Distingue a la Universidad cubana la inclusión social El ministro de Educación Superior, Vecino Alegret ofreció una detallada explicación sobre los cambios efectuados en la Educación Superior en Cuba, así como a los retos a que la misma se enfrenta
Hugo García y Luis Espino García
MATANZAS.— La Universidad cubana tiene que caracterizarse por la inclusión social, a diferencia de la exclusión social o elitismo presente en instituciones de este tipo en el mundo, manifestó aquí Fernando Vecino Alegret, ministro de Educación Superior, durante el tradicional encuentro de inicio del curso académico en la universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos.
Vecino Alegret ofreció una detallada explicación sobre los cambios efectuados en la Educación Superior en Cuba, los retos a que la misma se enfrenta y el papel que corresponde a cada uno de los actores de este proceso.
En su intervención en el teatro Julio Antonio Mella de esta casa de altos estudios, el titular abordó aspectos que diferencian a la universidad cubana de las del resto del mundo, como los significativos incrementos de matrícula, la lucha por la retención, y el lograr que el estudiante sea cada vez más revolucionario, a partir de su compromiso y ejecución de tareas de impacto que contribuyen a su completa formación.
Alegret insistió en la necesidad de que los participantes en el recién celebrado Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes compartan sus experiencias con el resto de la comunidad universitaria.
Los estudiantes, en varias intervenciones, expusieron experiencias de su inserción en la sociedad en tareas de impacto, e hicieron una valoración profunda de los cambios que en la misma se registran a partir de la responsabilidad que asumen.
Fue altamente valorada la experiencia del contingente Camilo Cienfuegos, que agrupa a estudiantes de todas las carreras y que imparten docencia en la Enseñanza Media Superior.
La inserción de estudiantes de las sedes universitarias municipales en proyectos que se desarrollan en la sede central fue considerado como una experiencia que debe ser seguida muy de cerca porque tendrá el valor agregado de vincular a estudiantes universitarios que lo hacen bajo diferentes regímenes de estudio.
La participación de estudiantes de Informática en ese Programa de la Revolución, el trabajo de estudiantes de Economía y Contabilidad en la comprobación del control interno, y otras variadas tareas de esta índole, fueron expuestas no con sentido anecdótico, sino con la reflexión política que incluye no solo la transformación del entorno, sino de los protagonistas.
Osvaldo Enríquez Bravo, miembro del Buró Nacional de la UJC, reflexionó sobre la necesidad de replantear el trabajo de los cuadros de la FEU y la UJC en los nuevos momentos que vive la Revolución. “Hay motivaciones adicionales y no se puede seguir trabajando como hasta ahora”, expresó el dirigente juvenil en un llamado a lograr una mayor influencia de la labor de los dirigentes estudiantiles con los miembros de sus respectivas organizaciones.
También hubo intervenciones de estudiantes de otras nacionalidades, quienes reconocieron la superioridad del sistema educacional cubano y manifestaron su profundo agradecimiento a la Revolución y a Fidel por haber tenido la oportunidad de formarse en un país como el nuestro.
En las palabras de clausura, el presidente de la FEU, Joan Cabo Mijares, se refirió a la necesidad de lograr la integralidad en cada estudiante, de seleccionar a los mejores dentro de ellos y continuar desarrollando con profundidad el proceso eleccionario de esa organización como digno homenaje al aniversario 60 del ingreso a la Universidad de La Habana del estudiante Fidel Castro Ruz, y del primer lustro de una de las tareas que más impacto ha tenido en cada universidad: las Brigadas Universitarias de Trabajo Social.
Lealtad