Y AL DIA SIGUIENTE....... UN AGUADITO.
En estas fiestas uno de los nobles dilemas que nos suelen ocurrir es el de que hacer con las delicias que sobraron la noche anterior.
Abrimos la refrigeradora y nos encontramos con fuentes de pavo, chanchito, arroces, ensaladas.
Unos sanguchitos, un chaufita, un calentao o por que no un suculento aguadito levantamuertos.
Solo de imaginarlo se me hace agua la boca.
En una olla de fondo grueso hacemos un aderezo de cebolla picada finamente, ajo molido y ají amarillo licuado. Lo dejamos sudar y sudar, sudar y sudar hasta que logramos un hermoso color caramelo. Le añadimos culantro licuado y dejamos sudar un par de minutos. Es el momento de añadirle nuestra fiesta de ayer. Si es gallina pues la lotería, si es pollo, pues un clásico. Si es pavo o cerdo es lo que es. La solución deliciosa de un dilema navideño.
Echamos un buen caldo de pollo. Un chorro del juguito de asado del pavo, arroz blanco cocido, o si prefiere uno de los arroces que sobro de la noche anterior.
Unas papas amarillas, el pavo picado en trozos grandes, unas arvejas cocidas, julianitas de ají y a darle el punto. El punto es cuando las papitas amarillas cocidas empiezan a largar un poquito de su almidón. Ligeramente espeso, un toque de limon, una rodajita de rocoto y el aguadito esta listo. Provecho. |