Considerando las instrucciones de la etiqueta de la prenda, clasifica la ropa limpia de acuerdo a su resistencia al calor.
Recuerda que la temperatura de la plancha no cambia inmediatamente al ajustar el control. Sólo al encenderse la luz del indicador, la plancha habrá alcanzado la temperatura deseada.
Cuando quieras bajar la temperatura, espera a que se apague la luz, fija la nueva temperatura y espera a que se encienda de nuevo antes de volver a planchar.
Si antes de planchar divides las prendas en dos lotes: algodón y sintéticos, sólo tendrás que ajustar la temperatura de la plancha una vez.
Empieza siempre por las prendas que requieren menos calor (fibras sintéticas y artificiales) y termina por las que requieran más temperatura (fibras gruesas naturales).
Plancha la ropa ligeramente húmeda. Si es necesario, pon encima un paño de algodón blanco delgado, suave, limpio y húmedo.
Nunca planches la ropa sucia, pues el calor podría fijar algunas manchas.
Evita planchar sobre objetos metálicos como cierres o botones.
Existen algunos productos que facilitan el planchado al ayudar a eliminar las arrugas y el deslizamiento de la plancha.
LA TEMPERATURA
Algodón: plánchalo un poco húmedo, con la plancha caliente. Se arruga fácilmente, pero resiste bien la plancha caliente.
Lino: plánchalo todavía húmedo, con la plancha caliente. Aunque se arruga fácilmente, resiste bien la plancha.
Seda: plánchala un poco húmeda, con la plancha templada. Jamás debe plancharse con vapor ni altas temperaturas, pues se quema, pierde su suavidad y se pone brillosa.
Tejidos de lana: planchalos por el revés, secos o casi secos, y con la plancha templada o con plancha de vapor.
Telas de lana: plánchalas secas, cubiertas con un paño. También puede utilizar una plancha templada o una plancha de vapor.
Acrílico: plánchalo por el revés con la plancha casi fría. No uses vapor ni un paño húmedo.
Nylon o poliéster: plánchalo por el revés, cuando la prenda esté casi seca, usando una plancha casi fría para evitar el brillo en la ropa.
Acetato: plancha uniformemente por el revés de la prenda cuando esté todavía húmeda. Use una plancha casi fría.
Cuidado de telas artificiales y sintéticas: la viscosa, el rayón y el acetato jamás se deben centrifugar pues se deformarían. Ten mucho cuidado con las prendas de lycra, poliéster y nylon: aparte de cargarse fácilmente con electricidad estática, son muy sensibles a las altas temperaturas. Afortunadamente se arrugan poco, pero si tiene que plancharlas, preocúpese de que la plancha esté siempre a baja temperatura y sin vapor.
¿QUÉ TAN CALIENTE?
Plancha caliente (200 °C): algodón, lino, viscosa
Plancha templada (150°C): mezclas de poliéster y lana
Plancha fría (110°C): acrílico, poliéster, lana
¿CÓMO MANTENER LA PLANCHA LIMPIA?
Mantén siempre limpia la parte de debajo de tu plancha. Existen limpiadores específicos para estos efectos.
Una vez que termines de planchar, límpiala con un paño húmedo para retirar los restos de material que pudieran habérsele adherido.
Si tu ropa ha sido almidonada, no uses la plancha demasiado caliente, ya que el almidón puede quemarse y quedar pegado a la plancha.
Si una tela sintética como el nylon se derrite accidentalmente en la plancha, no dejes que la plancha se enfríe: se pegaría la tela a la plancha. Ajusta el termostato a la temperatura más caliente y utiliza papel para quitar la tela derretida de la plancha. Limpia la plancha mientras esté todavía templada.
Si tu plancha es de vapor, limpia el tanque llenándolo con agua, colocando la plancha sobre una parrilla y la perilla termostato en posición máxima. Déjala así, hasta que se vaporice el agua por completo.
Guarda siempre tu plancha sin agua en su interior.