ADELANTE....SIEMPRE
ADELANTE
Amamos las catedrales
antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas, las pinturas antiguas y
los libros antiguos, pero nos hemos olvidado por completo del enorme valor moral
y espiritual de los ancianos.
Debemos estar agradecidos
de nuestra edad pues la vejez es el precio de estar vivo.
Cuando ya se han cumplido
60 años o estamos cercanos, todo contemporáneo es un amigo.
Muchos grandes hombres han
hecho sus grandes obras a más de los 80 años. Jacinto Convit está a punto de
desarrlollar una vacuna contra el cáncer a los 96 años.
Yo moriré un día
cualquiera, de un verano cualquiera, de un año cualquiera.
Pero no habrá fuerza capaz
de detener a quien sueña, a quien construye aún sobre cenizas, a quien ama, a
quien espera de la vida el momento mágico de una ilusión, a quien no olvida que
el tiempo pasó...
ENTONCES....¡ ADELANTE!
SIEMPRE ¡ADELANTE!!!!