Nuevamente Silvio

El furor y la expectativa se adueñaron de la explanada de Expo Guadalajara, en el primer concierto del más grande exponente de la trova cubana, Silvio Rodríguez, luego de más de tres años de ausencia de los escenarios. Una bandera cubana ondeando en una mano, era simbólica. La solidaridad con Cuba fue evidente

Como diría la presentadora de la noche, no puede existir el Silvio músico sin el Silvio poeta, y el encuentro de ambos "Silvios" ha dado algunas de las mejores canciones de la historia cubana. Por eso el tan esperado concierto de Silvio Rodríguez junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, bajo la dirección del maestro Leo Brouwer, fue la presentación más esperada de todas las programadas en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, con Cuba como invitada de honor.

Algunos estimaron 7 mil personas, otros más de 10 mil. Trepados de los postes, en el jardín atrás del escenario, por cualquier parte aparecían los rostros que buscaban alcanzar con su mirada el escenario.

Todos estaban ahí por Silvio, pero la audiencia guardó un silencio respetuoso y pulcro durante la interpretación del repertorio de la Sinfónica bajo la batuta de Leo Brouwer. El repertorio incluyó "Adiós Nomino", "Concierto de Lieja", "A Fala da Paixao" y "Canción de Gesta", esta última, una evocación a la epopeya del Granma, que es considerada una de las obras más importantes de la historia de la música cubana.

La espera terminó, y tocó el turno a Silvio, quien con su sola presencia despertó al monstruo de mil gargantas. Acompañado por la Sinfónica brindó temas como "El Problema", "La Vida" y "Oh, Melancolía". Esa era toda su participación pautada, pero el público no lo dejaría ir tan rápido. "Muchas gracias, por estar con ustedes compartiendo esta jornada que es tan hermosa, con esta orquesta maravillosa, muchas gracias". El retorno obligado lo hizo volver acompañado de su guitarra para dar "Quédate", "Sueño Con Serpientes" y "Rabo de Nube". "De verdad hace mucho tiempo que no hago esto. Yo no les pido nada, digo, les pido algo de piedad", dijo.

Ya con toda la audiencia puesta de pie, en medio de aplausos hasta de los integrantes de la orquesta, deslizó por último su voz para cantar "Te doy una Canción", que fue coreada por todos, musitada como un murmullo armónico. Silvio se llevó como epílogo de la multitud, una frase cantada: ¡Viva Cuba!