EU suaviza método de interrogatorios
El objetivo ese reparar la imagen que ha sufrido en todo el mundo de cara al traspaso de soberanía a las autoridades provisionales iraquíes.
28 de junio de 2004
WASHINGTON, D.C. (EFE).- Estados Unidos ha decidido suavizar sus tácticas de interrogatorios y eliminar las técnicas más duras para sacar información a sus prisioneros, coincidiendo con el inicio de la cuenta regresiva para el traspaso de poder en Irak.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ya no recurrirá más a métodos agresivos que el gobierno le había autorizado a usar con los presuntos terroristas, informó el diario The Washington Post. “Se ha cesado todo hasta que sepamos dónde estamos en el terreno judicial”, aseguró un ex agente de la CIA. Fuentes de los servicios secretos estadounidenses explicaron al periódico que las llamadas “técnicas de mejora de los interrogatorios” quedan suspendidas a la espera de que el Departamento de Justicia y otros juristas las revisen.
Son las técnicas consideradas más duras y consisten, por ejemplo, en provocar la sensación de asfixia, negar a los presos medicinas para lesiones, acosarlos con luz intensa o ruido fuerte, privarles del sueño o hacerles creer que están siendo interrogados por otro gobierno.
Esta decisión se aplicará en los lugares de detención en los que los agentes de la CIA interrogan a supuestos miembros de Al Qaida, pero no en la prisión de la base de Guantánamo (Cuba) y en alguna otra, excluidas de la suspensión por razones que las fuentes no precisaron.
Es una medida que refleja la preocupación que existe en el seno de la CIA, muy cuestionada últimamente, ante la posibilidad de ser objeto de sanciones o acusaciones por actividades ilegales, tal y como ocurrió en la década de 1970.
Es también un gesto del gobierno estadounidense, en respuesta a las constantes críticas que está recibiendo por su actuación en Irak, incrementadas desde que salió a la luz el escándalo de los abusos y torturas que las fuerzas de Estados Unidos cometieron con prisioneros iraquíes.
Estados Unidos, al parecer, quiere reparar los daños que ha sufrido su imagen en todo el mundo de cara al traspaso de soberanía a las autoridades provisionales iraquíes, que tomarán las riendas del país el miércoles.
Insiste en que el traspaso será total pero, al mismo tiempo, quiere mantener algunas normas que le garanticen seguir gozando de inmunidad legal para sus acciones en Irak.
La decisión de suavizar los interrogatorios de la CIA está vinculada, según el Post, al anuncio que el pasado martes hizo la Casa Blanca de que se revisará un informe del Departamento de Justicia, con fecha del 1 de agosto de 2002, en el que se recoge que la tortura puede estar justificada en algunos casos. El secretario de Estado, Colin Powell, aseguró que él no ha visto el polémico documento y que, en su opinión, es un texto interno del Departamento de Justicia y de algunas secciones de la Casa Blanca.
“Nuestra posición sobre este asunto ya se conoce”, añadió el vicepresidente, Dick Cheney, sin precisar más detalles. Aunque el gobierno dijo que ese informe fue elaborado por un reducido grupo de abogados, fuentes gubernamentales aseguraron al Post que contó con la aprobación de letrados del Consejo de Seguridad Nacional, del departamento legal del gobierno y de la oficina de Cheney.
Recientemente, la prensa divulgó algunos extractos del informe, elaborado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, en el que se califican de obsoletas las restricciones de la Convención de Ginebra sobre el interrogatorio a enemigos capturados, así como algunas de sus disposiciones.
Aunque la Casa Blanca y el propio presidente George W. Bush insistieron en reiteradas ocasiones en que nunca autorizaron ningún tipo de torturas, no han conseguido acallar las críticas suscitadas por el trato que Estados Unidos da a sus prisioneros no sólo en Irak, sino también en Afganistán y en Guantánamo.
El sábado, con motivo del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos exigieron a Washington que deje de torturar a reclusos y cumpla con las normas internacionales.