Me parece que la edad junto con el atragantamiento de bolas e intentos de chantaje al Bush dan su frutos
La Fundación Nacional Cubano-Americana ante el mayor reto de su historia: recuperar la influencia perdida.
por IVETTE LEYVA MARTíNEZ, Miami
A casi un cuarto de siglo de su creación, la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) enfrenta el mayor reto de su historia: recuperar la influencia política que ha perdido paulatinamente.
Jorge Mas Santos, presidente de la FNCA.
El largo proceso de declive de la que fuera la organización más poderosa del exilio comenzó con la muerte de su líder fundador, Jorge Mas Canosa, en 1997, y parece hallarse en su momento más álgido, como indican algunos hechos recientes.
La organización se vio obligada a clausurar su "embajada" en Washington; en enero, el congresista Mario Díaz-Balart intentó cerrarle las puertas a una gala por la reelección de George W. Bush; poco después, en Madrid, el canciller Miguel Ángel Moratinos canceló sorpresivamente una reunión con el presidente de la FNCA, Jorge Mas Santos, y en febrero fracasó en Ciudad de México una reunión de exiliados cubanos que tenía a la organización como plato fuerte.
¿A menos ortodoxia, menos influencia?
"La Fundación está en transición y tiene que buscar un nuevo discurso. Es un proceso interesante que ilustra la fragmentación de la comunidad conservadora cubana", opinó Damián Fernández, director del Centro de Estudios Cubanos de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).
Mas Canosa gozó de una influencia sin precedentes en la política estadounidense, con un liderazgo forjado sobre la base de su carisma, poder económico, cabildeo bipartidista, y en particular, por sus vínculos amistosos e ideológicos con Ronald Reagan.
Como era previsible, tras la muerte de Mas Canosa y el traspaso de poder a su hijo ( ¡carajo! ¡es una monarquía!)comenzaron las pugnas internas entre los miembros radicales y moderados de la organización, que culminaron con la escisión en 2001 y la formación del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC).
Formado por partidarios de la "línea dura" en la política hacia La Habana —respaldo incondicional a las sanciones económicas, negativa a cualquier tipo de contactos con el gobierno cubano, apoyo selectivo a la disidencia interna—, el CLC parece gozar hoy de más influencia en el gobierno de George W. Bush, al que lo unen vínculos ideológicos.
"Creo que la Fundación ha intentado adoptar una estrategia menos ortodoxa y tradicional hacia Cuba que la que tenía en sus primeros tiempos, pero ha perdido influencia y credibilidad entre los elementos centristas y conservadores del exilio", opinó Antonio Jorge, profesor de FIU.
Lo que sucedió en los cuatro años siguientes a la escisión muestra la búsqueda de un nuevo rumbo de la FNCA: énfasis en el apoyo a la disidencia interna, incluyendo al Proyecto Varela de Oswaldo Payá —denostado por los "duros" de Miami—, abierta disposición al diálogo con miembros del gobierno cubano, menor énfasis en el embargo y rechazo a las medidas de restricción de viajes y envíos de paquetes a Cuba, adoptadas en 2004 por el gobierno de Bush.
A la par, las agudas críticas al primer mandato de Bush por incumplimiento de promesas a los exiliados y una mal disimulada inclinación hacia los demócratas por parte del entonces director ejecutivo de la FNCA, Joe García, crisparon las relaciones con los exiliados republicanos, en medio del caldeado ambiente político que precedió a las elecciones de 2004. El desenlace de estas ha contribuido a erosionar la influencia de la organización en los círculos de poder estadounidenses.
"Tras la reelección de Bush, la FNCA se queda un poco a la deriva, pierde cierto alcance, y eso implica una redefinición", señaló Fernández.
Nuevo director
En noviembre del año pasado, tres meses después que el carismático Joe García dejara su cargo para trabajar de lleno en la campaña electoral demócrata, un cubanoamericano de 29 años fue designado para reemplazarlo.
El nuevo director ejecutivo de la FNCA, Alfredo Mesa, era prácticamente un desconocido en la comunidad cubanoamericana, a pesar de que durante 12 años trabajó como asistente del ex alcalde de Miami-Dade, Alex Penelas.
Nacido en Estados Unidos, de padres oriundos del Oriente cubano, es serio, sin la elocuencia característica de Joe —al menos en castellano— y aparenta tener más edad. Reconoce que tiene ante sí la difícil tarea de reparar puentes, pero niega categóricamente que la organización que ahora dirige haya perdido terreno.
"Eso no tiene validez alguna. La Fundación sigue teniendo una infraestructura que no posee ninguna otra organización en el exilio: un equipo de trabajo que funciona, directores que viajan con frecuencia, y en los últimos meses hemos visto un incremento positivo en nuestra membresía".
Con respecto al incidente en México este año, Mesa indicó que se trató de una iniciativa que no prosperó y que respondió a cuestiones internas de la política mexicana, debido a los vínculos del gobernante PAN con miembros de la FNCA. La reunión había sido coordinada por una organización de cubanos en México, pero fue un fiasco: hubo que cambiar la sede a última hora y concurrieron escasos invitados, en medio de una fuerte campaña de La Habana y de la decisión de la junta multipartidista de la Cámara de Diputados de pedir una investigación de las actividades políticas de la FNCA en ese país.
Aunque después del suceso la FNCA no ha tenido más contacto con los principales partidos opositores de México, "esperamos reiniciarlos", señaló Mesa.
En cuanto al otro revés reciente en la arena internacional, el desplante de Moratinos a Mas Santos en España, en enero, Mesa dijo a Encuentro en la Red que a pesar de esto, hace tres semanas "vinieron a nuestras oficinas dos vicecancilleres del gobierno español para hablar sobre la política hacia Cuba y, cuatro horas después, José María Aznar se reunió con nosotros".
( no se enteraron que Aznar ya no es presidente de España, así les va)
Le enumeré al nuevo director ejecutivo algunos hechos que apuntan a problemas económicos de la FNCA, como el cierre de la "embajada" en Washington, adquirida en 2001 por 1,7 millones de dólares, y la venta de la Torre de la Libertad sin completar el plan inicial de dotarla de un museo y otras instalaciones, y fue el único momento de nuestra conversación telefónica en que se exaltó.
"Eso sale de Cuba, que estamos arruinados, no tengo necesidad de repetirlo. Los que se prestan a eso lo están haciendo al servicio del gobierno cubano", ripostó.
Uno de los pilares económicos de la FNCA, la compañía de telecomunicaciones MasTec, propiedad de la familia Mas, ha estado envuelta en problemas económicos desde hace algunos años. MasTec, que cotiza en bolsa, se vio muy golpeada por la "burbuja" de la Internet. El 9 abril de 2000 sus acciones se cotizaban a 59,88 dólares. El 13 de abril de 2005, las acciones estaban a 7,39 dólares, y en los últimos doce meses llegaron a caer a 3,63 dólares.
El joven político cubanoamericano, quien no está afiliado a ningún partido, asumió sus nuevas responsabilidades tendiendo una rama de olivo al sector republicano. "La Fundación se rige por el patriotismo, no por el partidismo (…) Debemos admitir que el presidente Bush es un hombre que ama y comprende la necesidad de liberar a Cuba", declaró en vísperas de su designación oficial.
'El futuro está dentro de Cuba'
(Bueno, ya se van enterando, 46 años les ha costado, pero nunca es tarde para aprender, que el futuro siempre estuvo dentro de Cuba, no en Miami)
En cuanto al trabajo actual de la organización, el objetivo principal es "seguir apoyando a la disidencia interna, hacer que se canalicen los recursos para ella, porque estamos convencidos de que el futuro de Cuba está dentro de Cuba".
Mesa ratificó que el respaldo a la oposición interna cubana ha desplazado al cabildeo en el Congreso, en el foco de atención de la FNCA. Desde hace un par de años los líderes de la FNCA han estado insistiendo en la necesidad de dejar de lado el estéril "debate sobre el embargo".
En una decisión muy inusual, la FNCA anunció recientemente que autorizaría a sus directores a asistir a la cumbre de la disidencia, prevista para los días 20 y 21 de mayo en Cuba.
Justamente, la variable "disidencia" plantea un escenario diferente para la organización.
"Durante Mas Canosa no existía conexión con la disidencia, y esto genera patrones nuevos, un cambio de modo de hacer política. La Fundación está buscando un punto de equilibrio dentro de un triángulo: de un lado, sus vínculos con la oposición en la Isla; del otro, su necesidad de mantener poder en Miami, y el tercero, la influencia en Washington. Me parece que ha cambiado su forma de ver la política general de Estados Unidos y Cuba y su centro de gravedad ahora está más al sur, en la Isla".
Mesa, opinó Fernández, pudiera ser la persona adecuada para este momento de la organización.
"Me parece una persona diplomática, menos comprometida en el ámbito partidista, una voz pública que busca el consenso. Todo apunta a que la FNCA trata de ser un espacio centrista, que perfilará su discurso en los próximos años, buscará otros aliados y habrá una pluralización y hará una política menos dictada por Washington", señaló.
Para Antonio Jorge, es difícil que la FNCA recupere el brillo e influencia de la época de su fundador. "No creo que haya nadie que tenga esa estatura, creo que les será difícil recuperarse y no me parece que vayan a avanzar mucho más. El exilio está dividido, es un fracaso".
Mesa sabe que el único camino es forjar alianzas efectivas, y afirma que su mayor desafío al frente de la FNCA es "seguir buscando formas de trabajar de cerca con otros grupos, encontrar puntos de acuerdo, plataforma común, una mayor cordialidad con las diferentes organizaciones".
Del éxito de su gestión dependerá el futuro.
Me imagino que festajarán a San Judas ( el bueno, no el Iscariote) patrono de los imposibles