Bush y los faraones se enfrentan a Fidel, el Cazahuracanes - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

No obstante, los habaneros prefieren ver en ello la mano de los espías ingleses.
17-Como parte de las prevenciones de guerra elementales, procedióse a reducir a cenizas los barrios de extramuros. Todos, incluso sus habitantes, concuerdan que peor sería si cayeran en manos de los ingleses.
18-La vecindad habanera no entiende qué espera para salir la escuadra anclada en el puerto. Once barcos contra 61 del enemigo. Ésas no son cuentas que intimiden a un buen español. De ahí que para evitar la tentación de lanzarse al ataque hundan tres naves en la boca del puerto. Así nada podrá entrar ni salir.
19-A Rui de la Vega se le ordena redactar los términos y medios en que se evacuarán a mujeres, niños y religiosos a las afueras de la ciudad. Al Capitán General, hombre hecho a las batallas, lo pone nervioso tanto cotorreo inútil. Quien sabe si de haberse hablado menos, la Flota no hubiera seguido viaje.
20-Otra disposición de la Junta de Generales es la de destruir las trincheras y desmontar la artillería enclavada en las alturas de la Cabaña. Hasta en las iglesias se llora por tamaño dislate. Doña Inés Fresneda de Zaldo pregunta a su confesor si la Junta no estará vendida a los ingleses. Sale del confesionario sin pedir absolución.
21-El Fiel Ejecutor Luis de Aguiar, coronel de milicianos, entorpece el desembarco inglés en la Chorrera, justificando así que en un futuro una calle de La Habana lleve su apellido. Si no hace más es porque el anticuado andamiaje feudal es incapaz de abastecerle la pólvora a tiempo.
22-Doña Inés Fresneda de Zaldo invoca a Dios y escribe a su Rey. En ambos casos despotrica contra la torpeza o perfidia con que actúan aquellos a quienes está confiada la salvaguarda de la ciudad. Sólo aquellos cuya ocupación habitual nada tiene que ver con las armas están haciendo algo digno de atención.
23-El regimiento de caballería hace una semana que está movilizado en Guanabacoa. Sólo faltan los caballos. Movilización de los vecinos de la villa. Su alcalde Pepe Antonio, antiguo repartidor de sal, quiere más que una calle. Quiere ser leyenda.
24-Dominic Serres debe mantener firme su pulso. Es pintor y ha venido con la escuadra inglesa a tomar vistas del sitio, tarea ardua entre tanto humo y estremecimiento. Difícil es mantener su apego a la línea. Si se callaran un rato los cañones.
25-Apremiada por la deflagración de la pólvora, la bala atraviesa el ánima del cañón y vuela hacia la ciudad. Allí se dedica a destruir unas pilastras dispuestas en escorzo, curvilíneas y dirigidas hacia el centro, los bloques que la coronan con un desmesurado entablamento y su respectiva cornisa de trazado cóncavo que contrasta con el saliente central convexo. Justamente es un fragmento de cornisa lo que deja tuerta a Ana.
26-La ciudad puede demorar en caer. No obstante, los sitiadores están preparados. En Barbados se abastecieron de 11000 galones de ron, 600 de clarete y 900 toneles de tinto. Cada soldado dispone de un galón de ron y cada oficial de 500 galones de vino.
27-A Dominic Serres le desalienta que aquello que pinta por la tarde sea destruido a cañonazos a la mañana siguiente. De ahí que decida en su próximo cuadro adelantar la destrucción final de la ciudad.
28-Don Luis de Aguiar, con gente del país y negros esclavos añade nuevos argumentos a su futura calle. En recompensa, el Gobernador y Capitán General decide conceder la libertad a 104 esclavos. Sólo que es muy complicado distinguir a un negro de otro, a un negro héroe de un negro común. Aparicio, el mandinga, mira para otra parte.
29-Ana contempla con el ojo que le queda el regreso de su amado. Él la mira con los suyos. Luego regresa al combate.
30-En Bejucal y Santiago de las Vegas se hallan las monjas. Hacia allí se dirige el enemigo con la ambigua intención de proveerse de carnes. De cualquier forma, el regidor Chacón lo impide. No aspira a que su apellido merezca una calle. Ya la tiene.
31-Treinta soldados ingleses más atentos a su hambre y sed individuales que a la marcha de la historia y la correlación de fuerzas, se entregan. Es apenas una muestra de la baja moral de quienes se alistan en una guerra de conquista. Viendo el desfile de prisioneros, Sofía de la Luz comenta a su prima que esos luteranos no se ven tan horribles.
32-Treinta defensores de la ciudad son muertos y otros cuarenta heridos en el intento de introducir clavos en el oído de los cañones enemigos. Quien conduce el temerario ataque es Fernando que sale ileso milagrosamente. En el comunicado oficial, Rui de la Vega intenta realzar el lado heroico del asunto e incita a su repetición. Si estuviese en sus manos prometería calles para todos. Si luego hay que ampliar la ciudad, pues mejor.
33-Ana teje mientras espera a Fernando. Además de tejer, piensa...
34-Luis de Velasco, comandante del Morro, marcha a la ciudad a restablecerse de una herida. Doña Inés comenta en su carta que el motivo verídico son las desavenencias con el Capitán General. La guarnición queda en total inacción. Los ingleses deciden aprovechar las circunstancias.
35-Luego de algunos choques irregulares con ingleses dispersos, al alcalde de Guanabacoa se le retira el mando de sus milicias. “Infame decisión” anota doña Inés. El ex-repartidor de sal muere a los pocos días. De tristeza, según la leyenda.
36-Regreso de Luis de Velasco renueva fervor en la tropa. El enemigo hace progresos en la colocación de una mina en las murallas del castillo.
37-Rui de la Vega redacta una nueva comunicación a los habaneros. Se trata de una noticia mala y otra buena. La mala es que han llegado refuerzos desde Nueva York. La buena es que nadie se puede quejar de que no haya enemigos suficientes.
38-Los ingleses hacen detonar la mina. Brecha en el muro. Luis de Velasco ordena retirar las escalas de escape de la tropa para forzar a la resistencia. Sin embargo, los que huyen son más rápidos.
39-Ana teje y piensa. Piensa en los hombres y en que la guerra es sólo un pretexto que éstos han inventado para estar fuera de la casa.
40-Para mayor gloria de las armas españolas D. Luis de Velasco es herido de muerte. El enemigo le rinde honores.
41-El marqués González, segundo al mando de la guarnición del Morro, muere abrazado a la bandera (española por supuesto). Puede morir tranquilo. Tendrá su calle.
42-Bombardeo de la ciudad desde el Morro y la Cabaña. A solicitud del pintor Serres se dan algunos retoques a la destrucción de la ciudad para así ajustarla a su cuadro. Prudentemente los jefes de la plaza se retiran al punto menos expuesto para deliberar sobre sus próximos pasos. El Capitán General maldice una vez más la hora en que se asomó a mirar al mar.
43-Se mantiene en el vecindario la resolución de continuar la resistencia. La llegada de 712 fusiles de refuerzo, difundida en un ardiente comunicado de Rui, alienta aún más los espíritus. Fernando se ofrece para ir él solo a matar al jefe enemigo.
44-Once de agosto. Bombardeo de la ciudad desde el amanecer. A la una de la tarde, rendición. Luis de Aguiar se niega a aceptar el veredicto final de la Historia. La población civil también.
45-Por sus buenos oficios Rui de la Vega es ascendido a escribano de su Excelencia el Capitán General, el que acto seguido le dicta la Capitulación de la ciudad. Ana agradece cualquier cosa que le devuelva a su Fernando.
46-Respuesta a los artículos IX, X y XI de la Capitulación: “Negado”. Artículo XXIII: omitido.
47-Tras 67 días de asedio, el 13 de agosto de 1762 los ingleses entran en la ciudad. En ello ven una manifestación de la Divina Providencia en favor de la religión apostólica y protestante.
48-Del marqués de Ossún, embajador francés en España, al Duque de Choiseul, Ministro de Relaciones Exteriores: “Cuando se hace la guerra hay que esperar buenos y malos éxitos. Las tropas aliadas se defendieron bien, eso es lo que me consoló, y no he dormido nunca tan tranquilamente como la noche pasada”.
49-Al mismo tiempo que los ingleses, regresa a La Habana el Obispo. Piensa que su presencia acaso impida el efecto corruptor de una dominación opuesta a las leyes divinas, aunque al parecer con el acuerdo de aquellas que controlan la historia. Albemarle le regala una amatista.
50-Albemarle invita a una fiesta en su casa. Resistencia de las damas habaneras. Finalmente van pero bailan poco y con mala cara. Sofía de la Luz le comenta a su prima sobre la mala impresión que se llevará el extranjero.
51-Los conquistadores impresionan por su discreción. Sólo ocupan un hospital y un templo para profesar las boberías de su secta.
52-Luis de Aguiar aparenta someterse al enemigo. En realidad tiene un plan para recobrar la ciudad que incluye el degollamiento de los guardias. Junto a Fernando, convertido en su más fiel colaborador, camina por la ciudad con distracción fingida. Cuando aparece un guardia, sin que puedan evitarlo, contemplan su cuello ávidamente.
53-El enemigo incauta el tabaco del rey para luego vendérselo a los vecinos de la ciudad. Estos lo pagan pero no se lo fuman. Esperan el momento en que puedan devolverle el tabaco a su propietario.
54-Georg Philip Teleman, músico, mes y medio después de que las tropas inglesas entrasen en La Habana, lee en la Gaceta de Holanda: “Corre el rumor de que los ingleses han sido rechazados, con pérdidas considerables, en un asalto general contra el fuerte Moro y que después de ese fracaso, perdiendo toda esperanza de triunfo levantaron el sitio”. De ahí que le dedique su último concerti grosso a los defensores de la ciudad.
55-Doña Inés le comenta al Rey por escrito la disposición de los habaneros de mantener irreductible su fidelidad. No obstante menciona el caso de Otilia, su vecina, que consintió en alojar en su casa a unos oficiales ingleses.
56-Luego de 7 semanas de conquistada la ciudad, la noticia ha llegado a Londres. Al recibir la noticia en un banquete, un diplomático francés se escarba los dientes con un palillo para disimular su pesadumbre.
57-Con noticias más frescas el músico Telemann borra la dedicatoria de su última composición. Lo piensa un poco y termina por dedicársela a una tía suya que se acaba de morir.
58-El comandante de la artillería inglesa, ajustándose a las reglas y costumbres de guerra, exige que les sean entregadas las campanas de iglesias, conventos, monasterios e ingenios. De lo contrario transigirá con una cantidad de dinero equivalente. El Obispo se resiste a las presiones.
59-Resistencia campesina. Uno es ahorcado por envenenar la leche. Se comenta la inhumanidad de las ejecuciones inglesas. El verdugo en vez de subir sobre los hombros de la víctima y golpearle el pecho con los talones deja que se ahogue por sí sólo.
60-Descubiertos los planes para liberar la ciudad, Luis de Aguiar y Fernando huyen al campo. Allí buscan nuevas formas de expulsar a los invasores. Ana se repite que debe estar orgullosa de que a su Fernando le cueste tanto trabajo estar a su lado.
61-Establecida al fin la modernidad, llegan los primeros embarques de manufacturas inglesas y esclavos africanos, todo baratísimo. El comercio con luteranos supone un dilema espiritual que puede resolverse si se piensa que la inacción favorece al enemigo.
62-Son mil pesos los ofrecidos por la Iglesia en rescate por sus campanas. Al jefe de la artillería británica le parece una oferta despreciable. Aumentan las tensiones con el pastor de almas.
63-Ron con platanitos: nueva táctica de resistencia ideada por los habaneros. Se supone que la combinación provoque en el invasor si no la muerte al menos una prolongada estancia en un sitio cuya mención debe excusarse.
64-Rui de la Vega de vuelta a sus protocolos de compraventa participa del floreciente comercio de esclavos. Allí comprueba con dolor que los hombres acuden más rápido a la subasta de un cargamento recién llegado de Gambia que al llamado de la patria.
65-Doña Inés, indignada, incluye en su carta denuncias de Peñalver Zancas Largas, hasta ayer miembro del Ayuntamiento y ahora perro de presa de los ingleses. Comenta además sus sospechas de que en el embarazo de Otilia tenga que ver alguno de los luteranos que tiene en su casa. Y el marido tan campante.
66-Con sólo un anillo y un crucifijo, el Obispo es sacado a las seis de la mañana en una silla hasta el puerto. Se le expulsa a la Florida donde podrá instruir a los indios certas sobre las ventajas de tener un solo Dios con capacidad para desdoblarse en tres. Allí, además, conocerá los encantos de la apicultura. En La Habana sus tristes ovejas quedan a merced de las tentaciones de la carne y del mercado.
67-El almanaque del nuevo año trae la imagen del rey de España. Peñalver, Teniente Gobernador designado por Albemarle, capta el desafío. Envío del impresor a prisión.
68-Por 319 votos contra 65 el parlamento inglés decide abandonar “la mayor conquista alcanzada desde que Iglaterra es naciónâ. (Nota de MFelix Cambian a La Habana por la Florida)De modo que los preparativos de los pobladores del resto de la Isla para rescatar la capital quedan sin efecto. El Obispo regresa a la ciudad cargado de panales. Con ellos piensa que en los próximos años las iglesias de la ciudad podrán abastecerse de cera.
69-La prima de Sofía de la Luz escapa en un barco inglés y durante semanas se convierte en la protagonista de las coplas más procaces que circulan por la ciudad. Sofía las escucha con torcida sonrisa.
70-Alejandro O'Reilly, Inspector de Armas y Mariscal de Campo, entra por la calle que llevará su nombre. Trae especiales facultades para restaurar el suave yugo de su majestad. Ha hecho entrar en calor a todos con ejercicios militares dos veces al día. Y no hay excepciones ni con la nobleza, los escribanos, los comerciantes, o los negros libertos. Aparicio, que los ve saltando y jadeando, piensa que a veces no es tan malo ser esclavo.
71-Ana y Fernando se casan.
72-Dios y la Historia se felicitan por haber llevado a buen término el episodio. Todo ha cambiado y permanecido del mejor modo posible.
73-Doña Inés concluye la carta a su rey . Post- data: El bebé de Otilia salió rubio.
74-Cada cierto tiempo Sofía de la Luz, Rui de la Vega, Luis de Aguiar, Fernando o cualquier otro habanero van hasta la costa a comprobar que agua y cielo permanecen ahí, sin que nada interrumpa la línea que los divide. Entonces suspiran.