Compasión no es lastima. Compasión es compartir el dolor de la otra persona, es hacer su dolor mi dolor. Dios nos enseña amar sin denigrar ni menospreciar a quien amamos. Nunca hablemos de la otra persona humillandole. Elogiemos con sinceridad, siempre hay un lado positivo en toda persona, miremos ese lado antes de enfocarnos en el negativo.
"Jehova te bendiga, y te guarde; Jehova haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehova alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz". Numeros 6:24-26