RECETA DEL DOMINGO. EL CHAUFA NAVIDEÑO. UN CHAUFA DE PAZ.
Imaginemos la mañana siguiente a la navidad. Hemos celebrado en familia, nos hemos reconciliado, hemos prometido lo mejor de nosotros para el proximo año, hemos recordado con emoción a aquellos que ya no están con nosotros. Al final los regalos son lo de menos. Lo importante es la sensación de que a pesar de nuestras diferencias, podemos llevarnos bien, trabajar y vivir juntos sintiendo que si es posible vivir en paz.
Abrimos la refri y nos encontramos con algunas cositas que sobraron de la cena. Un poco de pavo, su juguito, unos frutos secos, arroz. Como nos sentimos en paz, la inspiración llega ágil, libre, serena. Un chaufa. Si. Eso es.
- ¡Hagamos un chaufa navideño ! dice la abuela a sus nietos que juegan con sus regalos al pie de la cocina.
- ¿Como es un chaufa navideño abuela? preguntan los niños con inocencia.
- La clave esta en mezclar ingredientes tan distintos de manera que se respeten unos a otros. Dice con la seguridad que le otorga lo vivido. - Que a pesar de sus diferencias puedan escuchar y ser escuchados en una sartén que les pertenece a todos. Como esta casa. Como nuestro Perú. Porque una vez en la sartén todos son un solo equipo.
- PIquemos un poco de kion, cebolla china y pimientos. Claro. Aquí todo es fácil porque los tres se llevan bien. Pero que pasa si de pronto llegan unas pasas, damascos y almendras picadas. Nada mas lejano a ellos no?.
Unos a la izquierda y los otros a la derecha podríamos pensar que jamas lograrían algo juntos.
Pero la navidad hace milagros niños. Con voluntad, anteponiendo sus creencias a lo que realmente importa finalmente logran trabajar juntos para lograr el chaufa mas rico del mundo.
- Que rico abuela, siguenos contando, dicen los niños que a ese punto ya cambiaron los juguetes por la voz de la abuela.
La abuela continua - De pronto llega el pavo, el rey de la mesa. Siempre señorial, creyendose el importante. Al comienzo llega con aires de superioridad pero poco a poco, la navidad lo va transformando en alguien distinto. Se acomoda junto a tan humildes personajes, se siente igual a ellos, se suma a la tarea sin condiciones. Es mas, como gesto de humildad, regala su precioso jugo de asado, ese que solo era digno de príncipes y reyes como el.
- Hacemos ahora una tortilla. Se resiste a juntarse con los demás. Tiene miedo. Desconfía. Se sabe frágil, tantas veces engañada no quiere tener una decepción mas. Es el pavo el elegido en convencerla. Le dice que no es como antes, que todos están juntos, que ya no hay diferencias, que todos creen en la libertad, que ya no hay cuentos ni fábulas de aquellas que escondían siempre intereses oscuros, que todos están en el mismo equipo. La tortilla le cree pero justo antes de saltar llegan los frejolitos chinos. Eternamente jóvenes, no hace falta convencerlos. Al contrario. Su juventud llena de libertad, esta dispuesta a todo. A creer, a soñar, a volar. Vamos le dicen a la tortilla. No temas. No ves que están allí todos juntos? Saltemos.
El milagro se hizo. Están todos allí, saltando juntos, celebrando juntos, trabajando juntos y unidos esperando lograr el mas hermoso chaufa jamas hecho. Solo falta el arroz. El arroz que no conoce de ideologías ni de extremos. Que todo lo acoge, el que logra sacar lo mejor de cada uno para convertirlo en un todo hermoso y poderoso. El arroz que sellara el chaufa mas hermoso del mundo.
-LLega la hija.
-Mama, que le estas contando a tus nietos que están tan atentos?
Nada hijita. Nada. Solo explicándoles como se hace un chaufa de verdad. |