La pobreza se mantuvo estable entre los hispanos, en 21.9 por ciento, sector que sufre una incidencia mucho mayor en esa condición, en comparación con casi todos los otros grupos, con excepción de los negros, pero sigue siendo más del doble que la incidencia entre los blancos no hispanos. El total de hispanos pobres llegó a 9 millones 132 mil personas.

De acuerdo con la Oficina del Censo, la población afroestadunidense tiene el ingreso más bajo, de 30 mil 134 dólares anuales, equivalente a dos tercios de la media nacional. La tasa de pobreza se mantuvo estable en este sector, en 24.7 por ciento, o sea que la incidencia de este fenómeno es el triple en este grupo que entre los blancos no hispanos.

Mientras, los de origen hispano reportan un ingreso medio de 34 mil 241 dólares, 23 por ciento menos que el promedio nacional, aunque la cifra se ha mantenido estable.

El grupo poblacional que más sufrió el aumento de la pobreza fue el de los blancos no hispanos, entre quienes se incrementó de 8.2 por ciento a 8.6. Más de 16 millones de blancos no hispanos son pobres.

El único grupo poblacional en el que disminuyó la pobreza fue en el asiático, de 11.8 por ciento en 2003 a 9.8 en 2004.

El número de personas en situación de pobreza absoluta -con ingresos por debajo de la mitad del nivel de pobreza- fue de 15.6 millones, el mismo de 2003, según el informe.

La cantidad de estadunidenses por debajo de la línea de pobreza aumentó en 1.1 millones de personas, dijo el gobierno, con lo que la tasa de pobreza subió a 12.7 por ciento en 2004 contra 12.5 por ciento del año anterior.

El gobierno estadunidense fijó el nivel de pobreza para una familia de cuatro personas en 2004 en un ingreso anual de 19 mil 307 dólares; para una familia de tres miembros, en 15 mil 67 dólares; para una de dos personas, en 12 mil 334 dólares; mientras para los individuos solos la cifra se fijó en 9 mil 645 dólares.

El ingreso real medio en 2004 totalizó 44 mil 389 dólares, sin cambios con respecto a 2003, en el segundo año consecutivo en que ese indicador se mantiene estable.

La pobreza entre los blancos no hispanos creció a 8.6 por ciento en 2004, desde 8.2 por ciento en 2003, mientras entre los asiáticos cayó y entre la población negra e hispana se mantuvo sin cambios.

Lo hogares con integrantes de raza negra registraron el ingreso promedio más bajo entre los distintos grupos étnicos, con 10 mil 134 dólares, mientras los asiáticos tuvieron el más alto, con 57 mil 518 dólares.

Los hogares blancos no hispanos registraron un ingreso promedio de 48 mil 977 dólares, mientras los hispanos se ubicaron por debajo, con ingresos por 34 mil 241 dólares.

Los ingresos no sufrieron cambios en ninguna región censada salvo en el centro del país, donde cayeron 2.8 por ciento, a 44 mil 657 dólares, según el informe.

La tasa de pobreza bajó, en el caso de los asiáticos, a 9.8 por ciento en 2004, contra 11.8 por ciento en 2003, y se mantuvo estable para los hispanos (21.9 por ciento) y negros (24.7 por ciento), pero subió en el caso de los blancos no hispanos, de 8.2 por ciento en 2003 a 8.6 por ciento en 2004.

Un total de 13 millones entre la población menor de 18 años vivía por debajo de la línea de pobreza en 2004, 17.8 por ciento de este sector, una tasa sin cambios en relación a 2003.

En cambio, la cantidad de pobres aumentó en la franja de 18 a 64 años (11.3 por ciento de pobres contra 10.8 por ciento en 2003) y descendió entre las personas de más de 65 años (9.8 por ciento de pobres en esa franja, contra 10.2 por ciento en 2003).

El noreste y el oeste del país siguieron siendo las áreas de mayores ingresos, y el sur la región de menores ingresos.

La población sin cobertura de seguro de salud se mantuvo estable en 15.7 por ciento en 2004; la cantidad de personas sin cobertura aumentó en 800 mil, a 45.8 millones. La incidencia de este problema entre los hispanos es mucho mayor, ya que afecta a 32.7 por cierto de este grupo poblacional. El número de personas con cobertura médica aumentó en 2 millones, a 245.3 millones.

Sube confianza del consumidor

En Nueva York, el grupo privado The Conference Board dijo que la confianza del consumidor estadunidense subió en agosto debido a que una mejora en el mercado laboral contrarrestó el impacto por los altos precios del crudo.

El índice elaborado por Conference Board se ubicó en 105.6 frente a una cifra revisada al alza de 103.6 en julio, desafiando las expectativas de los economistas entrevistados por Reuters, que habían estimado en promedio una caída de 101.5 desde una lectura original de 103.2 el mes pasado.

El optimismo de los consumidores cobró impulso por una mejora en las perspectivas laborales. El índice de ''abundancia de empleo'' subió a 23.5 por ciento desde 22.9 por ciento, mientras el componente de ''empleos difíciles de conseguir'' cayó a 23.2 por ciento desde 23.8 por ciento.

Es la primera vez desde octubre de 2001 que aquellos que dicen que no hay empleo superan a quienes sostienen que es difícil conseguir trabajo.