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General: maribea pon aqui
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De: llabrada (Mensaje original) |
Enviado: 03/01/2006 18:23 |
Ya que no puedes poner un tema nuevo, pon aqui lo que quieras. Si necesitas un nonmbre de un tema especifico, mandame un mp en cualquier lado y lo abro, mientras tenga disponible esa opcion. |
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De: maribea05 |
Enviado: 03/01/2006 19:17 |
Gracias amigo, muchas gracias... Así sea. ;-) |
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De: Gran Papiyo |
Enviado: 04/01/2006 04:47 |
Asì me gusta. Que se comporten como buenos compañeros. SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo) |
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De: maribea05 |
Enviado: 04/01/2006 09:35 |
Afortunadamente, Papi, el término "compañeros" es uno de connotación muy elevada y digna, y no tenemos reparo alguno en usarlo, porque precisamente el mal uso ha sido dado por la dictadura castrista, como un vocablo mecánico y sin enfoque afectivo pretendiendo contrarrestar' de manera ridícula e infantil, aquellos que se utilizan también de señor, señora, etc., los cuales no necesariamente son señal de subordinación o culto a las diferencias injustas de clases, sino sencillamente muestras en el idioma de respeto y consideración.
En fin, que hoy estoy así, que no me callo la boca ni aguanto los dedos para nadie.
Con aprecio y felicidades de nuevo. Maribea, la anticastrista. |
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De: maribea05 |
Enviado: 04/01/2006 14:23 |
UN ANALISIS DE COMIENZOS DE AÑO
¿Cuál es la situación política de Raúl Castro en estos momentos? Disidente Universal
Hace ya bastante tiempo que, en círculos opositores al régimen castrista, se viene especulando sobre posibles cambios, "de hecho", en las estructuras del poder en Cuba. Según una de estas hipótesis, el heredero oficial, el Ministro (y jefe máximo) de la Fuerzas Armadas, y segundo en todos los organismos del Estado, incluyendo el único partido permitido, Raúl Castro, había logrado una entente que garantizase el poder sustituir a su hermano, de ocurrir la muerte o incapacitación del tirano, sin "dificultades" o retos por parte de otros miembros de la cúpula.
Tal entente presuponía la aceptación, por los jerarcas de primer orden del régimen, del reconocimiento de la jefatura del Delfín y su condición de "heredero oficial", siempre y cuando las decisiones, en un futuro gobierno, se tomasen en forma "colegiada". También implicaba un cambio de dirección en el modelo administrativo del país que lo acercaría, en cierta forma, a la conducta seguida por la gerentocracia china, preservando ciertas áreas de poder económico y político a tales "dirigentes", mientras se liberalizaba, de alguna manera, la actividad económica para desarrollar una mayor eficiencia, productividad y la capacidad de proveer niveles más alto de consumo a la población.
Fuera de los consabidos y tradicionales "rumores" e "informaciones de fuentes confiables", tal hipótesis hace referencias a hechos concretos que vienen ocurriendo en el país desde hace años y que reflejan una política particular del "hermanísimo", que además ha ido asegurando, por décadas, el control aparente de todas las estructuras del poder, en un esfuerzo comparable al de la hormiga más laboriosa, constante y paciente que pueda existir en el planeta.
De ser cierto este tinglado de "el segundo" de los Castro, el mismo estaría amenazado por la inyección de adrenalina que ha representado la aparición de Chávez en el tablero latinoamericano con su regazón de petrodólares o petrobolívares, y la nueva vitalidad que han adquirido las corrientes de "izquierda" en la parte sur y central del continente americano (con algo de ayuda o apoyo de algunos políticos de la vieja Europa). El anciano y senil dictador se ha rejuvenecido y pone en peligro cualquier posible entente o "acuerdos" entre sus lacayos, estimulando el que se destape la caja de Pandora y salgan a relucir las discrepancias políticas, las viejas desavenencias entre "históricos", y las ambiciones personales de antiguos y más recientes lacayos, terminando con cualquier "entente".
El decrépito "patriarca" recoge (y empuña) una vez más la batuta, recurre a sus "talibanes" y crea un cuerpo de "guardias rojos", e interfiere (también, una vez más) con los esfuerzos por estabilizar y "normalizar", de forma racional, la administración pública. Igualmente, de paso, pone en peligro las nuevas relaciones con los chinos, enemigos del caos y la incertidumbre, temerosos de los rusos y de cualquier "salto adelante". Cuba y los cubanos quedan a merced del nuevo César venezolano, dependientes de sus dádivas en petróleo y de sus proyectos imperialistas. No en balde lo orishas se han mostrado tan poco favorables en "la letra" de este año.[/color]
http://www.miami.com/mld/elnuevo/ El Nuevo Herald Miami, Florida EE. UU.
Apuntes para iniciar el 2006 PABLO ALFONSO
Cuando me fui de vacaciones hace algunos días, cargué conmigo una curiosidad periodística de la cual no pude desprenderme. Pensé que, a mi regreso, podría encontrarle una respuesta y así ha sido, aunque confieso que se trata de una respuesta parcial.
Sentía curiosidad de saber por qué Raúl Castro, el número dos del régimen, heredero designado de la dictadura cubana, estaba ausente de las importantes actividades oficiales celebradas en Cuba durante todo el mes de diciembre. Por lo menos, ningún medio de prensa en la isla daba cuenta de su presencia.
El ministro de las Fuerzas Armadas fue el gran ausente en la conmemoración del Día de las Fuerzas Armadas; tampoco rindió tributo a los caídos por la independencia cubana, que como es habitual, celebran las Fuerzas Armadas cada siete de diciembre en el monumento al mayor general Antonio Maceo, en el Cacahual. Ni siquiera recibió al miembro del comité permanente del Buró Político del Partido Comunista Chino, Luo Gan, y a su importante comitiva que visitó Cuba en la segunda quincena de diciembre.
Lo más curioso fue su ausencia de la Asamblea Nacional del Poder Popular durante sus dos días de sesiones. Algo poco habitual. Digo ''ausencia'', con toda reserva. Por lo menos la prensa cubana no dio cuenta de su participación. No citó ninguna intervención del primer vicepresidente del Consejo de Estado en ninguna deliberación. No se publicaron las acostumbradas fotos de Raúl y Fidel, presidiendo las sesiones de la Asamblea. Curioso.
Creo que, tratándose de un personaje tan importante, es una curiosidad válida... y, además, una ''falta de delicadeza'' de los medios oficiales de prensa ignorar de manera tan rotunda su existencia.
Sobre todo porque Raúl, ministro de Defensa y segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, está en el centro de una polémica --no tan sorda--, desatada por su hermano durante su anunciada ``batalla contra la corrupción administrativa y empresarial''.
Y conste, para enfriar a cualquier cabeza caliente, que a estas alturas imagine que estoy sugiriendo una ''ruptura'' entre Fidel y Raúl, que no pienso en eso en absoluto. Creo que Raúl es la persona más leal con la que puede contar el dictador... mientras viva. Después, si llega a asumir el mando del régimen, la historia podría ser diferente. No creo en la ''ruptura'' pero sí en el desaliento y en las lealtades ambivalentes.
No es ningún secreto que las críticas del dictador Castro apuntan al ''empresariado estatal'', a los ''gerentes y administradores'' de las empresas que con estilo y normas de mercado capitalista han abierto --en su opinión-- las puertas a la corrupción y puesto en peligro la estabilidad y perdurabilidad del régimen.
Tampoco es un secreto que esas prácticas de mercado, en busca de eficiencia y rentabilidad, nacieron y se desarrollaron en el seno de las Fuerzas Armadas, inspiradas por su ministro, es decir por Raúl, bajo la sombrilla del Grupo GAESA y el llamado Plan de Perfeccionamiento Empresarial, concebido y dirigido por sus altos jefes militares.
Castro está echando abajo ahora todo ese andamiaje, alarmado porque considera que ese camino conduce a una especie de ''modelo chino a la cubana'', que le resta el poder absoluto con que ha gobernado al país desde hace ya 47 años.
Decía al principio que encontré a mi regreso una respuesta parcial a esa curiosidad periodística. Por fin, el 29 de diciembre, el diario Granma informó que la víspera (el Día de los Inocentes, por cierto) ``el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, recibió al General de Ejército Yuri Nicolaevich Baluevski, primer sustituto del Ministro de Defensa y Jefe del Estado Mayor General de la Federación de Rusia''.
''Nos alegra compartir con amigos rusos'', expresó Raúl al dar la bienvenida en la sede del MINFAR a la delegación militar de alto nivel del país europeo, indicó Granma al dar cuenta que ``en un ambiente cordial y amistoso transcurrieron las conversaciones entre los jefes militares, quienes reconocieron los históricos lazos que unen a las dos naciones''.
¡Curiosidad casi satisfecha! -------
Fuente Noticias de Ultimo Minuto http://www.disidenteuniversal.org/08noticias/noticias_ultimo_minuto.htm
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De: matilda |
Enviado: 04/01/2006 19:11 |
Cuba: tres premisas para salvar la Revolución, a la muerte de Fidel Heinz Dieterich 1. Fidel plantea la tarea: 17 de noviembre, 2005 El 17 de noviembre del 2005, Fidel advierte en la Universidad de La Habana sobre el peligro de que la Revolución Cubana termine como la soviética. Para impedirlo deja una tarea: “¿Cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?” Se trata de una invitación al debate mundial, una convocatoria a la solidaridad de la razón. Pero la solidaridad mundial no lo entiende así. Entra en una fase de shock, cuando el Comandante que durante casi cincuenta años ha aseverado que la revolución es invencible, que “el socialismo es inmortal y el Partido eterno”, de golpe afirma públicamente lo contrario. Es un terremoto epistemológico: el Comandante de la certeza, de la seguridad de la victoria final, reintroduce la dialéctica en el discurso oficial cubano, sin advertencia, sin preámbulo, sin ambages. Trata de dialectizar el estancamiento, diría Bertold Brecht, Incrédula ante lo acontecido, la solidaridad mundial no reacciona ante la convocatoria del Comandante: no aporta las ideas que solicita Fidel; calla y, en algunos casos, desaparece el discurso del Comandante de los foros públicos de debate. Es una reacción lógica, humana, porque la pura idea de la desaparición de Fidel llena el corazón de tristeza. Pero, objetivamente, es un acto de lo que Herbert Marcuse llamaba la “tolerancia represiva”, una tolerancia que perjudica a la causa que el Comandante procura avanzar. 2. “Prestar atención” a la convocatoria de Fidel, demanda el Canciller El 23 de diciembre, 2005, el talentoso canciller y ex secretario personal de Fidel, Felipe Pérez Roque, llama nuevamente la atención sobre el discurso de Fidel. Insiste ante el parlamento cubano, la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), que “debemos prestar toda la atención a ese llamado hecho por Fidel en la universidad, a esa frase no pronunciada públicamente antes en la historia de la revolución: la revolución puede ser reversible, y no por el enemigo que ha hecho todo lo posible por hacerlo, sino por nuestros errores”. 3. Los tres anillos de defensa revolucionaria del Canciller Felipe plantea tres políticas (“premisas”) destinadas a salvar la revolución, para cuando la muerte de Fidel “deje el hueco que nadie puede llenar y que tendremos que llenar entre todos como pueblo”, y pide a los futuros gobernantes que actúen desde ahora para evitar el posible regreso al capitalismo. 1. Mantener la autoridad moral de la dirigencia, mediante un liderazgo basado en el ejemplo y sin privilegios frente al pueblo. 2. Garantizar el apoyo de la mayoría de la población, “no sobre la base del consumo material, sino sobre la base de las ideas y las convicciones”. 3. Impedir que surja una nueva burguesía que “sería otra vez, si la dejamos salir, pro yanqui, pro trasnacional…No podemos caer en ingenuidades…; el tema decisivo es quién recibe el ingreso: si las mayorías y el pueblo o la minoría oligárquica transnacional y pro yanqui…; el tema es de quién es la propiedad, si del pueblo, las mayorías, o si es de la minoría corrupta y plegada … al imperialismo yanqui”. 4. ¿Salvarían los tres blindajes a la Revolución? La primera propuesta del Canciller es, evidentemente, correcta y necesaria. Habrá que ver si la futura configuración del sistema político cubano permitirá imponerla. En cuanto al segundo imperativo, que se refiere a la dialéctica entre lo espiritual y lo material, hay que tomar en cuenta el dictum de Lenin de que la estabilidad de una clase dominante, en este caso, una clase dirigente, no puede desvincularse de su capacidad de resolver la “tarea de la producción”. Dediquemos el siguiente punto a este problema. 5. Ética, consumo y conocimiento La idea central expresada por Fidel en noviembre y ahora por Felipe es, que la lealtad del pueblo a los dirigentes y su proyecto histórico deba derivarse primordialmente de la ética (valores, ideas y convicciones) y no del consumismo. Definida así, la unidad dialéctica de los contrarios de la realidad cubana no es reflejada adecuadamente. La contradicción correcta sería: ética y consumo, no ética y consumismo. Para toda época hay, como ya explicaba Marx, un fondo de consunción del trabajador históricamente determinado que se expresa, en términos del proceso de valorización del capital, en el capital variable. Ese fondo de consunción determina, esencialmente y en forma estratificada, la calidad de vida material de la gente. Actualmente, este patrón de consumo dominante a nivel global es el de la clase media del Primer Mundo y aunque siga inalcanzable para las mayorías, ejerce una atracción irresistible: a tal grado que muchos arriesgan la vida para llegar a los países respectivos. La ética idealista que sigue al oscurantismo platónico, reforzado diariamente por la hipocresía moralina del catolicismo, desconoce ese consumo ---lo material-sensual-carnal--- como “valor”. Para el socialismo revolucionario y la ciencia, que parten del binomio constitutivo de la materialidad-energía del universo, toda ética ha de ser materialista-dialéctica, que inevitablemente considera a la reproducción, el goce y la sensualidad de lo material como parte integral de la condición humana. Y, de hecho, la mayoría de la humanidad actúa empíricamente sobre este patrón. Para ella, alcanzar la calidad de vida históricamente determinada es un valor: tan fuerte o aun más fuerte como ciertos valores morales o “virtudes espirituales”. Dialécticamente, lo material se convierte en su contrario, lo espiritual. Siendo el patrón de consumo y de cultura popular hoy día predominantemente un patrón universal, no una variable nacional, el choque en Cuba se produce entre el patrón universalizado de consumo de clase media primermundista ---que le llega anualmente a la población por vía de dos millones de turistas y, cotidianamente por las películas estadounidenses que transmite la televisión--- y el standard de vida que permiten el nivel de las fuerzas productivas y el sistema redistributivo del país. En tales circunstancias, una campaña de concientización puede reducir ciertos consumos superfluos, pero el acceso al internet, a la educación, salud, movilidad social y geográfica, transporte individual o colectivo adecuado, determinadas formas y lugares de entretenimiento, de encuentro sexual, etcétera, al igual que determinadas libertades formales, son parte del patrón histórico vigente en la actualidad latinoamericana, y ninguna campaña educadora podrá neutralizar este patrón. En este sentido, vacunar a los jóvenes ideológicamente contra los elementos esenciales del patrón de vida que ellos consideran justos y necesarios, solo alcanzará a una minoría. Más prometedor sería identificar esos elementos, entrar en un intenso debate público, sobre todo con la juventud que es el punto más neurálgico, pero no el único que debería prender los focos de alarma (¡!), un debate al estilo de los parlamentos obreros de los noventa, y consensuar el modelo de consumo viable en este momento. Apelar a la disciplina revolucionaria y los valores éticos en las actuales circunstancias de Cuba, tener que ser como Fidel o el Ché, no cambiará el panorama general de la situación, porque las condiciones objetivas no sostienen ese discurso. Para las mayorías será más eficiente discutir democráticamente las alternativas de consumo, por ejemplo, si prefieren más hospitales o transporte, o vivienda, consumo privado, etcétera, y las vías de contemporizar ese patrón con las posibilidades del país. Mayor educación, conocimiento e información no son un antídoto al consumo. Cuanto más “insumos” de ese tipo se proporcionan, más conciencia y más sujeto se genera. Y más sujeto significa, inevitablemente, más deseo de democracia. Democracia en todos los sentidos ---formal, social, participativa--- que se convierte, al igual que el consumo históricamente “justo y necesario”, en un valor fundamental de la praxis humana; valor, al que el gobierno tiene que dar respuestas, para no generar resistencias que el sistema no pueda absorber. De la cibernética tecnológica y cognitiva sabemos que un problema sistémico detectado puede tratar de arreglarse (post festum) con regulaciones proporcionales, integrales o diferenciales. Más eficiente, por supuesto, es la normativización preventiva que es posible en eventos estadísticamente detectables. Ambos requisitos se cumplen en Cuba. Las dramáticas llamadas de atención de Fidel y Felipe se refieren a la regulación preventiva, es decir, la necesidad de tomar medidas antes de que suceda la muerte de Fidel; y las actitudes de la población cubana constituyen “eventos” estadísticamente medibles. 6. El tema decisivo: la propiedad y el excedente económico El canciller define con razón el surplus o excedente económico como decisivo en la economía. Pero hay que ampliar la determinación: no solo es clave quién lo recibe sino quién decide sobre él y en qué forma. Este es el tema de la democracia económica que en la crematística burguesa es tabú, pero que en la economía socialista es la clave de su desempeño. Mientras las mayorías están de hecho excluidas de las decisiones sobre el uso del surplus (inversión, consumo, presupuesto nacional, pago de la deuda externa, etc.), no les importará realmente si es el Estado, las transnacionales o los gringos que se queden con él. Al igual que en el falso dilema de “ética versus consumismo”, la afirmación de que lo decisivo es si el pueblo o las transnacionales reciban el ingreso o tengan la propiedad productiva, distorsiona la dialéctica real de los contrarios. El plusproducto cubano, en su mayor parte, no lo reciben ni las transnacionales, ni las mayorías: lo recibe el Estado. Y este es el punto nodal de los problemas del robo y del mercado que Fidel ha denunciado. La propiedad productiva en Cuba se encuentra, esencialmente, en manos del Estado, no en manos de las mayorías. Si fuera de las mayorías, las mayorías la protegerían, porque es de sentido común que nadie se roba a sí mismo. El hecho de que se la roba y maltrata tiene una lectura irrefutable: la propiedad estatal es percibida por muchos como una propiedad ajena o anónima, que se puede privatizar a través del robo. Mientras esto sea así, será difícil acabar con la corrupción y el robo, como muestra el ejemplo de China. En consecuencia, la idea de la economía socialista, producir altruistamente para todos, se hace inviable. La percepción de la propiedad estatal productiva como algo alienado, semejante a la propiedad del capitalista, que se puede privatizar, se reafirma diariamente por el hecho, de que la gente no tiene incidencia real sobre su uso. Propiedad significa en la economía de mercado esencialmente, el derecho a enajenar activos económicos. Por bien o mal, esto no existe en Cuba. Pero el trabajador tampoco determina el beneficio de esta propiedad, su plusproducto, hecho por el cual tampoco sería poseedor. Al no ser propietario ni poseedor real de la propiedad productiva individual o colectiva, el productor directo no la protege. 7. El peligro de la nueva burguesía Una nueva burguesía “sería otra vez, si la dejamos salir, pro yanqui, pro trasnacional”, dice Felipe. Esta hipótesis amerita otra reflexión. La gran burguesía en Cuba no se debe permitir ni se necesita permitir, porque el Estado ya la sustituye en sus funciones económicas. El complejo de innovación-producción-comercialización de biotecnología, por ejemplo, cumple las funciones de las empresas transnacionales (competitividad, innovación, capital) junto con contenidos de una economía más humana que la capitalista. Queda entonces, el problema de la pequeña burguesía, es decir, de la pequeña producción mercantil. Recordemos las advertencias de Lenin sobre esta clase, pero recordemos también: a) que en cierto momento histórico tuvo que implementar la NEP, con la certeza de poder controlar las tendencias burguesas mediante el enorme poder monopólico del Estado soviético; b) que en ningún país del mundo el Estado ha sido capaz de proporcionar servicios de calidad adecuados, por ejemplo, en la gastronomía; c) ningún Estado ha podido darle a las ciudades esa diversidad de pequeñas empresas, tiendas, subculturas, etcétera, que les da vida, lo que es particularmente importante en economías de turismo; d) que el control político-económico de esa clase puede lograrse probablemente con el sistema impositivo y judicial; e) en la economía global del ALCA, las garantías de reproducción económica del pequeño empresario solo se las puede proporcionar el Estado a través del proteccionismo y de los subsidios, lo que es una razón fundamental, porque FEDEINDUSTRIA en Venezuela está con el proceso bolivariano y porque el pequeño campesino y empresario latinoamericano apoya al ALBA. En resumen: la situación de la pequeña burguesía en la URSS bajo Lenin fue totalmente diferente a la de la pequeña burguesía latinoamericana hoy y habrá que analizarla en concreto para saber hasta qué grado se pueda tolerarla o no. 8. El tema no menos decisivo: la superestructura política En junio del 2002 Felipe había hablado sobre el mismo tema y ante el mismo Foro, concluyendo en aquella ocasión que en la eventual ausencia del Comandante la defensa de la Revolución pasaba por la defensa del partido único, la economía centralizada, la unidad política y la preservación de las fuerzas armadas. Mantener al Partido único es posiblemente vital mientras dure la agresión imperialista, pero igualmente vital es dotarle de un carácter cibernético real, si se quiere evitar que el proyecto termine como la URSS y la RDA. 9. Lenin, el partido único y la cibernética cognitiva Lenin, quién conceptualizó el partido del centralismo democrático sabía, por supuesto, que todo sistema de conducción política duradero tiene que garantizar tres flujos simétricos de información y debate real: a) entre las fracciones de la vanguardia o la cúspide del poder real, por ejemplo, del Buró Político y del Comité Central; b) entre estos centros de decisión y la elite informativa y política del país, que, en teoría, serían los cuadros medios y miembros del partido; c) entre la vanguardia, los cuadros medios y las masas. Esa calidad cibernética o retroalimentaria es fundamental para la optimización de la práctica de todo sistema cibernético cognitivo, como lo son el Estado, el partido y el ser humano. En la praxis, particularmente bajo Stalin, el necesario equilibrio entre democracia real y verticalidad, es decir entre las estructuras de comunicación y poder simétricas y asimétricas, fue abandonado a favor de la verticalidad. Los procesos de Moscú fueron el rite de passage (anuncio de transición) del nuevo partido vertical y la advertencia pública sobre la desaparición de la democracia en la URSS; fueron el equivalente secular de las hogueras de la Inquisición en América, cuyas cenizas signalizaban el precio de disentir del nuevo orden. Rituales de sometimiento de la personalidad, como la “crítica y autocrítica”, cumplieron el papel de humillación del confesionario clerical, y los informes de la policía política definieron la calidad y las posibilidades de vida de los ciudadanos. De esta manera, Stalin generó una institución y una cultura política del conformismo que liquidó la institucionalidad y cultura de la esfera pública de las sociedades presocialistas, desde el ágora griego hasta los clubes literarios de la Revolución francesa. De hecho, la esfera pública de debate estratégico del sistema burgués, que le es constitutivo, desapareció de la superestructura del socialismo realmente existente con fatales consecuencias para la evolución socialista, dejando a la superestructura política burguesa con una superioridad funcional en la optimización de las decisiones. Esto se puede ejemplificar con la guerra de Irak. Los grandes debates sobre posibles retiradas del conflicto, se dan en el Congreso estadounidense, en las televisoras, en los diarios más importantes del país, el New York Times y el Washington Post y en las universidades. En el socialismo realmente existente, esa esfera pública no existe. Los debates estratégicos se dan detrás de las puertas cerradas en los más altos gremios del partido. Después la posición oficial es bajada y discutida en las instancias inferiores del partido. Finalmente se divulga entre las mayorías a través de la prensa y mesas redondas en la televisión. Del debate estratégico constitutivo están excluidas las mayorías y lo que ven en la televisión son discusiones tácticas o simples repeticiones de la visión oficial, proporcionados siempre por los mismos periodistas. A diferencia de lo que sucedió en la maravillosa experiencia de los parlamentos obreros, el ciudadano se convierte en espectador del proceso político-económico, no en su demiurgo. 10. La pregunta vital para el Partido Comunista de Cuba La pregunta, si se debe mantener un sistema pluripartidista o unipartidista de conducción social, es secundaria, por el simple hecho, de que cualquiera de las dos formas fracasa evolutivamente si pierde su capacidad cibernética. La pregunta real es, por lo tanto: ¿Cómo podemos garantizar el carácter vanguardista o cibernético de los sistemas de conducción que llamamos Estado y partido? La calidad de cualquier sistema de regulación depende esencialmente de dos parámetros: a) su sensibilidad, es decir el tiempo que transcurre hasta el descubrimiento o reconocimiento de una desviación del sistema, del valor programado (Sollwert) y, b) el tiempo que el sistema requiere para corregir la desviación (Istwert). Ambos parámetros determinan el comportamiento dinámico del sistema, en este caso del Partido-Estado, y dependen, a su vez, de la calidad y cantidad de las mediciones del estado del sistema (p.e., sondeos de opinión) y del poder relativo de las diversas corrientes y fracciones de la clase dirigente, por ejemplo, de la corriente revolucionaria, la socialdemócrata, la tecnócrata, etcétera. Cuando Fidel preguntó en el discurso de noviembre, por qué los economistas cubanos no se dieron cuenta de lo insensato de mantener el sector azucarero después de la caída de la URSS, se refiere al parámetro “a”. Pero la respuesta real se encuentra más bien en el parámetro “b”. Si los economistas cubanos no detectaron el contrasentido de mantener el sector azucarero, significa que carecen de formación profesional y sentido común. Con todas las reservas frente a mis colegas, me parece que esto es un supuesto irreal. Es mucho más probable que no hablaron porque la superestructura cubana no prevé la esfera pública de debate estratégico que habría sido el lugar para discutir la advertencia respectiva. Otro ejemplo del parámetro “b” puede tomarse de la Revolución Bolivariana. Durante el gobierno bolivariano los latifundistas han asesinado a más de 130 líderes campesinos, sin que uno sólo de los autores intelectuales y materiales de estos asesinatos esté en la cárcel. ¿Cuánto tiempo de corrección de esa “desviación” contrarrevolucionaria y del Estado de derecho tiene la Revolución, para no perder credibilidad y poder en su supuesta “guerra de muerte al latifundio”? La interrogante de Felipe es vital, siempre que reciba una respuesta no formal, sino material; no táctica sino estratégica. Si no se logra devolver al partido único la dialéctica o cibernética intencionada por Lenin y la restitución de esferas públicas de debate estratégico y masivo, junto con la transparencia pública de sus interacciones, no estará en condiciones de defender a la Revolución a la muerte de Fidel. El mismo Canciller entiende a fondo que la cibernética del Partido es la clave del futuro. Al explicar en su discurso, porque Cuba no ha caído como la URSS, cita a García Márquez:”La explicación de Cuba es que Fidel es al mismo tiempo el Jefe del gobierno y el líder de la oposición”. Felipe agrega: “Es el principal inconforme con lo hecho, el principal crítico de la obra y eso le da una peculiaridad a nuestro proceso.” La pregunta política de vida o muerte para el Partido Comunista es, por lo tanto: ¿Cuál será el sistema de dialéctica institucional que sustituirá el papel de dialéctica personal de Fidel?
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De: maribea05 |
Enviado: 04/01/2006 19:11 |
A solicitud de mi amigo, ése que no se registra pero siempre lee, copio esto, de su cosecha, escrito ex-profeso para contestar el mensaje que antecede.
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No voy a entrar en cuan "talentoso" pueda ser "el canciller" Pérez Roque -todavía tengo en mi mente el recuerdo de cuando se agachó a recoger la pelota que creía se le había caído al "comandante" en el parque de béisbol y éste le mandó a volver a tirarla delante de todo el público- para comentarios sobre su talento (y talante) habría que citar a sus antiguos compañeros de estudios en la Lenin que son sus mejores jueces (y testigos) y nunca terminaría, tantas son las "historias". Ni siquiera voy a meterme en los primeros puntos del trabajo de Heinz Dieterich que muestran un desconocimiento apabullador del "pensamiento" económico de Ernesto Guevara y sus criterios con respecto al "capital variable". Me voy a referir tan sólo a tres cuestiones que plantea desde el punto 6: a) ¿de quién es la propiedad (quién REALMENTE usufructa la misma) en Cuba?, b) ¿es "la pequeña burguesía" sustituible o tiene algo que aportar en una sociedad socialista?, y c) el tema de la participación o grado de democracia en Cuba bajo la dictadura de Castro.
A continuación cito al autor:
El plusproducto cubano, en su mayor parte, no lo reciben ni las transnacionales, ni las mayorías: lo recibe el Estado. Y este es el punto nodal de los problemas del robo y del mercado que Fidel ha denunciado (o descubierto AHORA después de 47 años).
La propiedad productiva en Cuba se encuentra, esencialmente, en manos del Estado, no en manos de las mayorías. Si fuera de las mayorías, las mayorías la protegerían, porque es de sentido común que nadie se roba a sí mismo. El hecho de que se la roba y maltrata tiene una lectura irrefutable: la propiedad estatal es percibida por muchos como una propiedad ajena o anónima, que se puede privatizar a través del robo. Mientras esto sea así, será difícil acabar con la corrupción y el robo, como muestra el ejemplo de China. En consecuencia, la idea de la economía socialista, producir altruistamente para todos, se hace inviable.
La percepción de la propiedad estatal productiva como algo alienado, semejante a la propiedad del capitalista, que se puede privatizar, se reafirma diariamente por el hecho, de que la gente no tiene incidencia real sobre su uso. Propiedad significa en la economía de mercado esencialmente, el derecho a enajenar activos económicos. Por bien o mal, esto no existe en Cuba. Pero el trabajador tampoco determina el beneficio de esta propiedad, su plusproducto, hecho por el cual tampoco sería poseedor. Al no ser propietario ni poseedor real de la propiedad productiva individual o colectiva, el productor directo no la protege...
Queda entonces, el problema de la pequeña burguesía, es decir, de la pequeña producción mercantil. Recordemos las advertencias de Lenin sobre esta clase, pero recordemos también: a) que en cierto momento histórico tuvo que implementar la NEP, con la certeza de poder controlar las tendencias burguesas mediante el enorme poder monopólico del Estado soviético; b) que en ningún país del mundo el Estado ha sido capaz de proporcionar servicios de calidad adecuados, por ejemplo, en la gastronomía; c) ningún Estado ha podido darle a las ciudades esa diversidad de pequeñas empresas, tiendas, subculturas, etcétera, que les da vida, lo que es particularmente importante en economías de turismo...
...bajo Stalin, el necesario equilibrio entre democracia real y verticalidad, es decir entre las estructuras de comunicación y poder simétricas y asimétricas, fue abandonado a favor de la verticalidad. Los procesos de Moscú fueron el rite de passage (anuncio de transición) del nuevo partido vertical y la advertencia pública sobre la desaparición de la democracia en la URSS; fueron el equivalente secular de las hogueras de la Inquisición en América, cuyas cenizas signalizaban el precio de disentir del nuevo orden. Rituales de sometimiento de la personalidad, como la “crítica y autocrítica”, cumplieron el papel de humillación del confesionario clerical, y los informes de la policía política definieron la calidad y las posibilidades de vida de los ciudadanos.
De esta manera, Stalin generó una institución y una cultura política del conformismo que liquidó la institucionalidad y cultura de la esfera pública de las sociedades presocialistas, desde el ágora griego hasta los clubes literarios de la Revolución francesa. De hecho, la esfera pública de debate estratégico del sistema burgués, que le es constitutivo, desapareció de la superestructura del socialismo realmente existente con fatales consecuencias para la evolución socialista, dejando a la superestructura política burguesa con una superioridad funcional en la optimización de las decisiones...
En el socialismo realmente existente, esa esfera pública no existe. Los debates estratégicos se dan detrás de las puertas cerradas en los más altos gremios del partido. Después la posición oficial es bajada y discutida en las instancias inferiores del partido. Finalmente se divulga entre las mayorías a través de la prensa y mesas redondas en la televisión.
Del debate estratégico constitutivo están excluidas las mayorías y lo que ven en la televisión son discusiones tácticas o simples repeticiones de la visión oficial, proporcionados siempre por los mismos periodistas. A diferencia de lo que sucedió en la maravillosa experiencia de los parlamentos obreros, el ciudadano se convierte en espectador del proceso político-económico, no en su demiurgo.
Cuando Fidel preguntó en el discurso de noviembre, por qué los economistas cubanos no se dieron cuenta de lo insensato de mantener el sector azucarero después de la caída de la URSS, se refiere al parámetro “a”. Pero la respuesta real se encuentra más bien en el parámetro “b”. Si los economistas cubanos no detectaron el contrasentido de mantener el sector azucarero, significa que carecen de formación profesional y sentido común. Con todas las reservas frente a mis colegas, me parece que esto es un supuesto irreal. Es mucho más probable que no hablaron porque la superestructura cubana no prevé la esfera pública de debate estratégico que habría sido el lugar para discutir la advertencia respectiva.
Al explicar en su discurso, porque Cuba no ha caído como la URSS, (Pérez Roque) cita a García Márquez:”La explicación de Cuba es que Fidel es al mismo tiempo el Jefe del gobierno y el líder de la oposición”. Felipe agrega: “Es el principal inconforme con lo hecho, el principal crítico de la obra y eso le da una peculiaridad a nuestro proceso.”
Terminan las citas y continúo yo. Queda poco por decir. Casi totalmente de acuerdo con el análisis del autor. Hay discrepancias importantes, como con su aceptación de la explicación del "talentoso" Pérez Roque, en el último párrafo citado. No es que Castro sea un inconforme con lo hecho, lo que prima es su descaro en la inveterada práctica de convertirse en "opositor" o "crítico" del gobierno que ha dirigido en forma absoluta y autocrática todos estos años, cada vez que resulta evidente el desastre.
De todas maneras, si así es como tú, Matilda, ves lo de Cuba, pues tengo que concluir que has adelantado mucho desde las primeras participaciones tuyas que leí en este foro. Esas citas que he recogido del trabajo que tú publicaste plantean algunos de los graves problemas de mi patria:
1. El pueblo no tiene ninguna participación en como se administra el plusproducto de su trabajo.
2. El gobierno del dictador se "roba", olímpicamente, el plusproducto.
3. Parte del pueblo (y algunos jerarcas) tratan de "robarse" algo antes de quedarse sin nada.
4. La posibilidad de hacer trabajos por "cuenta propia" ("la pequeña burguesía") se convirtió en una tomadura de pelo más.
5. El Estado (o gobierno) es ineficiente e improductivo como administrador y propietario porque nadie pude regularlo o fiscalizarlo, mucho menos competir con él.
6. No se ha implementado (ni se va a implementar o permitir) ninguna forma de democracia porque implica, de arrancada, cuestionamientos y críticas desde la base.
7. El conformismo (por prácticas stalinistas de terrorismo de estado y por la práctica feudal de que todos tengan que depender económicamente del gobierno) está generalizado en mi país... y la desidia, y la hipocresía, y la doble moral...
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De: maribea05 |
Enviado: 05/01/2006 12:00 |
Es posible, querido amigo (al que escribió el post anterior que no fue Maribea), que tengas razón, pero me inclino a pensar que quien seleccionó el artículo de marras sencillamente se limitó a ver el autor (Dieterich) y a empatarlo, como conocido pensador marxista que es (recuerda que esta gente "funciona" con libritos y guiones prefijados, frases encasilladas y conceptos rígidos, donde no se selecciona o descarta por opinión propia y luego de análisis comparativo, sino por "política de partido"), con términos que aparecen a lo largo de su escrito: Fidel, mesas redondas, burguesía, ALCA, Lenin...
Y se dijo: Ah! esto debe estar bueno (aunque no entienda nada) para intentar contrarrestar el análisis que antecede, o sea el comentario del Disidente y a continuación el artículo de Pablo Alfonso...
Mira lo que resultó. Ñóoooooooooooo, que Dieterich ¡¡se ha atrevido!! a criticar abiertamente al régimen, sacando a la luz la base de su existir, al menos, la que el régimen publicita como tal.
En fin, cosas veredes Sancho. Eso dicen, mi señor don Quixote... (esto último no lo escribió el Manco de Lepanto) |
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De: 02ManuelA |
Enviado: 05/01/2006 12:00 |
Este artículo de Dieterich es, desde luego, sensacional. Una crítica formidable, más afilada por su carácter interno, de como se han manejado los asuntos públicos en Cuba desde el periodo especial para acá. Por cómo responda Matilda, si es que lo hace, sabremos si asume los planteamientos de Dieterich o si, como dice Maribea, lo puso sin haberlo leído atentamente antes. Después de leerlo yo, más seguro estoy, si cabe, de que a la robolución le queda como máximo el mismo tiempo de vida que a Fidel. En las actuales circunstancias al régimen le es absolutamente imposible, sin provocar el estallido, articular el debate en la sociedad. Y si esperan acallar el hambre de consumo de la juventud con consignas de catecismo, pues lo tienen más que crudo. Sólo les queda que funcione bien engrasado el palo y tente tieso, que durará lo que dure el rey de bastos. Porque después cada cual intentará dar el palo por su cuenta. Lo único que puede evitar el caos a la muerte del tirano es un acuerdo global de la oposición para devolver la democracia a Cuba, con la consistencia y los apoyos suficientes como para poner a cavilar seriamente a los sectores y personalidades más lúcidos del campo fidelista. Saludos. |
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De: matilda |
Enviado: 06/01/2006 06:00 |
sin duda que Dietrich hace un análisis muy fino, tanto diría yo,que alguno yerran en la epistemología ,pero más aún,pretenden ignorar que es una crítica desde la IZQUIERDA, posición que he asumido reiteradamente,toda vez que he dicho y sostenido que soy y seré Trostkista. Pero a no alegrarse muchscotes,en verdad lo interesante del artículo es mostrar cómo algunas falencias podrían haberse evitado y sobre todo cómo se pueden corregir,eso es ,dándole el giro a la izquierda necesario para mantener la revolución en estado permanente ,revolucionándose a si misma,poniendo en práctica la democracia directa y participativa que aparte del tóxico aburguesamiento a las estructuras revolucionarias. “¿Cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?” convocatoria a la solidaridad de la razón ,esto señores ya sabemos no va para ustedes,ni por lo de soliradidad ni por lo de razón. Es un terremoto epistemológico: el Comandante de la certeza, de la seguridad de la victoria final, reintroduce la dialéctica en el discurso oficial cubano, sin advertencia, sin preámbulo, sin ambages. Trata de dialectizar el estancamiento, diría Bertold Brecht, “debemos prestar toda la atención a ese llamado hecho por Fidel en la universidad, a esa frase no pronunciada públicamente antes en la historia de la revolución: la revolución puede ser reversible, y no por el enemigo que ha hecho todo lo posible por hacerlo, sino por nuestros errores”. la muerte de Fidel “deje el hueco que nadie puede llenar y que tendremos que llenar entre todos como pueblo”, y pide a los futuros gobernantes que actúen desde ahora para evitar el posible regreso al capitalismo. 1. Mantener la autoridad moral de la dirigencia, mediante un liderazgo basado en el ejemplo y sin privilegios frente al pueblo. 2. Garantizar el apoyo de la mayoría de la población, “no sobre la base del consumo material, sino sobre la base de las ideas y las convicciones”. 3. Impedir que surja una nueva burguesía que “sería otra vez, si la dejamos salir, pro yanqui, pro trasnacional…No podemos caer en ingenuidades…; el tema decisivo es quién recibe el ingreso: si las mayorías y el pueblo o la minoría oligárquica transnacional y pro yanqui…; el tema es de quién es la propiedad, si del pueblo, las mayorías, o si es de la minoría corrupta y plegada … al imperialismo yanqui”. En este sentido, vacunar a los jóvenes ideológicamente contra los elementos esenciales del patrón de vida que ellos consideran justos y necesarios, solo alcanzará a una minoría. Más prometedor sería identificar esos elementos, entrar en un intenso debate público, sobre todo con la juventud que es el punto más neurálgico, pero no el único que debería prender los focos de alarma (¡!), un debate al estilo de los parlamentos obreros de los noventa, y consensuar el modelo de consumo viable en este momento De la cibernética tecnológica y cognitiva sabemos que un problema sistémico detectado puede tratar de arreglarse (post festum) con regulaciones proporcionales, integrales o diferenciales. Más eficiente, por supuesto, es la normativización preventiva que es posible en eventos estadísticamente detectables. Ambos requisitos se cumplen en Cuba. Las dramáticas llamadas de atención de Fidel y Felipe se refieren a la regulación preventiva, es decir, la necesidad de tomar medidas antes de que suceda la muerte de Fidel; y las actitudes de la población cubana constituyen “eventos” estadísticamente medibles. . El tema decisivo: la propiedad y el excedente económico La percepción de la propiedad estatal productiva como algo alienado, semejante a la propiedad del capitalista, que se puede privatizar, se reafirma diariamente por el hecho, de que la gente no tiene incidencia real sobre su uso. Propiedad significa en la economía de mercado esencialmente, el derecho a enajenar activos económicos. Por bien o mal, esto no existe en Cuba. Pero el trabajador tampoco determina el beneficio de esta propiedad, su plusproducto, hecho por el cual tampoco sería poseedor. Al no ser propietario ni poseedor real de la propiedad productiva individual o colectiva, el productor directo no la protege. Dialéctica chicos,dialéctica! Para Marx, la modernidad contenía la posibilidad de su propia transformación, al crear las premisas para la constitución de individuos universales, agentes conscientes y críticos de la desenajenación de las relaciones sociales. Por eso identificó como sujeto de esa transformación a la clase obrera, por ser la única de todos los grupos oprimidos que no existía antes de la modernidad, sino que era ella misma un producto de la modernidad. La salida era pensada hacia adelante, no hacia atrás. Pero destaquemos que Marx cifra la esperanza de la revolución en una clase social producto de la modernidad capitalista, no en un grupo social pre-moderno , porque ha comprendido que la salida hacia adelante del entramada enajenante del capitalismo requiere de un sujeto capaz de proponerse y lograr lo que nadie anteriormente se había planteado: eliminar no sólo el modo de apropiación de la clase dominante anterior, sino incluso su propio modo de apropiación, y forjar uno radicalmente diferente. Creo que es esta perspectiva del análisis de Marx la que tenemos que retener. La gran burguesía en Cuba no se debe permitir ni se necesita permitir, porque el Estado ya la sustituye en sus funciones económicas. El complejo de innovación-producción-comercialización de biotecnología, por ejemplo, cumple las funciones de las empresas transnacionales (competitividad, innovación, capital) junto con contenidos de una economía más humana que la capitalista. Queda entonces, el problema de la pequeña burguesía, es decir, de la pequeña producción mercantil. Recordemos las advertencias de Lenin sobre esta clase, pero recordemos también: a) que en cierto momento histórico tuvo que implementar la NEP, con la certeza de poder controlar las tendencias burguesas mediante el enorme poder monopólico del Estado soviético En resumen: la situación de la pequeña burguesía en la URSS bajo Lenin fue totalmente diferente a la de la pequeña burguesía latinoamericana hoy y habrá que analizarla en concreto para saber hasta qué grado se pueda tolerarla o no. Acá yo disiento con el autor,si la pequeña burguesía es como ustedes,no servirá de mucho a la innovación del Estado. El tema no menos decisivo: la superestructura política Mantener al Partido único es posiblemente vital mientras dure la agresión imperialista, pero igualmente vital es dotarle de un carácter cibernético real, si se quiere evitar que el proyecto termine como la URSS y la RDA. No les parece maravilloso después de 47 años que un sistema pueda renovarse y superarse ,que tenga todas las chances de hacerlo??? a que no? no les parece no?, sabía que no les iba a gustar! Lenin, el partido único y la cibernética cognitiva Lenin, quién conceptualizó el partido del centralismo democrático sabía, por supuesto, que todo sistema de conducción política duradero tiene que garantizar tres flujos simétricos de información y debate real: a) entre las fracciones de la vanguardia o la cúspide del poder real, por ejemplo, del Buró Político y del Comité Central; b) entre estos centros de decisión y la elite informativa y política del país, que, en teoría, serían los cuadros medios y miembros del partido; c) entre la vanguardia, los cuadros medios y las masas. Esa calidad cibernética o retroalimentaria es fundamental para la optimización de la práctica de todo sistema cibernético cognitivo, como lo son el Estado, el partido y el ser humano. Del debate estratégico constitutivo están excluidas las mayorías y lo que ven en la televisión son discusiones tácticas o simples repeticiones de la visión oficial, proporcionados siempre por los mismos periodistas. A diferencia de lo que sucedió en la maravillosa experiencia de los parlamentos obreros, el ciudadano se convierte en espectador del proceso político-económico, no en su demiurgo. (eso de parlamentos obreros les suena medio trosko no?) ¿Cómo podemos garantizar el carácter vanguardista o cibernético de los sistemas de conducción que llamamos Estado y partido? El mismo Canciller entiende a fondo que la cibernética del Partido es la clave del futuro. Al explicar en su discurso, porque Cuba no ha caído como la URSS, cita a García Márquez:”La explicación de Cuba es que Fidel es al mismo tiempo el Jefe del gobierno y el líder de la oposición”. Felipe agrega: “Es el principal inconforme con lo hecho, el principal crítico de la obra y eso le da una peculiaridad a nuestro proceso.” La pregunta política de vida o muerte para el Partido Comunista es, por lo tanto: ¿Cuál será el sistema de dialéctica institucional que sustituirá el papel de dialéctica personal de Fidel? Me parece muchachotes que no correrá para el lado de la florida, asi que asi................ajo y agua! por otros 47 años,pero mejores! Matilda (de nada, ustedes se lo merecen y que quien sea les de el doble de lo que me desean!) PD: maribean, si vos no vas a dirigirte directamente a mi,algo que entiendo perfectamente-ya he dicho que soporto estoicamente las limitaciones de cada quien-decile a tu amigo, que por lo menos se atreva a firmar las cosas que tu dices que el dice.
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De: maribea05 |
Enviado: 06/01/2006 11:59 |
Respuesta de mi amigo, quien ejerce su derecho de no firmar, que es casi lo mismo que andar poniéndose nicks (con igual derecho), para preservar la identidad. -------------------
No voy a entrar en si eres "trostkista", ni en lo de "muchscotes". Lo que seas o cómo te definas me es antiflojitínico y el "estilo" de adjetivar con intenciones de descalificación no va conmigo. Lo siento.
En tu respuesta pasas de lo que dijo el Comandante a lo que dice (o propone) Pérez Roque y de ahí al análisis de Dietrich (creo que el apellido correcto es Dieterich, pero respeto como tú lo escribes, eso también me es antiflojitínico), sin que quede muy claro, por lo menos a mí, quién dice qué. Por tanto, comencemos por aclarar lo que propone "el canciller", como compara con lo de Dietrich, si alguno contradice al otro en algún momento, y si tiene sentido (es lógico) lo que proponen.
A continuación tus referencias iniciales a lo que propuso "el canciller" (referencias que coinciden con lo que recogió la prensa en general):
1. Mantener la autoridad moral de la dirigencia, mediante un liderazgo basado en el ejemplo y sin privilegios frente al pueblo
2. Garantizar el apoyo de la mayoría de la población, “no sobre la base del consumo material, sino sobre la base de las ideas y las convicciones”
3. Impedir que surja una nueva burguesía que “sería otra vez, si la dejamos salir, pro yanqui, pro trasnacional… No podemos caer en ingenuidades…; el tema decisivo es quién recibe el ingreso: si las mayorías y el pueblo o la minoría oligárquica transnacional y pro yanqui…; el tema es de quién es la propiedad, si del pueblo, las mayorías, o si es de la minoría corrupta y plegada … al imperialismo yanqui”
Mi humilde apreciación sobre lo anterior:
La "llamada" del "canciller" a que el liderazgo se mantenga sin gozar de privilegios es inconcebible después de 47 años de ejercer el poder sin que haya más nadie que los propios privilegiados que pueda señalar si hay o no privilegios, y quién sería y por qué un privilegiado (sin opotunidad de réplica), como bien señala Dietrich en su análisis.
Lo del "consumo material", además de serme contradictorio con lo que sugiere o propone Dietrich, también es contradictorio con lo que recomendó Soberón en las mismas sesiones de la Asamblea, aunque todo el mundo parezca (o quiera parecer) que está diciendo lo mismo.
Sería interesante saber sobre qué bases empíricas o "epistemológicas" (y acorde con qué principios marxistas) Pérez Roque concluye que cualquier "nueva burguesía sería otra vez, si la dejamos salir, pro yanqui, pro trasnacional". Burguesía que jamás define, ni describe (ni aclara de dónde y cómo surgiría). Tampoco limita, "el canciller", lo de burguesía a "la gran burguesía" a que se refiere Dietrich. De hecho, el único asomo de "burguesía" que puede haber en Cuba en estos momentos es bien "pequeña": es la burguesía de "los cuentapropistas". Unos individuos dedicados a prover los servicios que Dietrich considera deben ser dejados a los particulares. Mucho menos menciona "el canciller" cómo se impediría que surgiese tal burguesía, ¿será manteniendo los privilegiados "sin privilegios" la propiedad y control, total y exclusivos, no sólo de los medios de producción, sino de los bienes de consumo, los canales de distribución de tales bienes y sobre los centros decisionales y de control (o supervisión) que determinan lo que se produce y se consume, por quién, cuándo y cómo, y cómo se remunera a los que presten un servicio, realicen alguna labor o tengan alguna necesidad? Por lo menos eso es lo que se desprende de los recientes ataques verborreicos contra los cuentapropistas, por parte del régimen y del propio dictador, y es lo que ha estado pasando durante los 47 años que dura ese régimen... y bajo el mismo "director".
Continuando con la confusión (la práctica de meter lo que dice uno detrás de lo que dice otro, sin aclarar quién está "hablando" en ese momento), pasamos de "la propuesta" del "canciller" a lo que recomienda Dietrich: "entrar en un intenso debate público... un debate al estilo de los parlamentos obreros de los noventa, y consensuar el modelo de consumo viable en este momento..." Puede ser que mi defectuoso manejo de la "dialéctica" interfiera por algún lado pero, ¿en que momento "el canciller" plantea debate público alguno? En adición, se me hace difícil entender cómo se puede llegar o dar tal debate con un gobierno que, según el propio Dietrich, ha impedido el mismo durante los 47 años de existencia que tiene.
Claro que, según coincides con Dietrich, "algunas falencias podrían haberse evitado... poniendo en práctica la democracia directa y participativa". Ese ha sido, precisamente, el problema desde el primer día, y ahora, 47 años después, ¿los que crearon e impusieron esa "realidad", desde el mismo primer momento, van a poner "en práctica la democracia directa y participativa"? ¡Por favor!
Cuando aclaremos estos puntos (si es que lo logramos) que me parecen básicos y fundamentales, podríamos entonces pasar a otros temas como Marx, la modernidad, Lenin, y hasta "la cibernética tecnológica y cognitiva". Me parece que meter todo eso en el mismo cubo (o batea) sólo serviría para crear más confusión, especialmente para aquellos lerdos como yo que no manejamos adecuadamente la diálectica o la epistemología.
Saludos |
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De: maribea05 |
Enviado: 06/01/2006 17:59 |
Cuba casi postcastrista: los perros ladran porque tienen miedo Por Eugenio Yáñez Analista, economista y un especialista en la realidad cubana. Ha publicado varios libros y junto a Juan Benemelis es autor de "Secreto de Estado. Las primeras doce horas tras la muerte de Fidel Castro" (Benya Publishers, Miami, mayo de 2005) Colaboración
Si ya es bastante lamentable para todos los cubanos, de aquí y de allá, haber padecido cuarenta y siete años de férrea dictadura, el colofón más trágico que pudiera traernos el porvenir sería que personajes con criterios como el canciller Felipe Pérez Roque, o la “intelectualidad” de una izquierda internacional anquilosada, fueran los determinantes en el diseño de la sociedad del futuro en nuestra Patria.
Si la enclenque legitimidad del dictador para mantenerse medio siglo en el poder sin tener en cuenta la opinión de la mayoría de la población, nunca expresada en elecciones libres y transparentes, se basa en una autoridad moral que tuvo alguna vez al capitalizar en su persona el emblema de la lucha contra la tiranía, y que perdió desde el momento en que transformó los objetivos de esa lucha popular en una obsesión por el poder absoluto, la autoridad que pudiera emanar de adláteres y amanuenses designados a cargos públicos en función del servilismo y la pusilanimidad, es simplemente inexistente.
Para nadie es un secreto que el dictador no es eterno, y que a pesar del PPG, mariscos y esteroides, ya sus avanzados 79 años de edad y su estado de salud acercan cada día más el momento en que la barca venga a recoger sus restos, que tal vez por algún tiempo quizá estén en mausoleos de gloria hasta su destino final en el estercolero de la historia.
Los planes de sucesión, si los hubiera, son tan confiables y exactos como los de producir diez millones de toneladas de azúcar, o más leche de vaca por unidad de tierra que Estados Unidos, o crear una potencia médica, o ingresar miles de millones de dólares exportando los productos de la biotecnología.
Si el futuro “sucedido” deliró de esa manera, el sucesor designado tiene visiones tan geniales como en 1960 sobre los que abandonaban el país: “que se vayan los cobardes, los que no tienen fe… pidiendo perdón los veremos a las puertas de nuestras embajadas”; y sus delirios pueden ser muy “tremens” tomando en consideración lo que se comenta en Cuba y el exterior sobre su excesiva afición etílica.
Con la salud demasiado deteriorada, cerca de 75 años de edad, y Hugo Chávez aspirando a indiscutido líder continental, con la economía del país en ruinas, toda la población desencantada, y una nomenclatura demasiado interesada en salvar pellejo y migajas para preocuparse por algo más, el sucesor designado no parece muy dispuesto a echarse sobre los hombros la tarea de recoger la antorcha y transitar la próxima etapa, y si no le queda más remedio que hacerlo será temporalmente, como capitán del buque que se hunde, que desea que se puedan utilizar los botes salvavidas, pero que sabe que no puede impedir el naufragio.
Los gritos de Pérez Roque, Hassan Pérez y compañía a preservar el legado, no son tambores de guerra revolucionaria, sino súplicas de plañideras que saben que no caben dentro del verdadero círculo del poder inmediato postcastrista, y quieren otra cosa para proteger sus posiciones. Y es que ese círculo cerrado de poder inmediato que ya es, inventando la palabra, “pre-postcastrista”, viste de verde-olivo, porta varias estrellas en los hombros, acumula expedientes y combates de tres o cuatro décadas, y tal vez no les gusten estos nuevos “cuadros” de ascenso meteórico ni para ordenanzas o choferes.
En realidad, a pesar de apariencias, gritos y bravuconadas, del avance de la izquierda en América Latina y las fábulas numéricas de la economía y estadística gubernamental, toda la nomenclatura sabe que tras la muerte del déspota viene tarde o temprano el caos y el derrumbe del castillo de naipes, y muchos están sobrecogidos: casi todos los dispuestos a ordenar que los tanques masacren cubanos carecen de la autoridad necesaria para ser obedecidos; del otro lado, muchos de los que tienen poder para desatar los perros de la guerra no están dispuestos a hacerlo a las órdenes de un Pérez cualquiera, aunque sea un Pérez Roque.
Como hubiera dicho Lenin, quien ya no es citado ni por los comunistas, si los de arriba no pueden y los de abajo no quieren, entonces en Cuba hay lo que se llama una situación revolucionaria. Situación que, como en la legendaria fiesta cubana de El Guatao, tal vez alguien sepa como empieza, pero ¿quién sabe como acaba?
La dictadura castrista ha sido sui-géneris, única, irrepetible. Si Castro hubiera necesitado del Vaticano para perpetuarse en el poder hubiera convertido en monaguillos y monjas a todos los cubanos. Como necesitó de los soviéticos quiso convertirlos en comunistas domesticados, lectores de Sholojov y adoradores de Pushkin, como ahora no le preocupó convertirlos en sirvientes de turistas, jineteras y siervos de inversionistas mercachifles.
El totalitarismo castrista tiene el triste honor de ser mucho más sutil y sofisticado que el europeo o asiático. Stalin y Caesescu se apoyaban en la fuerza bruta porque no tenían las dotes personales de liderazgo que caracterizan a Fidel Castro, quien en realidad nunca ha sido un comunista clásico.
A pesar de su solemne auto-proclamación de marxista-leninista y de su leyenda de revolucionario, su sistema de poder combina los modelos totalitarios del comunismo con fuertes dosis de personalidad autoritaria, que recuerdan a Franco o Mussolinni mucho más que a Lenin o Mao. Como el fascista italiano, buscó en guerras africanas victorias que no le eran posibles en su continente, y no logró obtenerlas. Como el caudillo español, creó un movimiento político para ponerlo a su propio servicio, sometió a todo el país bajo su regla y se aferra al trono hasta la muerte natural, pero a diferencia del falangista, y gracias al apoyo soviético en recursos, armamentos y dinero, no quiso ni necesitó sentar las bases de un serio desarrollo económico del país.
Castro nunca fue el oscuro dirigente comunista de turno en Europa oriental, con traje gris y sombrero, mirando hacia Moscú en busca de la seña del día o la sonrisa bolchevique, sino un líder de extraordinario carisma e impactante personalidad, pragmático y sutil, que ha sabido jugar el juego del poder absoluto durante cuarenta y siete años y pasar por muy difíciles situaciones sin ceder un ápice en su concepción absolutista.
Soportó más de diez años de casi absoluto aislamiento en el continente americano sin dejar de enviar guerrilleros a todos los países de América Latina. Se las ingenió para llegar a presidir el Movimiento de los No Alineados y reunir en La Habana decenas de líderes tercermundistas mientras sus Fuerzas Armadas combatían en Angola y Etiopía.
En dos ocasiones creó serios problemas a Estados Unidos con las emigraciones masivas de 1980 por Mariel y de balseros en 1994, trasladando a su adversario lo que hubiera sido la explosión de la caldera en su país.
Arriesgó la sede de la Cumbre Iberoamericana antes que permitir que cuatro disidentes declararan que la patria puede ser de todos y no solo del Comandante en Jefe y su Partido.
Discute en público sobre base ball o boxeo con la misma intensidad que sobre ingeniería genética y resonancia magnética nuclear; no importa si en realidad sabe lo que dice o se lo imagina: es capaz de convencer a muchos con su interminable verborrea, y de agotar a todos.
Hace como si escuchara con atención a los prestigiosos líderes de muchas naciones que le aconsejan cambiar y abrirse a las nuevas realidades: les responde con su peculiar código de parecer que promete y protegerse con la negación plausible, y sigue haciendo lo que le parece.
Para el Comandante en Jefe no hay sentido del límite o la ética en lo referente al poder. No le interesa el ‘team-work’: no utiliza colaboradores, sino simples asistentes que corren con prontitud a transmitir sus órdenes y asienten dócilmente ante cada frase del ‘Máximo Líder’. No pueden mostrar capacidad, creatividad o iniciativa sin arriesgarse a ser sustituidos de inmediato o tener un final más triste o peligroso.
El poder del autócrata es unipersonal, absoluto y total: no se comparte ni en migajas. Y es omnipresente y total: decisiones sobre el monto de la deuda externa, comprometer tropas en misiones ‘internacionalistas’, la asignación de recursos para la salud pública, donde sembrar matas de plátanos o café, quién puede integrar o no un equipo deportivo, como se distribuyen las bicicletas o las ollas de presión…
No importan el Partido, el gobierno, los planes de la economía, las leyes o los presupuestos. Lo que se oponga a su voluntad y su decisión se modifica, se elimina, o simplemente se ignora. Y todo debe llevar su impronta personal, que es lo mismo que decir la de la patria y la revolución, pues todo se ve y se presenta como la misma cosa.
Este no es el totalitarismo aburrido de Gomulka o el inmovilismo inútil de Chernenko. Castro lo mismo concentra cientos de miles de cubanos en la Plaza de la Revolución para homenajear a Leonid Brezhnev que al Papa Juan Pablo II. Decenas de miles de cubanos se aglomeran en las calles habaneras para recibir lo mismo a un Primer Ministro electo democráticamente en Suecia, España o Canadá, que a un sanguinario dictador irakí o etíope.
Esto es completamente diferente al comunismo clásico o al totalitarismo conocido en el mundo comunista: es castrismo puro y duro, exclusivo, incomparable. Es la revolución del castrismo, por el castrismo y para el castrismo. No hay otra palabra para definirlo: es simplemente castrismo y nada más que castrismo.
Y “cuando al fin la parca levante sus alas negras”, ¿quién y como fotocopiar el modelo, el estilo, la exclusividad?
No hay manera de mantener esa mano de hierro sin ese carisma y esa obsesión por el poder, capaz de destruir la nación como lo ha hecho por su ambición y su megalomanía. No hay manera de evitar el derrumbe de la falacia revolucionaria.
Las tres condiciones que plantea Felipe Pérez Roque para garantizar la continuidad son precisamente tres de las condiciones fundamentales que han llevado a Cuba al desastre en estos cuarenta y siete años. La segunda parte de este artículo analizará esas condiciones.
El sucesor, quienquiera que sea, tiene dos caminos: el suicidio o la apertura, aún contra su voluntad. Como ningún posible sucesor de Fidel Castro en Cuba es un fundamentalista musulmán, el suicidio se descarta.
Queda la apertura. No inmediata, por supuesto: primero hay que asegurar la retirada, la piñata, y garantizar alguna forma de impunidad. Es tarea del sucesor: no será una actitud digna, moral ni patriótica, por supuesto, pero no se puede esperar otra cosa del sucesor. Y aunque no nos guste, realmente no resulta fácil impedirlo.
El camino de Cuba hacia la luz debe corresponder abrirlo al sucesor del sucesor, quien no necesitará esperar a la muerte del primer sucesor para reemplazarlo, tal vez hasta “por motivos de salud” o de manera “amistosa”, pues éste ya no será un “máximo líder” sino un dirigente en funciones.
¿En qué plazo ocurrirán estos posibles escenarios tras la muerte del tirano en Cuba? Difícil saberlo. No será en dos semanas, pero tampoco en dos años, porque las presiones internas y externas serán, para decirlo con una frase cubana, “demasiado para un solo corazón”.
El salto brusco de la oscuridad absoluta de la dictadura a las luces de la democracia total en Cuba podría dañar demasiadas pupilas, y si fracasa ese intento vuelve el peligro del caudillo providencial.
Nuestro camino hacia la democracia es inevitable, pero es posible que entre la dictadura absoluta y la democracia total en una Cuba libre haya que pasar inevitablemente por un período de “dictablanda”. ---------------- Fuente Noticias de Ultimo Minuto http://www.disidenteuniversal.org/08noticias/noticias_ultimo_minuto.htm |
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De: maribea05 |
Enviado: 06/01/2006 17:59 |
¿Será ésta la burguesía a la que se refiere el flamante, inteligente, brillante, joven y prometedor canciller cubano (el subnormal recogebolas de Pérez Roque)? ------------
Cuba: Condenas de hasta 20 años de prisión para funcionarios corruptos Varios directivos de la Empresa Municipal de Comunales de Holguín estaban involucrados en una trama que estafó más de seis millones de pesos cubano (unos 250.000 dólares) a las arcas del Estado EFE / La Habana
Un tribunal cubano impuso penas de entre seis y 20 años de prisión a un grupo de funcionarios acusados de estafa en la ciudad de Holguín (oriente de Cuba), informó hoy el diario oficial "Juventud Rebelde".
Varios directivos de la Empresa Municipal de Comunales de Holguín estaban involucrados en una trama que estafó más de seis millones de pesos cubano (unos 250.000 dólares) a las arcas del Estado, según el diario.
Los funcionarios condenados realizaban compras ficticias de plantas y árboles para la ciudad de Holguín y se repartían las ganancias con los productores y los agricultores que las vendían.
Las investigaciones sobre el fraude se prolongaron durante un año, entre noviembre de 2003 y el mismo mes de 2004, y los detenidos fueron condenados el pasado octubre, explicó hoy el diario.
La principal responsable de administración de la empresa fue condenada a 20 años de prisión, los dos administradores que colaboraban con ella a 18 y 15 años y el resto de los acusados a 10 y seis años de cárcel.
El Gobierno se ha volcado en una campaña contra la corrupción comandada por el líder cubano, Fidel Castro, que está dispuesto incluso a emplear tecnología satelital para controlar que hasta los vehículos oficiales cumplan con sus itinerarios.
La batalla contra la corrupción cobró fuerza el pasado año, cuando Castro ordenó la sustitución de miles de empleados de gasolineras por jóvenes trabajadores sociales cuya labor destapó un fraude próximo a los 100.000 dólares diarios.
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Fuente Noticias de Ultimo Minuto http://www.disidenteuniversal.org/08noticias/noticias_ultimo_minuto.htm#301
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caballero, pero cómo ha dado gusanos burgueses este castrismo!!! 47 años criando burgueses corruptos!!! O es que estaban en estado de hibernación desde antes del 58? |
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De: maribea05 |
Enviado: 10/01/2006 13:05 |
Bueno, aquí pongo lo que dicen algunos otros argentinos ;-)
======== La Nueva Provincia Bahía Blanca Argentina
Editorial Castrismo
Hoy celebran en La Habana, con un gran desfile, el 47º aniversario de la toma del mando por Fidel Castro. ¡47 años de dictadura... sólo Luis XIV lo ha superado!
Simultáneamente, en New Jersey (Estados Unidos), el Cuba Archive Project, un grupo binacional de investigadores universitarios, ha dado a conocer la lista de 9.240 personas asesinadas por el régimen castrista, con la esperanza de terminar el trabajo puntualizando las prisiones y torturas ejercidas sobre otras 77.000 personas en la isla, con casos famosos como el del poeta Valladares; la monja Aida Pérez, aprisionada y muerta de infarto bajo la tortura; y los tres hermanos García Thompson, que llegaron a refugiarse en la embajada del Vaticano, pero terminaron en manos del gobierno, que los mandó fusilar.
O la familia de Lasso Pastrana, que murió devorada por los tiburones tratando de escapar en canoa a la marina cubana...
Para no hablar de la doctora Hilda Molina, con familia en Buenos Aires, reclamada por Rafael Bielsa y olvidada por Néstor Kirchner en su ditirambos a Fidel.
La cifra de cubanos asesinados coincide llamativamente con la ampliamente divulgada aquí, sobre víctimas de la guerra antisubersiva, en el informe "Nunca Más", que ahora deberán estudiar los militares en actividad, por instrucciones de la nueva ministro Nilda Garré.
Cabe preguntarse si la flamante secretaría de Derechos Humanos del ministerio de Defensa va a dar a conocer también éste flamante estudio sobre las violaciones de La Habana, como dijo María Werlau, secretaria del Archive, "para que el mundo conozca la magnitud de la tragedia cubana".
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Noticias de Ultimo Minuto 1/10/06 http://www.disidenteuniversal.org/08notici..._minuto.htm#106
(y más noticias)
Por cierto, hay un comentario de Mafalda que a mí me apasiona: "La culpa de todo la tiene el carisma de las pautas coyunturales" ;-)))))
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De: mfelix28 |
Enviado: 11/01/2006 05:59 |
Maribea: Mire, un ejemplo de porque no se puede debatir con Uds. El artículo de Pablo Alfonso, paret de la siguiente premisa: "Sentía curiosidad de saber por qué Raúl Castro, el número dos del régimen, heredero designado de la dictadura cubana, estaba ausente de las importantes actividades oficiales celebradas en Cuba durante todo el mes de diciembre." Ya partir de aquí dibuja una compluicada teoría. Pero parte de una falsedad. Raúl castro, estuvo todo lo presente que se peude estar. Pon en Google "Raul Castro" pulse "Noticias" y verá que:
28 de Diciembre: recibe a delegación militar rusa 27 : Asiste a funeral por Antonio Gomez, antiguo combatiente, en P. del Río 9 : Recibe en el aeropuerto a Fidel que venía de Barbados
Si me pongo a mirar el Granma seguro que encuentro más. Seguro que sale más veces que Cheney.
Ahora espero que me diga que "no me interesa debatir" " que busco cualquier excusa" pero , no me molesta, ya estoy acostumbrado. |
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De: mfelix28 |
Enviado: 11/01/2006 12:00 |
Es curioso Matilda, como día a día, el "exilio" distorsiona el lenguaje. Se "asombran" de que haya criticas y criticos dentro del gobierno cubano. Te puedes asombrar una vez ¡ coño! Pablo Milanes critica, otra "carajo, esta Celia Hart, lo que dice" hasta del mismo Fidel cuando critica, y solo hablo de lo que leen en su prensa, si leen una revitsa cubana de economia, Cuba Siglo XX se infartan. A punto estuvieron cuando se enteraron de la religiosa Vitral. Pero confunden lo "asombroso" con lo "cotidiano". Creo que es que deben creese sus "teorías" y de eso se asobran, que no sean verdad. Pero así es la vida, y con esos mimbres hay que hacer el cesto. Saludos |
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