Con el PACTO DE GAMBOA quedaron demostradas la corrupción y la política de chantajes y de sobornos empleada históricamente por el PRD en contubernio hoy con el PP.  Con los fondos públicos se pagó esta reunión secreta y el hospedaje, comida, tragos y otros lujos y privilegios de los personeros gubernamentales, de los representantes de la patronal y de los elementos facinerosos y traidores algunos de ellos, incluso, se hicieron acompañar de sus familiares.

Con el Pacto de Gamboa se selló la traición y burla al pueblo. La LEY 17 que el pueblo repudió en las calles ha sido empeorada por ustedes.

En resumen la Patronal, su Gobierno y los traidores han impuesto:

El Modelo de 2 pilares que sienta las bases para la privatización total de la Caja de Seguro Social y hace totalmente imposible la jubilación a decenas de miles de panameños.

El Incremento de la cuota a los trabajadores.

El Aumento de las cuotas y los años de cotización.

Las cuentas individuales que acaba con el sistema solidario.

La «tercerización» que es una privatización disfrazada de los servicios médicos, donde seguramente se beneficiará, entre otros, el Hospital que construye el Ministro Alleyne.

Se privatizan 900 millones de los fondos de los trabajadores que serán transferidos a la banca privada O sea, a los mismos dueños de las mismas grandes empresas privadas  cuya morosidad y prácticas corruptas y fraudulentas llevaron a la CSS a la situación actual.

Se entrega al PRD-PP la Administración de la CSS y se pierde más aún la autonomía de la Caja a manos de quienes ya la asaltaron y la defraudaron: el programa de viviendas de los Torrijos y Saied, las compras sobrevaloradas, etc., etc., etc.

Se le otorgan más poderes, más salario y más canonjías al Director.

Se le aumentan las dietas a la Junta Directiva que será designada por el PRD-PP

Se establece la pérdida de beneficios para el asegurado y para sus dependientes.

Se elimina de hecho la estabilidad de los trabajadores administrativos, médicos y personal de salud.

Se deja por fuera el tema de Riesgos Profesionales.

La Ley de la Muerte no toca con responsabilidad la necesidad del mejoramiento de los servicios médicos ni de los aspectos administrativos que tanto sufre la población asegurada

Ante todo ello el pueblo no tiene otra alternativa que prepararse para retornar a las calles y derrotar nuevamente los planes de los grandes empresarios y de su gobierno, acompañados por la comparsa de los dirigentes amarillos que ya representan muy poco en el país.

Todos sabemos perfectamente que en realidad sólo han existido 2 propuestas: la de la empresa privada y su gobierno, y la del pueblo trabajador.

Todos sabemos que permanentemente se han dado han manipulaciones, ‘golpes de estado’ en organizaciones que no garantizaban sumisión a la Ley de la Muerte, presiones y acuerdos con los dueños de los medios de comunicación, especialmente las grandes televisoras,  para que no dieran a conocer las denuncias de FRENADESSO, para que sus dirigentes no fueran invitados con frecuencia a los foros de discusión, para que nuestras denuncias y nuestra propuesta no fueran divulgadas y conocidas ampliamente.

Todos sabemos que el 50% de los fondos de pensiones de los trabajadores es decir, B/. 900 millones de balboas que ahora pasarán a las grandes empresas privadas y sus bancos, peligran gravemente y pueden desaparecer en los bolsillos del mismo grupo de avivatos de siempre, de la misma forma que desaparecieron los fondos de BANAICO, los de Estrella Mar y los del Banco DISA, entre cuyos directivos se encuentran esos que varios de Ustedes llaman "troncos de honorables familias" y que todos sabemos cómo han hecho sus fortunas.

Todos sabemos que la clase dominante, es decir, las grandes empresas privadas, sus bancos, sus partidos en el Gobierno y los dirigentes amarillos que los acompañan como comparsas pagadas (en dinero o en especies o en prebendas) han jugado sucio, con trampas, con la ventaja que les da el tener en sus manos todos los recursos económicos, todos los recursos del gobierno, todos los medios de comunicación y, cuando no les basta, la represión, que en nuestro país es cada vez mayor y más masiva contra las organizaciones populares y sus dirigentes, mientras que la inseguridad y la maleantería se apodera de nuestras calles con la tolerancia de la misma Policía que se dedica a reprimir estudiantes, trabajadores, educadores y pueblo en general.

Seguiremos dando la batalla, hasta garantizar el carácter público y solidario de la Seguridad Social y la defensa de la autonomía de la Caja.  Al final el triunfo será del pueblo.

La ciudadanía sabe que FRENADESSO no tiene precio, que no somos comprables, que no somos sobornables, que no nos amedrentan con sus tecnócratas, ni con los cercos informativos.

La ciudadanía sabe que, al calor de la lucha por la Defensa de la Seguridad Social y al transformarnos en un frente más amplio, el FRENTE por la DEFENSA de los DERECHOS ECONÓMICOS y SOCIALES, no hemos tenido en más de 2 años ni tenemos ahora ninguna ‘agenda oculta’ ni intención alguna de transformarnos en ningún partido político. Sino que tenemos la intención de ser lo que somos: un Frente Social amplio, democrático, plural, abierto a todas las organizaciones y a todos los ciudadanos dispuestos a luchar por los Derechos Económicos y Sociales que nos corresponden, que son nuestros y que si no luchamos por ellos, los avivatos y delincuentes de siempre y sus partidos nos los seguirán negando y nos seguirán  avasallando: nuestro Derecho a la Vida, nuestro Derecho al Trabajo Decente y bien remunerado, a la Salud, a la Educación, nuestro Derecho irrenunciable a poder participar de verdad y sin mediatizaciones en todo lo que nos concierne. En una palabra: nuestros plenos derechos ciudadanos.

A pesar de todo su poder y de sus manipulaciones, aquí han quedado cosas claras en las mentes de los trabajadores, de los hombres y mujeres honrados y decentes de este país - que somos la gran mayoría -.

Ellos mienten

Ellos manipulan

Ellos reprimen

Ellos  no practican ni creen en el diálogo verdadero

Ellos no tienen argumentos sino consignas publicitarias

Ellos  no tienen sustento técnico para su Ley de la Muerte

Ellos quieren apoderarse de B/.900 millones de los fondos de pensiones de los trabajadores

Ellos quieren seguir teniendo a la Caja de Seguro Social como botín político y económico para los negociados al estilo de los Monchi Torrijos y los Abraham Saied.

La razón está de nuestro lado.

Pero sobre todo, la decencia y la moral están de nuestro lado.

Ellos son unos inmorales.

Ellos siguen tratando al pueblo con soberbia, reprimen, encarcelan, desoyen los reclamos populares (tal como aconteció con los 21 compañeros detenidos durante la Jornada Patriótica de rechazo a la visita de George Bush, hijo) pero se arrodillan y besan sumisos la mano de su amo imperial, como lo hicieron ayer y anteayer en un hecho que nos abochorna a todos los panameños con sentido de Patria, Dignidad, Soberanía y Autodeterminación.

Ante el fracaso del mal llamado "diálogo" exigimos un referéndum donde los panameños y panameñas, de manera libre y democrática, decidamos entre la LEY de la  MUERTE o la LEY de la  VIDA.

Expresamos nuestra preocupación a las autoridades universitarias por el cierre indefinido de la Universidad de Panamá y las amenazas contra los estudiantes que luchan contra las injusticias que los gobernantes cometen contra nuestro pueblo.  La violencia proviene de los poderosos, que durante la visita de Bush cercaron la Universidad, que impiden cualquier demostración de protesta social, que reprimen y persiguen con saña al movimiento estudiantil.

Los asegurados, los trabajadores y la ciudadanía saben que hemos luchado en la mal llamada mesa del Diálogo hasta el último momento.

Sólo quedarán en esta mesa los compradores y los comprados, sus empleados en el gobierno y los traidores, ante la mirada complaciente de unos garantes que sólo han garantizado la farsa y el despojo de los recursos acumulados por generaciones de trabajadores.

Pero nuestra lucha no ha terminado.

Recién empieza.

¡SÓLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!

¡SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS!

PANAMA, 8 DE NOVIEMBRE DE 2005.