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General: Los nacidos en los sesenta. Llegado de Cuba
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De: maribea05 (Mensaje original) |
Enviado: 22/10/2005 13:19 |
La generación nacida en los sesenta cumplió, o está >> >> por cumplir, cuarenta años. En Cuba, esas cuatro >> >> décadas han definido circunstancias muy diferentes a >> >> las del resto del mundo para la fuerza técnica >> >> calificada. Los cuarentones de hoy se espantan al >> >> mirar atrás y recordar con qué promesas comenzaron su >> >> vida, y tienen terror de comparar lo que esperaron >> >> tener con lo que tienen. Diríase que han sido cuatro >> >> décadas en que la opción individual de cientos de >> >> miles ha sido una carrera desatinada hacia ninguna >> >> parte, azuzados por himnos y consignas que cada vez >> >> suenan más cascados, más obsoletos. Cuba, ¿la espera >> >> interminable? >> >> >> >> Desde la infancia del cuarentón de hoy, cuando vestía >> >> su almidonado uniforme de pionero y aprendía a jurar >> >> que sería como el Che, todos lo convencieron de que el >> >> futuro sería indefectiblemente luminoso. Las >> >> estrecheces de los hogares cubanos eran compensadas >> >> con la fe en ese futuro mejor. >> >> >> >> No importaban los apagones, las movilizaciones >> >> cañeras, los zapatos plásticos, el gofio como sustento >> >> infantil, si el país era una inmensa obra en >> >> construcción donde a toda hora sonaban las concreteras >> >> y los martillos, y que se iba llenando de escuelas, >> >> hospitales y viviendas. Hechos en serie, es cierto, >> >> pero que anticipaban el supuesto bienestar del futuro. >> >> >> >> No importó tampoco que rusos, búlgaros y checos se >> >> metieran en todo y modificaran en un periquete las más >> >> criollas tradiciones de trabajo, pues a cambio >> >> inundaban el país de petróleo y tractores, camiones y >> >> ladas, pomitos de compota y películas de guerra, >> >> chícharos y maquinaria pesada con la que se >> >> construiría la industria del futuro. >> >> >> >> Luego, y a pesar de la "hostilidad del imperialismo", >> >> casi todos los cuarentones de hoy fueron llevados por >> >> sus padres a aquellas famosas Vueltas a Cuba, donde >> >> podían hospedarse en los mejores hoteles del país; >> >> mientras los más afortunados daban la vuelta aún más >> >> lejos, en las "giras por los países socialistas", >> >> donde el futuro parecía brillar en todo su esplendor. >> >> >> >> La inocencia de los cuarentones de hoy se fue >> >> perdiendo en las becas donde se libraban sórdidas >> >> batallas nocturnas y los profesores tenían odaliscas >> >> particulares. Era el tiempo de otros sacrificios: >> >> inventar un pantalón campana con tela de saco de >> >> harina, esconderse para oír la música favorita en >> >> emisoras enemigas, sobrevivir con la asquerosa pitanza >> >> servida en bandejas de aluminio, la lucha por >> >> conservar unos centímetros más de pelo, la primera >> >> afeitada con la cuchilla Gillette que le mandaron a >> >> alguien, pegada en una postal desde el país enemigo. >> >> >> >> Detrás de las cuchillas, un buen día vino "la >> >> comunidad". Hubo que sonreírle a señoras teñidas de >> >> rubio, fragantes y sonrosadas, que se asombraban de lo >> >> grandes que estaban los muchachos, y regalaban >> >> productos de la maldita sociedad de consumo, donde, al >> >> parecer, nadie tenía que sacrificarse tanto para >> >> asegurarse un futuro luminoso. Pero lo mejor era no >> >> pensar en cuestiones metafísicas: llegaba el momento >> >> de escoger con qué carrera cada adolescente iba a >> >> construir el futuro. Sonaba la hora de estudiar en la >> >> universidad. >> >> >> >> Los cuarentones de hoy se vieron, de pronto, >> >> instalados en Novosibirsk o en Vladivostok, en Bakú, >> >> Tashkent o Tbilisi, estudiando especialidades con >> >> nombres insospechados en el pequeño país caribeño: >> >> Física Nuclear, Electrónica aplicada a la computación, >> >> SAD-PT y así por el estilo. >> >> >> >> Predominaban las carreras técnicas, pues todos querían >> >> ser ingenieros o científicos para hacer que el futuro >> >> llegara más rápido. Mientras, los cuarentones de hoy >> >> que se quedaron, invadían también frenéticamente las >> >> escuelas de ingeniería y sólo unos pocos, desafiando >> >> la oleada tecnicista, hacían unos tímidos estudios >> >> sociales. >> >> >> >> El que no iba a ser médico o ingeniero, tenía el >> >> sagrado deber de meterse en el Destacamento >> >> Pedagógico, con vocación o sin ella. ¿No era acaso lo >> >> que necesitaba la patria? Las nuevas generaciones >> >> hervían de entusiasmo, pues con una juventud casi >> >> totalmente profesional no habría país que compitiera >> >> con éste. Pero cuando los cuarentones de hoy >> >> terminaron sus estudios, se encontraron que no había >> >> dónde utilizarlos. La mayoría de las especialidades >> >> que habían estudiado resultaban completamente >> >> inútiles, pues en Cuba aún no se podían aplicar los >> >> novedosos conocimientos adquiridos. >> >> >> >> Los que venían de tierras distantes regresaron con sus >> >> visiones particulares del socialismo -que extrañamente >> >> no se parecían mucho entre sí-, pero compartían un >> >> status de aristócratas técnicos muy chic. Además, >> >> regresaban cargados de símbolos del futuro socialista >> >> que hacían sonreír a los que conocían el otro "futuro" >> >> (el pasado): muebles, bibelots e incluso exóticas >> >> mujeres con axilas sin depilar. >> >> &nbs p; >> ; &n bsp; >> >> No obstante, la riqueza soñada nunca pareció más real >> >> que cuando el cuarentón de hoy empezó a trabajar en el >> >> desatinado sistema empresarial cubano. Muy pocos >> >> lograron avanzar en su especialidad: la mayoría era >> >> necesaria para dirigir con nuevas estrategias aquellas >> >> entidades donde el socialismo había ya materializado >> >> su ineficacia económica. >> >> >> >> La "política de cuadros" y el Partido acogieron con >> >> brazos abiertos la nueva hornada de profesionales, >> >> pues la ineficacia, obviamente, se debía a la caterva >> >> de jefes veteranos que, dormidos en los cojines de sus >> >> medallas militares, no daban pie con bola en la >> >> economía política, ni en los planes quinquenales. >> >> Siguiendo el ejemplo de la gran Rusia, había que >> >> emprender la "rectificación de errores". >> >> >> >> Lo que nadie podía imaginarse era el vuelco total de >> >> la historia que empezó con la perestroika. Ni lo que >> >> siguió: la caída del Muro de Berlín arrastrando al >> >> bloque del Este. Y por extensión, tampoco nadie previó >> >> la onda expansiva que haría tambalearse al país >> >> caribeño en ese abismo llamado Período Especial. >> >> >> >> Muchos cuarentones de hoy, más o menos situados, >> >> emigraron en balsa en 1994, dejando sus Ladas y su >> >> carné del Partido; el resto se quedó vegetando y se >> >> convirtió en aquella masa famélica que se lanzaba al >> >> campo a cambiar las ropas por plátanos y los zapatos >> >> por cerdos, pues para entonces ya sus hijos ocupaban >> >> el primer puesto indiscutible en el orden de >> >> prioridades de la supervivencia. >> >> >> >> Por primera vez, la fe del cuarentón de hoy se >> >> estremeció profundamente. Las promesas en las que >> >> siempre creyó debían reconsiderarse. Del enternecedor >> >> optimismo que lo alimentaba hasta entonces, cayó en el >> >> desconcierto, la incertidumbre y el miedo. >> >> >> >> Para colmo, la apertura de tiendas en divisas (fuera >> >> de su alcance) lo condenaron a una competencia >> >> desgarradora con sus contemporáneos por descubrir y >> >> explotar algún medio de entrada de dólares, para lo >> >> cual sus estudios especializados no le servían de >> >> nada. Así, cientos de arquitectos, ingenieros y >> >> médicos fueron a servir cócteles y limpiar >> >> habitaciones en hoteles para turistas, que encontraron >> >> muy distintos de cuando, dichosos, daban la Vuelta a >> >> Cuba con sus padres y donde ahora sus propios hijos no >> >> podían entrar. >> >> >> >> Esa época fue más oscura por la muerte de las >> >> ilusiones que por la muerte de la economía. El cubano >> >> se acostumbró a la degradación total, aun cuando la >> >> crisis se suavizaba lentamente. Los valores éticos >> >> tradicionales fueron puestos al revés como un abrigo >> >> viejo. No es extraño, entonces, que la voluntad de la >> >> nación -salvo honrosas excepciones- se aplanara a un >> >> nivel animal, de manipulación absoluta por parte del >> >> gobierno. >> >> >> >> Y he aquí al cuarentón de hoy, que todavía lleva >> >> dentro al pionerito de pañoleta que creía en el futuro >> >> luminoso, sin saber qué decir a sus hijos adolescentes >> >> que odian la idea de estudiar en la universidad, le >> >> piden jeans de 20 dólares y sueñan, sin excepción, con >> >> ser camareros o emigrar a Estados Unidos. Su vida es >> >> un círculo vicioso de trabajo inútil, colas >> >> interminables y malabares con el salario. No puede ni >> >> tirar una canita al aire: los romances cada día son >> >> más caros. >> >> >> >> Se desliza hacia los cincuenta sin que ninguno de sus >> >> sueños se haga realidad. Se le ponen los dientes >> >> largos cuando se entera del éxito de sus >> >> contemporáneos que lograron instalarse "afuera". >> >> >> >> A veces, atormentado por el insomnio, se pregunta por >> >> qué no tuvo valor para echarse al mar en una balsa y >> >> dónde fue a parar el paquete de promesas en que le >> >> enseñaron a creer. Quisiera saber para qué sirvió >> >> tanto sacrificio, tanta juventud malgastada. Le parece >> >> mentira que ya está en el futuro, en aquel futuro que >> >> imaginaba tan distinto. Es muy duro admitir que su >> >> cuota de futuros se ha agotado. |
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De: mfelix28 |
Enviado: 22/10/2005 20:21 |
qué no tuvo valor para echarse al mar en una balsa ¿Valor? pues para entonces ya sus hijos ocupaban >> >> el primer puesto indiscutible en el orden de >> >> prioridades de la supervivencia Pues yo conozco a más de un gusano que el orden era: Primero Yo, segundo Yo y tercero Yo. Si yo puedo "desertar" ( lo de la balsa era para los que no podían entra legales en uSA), deserto, ya cvendrá mi mujer, mi madre, mis hijos, etc. Es muy duro admitir que su > cuota de futuros se ha agotado Me parece a mí, que deben cambiar de lentes, los que no tienen futuro son Uds. ¿ no se enteraron aún? El día, no muy lejano, que USA levante el embargo, serán un estorbo para el yanqui y una verguenza para nosotros, ¿ que harán? ¿Serán sus nuevos Noriegas, Bin Laden, Saddam , a escala de grupo ? Y dirán: Nosotros que ayudamos en Watergate, en el conteo de votos de Florida, en la Iran-Contra ¿ así se nos paga? Y en vuestra ignorancia estareis poniendo sobre la mesa las verguenzas del yanqui, y a nadie le gusta que le recuerden sus bajezas. Eso no se paga, gusanitos, se trata de que se olvide. Dentro de cien años ¿ que dirán Uds.? Ya lo se " de este año no pasa" Pero ¿ que dirán de Uds.? | | |
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