Aquí tienes la autobiografía de Frometa, publicada en una prensa de "toda confianza" para tí:, el boletín de los "COMANDOS F-4" de los cuales se autotitula "Comandante en Jefe"
"ESTA LUCHA SOLO TERMINA OBTENIENDO LA LIBERTAD DE NUESTRA PATRIA"
Biografia Redactada por el Comandante Rodolfo Frometa desde la prisión de Coleman, Medium, FL.
A la edad de edad de 14 años, tomé las armas y me uní a los que luchaban en contra de la tiranía del entonces Presidente de Cuba, Sr. Fulgencio Batista.
Después del triunfo de la revolución Cubana y pasado un tiempo de observación del nuevo régimen dirigido por Fidel Castro, pude apreciar a mi joven edad, que el sistema recién instalado no venía de acorde al ideal por el cual yo y otros compañeros habíamos combatido en busca de un cambio político que estableciera la democracia en nuestra patria. Considerando una traición del entonces peor de los dictadores, (Fidel Castro), decidí pedir mi renuncia del ejército Fidelista en el año 1963. Desde entonces me convertí en opositor del Castro-Comunismo y su feroz dictadura.
Hasta el año 1968, llevé a cabo varios trabajos en contra del sistema, pero al no tener los elementos adecuados para continuar la lucha por la libertad de mi patria, decidí saltar los límites de la Base Naval de los Estados Unidos en Cuba, (Guantánamo), arriesgando mi vida en este acto, pero con la esperanza de que en este país "Abanderado de la Democracia", pudiera conseguir el apoyo moral y bélico para luchar por la liberación de Cuba.
Al llegar aquí, inmediatamente, me inscribí en el servicio militar voluntario de los Estados Unidos para ir a luchar en la guerra de Vietnam, sin haber sido llamado a prestar el servicio, al mismo tiempo me afilié a la Organización Anti-Comunista Alpha 66.
En el año 1970, viviendo en el estado de New York, se produjo el desembarco en Cuba, del Coronel Vicente Méndez, quien formaba parta de nuestros comandos con los cuales teníamos planes de continuar con las infiltraciones en territorio Cubano, para crear el ambiente propicio a un alzamiento nacional. Viajé de New York a Miami, donde me incorporé a los entrenamientos militares en los campamentos de los Everglades, FL, para posteriormente desembarcar en Cuba, a los pocos días que el héroe Vicente Méndez entrara en Cuba por la playa de la Llaterita Oriente y entablara combate con el ejército de Castro; pero, fueron capturados junto a algunos rifles M-16 de fabricación Americana por lo que el gobierno Castrista Cubano se quejó ante las Naciones Unidas.
Lo anterior dio lugar a que el entonces Presidente de los Estados Unidos, Sr. Richard M. Nixon, tomase medidas de extrema seguridad para no permitir que nosotros continuáramos las infiltraciones hacia Cuba.
Lamentablemente todo este proceso que se estaba gestando, fracasó, más no mis ideas y mi empeño en persistir; después de algunos cambios de administración en el gobierno Americano, recién comenzó el gobierno del Presidente Ronald Reagan, pensé que había llegado el momento propicio en el que quizá se nos permitiera realizar nuestros deseos de libertad. Determiné infiltrarme en Cuba aprovechando los vuelos de la comunidad que se efectuaban desde Miami, FL., a la Habana; la misión se componía de un trabajo de reclutamiento dentro de la Isla, a nivel nacional.
Después de mi llegada a la Habana, comencé a dar forma al plan, pero, un mal trabajo de uno de los recién reclutados dio lugar a sospechas y llamó la atención a la Seguridad del Estado del Régimen Castrista el cual lo arrestó y luego lo torturó criminalmente; al no poder soportar las torturas, delató hasta donde conocía, parte de mi plan. La represalia Castrista no se dejó esperar en contra del Sr. Miguel Revuerta, a quien le costó la vida; todo esto a finales de Octubre de 1981.
De inmediato la Policía Política Cubana, procedió a mi captura, fui arrestado y conducido a los cuarteles de torturas de la Seguridad del Régimen Castrista, situado en los Pinos Villa Marista, en la Habana; en este lugar recibí horribles torturas psicológicas y físicas, como fue el mantenerme dentro de “un frigorífico hasta perder el conocimiento y congelárseme todas mis extremidades; esto, durante seis interminables meses en este despiadado calvario, soportando los más crueles atropellos; torturas, hambre, maltratos de todas las clases, etc.”.
Posteriormente fue conducido a la fortaleza de la Cabaña, y allí situado en una celda subterránea, se me condenó a 20 años de prisión. En este lugar pasé tres años en los que no sabía cuando era de noche o de día, luego fui trasladado a la prisión Combinado del Este, Edificio 3, cuarto piso, área Sur; "Totalmente tapiada con planchas de acero de una pulgada y media de espesor, en este lugar, en los días más calurosos, en los que las temperaturas alcanzaban niveles asfixiantes y donde en muchas ocasiones algunos de nuestros compañeros se desmayaban al no poder resistir el calor.â, el cual se aumentaba en aquellas planchas de acero al recibir el sol durante el día entero; sin entradas de aire natural ni ventilaciones adecuadas, ya que en las prisiones del régimen Castrista no se conoce el apreciado aire acondicionado o los simples ventiladores.
Para completar esta agonía, "No existe tortura más terrible que saber que sus seres queridos han sido asesinados", como fueron los casos de mi adorado hijo Luis Manuel Prometa Pina, con tan solo 17 años de edad en 1985. Después que él mismo se negara hacer entrenamientos militares en el servicio obligatorio del régimen Castro-Comunista, alegando que sus principios e ideales eran afines a los de su padre, en ese momento preso político. El asesinato de mi hermano Ormis Arjeo Frómeta, con 31 años de edad en 1986. Y la muerte de mi Señor Padre Alejandro Frómeta Tamayo, quien sufrió un fulminante infarto cardíaco al enterarse que me tenían en el área de aislamiento, estando muy enfermo, en pésimo estado de salud y que la dirección del penal se negaba a darme asistencia médica, adoptando una posición cruel e inhumana, esto ocurrió el 17 de Septiembre de 1987. Todos ellos, victimas del terrorismo de Estado del Castro-Comunismo. "Dejando huellas imborrables y un terrible dolor en mi corazón.".
Desde el edificio antes mencionado, fui trasladado al llamado "Rectángulo de la muerte", lugar de rigurosas y extremas medidas, con un sistema de torturas irresistibles, sin agua, sin higiene, donde las ratas y cucarachas me caminaban encima llenas de excrementos humanos, al estar durmiendo en el suelo; su estrecho espacio era tan reducido que apenas me podía mover, tenía por letrina sanitaria, un pequeño hueco situado en una esquina de la celda, lo que hacía que todo el mal olor del excremento depositado en ese lugar se 'impregnara en mi piel. En esta celda sufrí una de las torturas más inmisericordes y que más me afectó, fue el que me esposaran de manos y pies por cuatro días seguidos, durante los cuales me defecaba y orinaba dentro del calzoncillo que era la única prenda que tenía puesta; todo esto, en un intento del régimen por doblegar mi voluntad y hacerme usar el uniforme del preso común, el cual nos negábamos a vestir los presos políticos plantados.
Al haberme aplicado todos los medios represivos, los altos mandos del régimen se sorprendían y dudaban de que un ser humano pudiese resistir tanto sin que se quebrara su dignidad, dicho esto por informaciones que nos hacían llegar infiltrados nuestros que teníamos dentro del mismo sistema.
Posteriormente, el teniente Misber Betancourt Gómez, me dijo que habían observado que yo me dedicaba a leer la Biblia, que quizás mi firme creencia en Dios era la base de mi fortaleza y entonces ordenó que se me retirara la Biblia, expresándose en tono de burla: “En la noche, llama por teléfono a Dios, para que te traiga o te facilite otra Biblia”.
Es muy importante mencionar que ésta Biblia de que hablo, es una "Biblia histórica", ya que era la única que había en todo el presidio y era usada en el culto que el antiguo Presidio Político realizaba, siempre que le fuese posible. Después que el satírico teniente Betancourt se retiró llevándose mi adorada Biblia, medité e hice intensas oraciones pidiéndole a Dios que me guiara en como obtenerla de nuevo, debido al gran valor espiritual que ésta tiene para mí.
A la hora del almuerzo, rechacé todos los pocos alimentos que se nos daban, alegando que hasta que no se me trajese nuevamente la Biblia, yo no aceptaría ningún alimento. La policía política del régimen se negó y este proceso se extendió por 17 días en huelga de hambre, a la que se me unieron en forma de protestas varias denuncias Internacionales a donde ya había llegado la noticia de lo que estaba pasando.
Una vez que se comentó en los medios de información de mi firme resistencia, éstos se vieron en la necesidad de silenciar los medios de comunicación y procedieron a devolverme la Biblia.
Pero la tiranía Castrista no era aceptable a este tipo de derrotas, por lo que se agudizó en más represión en mi contra. Y esto me hizo entrar en una nueva huelga de hambre. Asqueado de tantas injusticias y torturas, empecé a reclamar todos nuestros derechos y mi propia libertad. Esta huelga tuvo una duración de (124) días, en los que la fuerza espiritual de nuestro Señor Todo Poderoso se manifestó en mí, concediéndome la fuerza y entereza para salir adelante.
Estando en esta condición, se hizo eco Internacional, donde grandes estadistas mundiales unieron sus protestas, siendo algunos de ellos como: "El Papa Juan Pablo Segundo, el Presidente de Francia, Sr. Miterrand, el Presidente de Costa Rica, Organizaciones Políticas en el exilio. Organizaciones Cristianas, al igual que varios Congresistas de los Estados Unidos."; haciendo que la unidad de esta presión Internacional obligara al tirano Fidel castro a tener que acceder a mis firmes reclamaciones.
Al encontrarme en ese momento en muy grave estado de salud y estando semi-paralítico por la descalcificación que sufría ni cuerpo en general haciendo que mis extremidades de la cintura para abajo se paralizaran, nunca perdí mi fe en Dios y ésta se hizo manifiesta.
Gracias a mi Fe en Dios y a todos quienes colaboraron dentro y fuera de Cuba, dieron lugar a que el régimen se viera obligado y en necesidad de tener que darme los tratamientos médicos adecuados para mi recuperación.
"Cinco meses y medio estuve ingresado en el hospital, Carlos J. Finlay", habiendo empezado con una rígida dieta blanda, tomando múltiples vitaminas, inyecciones y fisioterapia diarias, hicieron que después de dos meses y medio de encontrarme ingresado, empezara a dar muestras de recuperación de las extremidades; aunque con muchas dificultades al principio, comencé a dar los primeros pasos, igual que un niño cuando comienza a caminar sin tener equilibrio.
Al fin fui puesto en "Libertad", el 29 de Marzo de 1991, con la condición de que no podía permanecer en mi Cuba natal por más de 21 días. El 18 de Abril de 1991, al llegar al aeropuerto José Martí, en la Habana, para abordar el vuelo que me traería a Miami, FL. Fui requisado por un mayor de la Seguridad del Estado del Régimen Castro-Comunista, el cual me dijo: "La Biblia y el Crucifijo, no pueden salir de Cuba". Mi respuesta no se hizo esperar al represivo e insultante oficial, diciéndole que comunicara al régimen de Castro, que de ellos no permitirme llevar ambas cosas, (la Biblia y el Crucifijo), nos quedaríamos los tres nuevamente PRESOS, y que para que no le quedara ni la más leve duda le advertí que me regresara a la Prisión de inmediato, pues yo de ninguna forma aceptaría irme en libertad y dejar presos en Cuba a mi Biblia y mi Crucifijo que en los momentos más críticos siempre me habían acompañado, dándome la fuerza espiritual necesaria para resistir hasta lograr el triunfo; habiendo ellos encarcelado mi cuerpo, pero nunca mi espíritu y mis ideales.
Finalmente, después de una demora de más de 25 minutos, el mayor de la seguridad del estado, según él, después de comunicarse con el alto mando y no haber podido lograr sus metas, me dijo en un tono altanero y grosero: "Mire, me acaban de dar órdenes que se lleve su Biblia y el Crucifijo, lo que a usted le dé la gana, pero que se pierda de aquí y no esté un minuto más en Cuba. A este oficial le reclamé $179,00 dólares que habían exigido en la aduana a mi arribo a Cuba, como garantía de una mini-grabadora, lo que finalmente resultó inútil ya que el régimen Castrista se robó ambas cosas.
A mi llegada a Miami, FL. en Abril 18 de 1991, para mí fue una sorpresa encontrarme con un centenar de los medios de prensa que esperaban por mi llegada en el aeropuerto Internacional. Me conmovió que se había congregado una gran multitud de exiliados mostrando banderas de Estados Unidos y Cuba y a los gritos de:
"¡FROMETA, PROMETA, eres un héroe, VIVA PROMETA!".
Mis primeras declaraciones fueron para denunciar ante la opinión pública y mundial las represalias y torturas a que eran sometidos los presos políticos plantados, por el sistema brutal y psicópata del Castro-Comunismo. Fui invitado a Washington por el Gobierno de los Estados Unidos donde me reuní en el Departamento de Estado, con representantes políticos muy importantes de asuntos relacionados con la América Latina. Di una conferencia para los trabajadores de Radio Martí; emisora del gobierno de los Estados Unidos, dedicada a informar la verdad del pueblo de Cuba.
En los Estados de New York y New Jersey, participé en conferencias de prensa, informando en cada oportunidad qué podía el ensañamiento de la tiranía Castrista, en contra de los presos políticos plantados, en violación de todos los más elementales derechos como seres humanos.
Al terminar este recorrido, regresé a Miami, FL., para continuar promoviendo la lucha por la liberación de nuestra patria desde mi segunda llegada a los Estados Unidos de Norte América, hasta el día 6 de Marzo de 1994, cuando, desde una base fuera del territorio de los Estados Unidos de América, realizó "14" misiones clandestinas, dentro del territorio Cubano, con fines de organizar la oposición dentro de la Isla, y acelerar el derrocamiento de la tiranía Castro-Comunista.
El fatídico día del 6 de Mayo de 1994, se presentó en mi casa, el "CHIBATO" MARIO FERRANDEZ, miembro también de la organización Anti-Comunista "Alpha 66", el delator Fernández me dijo: "He venido hasta tu casa ya que un oficial del ejército de los Estados Unidos a quien yo conozco, está dispuesto a conseguirte las armas sofisticadas que usted y su organización pueden estar necesitando para apresurar la libertad del pueblo Cubano".
Me dijo que este oficial del ejército de los Estados Unidos, estaba interesado en hablar conmigo. Yo acepté al día siguiente para ver a dicho oficial.
El ex-convicto de abuso sexual en niño MARIO FERNANDEZ, en ese momento a pesar de poseer un record de abusador de niños de la comunidad, había sido reclutado por el Gobierno de los Estados Unidos de Norte América por el Departamento conocido como FBI; en ese momento, desconocía por completo de que trabajaba como informante del FBI y más aún, desconocía su inmoral record.
"El costo de la cooperación en el orden social, sobre pasa los beneficios en combatir el crimen"; muy a menudo la cooperación promueve la creación y el cometer otro crimen a través de engañar bajo la promoción del programa especial de "PROTECCIÓN A TESTIGOS", en mi contra se realizó este vil trabajo por parte del FBI.
"Yo confieso mis pecados, no puedo juzgar a otros, no tengo lengua para ellos, tengo seis hijos. ¿Cómo podría yo enseñarles que se comporten como hombres en éste mundo?".
"En FILADELFIA EL SOL SALIÓ, si nuestro Congreso y los Jueces Nacionales tratan de voltearnos a un País o territorio de (INFORMANTES), entonces, EL SOL SE PONDRÁ, y el gran experimento de la República se hundirá o se pondrá con él.".
El día 7 de Mayo, el ex-convicto MARIO FERNANDEZ, se presentó en mi casa a las 8 AM. Para llevarme al puerto marítimo en Miami Beach donde nos esperaba el Sr. Reymon López, nos recibió y procedí a identificarme: RODOLFO PROMETA, Comandante en Jefe de la Organización COMANDOS F-4, POR LA LIBERTAD DE CUBA, la cual formé con la idea de acelerar la liberación de nuestra Patria y para lo cual necesitaba de armamentos pesados ya que con éstos podría lograr nuestro sueño, ver a CUBA LIBRE, DEMOCRÁTICA Y SOBERANA.
"El Sr. López, inmediatamente me mostró fotos de polaroid, de MISILES STINGER RMP. ANTI-AEREO, MISILES ANTI-TANQUE, LANZA GRANADAS, y la posibilidad de conseguir EXPLOSIVOS C.4, etc.".
Comencé explicándole la necesidad de liberar a nuestro País y el Sr. Reymon contestó que él también era cubano y deseaba ayudar a la causa de Cuba. Procedí a encargarle las armas necesarias, él me pidió un plazo de alrededor de un mes ó mes y medio para resolver todo el encargo; en la fecha acordada, me llamó por teléfono a casa y me citó para una reunión que llevamos a efecto en el restaurante Casarta, ubicado en la 7 Street N.W. y la 28 AVE. en Miami, acudí acompañado de uno de nuestros miembros del cuerpo directivo de la ORGANIZACIÓN COMANDOS F-4.
Acordamos allí que en la próxima semana yo recogería dichos armamentos y que el Sr. Reymon se mantendría en contacto conmigo por vía telefónica.
"(El día 2 de Junio de 1994 a las 11 AM, nos reunimos con el Sr. Reymon López en el almacén donde dicho Sr. tenía las armas dándonos las instrucciones de como usar los Misiles Stinger antiaéreos, los Misiles M72 Lightweight Anti-Armor, Weapons MK-1940 N. M., Granade Launchers y Explosivos C.4. El comenzó a ayudarnos a cargar las armas encima del auto Van que habíamos llevado; una vez que terminamos de hacerlo, nos rodeó un Team de los "Guapos" armados hasta los dientes con Shotgum y otros armamentos; gritándonos una serie de palabras vulgares y con sus manos temblorosas en sus gatillos nos decían: ¡Quietos o les levantamos la tapa de los sesos!.)".
Posteriormente fuimos conducidos a la Cárcel del M.C.C. Miami. Todo resultó en que el Sr. Reymon López era un oficial encubierto del FBI.
Este Sr. Reymon López, aprovechándose de mis ansias libertarias y solo con los deseos de colgar en su expediente una mención más a su favor a costa de un Padre de Familia, un ciudadano decente que lucho y sufro solo por el dolor de mis hermanos de sangre y cuyo único antecedente era el de soportar torturas y cárcel por mantener mis ideales de lucha por el bienestar del Pueblo Cubano que sufre y se desangra bajo la tiranía más feroz del hemisferio.
Esta vez la justicia, no buscando a los verdaderos criminales en las calles, sino, al ciudadano que cree en sus convicciones y que cae en las trampas de estos despiadados agentes e informantes, que logran así sólo destruir la vida de hombres y familias torturadas por ellos, al comprometer de esa forma al ciudadano.
Posteriormente, el Fiscal Federal Sr. Wilfredo Fernández, me propuso que si yo me declaraba culpable y me comprometía abandonar mis empeños en la lucha por derrocar la tiranía Castro-Comunista, él me daría un año de prisión domiciliaria.
Mi firme negativa a renunciar al sagrado deber con la Patria, fue lo suficiente para que el Sr. Fernández, Fiscal Federal, se ensañara en que se me condenara a prisión, logro por él alcanzado luego que un jurado decidió hallarme culpable de uno de los cargos a los cuales se me acusaba y anulando el segundo cargo.
Mi abogado Carlos A. Santos, pidió al Juez Federico Moreno, se me dejara en libertad condicional hasta resolver el proceso de apelación, ya que varios dueños de negocios de la comunidad estaban presentes y dispuestos a poner sus negocios en garantía por mi libertad condicional.
Todo intento fue bloqueado por el Fiscal Sr. Wilfredo Fernández; única opción, "Aceptar la injusticia del Vil entrampe por parte del FBI.”. El 29 de Septiembre de 1994, fui condenado a 41 meses de prisión, por lo que inmediatamente fui llevado al M.C.C. Miami.
Transcurrieron 33 largos días y lleno de indignación, procedí a hacer una carta al director de la prisión, donde le notifiqué que a partir de ese día a las 6 AM. Yo había comenzado una huelga de hambre hasta que la dirección del penal resolviera mi visita.
Este proceso fue resuelto rápidamente en el transcurso de 26 horas concediéndome mi derecho a recibir visitas. Debo aclarar que me vi en la necesidad de hacer público mis reclamaciones a los medios de prensa, explicándoles los motivos de esa huelga.
Luego del proceso antes mencionado y esta situación económica, la dirección Federal de Prisiones Americana, fueron "benévolos" con mi caso y especialmente tratándose de una causa política como es la mía; fui trasladado el día 1 de Marzo de 1995 desde el M.C.C, Miami el cual quedaba a solo 30 minutos de mi familia, para la prisión F.C.I. Marianna, FL, al Oeste de Tallahassee, la distancia entre ida y regreso es de 24 horas, "una forma de tortura psicológica muy diplomática" ya que a este lugar automáticamente para mi esposa era imposible viajar, aunque mucho lo deseábamos.
En Noviembre de 1995, a raíz de las protestas de los presos negros en las prisiones de Marianna y Talladega, la dirección de prisiones se vio en la necesidad de trasladar a los presos de nivel de custodia baja para el F.C.C. Coleman, FL., en esta ocasión me correspondió a mí ser uno de los trasladados por mi nivel bajo, desde que llegué a esta nueva prisión siempre he mantenido los contactos con el Cuerpo Directivo de nuestra Organización COMANDOS F-4, y que por encima de todas las dificultades he seguido al frente de su dirección.
A las dos semanas de encontrarme en Coleman, logré hacer contacto con los medios de información sobre mis trabajos políticos por vía telefónica, el teniente James Lewis de dicha prisión me llamó a su oficina y me amonestó y amenazó de ser enviado a confinamiento solitario en "EL HUECO", (sitio de castigo), esto fue a finales de Noviembre de 1995.
El día 21 de Diciembre de 1995, al dirigirme a la Emisora "Radio Mambí" (W.A.Q.I.) en Miami, el teniente Quiñones me citó a su oficina luego de terminar mi conversación telefónica y me dijo que en el monitoreo que ellos mantenían en las llamadas escucharon mi conversación con los medios de difusión y que eso estaba prohibido en esta prisión, que de yo continuar, se me llevaría al área de aislamiento "EL HUECO".
Posteriormente fui citado a una reunión con el Unit Manager, y el segundo manager de la unidad, quienes me explicaron que me habían llamado para concederme una reunión especial, les autorizaron a que me comunicaran que desde ese momento en adelante, tenía "Luz verde", para mis comunicaciones con los medios de información en general, quedando todo el problema resuelto. Más tarde, reclamé que en varias ocasiones había ido a turno para enfermo por un problema de obstrucción intestinal y no habían hecho nada por resolver la molestia intestinal; posteriormente empeoró mi estado salud y al ir médico con una crisis de diarrea, éste me dio turno para 7 días después; al asistir a la cita el médico aparentemente me recetó, pero al ir a la farmacia a recoger los medicamentos nunca aparecieron.
De nuevo me vi en la necesidad de quejarme a la Nacional, ésta vez lo hice con copias a 8 Congresistas y Senadores y más de 20 medios de prensa. Resultó que el día 7 de Junio de 1996, estando en el hospital para que me revisaran una infección en el maxilar inferior que llevaba varios días doliéndome y no me habían dado la asistencia médica, a las 10 AM. fui llamado a la oficina del teniente a la cual me dirigí sin antes ser asistido por el dentista al quien esperaba en ese momento, a pesar de tener la cara con una alteración horrible que ni comer podía, al llegar a la oficina del teniente sin alegar absolutamente nada, me esposaron con las manos atrás y me condujeron al (Hueco), "área de aislamiento", cuando pregunté cuales eran los cargos o motivos sólo se me comunicó que por orden del Capitán estaba allí para una investigación.
Yo estaba convencido de no haber cometido infracciテウn alguna, que esto se debテュa a un pretexto de la Administraciテウn de Coleman Low para contrarrestar mis denuncias de la mala actuaciテウn y procedimienュtos de ese Departamento de la Prisiテウn, y que las mismas ponテュan a la luz pテコblica, las irregularidades que la policテュa Federal comete contra los presos, y que el 99% de los reclusos comunes no se atreven a reclamar sus derechos aテコn teniendo las razones, por temor a este tipo de represalias en su contra; ya que fテ。cilmente en su contra se les aplican como se dice acテ。 dentro, dテ。ndole un "GUAGUASO" y trasladテ。ndolos a miles de millas de distancia de sus seres queridos y familiares.
De haber obtenido yo estas armas sofisticadas, pude tratar de cesar el dolor y sufrimiento del Pueblo Cubano. Esta decisión de tomar represalia en mi contra, llevándome al área de aislamiento, me llevó a tomar la decisión de comenzar una huelga de hambre en protesta por la actuación de la Administración de Coleman Low, FL. La Policía Federal solo se limitó a pedirme que depusiera de la misma; yo exigí, que para deponer, había que sacarme del área de aislamiento y darme la asistencia médica adecuada, la administración no aceptó ni yo depuse, por lo cual ellos pidieron un permiso especial a la dirección nacional y se me trasladó para Coleman Medium, FL, a pesar de mi nivel bajo de custodia por el que no debían de tenerme en esta prisión de nivel mediano.
Al llegar a esta institución, el Warden habló conmigo y me prometió que se me daría la asistencia médica adecuada y se me pondría con el resto de los reclusos, yo acepté ya que se trataba de otra Administración y mi intención no era la de provocar problemas sino que se resolviera la asistencia médica requerida a mis problemas de obstrucción intestinal.
Debo hacer constar que en mi caso, al llegarles copias de mis quejas a los Senadores y Congresistas: Sr. Connie Mack, Sra. Ileana Ros-Lehtinen y Sr. Lincoln Díaz Balart, etc.; éstos funcionarios se dirigieron al director del hospital de esta prisión y le notificaron su interés en que se resolviera mi problema de salud, cuyo gesto humanitario agradezco y reconozco en el buen trabajo que desempeñan en favor de la comunidad en general.
Posteriormente, el director del Departamento de Salud me llamó y me explicó la preocupación de los Senadores y Congresistas a quienes tenía la necesidad de darles una respuesta y que para él dar la misma, quería saber si se me estaba dando la asistencia médica correspondiente. Realmente, en ese momento se había empezado a tratar mis problemas de salud en el cual noté cierto interés y el cual ahora ha disminuido considerablemente.
El 17 de Junio de 1997 fui llamado a la oficina del Warden por el Sr. Bauknecht a la 1 y 30 PM. éste me comunicó de que según los records, yo me había negado para ir a una media casa, yo le contesté que ésta no era más que un lugar de reeducación la cual ellos acostumbraban para llevar a los prisioneros por delitos comunes, lo cual no se ajustaba a mi caso ya que yo me considero un preso político y por principio no puedo permitir se me lleve a un lugar que aunque beneficia y acorta el tiempo al prisionero, en mi caso yo no necesito ir a un lugar de reeducación para poder incorporarme a la comunidad ya que la comunidad me recibió en este País con los brazos abiertos y que testimonio de esto era las miles de cartas que recibió el Presidente de la República Sr. Bill Clinton de parte de la comunidad pidiéndole una amnistía para los presos políticos en cárceles de los Estados Unidos.
El día 3 de Julio de 1997 a las 4 y 30 PM. se apareció a mi cuarto el Teniente Smith, S.O. acompañado por otro oficial preguntó por Frómeta, al decirle que yo era, rápidamente procedió a esposarme sin permitir que me calzara, fui conducido al área de aislamiento, al llegar a este lugar me hicieron quitar la ropa por completo, me registraron por completo.
Al terminar esta requisa me entregaron una camiseta y un Short y fui puesto en la celda #4 del segundo piso de este lugar donde castigan a los presos que violan las reglas de la Institución; a sabiendas que yo no había violado ninguno de los reglamentos.
Posteriormente me comunicaron que estaba bajo investigación de un posible involucramiento en grupo de promoción. Por este motivo y viendo la injusticia que se cometió en mi contra, decidí hacer una carta al director de la prisión Coleman Médium Sr. Gregory L. Parks. A continuación, el texto de la carta enviada al Sr. Parks.
Finalmente, hice esta sintetizada biografía, para dar a conocer públicamente cierta parte de mis experiencias en las Prisiones de dos Países de diferentes sistemas. Capitalista y Comunista; por todo lo antes mencionado, Uds. podrán evaluar ambos sistemas.
Quiero que quede bien claro, que aún no me pesa todos los sacrificios por los cuales he pasado, ni por los que haya de pasar, "CUANDO SE TRATA DEL CUMPLIMIENTO CON EL SAGRADO DEBER DE DEFENDER LA LIBERTAD DE NUESTRA AMADA PATRIA, HASTA OBTENER SU TOTAL LIBERTAD Y DEMOCRATIZACIÓN O MORIR EN BÚSQUEDA DE SU CONQUISTA
En el mensaje siguiente, además de la web de esta organización, te pongo imagenes, ya sabes que una imagen vale más que mil palabras.
Saludos