La papa no engorda.
Lo que sí hace aumentar de peso es su combinación con salsas o condimentos.
Nutricionistas del departamento de economía doméstica de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, entre otros, comprobaron que la papa puede ser incluida con buenos resultados en dietas para bajar de peso.
Para que no engorde, tiene que ser el único plato de hidratos de carbono, debe comerse preferentemente sola, sin aderezos y en poca cantidad o acompañada de verduras, sean crudas o cocidas.
Efectos de los fenoles en la salud
Los fenoles presentes en la papa tienen los siguientes efectos sobre la salud:
. Actividad antioxidante. Los compuestos fenólicos están especialmente presentes en su pellejo. Su presencia es mayor en papas de pellejo rojo que en las de color café.
. Propiedades anticancerígenas, debido al ácido clorogénico, otro compuesto encontrado en la papa.
. Propiedades reductoras de los niveles de glucosa presentes en la sangre.
. Efectos sobre el colesterol. Pruebas de laboratorio han reportado que el ácido clorogénico y otros fenoles tienen una fuerte actividad antioxidante sobre lipoproteínas que se relacionan directamente con enfermedades cardiacas.
Otros estudios realizados muestran como el consumo de pellejo de papa redujo los niveles de colesterol en la sangre.
RECOMENDACIONES CULINARIAS
- Las vitaminas y minerales se encuentran justo debajo de la piel. Por esta razón conviene cocinarlas con su cáscara lavadas previamente, o pelarlas lo más fino posible.
- Es preferible cocinarlas al vapor porque al hacerlo en agua se pierde entre el 10 y el 50% de su contenido de potasio y de vitamina C.
- Para hervir son más convenientes las papas nuevas: tienen más humedad y menos fécula. Para freír o para horno, en cambio, son más adecuadas las papas viejas, porque tienen más fécula y son más harinosas.
- Al prepararlas al horno, conviene pincharlas con un tenedor o cuchillo, para que pierdan la humedad y alcancen una textura harinosa.
- Para evitar que las papas se peguen entre sí o a la sartén cuando se fríen, conviene sumergirlas en agua helada apenas cortadas. Luego secarlas con papel de cocina o con repasador y agregarlas de inmediato al aceite precalentado antes que pierdan la humedad.
- Colocar una ramita de romero en la fritura a último momento de la cocción le da un toque diferente al sabor.
- Hay que consumirlas antes de las 6 horas de cocida. Luego de este tiempo entran en un proceso de fermentación y descomposición.
Preparadas en puré hay que comerlas enseguida: de lo contrario puede perder hasta el 90% de las vitaminas.
- Si se excede de sal en una salsa, sopa o guiso bastará con que agregue una papa cruda y la cocine unos minutos.
>> Consejos para su conservación
- Deben ser guardadas en lugares frescos, aireados y oscuros, ya que germinan en presencia de la luz y de cada "ojo" se forma un brote.
- No deben guardarse nunca en la heladera, ni siquiera en verano, porque el frío fomenta la transformación de la fécula de la papa en azúcar.
- Tampoco deben guardarse junto con manzanas, porque se altera el sabor.
- Evite comprar papas con manchas verdosas, brotes u "ojos". Las manchas verdosas en la piel indican la presencia de solanina, una sustancia tóxica y amarga. En los brotes y "ojos" también se acumula la solanina.
- Deseche aquellos sectores de la papa que estén verdes porque son tóxicos.
El 75% de las bolsas de papas para consumo fresco que ingresan al Mercado Central de Buenos Aires proceden de la provincia de Buenos Aires, seguida de Córdoba con un 11 % (una de las mejores papas son de la localidad Cordobesa de Villa Dolores), un 8 % de Tucumán, un 4% de Mendoza y el resto de otras zonas productoras.