Cuba vive una tercera revolución educacional - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

Cuba vive una tercera revolución educacional

ALINA M. LOTTI

La frase de que Cuba vive una tercera revolución educacional no toma de sorpresa a los cubanos, acostumbrados en los últimos tiempos a ser protagonistas y partícipes de una obra educativa que comenzó 41 años atrás, el 22 de diciembre de 1961, cuando el país se declaró libre de analfabetismo.
Sin embargo, hoy el sector vive un clima de efervescencia a consecuencia de las múltiples transformaciones que se vienen llevando a cabo, las cuales no sólo incluyen el aspecto constructivo de los inmuebles escolares, sino una estrategia de trabajo encaminada a elevar la calidad del proceso docente y a convertir al país en uno de los más cultos del mundo.
Dos años atrás, la situación por la que atravesaba la educación no era halagüeña, sobre todo en la capital del país. Una cantidad excesiva de alumnos por maestro, déficit de profesores en distintas enseñanzas, estado deplorable de las escuelas y un desestímulo profesoral, caracterizaron la etapa.
El bloqueo, y de forma muy particular, el período especial con su enorme carencia de recursos, así como las supuestas pérdidas de vocación docente en la juventud, habían dejado profundas y, al parecer, insuperables huellas en tan extraordinaria y decisiva tarea social como es la educación, tesoro de cualquier sociedad.
La concientización y preocupación gubernamental de estos problemas propiciaron el surgimiento de nuevos Programas de la Revolución, los cuales estuvieron dirigidos -desde un primer momento- a resolver las dificultades más apremiantes. Así, por ejemplo, se pusieron en marcha los Programas Audiovisual y de Computación, por lo que en la actualidad se dispone en todo el país de un televisor por aula, 81 mil 169, un video por cada 100 alumnos y 44 mil 790 equipos de computación.
Una tarea heroica, acometida por el pueblo en extensas jornadas de trabajo, lo fue sin dudas la realización de un ambicioso programa de reparación, ampliación y construcción de centros escolares.
En 20 meses se proyectó y ejecutó un programa que abarcó 779 escuelas primarias y secundarias básicas de la capital del país; de esta cifra, que equivale al total de las instalaciones de esos niveles de enseñanza, 734 serían completamente restauradas y ampliadas; l2 reconstruidas y 33 de nueva edificación.
Tal y como ha reconocido el propio Fidel, no había capricho alguno o deseos de romper récord. Simplemente las clases, como es tradicional, comenzaban los primeros días de septiembre; un enorme esfuerzo para la preparación de miles de maestros emergentes se había realizado; todas las aulas de la capital poseían ya televisores y las escuelas los laboratorios de computación.
Si bien es cierto que en la capital del país el esfuerzo fue titánico, en las demás provincias el plan se acometió con igual empeño, pero nunca se llegó a la cifra alcanzada en Ciudad de La Habana.
Este plan constructivo demandó también la preparación del personal docente, por lo que además de la formación de maestros emergentes para la enseñanza primaria; una de las tareas más trascendentes del 2002 ha sido la inauguración de un curso para formar cuatro mil 500 profesores para la Enseñanza Secundaria, con lo cual quedará cubierta la demanda en todo el país, con independencia de que los Institutos Superiores Pedagógicos formarán a partir de este año escolar alrededor de tres mil cada año.
Se trata de perfeccionar la obra realizada, partiendo de ideas y conceptos enteramente nuevos. 짢Hoy buscamos -ha reconocido Fidel- lo que a nuestro juicio debe ser y será un sistema educacional que se corresponda cada vez más con la igualdad, la justicia plena, la autoestima y las necesidades morales y sociales de los ciudadanos en el modelo de sociedad que el pueblo de Cuba se ha propuesto crear짢.
Esta formación emergente de maestros para las enseñanzas básicas (primaria y secundaria) se complementa con la preparación de instructores de arte, por lo cual se vienen preparando desde hace dos años más de siete mil estudiantes, quienes darán respuesta a las necesidades del país
Mucho se ha hecho en educación de hace dos cursos a la fecha, quizás lo más sobresaliente es que la enseñanza primaria en la capital ya logró el objetivo ideal de 20 o menos alumnos por maestro, aunque un 2.6 % de la matrícula total del país no cuenta con esta favorable condición de estudio, lo cual será superado en el transcurso de este año escolar.
En la Educación Superior, la municipalización de la enseñanza traza pautas, pues en todos los rincones del país, incluso en municipios apartados, los estudiantes pueden ahora acceder a esta enseñanza, en una primera fase en las carreras pedagógicas.
En más de una ocasión se ha dicho que la revolución educacional que vive Cuba es inédita, a lo cual podría agregarse que ya en muchos índices estamos muy por encima de países capitalistas desarrollados. Fidel ha dicho" no se trata de sueños, ni fantasías; comienzan a ser visibles realidades".