todavia está en nósotros mismos,
que amandonos incondicionalmente,
descubrimos la auto estima,
que si dejamos seguir el camino del
dolor y de las lamentaciones,
iremos directo abajo hacia el camino
de la depresion.
Los dolores del alma no salen en el periodico,
no se publican en las capas de las revista,
y sólo quien lo siente,
puede aliviar los estrago que ellas causan.
Como no existe vacuna para amores
mal resueltos,
ni para decepcioness diárias,
lo que vale es la prevencion, entonces:
Amese para amar e ser verdaderamente amado,
sonria para que el mundo sea mas gentil,
dediquese, para que las fallas sean pequeñas,
no te compares, tu eres único,
repare en las pequeñas cosas,
mas cuidado con las grandes que a veces
estan delante de nuestra nariz y
no lo olfateamos,
sueñe,
pues los sueños son el combustíble de la realizacion,
tenga amigos y sea el mejor amigo de todos,
apasionate por la vida y por todo lo que es tuyo,
siente tu aroma y confia en tu
poder de seduccion,
estimulate,
contagia al mundo con lo mejor,
cree en Dios,
pues sin El no hay razon en nada,
y ten siempre la absoluta certeza de que,
depues de una fuerte tempestad,
el arco-íris va a salir
y el sol va a brillar todavia mas fuerte.
Paulo Roberto Gaefke.