CUANDO NOS CREEMOS DUEÑOS DE LA VERDAD
Cuántas veces nos creemos dueños de la verdad
sentados sobre un pedestal de donde nadie
nos pueda bajar sin escuchar razones, con nuestro ego
y nuestro falso orgullo seguros de nosotros mismos,
sin un ápice de humildad creyéndonos perfectos,
poderosos, semidioses viviendo en nuestro propio
reino donde Dios no tiene cabida ni lugar, mirando el pecado ajeno
sin revisar nuestra conciencia incapaces de perdonar....
A aquel que señalan con el dedo a aquel que cayó en desgracia,
a aquel que es motivo de escándalo, aquel que hoy se arrastra
por el fango a quien todos le dan la espalda
de quien todos como el árbol caído harán leña.
Pero ¿sabes que tu suerte un día puede cambiar?
¿que así como subiste puedes bajar?,
y estarías en el mismo lugarde aquel a quien desprecias
de quien apartas tu vista para no mancharte
de quien hablas a hurtadillas de su mala fama.
Así podríamos estar nosotros si alguna vez cometiésemos
más de un error si nos dejáramos vencer por el mal
así nos habrán de crucificar haciéndonos
a un lado en la más terrible soledad.
Por eso no te escandalices de ese pobre pecador
que al fin todos somos iguales ante los ojos de Dios.
Mañana podrías caer tú, hoy caigo yo porque
¿quién no ha sucumbido a una tentación?
¿quién más de una vez no tropezó?.
Dímelo ¿quién?. No seamos jueces, ni verdugos que
en nuestros labios y nuestros ojos siempre asomen
la misericordia y el perdón para ese hermano, ese amigo o enemigo
para ese prójimo que encontró la desdicha
que en nuestro corazón solo viva, solo triunfe el amor.
Autor:Desconocido