![Foto: QUE FUE DE TI COJINOVA BENDITA. -¡Cojinova! ¡ Cojinovita! a 5 soles casera! La rica cojinovita! - ¡ Juanita, el pescadero. Pasa el pescadero ! Que tiempos aquellos. Tiempos que no volverán. El pescadero pregonero pasando a la puerta de tu casa. Con su cesta de paja, sus pescados cubiertos de periódico y yuyo. Pescados que abundaban entonces. Pescados que hoy casi parecen despedirse. Tollos, pampanitos, cojinovas. Leo la palabra cojinova y me estremezco. Y es que son tantos recuerdos, intensos, íntimos, imborrables. No es la receta la que recorre mi alma. No es el olor del pescado friendose, ni el aroma de escabeche impregnando la casa. Es mi abuela allí omnipresente, vigilando su receta trujillana. Es Juana, mi querida Juana, la que nos hizo felices cada tarde hasta que un día desapareció para siempre. Es la escena de la causa con escabeche esperando en el horno a nuestra llegada del colegio. No es la receta, es el sabor a nostalgia. La cojinova, pescado finísimo que un día se pescaba casi a la orilla de nuestra bahía, que abundaba en todos los mercados distritales, en los menús de los clubes y comedores públicos. Cojinova que hoy, asustada, desconfiada, se esconde en las costas mas lejanas de nuestro corazón. La receta es sencillisima. Unas papas amarillas que luego de cocidas se machacan rústicamente, sin orden y se mezclan con aji amarillo licuado, sal limón y gotas de aceite. una cojinova que se sazona con sal, pimienta y ajo , se pasa por harina y se fríe a fuego lento. ají amarillo en tiras y cebolla roja con pizca de ají panca y mas de ají amarillo licuado que se fríen lentamente en aceite. se añade un toque de vinagre, sal, pimienta, comino. se sumergen allí los pescados y se deja reposar un par de horas. una aceitunita, un huevito y a comer.](https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-frc3/s403x403/1495527_10152163176803130_1654957885_n.jpg)
QUE FUE DE TI COJINOVA BENDITA.
-¡Cojinova! ¡ Cojinovita! a 5 soles casera! La rica cojinovita!
- ¡ Juanita, el pescadero. Pasa el pescadero !
Que tiempos aquellos. Tiempos que no volverán. El pescadero pregonero pasando a la puerta de tu casa. Con su cesta de paja, sus pescados cubiertos de periódico y yuyo. Pescados que abundaban entonces. Pescados que hoy casi parecen despedirse. Tollos, pampanitos, cojinovas. Leo la palabra cojinova y me estremezco. Y es que son tantos recuerdos, intensos, íntimos, imborrables. No es la receta la que recorre mi alma. No es el olor del pescado friendose, ni el aroma de escabeche impregnando la casa. Es mi abuela allí omnipresente, vigilando su receta trujillana. Es Juana, mi querida Juana, la que nos hizo felices cada tarde hasta que un día desapareció para siempre. Es la escena de la causa con escabeche esperando en el horno a nuestra llegada del colegio. No es la receta, es el sabor a nostalgia.
La cojinova, pescado finísimo que un día se pescaba casi a la orilla de nuestra bahía, que abundaba en todos los mercados distritales, en los menús de los clubes y comedores públicos. Cojinova que hoy, asustada, desconfiada, se esconde en las costas mas lejanas de nuestro corazón.
La receta es sencillisima.
Unas papas amarillas que luego de cocidas se machacan rústicamente, sin orden y se mezclan con aji amarillo licuado, sal limón y gotas de aceite.
una cojinova que se sazona con sal, pimienta y ajo , se pasa por harina y se fríe a fuego lento.
ají amarillo en tiras y cebolla roja con pizca de ají panca y mas de ají amarillo licuado que se fríen lentamente en aceite. se añade un toque de vinagre, sal, pimienta, comino. se sumergen allí los pescados y se deja reposar un par de horas.
una aceitunita, un huevito y a comer. |