[Viene del mail
anterior]
- Por experiencia propia. ¿Se
puede comparar, se puede hablar de que el sistema comunista es peor que el
capitalista?
Para ejemplo, puedo poner lo
de la Europa del Este. En Rusia ahora hay anarquistas. Y en Ucrania. Y hay
anarquismo en Alemania o en Bulgaria. En todo lo que era el Este mediatizado y
oprimido por la Unión Soviética no había anarquistas. Ahora, en unos sistemas
semi-democráticos, hay la oportunidad de ser anarquista. Si me dices que tengo
que escoger entre el menos malo y el peor estamos muy mal. Porque como quiera
que conteste voy a quedar como idiota.
- ¿Da igual, entonces?
Te digo que, si en principio,
tengo que escoger entre un sistema y el otro lo haría por el sistema de la
semidemocracia, de la seudolibertad de los dos partidos políticos, porque te da
cierto espacio político para poder destruirlo o cambiarlo y el otro no. A los
anarquistas en Estados Unidos nos tratan como a medio locos, extravagantes, pero
es parte de la mentalidad norteamericana, pero existimos. El sistema democrático
español se puede descentralizar, se puede lograr que haya más libertad, que el
ser humano pueda vivir en mejores condiciones, que no sea perseguido por ser
minoría. En términos generales en España hay una segunda oportunidad para los
anarquistas. Los comunistas nunca darían esa oportunidad. En Cuba podría pasar
lo mismo si no entran en una farsa de continuidad. El insepulto no está
interesado en la transición, ni en conversar o pactar con nadie, ni con el Papa,
ni con Cárter, ni con nadie.
- En tu libro insistes en que
si hay algo que definía a los anarquistas era la solidaridad y el optimismo. ¿Es
una buena manera de esperar un mundo mejor?
No porque lo dijera Anselmo
Lorenzo, que lo único que hizo fue recoger un sentimiento casi religioso de
aquella época, que al doblar la esquina estaría la libertad. Yo creo que es un
sentimiento positivo que ayuda. Si tú simplemente te sientas, te pones a llorar,
no llegas a ningún lado. Si tú lo vas a ver todo negro, porque no tiene
solución, si tú vas a pensar que los norteamericanos van a desembarcar mañana y
a asesinar a medio pueblo en Cuba, si piensas estas cosas no llegas a ningún
lado porque esos pensamientos negativos producen actitudes negativas. Me estoy
metiendo un poco en la cosa psiquiátrica, pero es cierto; si tu piensas que vas
a ganar, lo más probable es que ganes, aunque estés jugando con el campeón.
- Aseguras que en el siglo XXI
habría que adaptarse, habría que superar formas del pasado, que a veces las
ideas anarquistas y anarcosindicalistas no saben qué decir ante lo que ocurre
alrededor.
Creo que el movimiento
libertario español, y a nivel europeo, no está de acuerdo con los tiempos. Hace
falta crear teóricos. Los teóricos desaparecieron con la Guerra Civil española,
allí se paró todo, se fue el barco y no volvió. Yo pienso que hace falta crear
teóricos, pensadores que han enseñado el camino a seguir. A nivel mundial se
está en una encrucijada, no se sabe qué camino tomar. Y lo que hace falta es
orientación. ¿Quién proporciona la orientación?, pues la gente que tenga
suficiente inteligencia para, sin renunciar a los principios que son
inconmovibles, buscar un camino y solución apropiados. Con mucho optimismo, pero
se puede hacer. ¿Dónde están, quiénes son?, ¿se pueden convocar congresos, a
militantes que den su opinión? Se puede salir de la encrucijada si se busca la
orientación correcta, porque, hasta ahora, la orientación que hemos tenido no ha
sido la correcta. Si esto es una crítica, pues es una crítica.
Debemos empezar por ahí, por
aprender de los errores. Está bueno ya eso de seguir en este falso tiroteo entre
facciones que se llaman más o menos libertarias o anarquistas, que no tienen
otra agenda que criticarse los unos a los otros. Es una pérdida de tiempo, no
tienen camino. Se entretienen leyendo libros, viendo bibliotecas, hacen su
donación, se habla más de fulano, que si Durruti es una basura, porque la
Federica... Se está viviendo en el pasado y hay que ocuparse del futuro.
- Lo libertario ¿sabe dar
opciones, opiniones, sabe analizar los nuevos conflictos de poder, de razas, de
migraciones, de religiones, económicos, ecológicos...?
Hay que huir además del
sectarismo. Los anarquistas nunca fuimos sectarios, hasta ahora, que sí lo
somos. Hay que oír otras opiniones. Ahora tenemos un cartelito que nos distingue
de los demás. Si creemos que hay militantes de otras opciones que pueden ser
compatibles con muchas de nuestras actividades ¿por qué no hablar con ellos? No
soy un teórico, hay gente que conoce mejor los problemas, pero creo que la
última gran disputa en el movimiento libertario quizá fuera la de los años
treinta con los "treintistas", ni siquiera aquí con los "cegeteros". Desde el
punto de vista orgánico la única crisis que se le ha planteado al anarquismo fue
con Pestaña, en los años treinta, en que se hablaba de ideas, de propósitos.
Hablo dentro de las ideas anarquistas, porque hay mucha gente en el mundo con
ideas interesantes que no son anarquistas, que comparten nuestras ideas. Y hay
mucha gente dentro de ellos que además son anarquistas, que tienen los mismos
puntos de vista, que, quizá, porque son pesimistas o por otros motivos, no dan
el paso.
EL ANARQUISMO CUBANO
El Anarquismo en Cuba de Frank
Fernández - Fundación Anselmo Lorenzo, Madrid. 2000, 142 pags.
El anarquismo en Cuba, de
Frank Fernández, es un resumen de toda la historia de los movimientos
libertarios cubanos, desde los orígenes hasta los años posteriores a la
revolución castrista. Editado por la Fundación Anselmo Lorenzo, ha sido
traducido a varios idiomas, al italiano y al inglés, y se acaban de hacer
versiones ampliadas en francés y portugués.
Con un lenguaje "pensado más
para los cubanos, para que conozcan su propia historia", acota la influencia
libertaria en la isla en tres etapas. La primera fue la de los precursores, la
de la llegada de las nuevas ideas sociales liberadoras, los primeros movimientos
obreros organizados, que, asegura, tenían una indudable idea anarquista de la
organización social. Cita nombres importantes como Enrique Roig de San Martín,
así como a las muchas publicaciones que permanecieron durante muchos años. La
influencia de las publicaciones catalanas, gallegas, españolas se notaron en
Cuba para acabar conformando grupos organizados que transformaron los primeros y
tímidos movimientos reformistas obreros. "A veces", asegura Frank Fernández, "se
ha criticado que el anarquismo cubano llegó de Europa, que no era autóctono, por
lo que no tenía sentido en la isla. Pero ¿qué otras ideas en Cuba no han venido
del otro lado del mar? Porque somos una isla. Las ideas de la independencia
venían de los Estados Unidos. Y el reformismo autonomista venía de Canadá; y de
Galilea venía el cristianismo. En Cuba no hay nada autóctono, porque a los
indios los mataron a todos. Así que decir que las ideas anarquistas vinieron de
allende los mares es muy marxista. Claro, ¿de dónde vinieron los marxistas?"
Esta primera etapa del
anarquismo en Cuba duraría hasta 1917, en que los anarquistas se muestran muy
activos y son violentamente reprimidos. Existen sindicatos y, por primera vez,
se trata de organizar a los campesinos. Es una etapa que coincide con los
primeros planteamientos anarcosindicalistas, pues ya está fundada la CNT en
España. Aunque no todos fueran anarquistas, los movimientos obreros organizados
llegan a tener 200.000 trabajadores afiliados, "una fuerza social increíble a la
que había que destruir ya que competía con la influencia tradicional de los
partidos Liberal y Conservador". El comunismo empieza a ocupar e imponer su
lugar, con lo que los anarquistas tienen más frentes de enemistad. Es la época
de las revueltas contra Machado, el entonces presidente.
La Guerra Civil española marcó
nuevamente el entusiasmo por los cambios sociales de carácter libertario en la
isla. Entre 1936 y 1960/61 sitúa Frank Fernández la última etapa del anarquismo
cubano. Algo que los historiadores marxistas niegan. Las simpatías y dudas hacia
la revolución castrista llegan también a los libertarios que, finalmente, acaban siendo liquidados por el poder
comunista triunfante: "Hubo anarquistas que se quedaron en Cuba y hubo
anarquistas fusilados en Cuba. Hubo gente que no quiso salir, como Salinas, y
otra que no pudo. Dentro de la isla quedaron anarquistas que se murieron de
viejos, sin poder hacer nada. Fue imposible. Tú no paras una catarata con una
pluma aunque hayas sido un gran escritor."