Castro da marcha atrás a reformas económicas
PABLO ALFONSO El Nuevo Herald
Alentado por nuevos vínculos comerciales, sobre todo con Venezuela, y alegando una supuesta mejora en su economía, el régimen de Cuba está dando una consistente marcha atrás a las pocas reformas económicas que adoptó hace poco más de una década. La cancelación de contratos para la ''producción cooperada'' con empresas extranjeras, una notable disminución de empresas mixtas y una fuerte ofensiva para eliminar los trabajos por cuenta propia que fueron autorizados en medio del llamado Período Especial, son algunos de los rasgos característicos de esa vuelta atrás emprendida por el régimen de Fidel Castro para devolverle al Estado todo el control del sector económico. ''Todo lo que estamos viendo en los últimos meses es parte del proceso de recentralización de la economía'', afirmó Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de economía de la Universidad de Pittsburgh. Por otra parte, expertos no vacilan en afirmar que toda esa maniobra económica no es más que una estrategia política para ir situando a Raúl Castro, el jefe de las fuerzas armadas, en su papel de sucesor de su hermano Fidel. La ofensiva gubernamental contra los trabajadores por cuenta propia se agudizó este mes en La Habana, donde a unos 2,000 trabajadores por cuenta propia, que vendían desde batidos de frutas hasta pizzas caseras, les cancelaron sus licencias. Según la información publicada en el diario Tribuna de La Habana, se trata de trabajadores ''que no cumplían con los requerimientos'' establecidos por la ley. Lo cierto es que los trabajadores por cuenta propia han descendido en todo el país de unos 240,000 que existían en 1990 hasta unos 140,000 inscritos en la actualidad. El pasado año, el gobierno anunció que no otorgaría nuevas licencias a 40 de las 170 categorías autorizadas para este tipo de actividad comercial. De acuerdo con cifras oficiales, más de la mitad de las 800 firmas comerciales registradas en el 2002 han abandonado el país, además de unas 400 que operaban en las zonas de libre comercio. De las 700 empresas mixtas que había sólo quedan unas 300, la mayoría de ellas empresas comerciales con importantes inversiones en los sectores metalúrgico, turístico, energético y tabacalero. La mayoría de las empresas mixtas a las cuales les han cancelado sus contratos en la isla, lo han hecho en forma discreta, y sus dirigentes se niegan a comentar los detalles. Sin embargo, un alto funcionario de la empresa española Peñasanta, con una inversión de $8.5 millones en la industria láctea en Cuba, declaró que ``era imposible hacer negocios en la isla a causa de la caótica organización de la economía''. Los dirigentes cubanos están admitiendo ahora que la amplia apertura a las inversiones extranjeras y los permisos otorgados a los cubanos para ofrecer servicios y tener pequeños negocios familiares, fueron medidas coyunturales en un fuerte período de crisis que, según alegan, ya está superado. ''Por primera vez en los últimos 13 años, nuestro intercambio comercial en el 2004 superó los $7,000 millones, sobrepasando el nivel logrado en 1991, antes del comienzo del período especial'', anunció el ministro de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, al inaugurar el pasado lunes en Santiago de Cuba la feria comercial ExporCaribe2005. Sin embargo, para Mesa-Lago, autor de numerosos estudios sobre la economía cubana, la cifra ofrecida por el ministro De la Nuez ''no es nada extraordinaria'' si se tiene en cuenta el desempeño de la economía cubana en los últimos años. Hace cinco años, indicó Mesa-Lago, el intercambio comercial de Cuba fue de $6,600 millones; en el 2001, $6,500 millones. ''Cuando existían la Unión Soviética y la Europa comunista, en 1989, el intercambio comercial fue de $13,500; ahora no están ellos, pero está Venezuela, que suministra el petróleo y otros subsidios'', subrayó el experto. El intercambio comercial entre Cuba y Venezuela fue de $1,500 millones en el 2004, y se espera que la cifra aumente este año en $250 millones tras la firma de nuevos convenios. Por medio del acuerdo energético vigente entre las dos naciones desde el 2000, Cuba recibe del país sudamericano entre 80,000 y 90,000 barriles diarios de petróleo a precios preferenciales. El retorno al control estatal absoluto de la actividad económica ha venido acompañado de nuevas políticas monetarias que sacaron de circulación la divisa estadounidense y revalorizaron el peso convertible cubano. A principios de este año, Castro elogió estas medidas y declaró terminada la crisis económica denominada Período Especial, que comenzó con la desaparición de la Unión Soviética. Mesa-Lago considera que el retorno a la centralización económica devuelve al estado y al partido comunista de la isla un mayor control en las decisiones. ''Con la recentralización evitan la dispersión del poder económico y, por ende, político; sacrifican la eficiencia del desempeño económico en aras de fortalecer el poder político del Estado'', destacó. Este punto de vista lo comparte el director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, Jaime Suchlicki, quien asegura que ese fortalecimiento del Estado, allana el camino para la sucesión de Raúl Castro. ''Estas nuevas medidas económicas obedecen a razones políticas'', acotó Suchlicki. ``Todas las decisiones económicas que Castro ha tomado siempre tienen razones políticas''. El especialista agregó que, en ese sentido, es de esperar que el régimen anuncie nuevas medidas que aseguren un mayor control del Estado sobre la ciudadanía y, en particular, los opositores internos. ''No sería de extrañar que cancelen la libre circulación de las divisas y establezcan controles más estrictos para el cambio de divisas por moneda nacional'', afirmó. Para Vladimiro Roca, dirigente del grupo opositor Todos Unidos, las razones políticas del régimen son más dramáticas y van más allá de preparar cualquier sucesión. ''Mi análisis es que Fidel Castro quiere provocar una crisis interna que termine en una crisis con Estados Unidos'', afirmó Roca. Agregó que hay un creciente descontento entre la población, motivado por los largos apagones y la escasez generalizada de productos que se manifiesta con letreros de protesta pintados en las paredes. ''Aquí en la capital está de moda una caricatura, de gran tamaño, en la que aparece Fidel con una olla eléctrica en la cabeza y el enchufe en el trasero'', aseguró. ``Tenemos reportes de 11 municipios donde ha aparecido esta caricatura, el [lugar] más notable en la Terminal Nacional de Trenes''. Según Roca, la suspensión de contratos con empresas extranjeras en el área de la industria ligera tiene casi paralizada la producción de esa importante rama de la economía. ''Hay otros colegas que opinan que Castro quiere entregar el país a su hermano Raúl en una pésima situación, para que éste pueda ganar simpatías populares, restituyendo algunas medidas económicas'', indicó. ``Pero cualquiera que sea el análisis correcto, la realidad es que la situación está muy difícil, muy caliente''. palfonso@herald.com |