Menem a los suyos: "Denle una mano a Sobisch" Temeroso de volver a la cárcel, rencoroso con Kirchner y cómodo pero ansioso en la reclusión familiar en barrio de Las Condes, en Santiago. Así pasa las horas Carlos Menem, quien da luz verde a sus operadores | El ex presidente Menem no piensa volver hasta que no vea clara su situación judicial. | BUENOS AIRES (ABA).- Ya ni siquiera se anima a arriesgar una fecha para su vuelta, como hacía antes, aunque luego incumplía con su palabra. El ex presidente Carlos Menem, refugiado en su "exilio" en Chile, ahora copia a Juan Perón y comenta que su vuelta "es una sorpresa, un secreto". Pero a pesar de los traspiés judiciales sigue mandando a su tropa a encolumnarse contra Néstor Kirchner, su enemigo, a quien culpa por todos sus males. Y para eso coquetea con Jorge Sobisch, gobernador de Neuquén: "Muchachos, denle una mano a Sobisch", ordenó por teléfono a sus fieles. Bajo esa premisa, dirigentes menemistas comenzaron a reunirse con el neuquino, como Jorge Castro, ex secretario de Planeamiento Estratégico, que suele armarle desayunos de trabajo en la Capital Federal. Otro que se vio con el neuquino es el ex intendente porteño, Carlos Grosso, que juntó a 18 amigos de la política para conocer al patagónico. Pero no sólo se ven seducidos por Sobisch por el mandato que recibieron de su jefe: "Nos vamos todos con él porque se nota que tiene plata para la campaña", comentó entre risas un menemista reputado. Nadie en el entorno de Menem esconde que, por ahora, no tiene pensado volver a su país. Hasta hace 10 días, aún tenía esperanzas que la Cámara en lo Penal Económico dé lugar a su pedido de sobreseimiento en la causa armas, pero ese planteo de su defensa finalmente fue rechazado. El expediente que estudia el tráfico de armas es la principal pesadilla de Menem, porque el delito de contrabando no es excarcelable. Las otras causas judiciales por la que es investigado y tiene pedido de captura internacional -omisión maliciosa y enriquecimiento ilícito- no lo preocupan tanto porque con sólo presentarse a declarar en Tribunales quedaría libre. Pero las cosas en la Justicia se le complicaron. Según le comentó a sus amigos, Menem no piensa volver al país hasta que su situación procesal se tranquilice. A los pocos dirigentes que aún le son fieles les dijo que no tiene energías para volver a someterse "a la presión y la humillación de la cárcel". Los cerebros del menemismo estudian cómo volver a instalar al jefe y lo aconsejan para lograr que el kirchnerismo no opaque su figura. A las declaraciones en los medios, Menem analiza sumar una pequeña campaña de afiches y pintadas reclamando por su vuelta, y hasta un posible marcha de las "mujeres menemistas" hacia los tribunales o las casas de los jueces que lo tienen en la mira, para meterle presión a los magistrados. Julio Speroni lo investiga por enriquecimiento ilícito y acaba de conseguir una pericia que demostró que los 650 mil dólares que tiene depositados en una cuenta suiza no pueden ser producto de la indemnización que recibió por haber estado preso en la dictadura: los estudios demostraron que, sumando intereses, jamás podría haber alcanzado esa cifra. El juez Norberto Oyarbide lo investiga por omisión maliciosa de bienes y analiza una colección de armas que tendría Menem para ver si muchas de ellas -muy costosas-, no fueron declaradas en su declaración jurada cuando era Presidente. Los menemistas analizan opciones para el ex Presidente se mantenga en el tapete de los medios. El proyecto más alocado que le comentaron es que podría subirse a un avión y dar algunas vueltas por la cordillera en viaje a La Rioja, al estilo de las vueltas fallidas a la Argentina de Juan Perón. ¿Se animará a tanto? Cerca del ex Presidente, como siempre, existen rencores. Algunos se molestan porque el peronismo Popular, el frente menemista dentro del PJ, no logra despertar el entusiasmo esperado entre los afiliados y dirigentes. Y le echan la culpa por eso al senador Eduardo Menem, a cargo de ese movimiento: "Eduardo no tiene carisma", se molestan. Menem recibe visitas de todo tipo en su casa del barrio Las Condes, de Santiago, como los ex legisladores Claudio Sebastiani o Alberto Tell, o el hermano de Leonardo Favio, Ricardo Juri, que pasó por su departamento la semana pasada. ¿Estará analizando algún proyecto cinematográfico? Ante sus amigos Menem despliega su enojo por Kirchner, de quien dice que presiona a la Justicia para acorralarlo, pero también se muestra preocupado. Carlos Corach, por caso, suele repetir que "Kirchner no es ningún tonto. A un año y medio de gestión tiene más poder del que teníamos nosotros". Mientras tanto, el riojano vive recluido en su casa junto a su familia. Hace poco un ex senador del litoral le comentó que sería bueno que volviera al país para el 17 de noviembre, cuando se festeja el día de la militancia peronista. Pero el ex presidente le comentó sus problemas judiciales y las pocas ganas que tiene de volver a matar su tiempo en prisión, aunque sea por pocas semanas. Además, dijo, no se movería de Chile en esa fecha porque el 20 de noviembre tiene algo muy importante que hacer allí: cumple su primer año de vida su hijo Máximo Saúl. Y Menem quiere celebrarlo en la tranquilidad de su país de adopción, bien lejos de los inconvenientes legales argentinos, que tanto lo desvelan |