Mira a tu alrededor. ¿Qué ves?
Mucho es un reflejo de tus propias creencias y
expectativas. Todo lo que experimentas pasa primero
por el filtro de tu actitud ante la vida.
Es por eso que una persona puede ver belleza y
oportunidades en la misma situación en la que otra
sólo ve desesperación y falta de posibilidades.
Los defectos que ves en los demás son,
de alguna manera, también tuyos.
Si así no fuera, no podrías reconocerlos o comprenderlos.
La belleza que ves en los demás también está dentro de ti.
Porque la belleza no está únicamente en la persona u
objeto que se percibe, sino también en quien la percibe.
El mundo que te rodea es un espejo y,
cuando pones tu mejor cara frente a un espejo,
lo que ves te agrada. Ten la firme expectativa de vivir
en un mundo de belleza, bienestar y oportunidades y
allí es exactamente donde estarás.