El espino blanco está principalmente indicado en trastornos del ritmo
cardíaco, como arritmias y taquicardias, en el caso de trastornos de
origen nerviosos, como dolores anginosos y palpitaciones, así como la
prevención de vértigos y trastornos coronarios.
Ya que, debido a su acción sobre la circulación de las arterias
coronarias, esta planta permite que el corazón sea alimentado con
oxígeno y nutrientes. Es un poderoso hipotensor, por lo que su
actividad vasodilatadora tiene un importante efecto en la presión
sanguínea.
Por otra parte, es un antioxidante altamente recomendado; debido a los contenidos en flavonoides y sus propiedades
antioxidantes. En el caso de querer utilizarlo como sedante, el espino
se puede asociar a la valeriana, barbitúricos y simpaticolíticos. Su
uso necesariamente prolongado, es totalmente inofensivo ya que no es
una planta tóxica y no se acumula en el organismo.
Preparación de la infusión:
Se prepara con 1 cucharadita de flores por taza de agua hirviendo. Se
deja reposar unos 15 o 20 minutos y se endulza preferentemente con
miel, ya que ayuda a potencias sus efectos.
DIOS TE BENDIGA
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