En una rara conversación telefónica, disidentes cubanos le dijeron ayer a los congresistas por Miami que el gobierno de Castro ``nunca ha estado más débil que ahora''.

La conversación galvanizó a los veteranos de Bahía de Cochinos reunidos en la Pequeña Habana para expresar apoyo a la reunión de los disidentes planeada para el 20 de mayo.

Los representantes Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz Balart escuchaban por el altoparlante telefónico la voz de Félix Bonne Carcassés, uno de los disidentes que está organizando la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.

''Si no fuera por los 53,000 barriles de petróleo que Hugo Chávez manda diariamente a Cuba, esto se habría acabado'', dijo Bonne Carcassés. ``Pueden estar seguros de que no tracionaremos la confianza que los cubanos han puesto en nosotros''.

Una emocionada Ros-Lehtinen le gritó por teléfono: ``Sigan luchando. Nosotros estamos aquí con ustedes''.

''Ustedes están luchando a favor de principios que están aceptados en el mundo entero pero rechazados en Cuba. La causa de ustedes es la nuestra'', añadió.

Ros-Lehtinen también le dijo a Bonne que el Congreso de EEUU había iniciado un programa para ''adoptar'' prisioneros políticos en la cárceles cubanas.

Bonne corrió un riesgo al hablarle públicamente al grupo de 50 personas en Miami que incluía a miembros de los medios de comunicación. Esto pudiera traerle problemas con el gobierno de Fidel Castro.

Los Veteranos de Bahía de Cohinos, conocidos como la Brigada 2506, declararon su apoyo a Bonne y a la reunión del 20 de mayo.

Bonne dijo que los disidentes cubanos de hoy eran simplemente ''una extensión'' de los veteranos de Bahía de Cochinos, que luchaban por la misma libertad y democracia.

''La única diferencia es que nosotros hemos optado por la vía pacífica'', dijo.

Díaz-Balart le dijo a Bonne que apoyaba vigorosamente la reunión del movimiento disiente. ''Los exiliados cubanos están unidos en el respaldo a su causa'', dijo el legislador republicano.