|
General: Revolucion cubana Fantasias y realidades
Choose another message board |
Reply |
Message 1 of 3 on the subject |
|
From: matilda (Original message) |
Sent: 03/01/2006 23:58 |
Revolución cubana: fantasías y realidades Francisco Forteza WDS Para los analistas de la situación cubana, la fantasía más evidente que de Cuba se ha dicho en los últimos años no se expuso en La Habana sino en Washington cuando el presidente norteamericano, George W. Bush, dijo que se convertiría en el primer mandatario estadounidense en cinco décadas en visitar la capital cubana en una llamada "Cuba libre".
La candorosa "profecía" de Bush no podría estar más caduca ahora que nunca antes, incluyendo momentos muy complejos para la Isla, entre otros la invasión de un contingente paramilitar preparado por Estados Unidos en la localidad costera cubana de Playa Girón en 1961 y en la Crisis de los Cohetes en octubre de 1962.
Bush, eso sí, ha cumplido algunas de las promesas hechas a sectores extremistas anticubanos en su país, generalmente asentados en Miami, Florida tras ganar la presidencia de la nación en medio de una situación electoral muy ambigua precisamente en ese estado del sur de la Unión, entre otras fortalecer el fracasado bloqueo que se mantiene contra Cuba desde hace más de 40 años y aplicar medidas adicionales de fuerza contra el gobierno de La Habana.
En 2005, después de un programa anticubano más o menos constante iniciado en el 2000 desde la Casa Blanca, la revolución que triunfó en la Isla del Caribe el primero de enero de 1959 y que desde ese primer momento fue rechazada -y atacada- por los gobiernos estadounidenses, no deja de enfrentar problemas, algunos de ellos difíciles y profundos, pero la esencia del proceso que se abrió hace 47 años no solo sobrevive sino que se está reforzando.
El sistema que se aplicó en este país caribeño bajo el mando del actual presidente, Fidel Castro, prometió siempre transformar y mantener una sociedad que favoreciera, contra viento y marea, a los más humildes.
En medidas que ninguna acción de los gobiernos norteamericanos -incluyendo dos especialmente anticubanos como el Ronald Reagan y el del propio Bush hijo- pudo impedir, la revolución cubana nacionalizó los intereses económicos norteamericanos que controlaban la economía del país, estructuró sistemas de acceso gratuito general en cuanto a educación y salud pública, llevó a cabo una exitosa campaña de alfabetización, terminó con la extrema miseria en el país, aseguró alimentación subsidiada por el estado a los cubanos, bajó al mínimo los alquileres de las viviendas y promocionó la entrega de estas a sus moradores, además de lanzar planes para levantar barrios y poblados enteros, entre otros muchos programas hasta ese momento desconocidos en Latinoamérica.
Tras derrumbarse la Unión Soviética y los sistemas socialistas europeos a inicios de la década de los años 90, Cuba cayó en una crisis económica que parecía abismal. Especialmente en Washington, se esperó entonces el desplome del proceso cubano.
No será necesario decir que tal desplome no sucedió. Es verdad que las respuestas a la situación -y ello lo han admitido las autoridades cubanas- provocaron secuelas sociales muy complejas que, de acuerdo con afirmaciones del propio Castro, ponen en peligro la propia existencia de la revolución, que podría ser destruida "desde dentro" especialmente por la corrupción.
En 2005 fue denunciado por el propio presidente cubano con particular énfasis ese estado de cosas, pero es claro que ya se venían combatiendo esta y otras situaciones que podían derivar en una catástrofe. Durante el año que termina el esfuerzo cubano en campos como la atención a la salud pública desbordó totalmente las fronteras de la Isla para internarse en América Latina y en países en desarrollo de Ásia y África.
La economía nacional cubana creció en 2005 en más de un 11 por ciento especialmente por el peso en ella de los programas sociales.
Los planes oficiales en Cuba para 2006 pasan por el incremento del nivel de vida de la población, la puesta en orden de la sociedad y la economía, un mayor control estatal sobre todos los sectores y recursos del país, y proyecciones más intensas de los programas que tienen como base en la Isla la solidaridad humana hacia los cubanos y también hacia el mundo.
Una piedra angular para la base de ese esfuerzo social y económico cubanos el año próximo será la revolución energética propuesta por Fidel Castro ante el parlamento del país este mes y aprobada por esa entidad legislativa. Esta vez Cuba pretende convertirse en modelo energético para el mundo mediante un proyecto que combina el ahorro de combustibles con inversiones y nuevas estructuras de abastecimiento de energía en la Isla.
El presidente de Cuba dijo ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) que "para mediados del 2006 nos sobrará electricidad''. Anunció que este país dispondrá para julio próximo de un millón de kilovatios adicionales a la actual capacidad de generación eléctrica instalada, de 3,200 megavatios. "Tendremos cuatro veces la capacidad que vamos a necesitar'', afirmó.
Un programa de inversiones en la rama valorado en mil millones de dólares está asegurando la compra e instalación de grupos electrógenos por provincias, para terminarse así con un sistema nacional unificado de distribución que se apoyaba en viejas termoeléctricas y obsoletas.
De lograrse todos los objetivos anunciados, Cuba habrá pasado de ser un país que sufrió en los últimos tres años, especialmente, de prolongados cortes eléctricos que a veces se extendían a ocho horas diarias, a otro en el cual se haya extirpado el problema de los "apagones" y los déficits de energía.
Los escépticos en torno a estos programas se han reactivado, tal como sucedió a inicios de la década pasada, cuando el Período Especial -basado en un programa de ahorro hermético, principalmente, y en medidas como la apertura al dólar, a más inversiones extranjeras y al turismo internacional- comenzó a operar.
La realidad es que quedaron desde entonces en el camino los pronósticos de hecatombes, rebeliones populares y desarticulación del proceso cubano. Otro vaticinio esfumado fue el de la desaparición de la influencia de la revolución cubana en América Latina, donde en la última década surgieron gobiernos de presidentes elegidos para aplicar transformaciones sociales y económicas lejanas a las viejas estructuras en la región y de alguna manera cercanas al ejemplo cubano.
Y las más conocidas fantasías sobre lo que ha sucedido, sucede y sucederá en Cuba siguen confinadas, principalmente, a la famosa "sala oeste" de la Casa Blanca en Washington. RL/FFM
|
|
|
First
Previous
2 to 3 of 3
Next
Last
|
Reply |
Message 2 of 3 on the subject |
|
From: maribea05 |
Sent: 08/01/2006 01:26 |
"Suena" muy bien el título de este tema... Ya que no puedo poner posts nuevos, aquí zumbo este artículo bien interesante SOBRE LA REALIDAD DE LAS TORTURAS DE LA DICTADURA CASTRISTA EN SUS CARCELES...
----------
Primero de una serie
http://www.miami.com/mld/elnuevo/ El Nuevo Herald Miami, Florida EE. UU.
Las Cabañitas: un infierno cubano GERARDO REYES
A Nelson Rodríguez Diéguez le ofrecieron sus verdugos la posibilidad de rezar un Padrenuestro antes de morir ahorcado con una soga al cuello.
''Si crees en Dios, en ése que tú crees, reza para que te salves'', recuerda que le dijo uno de los guardias.
El agente de Seguridad del Estado comenzó dos veces la oración para que la víctima lo secundara, pero Rodríguez decidió adelantar su muerte y se lanzó de la silla a la que lo habían subido desnudo con un capuchón en la cabeza.
El prisionero político de 22 años cayó en el piso y supo que estaba vivo porque en el golpe se arrancó de raíz una uña del pie y escuchó las carcajadas de los guardias. La soga no había sido atada en el otro extremo.
''Me zumbé porque yo sabía que si me tiraba me mataba de un viaje'', explicó Rodríguez. ``Yo me tiré para ahorcarme rápido, me caí y se me cayó una uña. Me sacaron, yo iba regando sangre. Uno no piensa nada cuando lo van a matar, uno queda en blanco''.
La broma siniestra, al mejor estilo de la prisión iraquí de Abu Ghraib, según Rodríguez, ocurrió en Cuba en 1962 y fue sólo uno de varios sistemas que la inteligencia cubana utilizaba para doblegar emocionalmente a los enemigos de la revolución naciente.
Durante 120 días, Rodríguez fue uno de los inquilinos forzados de Las Cabañitas, o el Punto X, como se conocía una casona de campo situada probablemente a unos 10 kilómetros de La Habana que fue convertida por la Seguridad del Estado en una industriosa estación de violentos interrogatorios.
Cada habitación, cada cochiquera, cada caballeriza, el sótano, la piscina y hasta el aljibe, toda la hacienda que un día perteneció a una familia acomodada, fue transformada en una prisión de reblandecimiento sicológico y sistemático de los detenidos, explicaron a El Nuevo Herald algunos de los que estuvieron detenidos allí.
Lo que ocurrió en este lugar, según ellos, es un episodio olvidado de la historia tantas veces descreída e ignorada de la tortura en Cuba en los albores del triunfo de la revolución.
La tortura en la isla era refinadamente sicológica, invisible, aunque su secuela de turbación es similar a cualquier descarga eléctrica, dijeron.
''Era tortura sin sangre'', explicó Enrique Cepero, odontólogo de Miami, quien fue interrogado en este lugar acusado de recibir armas de Estados Unidos para el Movimiento de Recuperación Revolucionario (MRR).
Algunos de los prisioneros narraron cómo fueron sometidos a otras ejecuciones falsas y a un régimen de frío, hambre y terror en el que perdieron la noción del tiempo. Sus interrogadores buscaban desesperadamente los nombres de los compañeros de conspiración y las conexiones con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), patrocinadora de algunas de sus operaciones.
Otro de los peores momentos de su estadía en Las Cabañitas, recordó Rodríguez, fue el día en que a los guardias se les ocurrió descolgarlo con un soga hacia la profundidad del aljibe de la finca con la advertencia de que en el fondo había un pozo de pirañas.
La angustia, explicó, no sólo era lo que podría encontrar al final, sino que a mitad del recorrido se quedó sin aire. A los pocos minutos, cuando temían que podría desfallecer, los guardias lo halaron a la boca del aljibe.
Durante sus 47 años en el poder, Fidel Castro ha insistido en que en Cuba jamás ha habido una sola víctima de tortura y ha retado al mundo a que encuentre la más mínima evidencia del fenómeno. En diciembre del 2004, ordenó instalar una enorme valla frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana con fotografías de las torturas en Abu Ghraib y la palabra ''Fascistas'' en un extremo.
''¿Quién de nosotros, quién de ustedes, cuál de nuestros compatriotas admitiría tranquilamente la historia de un solo ciudadano torturado, a pesar de los miles de actos de barbarie y de terrorismo cometidos contra nuestro pueblo?'', preguntó Castro en noviembre del año pasado en la celebración del 60mo. aniversario de su ingreso a la Universidad de La Habana.
La respuesta está a este lado del mar Caribe. Los cubanos entrevistados consideran que el tratamiento que recibieron en las prisiones cubanas fue mucho más brutal y despiadado que el régimen de Abu Ghraib.
''Ojalá me hubieran torturado como a los presos de Abu Ghraib poniéndome un blumer en la cabeza'', comentó Laureano Pequeño, otro de los presos de Las Cabañitas.
De un promedio de 65 años, los ex prisioneros son parte de una generación de universitarios que lucharon contra la dictadura de Fulgencio Batista y años más tarde, desilusionados con Castro, decidieron conspirar contra el régimen.
Casi todos eran muchachos ''bitongos'' --de familias acomodadas-- inmaduros políticamente pero con una gran sensibilidad ante la injusticia.
A finales de 1961, el grupo fue infiltrado. Uno por uno cayó arrestado. Después de cumplir de 10 a 15 años de prisión, y gracias a un acercamiento con el gobierno de Castro promovido por el presidente Jimmy Carter, varios salieron hacia Estados Unidos donde creen que viven también quienes los delataron.
Los ex prisioneros, pertenecientes al Directorio Estudiantil Revolucionario (DER) y al Movimiento 30 de Noviembre, relataron a El Nuevo Herald, paso a paso, el procedimiento al que fueron sometidos por lo menos 45 de su grupo en Las Cabañitas, cuando la revolución no tenía más de tres años.
El viaje comenzaba generalmente en Quinta y Catorce, entonces sede de la Seguridad del Estado (G2), en La Habana, donde eran puestos en un jeep con los pies de sus captores sobre la espalda, bocabajo, y los ojos vendados.
En el camino los guardias se encargaban de recordarles que casi nadie regresaba vivo de Las Cabañitas.
Alrededor de 20 minutos más tarde llegaban a una casa intermedia de una zona semirrural, de donde eran transferidos a un camión de la Lechería Punta Brava o a una furgoneta que finalmente los transportaba al Punto X. Cuatro décadas después, para algunos de lo prisioneros el tintineo de las cantinas de leche cuando golpeaban unas con otras por el camino hacia la finca, suena hoy a campanazos de sepelio.
Nadie sabe a ciencia cierta dónde estaba situado el lugar. Podría ser en algún paraje del municipio de Wajay, a unas 10 millas de La Habana, cree Juan Valdés de Armas, ex miembro del ejecutivo del DER interrogado en Las Cabañitas.
Algunos de ellos coinciden en que muy cerca pasaba un ferrocarril, quizás el que llevaba caña al Central Toledo. Valdés cree saber dónde estaba la finca porque un día, ya libre, tuvo que pintarla, y Cepero sospecha de su ubicación porque varias veces desde su celda escuchó el claxon con notas musicales de un jeep de un amigo que tenía una hacienda en la zona.
Al llegar los desnudaban -- aunque a algunos los dejaban en calzoncillos o les entregaban un overall -- y los confinaban a los cuartos de la hacienda, incluyendo un par de construcciones situadas frente a la piscina y llamadas ''las burguesitas'' por los guardias.
En Las Cabañitas, cuyo diminutivo siempre les pareció un chiste cruel, los esperaba un equipo de interrogadores y dos perros rabiosos. Uno de los perros se llamaba Atila y a uno de los interrogadores le decían Venturita, en memoria de uno de los más sanguinarios torturadores del régimen de Fulgencio Batista.
''La luz del bombillo de la habitación jamás era apagada'', recuerda Raoul Cay Gispert, quien estuvo preso en el lugar con su padre, Raoul Cay Hernández.
''Tenías que dormir desnudo sobre un piso mojado, que alguien mojaba porque el agua no caía del techo'' agregó.
Cay Gispert, quien militaba en el ejecutivo del DER, explicó que a los pocos días de llegar al lugar se perdía la noción del tiempo. Las ventanas estaban cubiertas con láminas de madera y las comidas eran servidas en horarios imposibles de prever.
''Un día te daban el desayuno y una hora después el almuerzo y a las tres la comida, y al día siguiente te daban sólo una comida'' explicó Cay Gispert. ``Cada comida cabía en el cuenco de la mano''.
Según el dentista Cepero, no eran más de 700 calorías al día, lo mínimo para sobrevivir.
Cay Gispert fue un entusiasta defensor de la revolución de Castro. Al lado de sus mejores amigos, los hermanos gemelos Tony y Patricio de la Guardia, este último oficial del G2, conoció a los grandes líderes del gobierno revolucionario y sacó provecho de un cómodo empleo como inspector del ayuntamiento de La Habana. Cay Gispert, entrenador de remo, vivía en la misma casa con los gemelos.
Pero un día los ideales se le derrumbaron, relata. Un ahijado de su padre, quien había sido ''casquito'' [soldado] de Batista le mostró las marcas que le dejaron en el cuello ''gente de la Seguridad'' con un soga que le pusieron para levantarlo poco a poco hasta dejarlo al borde de la asfixia en un procedimiento que repitieron varias veces.
''Yo no podía creer eso. El hombre nuevo de la revolución no tortura'', dijo.
Otras injusticias lo convencieron para empezar a conspirar en 1961 con el DER.
El salón de interrogatorios de Las Cabañitas estaba en el segundo piso de la construcción. Desnudo, frente a la pared y al lado de una camilla de enfermería, el preso era sometido a largos interrogatorios hechos por personas que parecían tener entrenamiento en el oficio.
Rodríguez, quien militaba en el Movimiento 30 de Noviembre, sostiene que en ese lugar le pusieron bloques de hielo en la espalda y lo interrogaban con los brazos hacia arriba.
''Un día perdí el conocimiento, caí de frente al piso porque no resistía más estar con los brazos arriba ni más interrogatorios'', dijo Rodríguez.
En el sótano de la finca, cuyo piso estaba inundado, los guardias instalaron un poderoso aire acondicionado. El lugar alcanzaba temperaturas de congelamiento. Allí fueron enviados varios prisioneros.
''Fue tal vez lo peor para mí'', dijo uno de los ex presos que pidió no ser identificado. ``En el punto en el que ya me privaba por el frío, apagaban el aparato y cuando ya recuperaba la conciencia volvían a prenderlo''.
Pequeño tuvo una experiencia similar.
Cuando los interrogadores perdían la paciencia por el silencio del detenido, afirma Cepero, "sacaban sus pistolas `estrellas rojas', que eran las que le daban a los oficiales de más alta graduación y te la ponían al frente y gritaban que te iban a matar ahí".
A menudo las latas que les entregaban para orinar no eran suficientes y los presos debían orinar en el piso de la celda sobre el cual tenían que dormir. A defecar los llevaban encapuchados. En el trayecto era común que los guardias gritaran repentinamente que los perros estaban allí sueltos y podían atacar.
''Y uno desnudo, con la cabeza cubierta, se detenía, quedaba congelado mientras sentía a los perros gruñendo y respirándole por las costillas'', relató Pequeño.
''Yo te digo que las torturas más horrorosas que tú te puedes imaginar son las que hicieron ellos y sin embargo no te dieron ni un puñetazo ni un trancazo con un palo'', agregó Rodríguez.
``A usted lo tienen en un lugar así, desnudo permanentemente y durmiendo sobre un piso húmedo, más de 50 días. Era piso pelado, tienes sed permanentemente, tienes hambre, tienes frío permanentemente y te interrogan día y noche, y te hacen simulacros de muerte. ¿Quieres más tortura que eso?''
--------- Fuente Noticias de Ultimo Minuto 1/8/06 http://www.disidenteuniversal.org/08noticias/noticias_ultimo_minuto.htm#102 |
|
|
Reply |
Message 3 of 3 on the subject |
|
From: llabrada |
Sent: 11/01/2006 06:36 |
Esta pregunta si esta facil, fantasia es la superproduccion de comida del noticiero de las ocho y realidad es la mesa vacia.  |
|
|
|
|
|
|
©2025 - Gabitos - All rights reserved | |
|
|