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General: En Miami ponen grilletes a niños de 13 años
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| De: mfelix28 (Mensaje original) |
Enviado: 19/03/2006 20:39 |
Jóvenes son arrestados por faltas menores
PETER BAILEY
The Miami Herald
El llanto incontrolable de Tonia Green llenó la pequeña sala, provocando que las miradas de todos los presentes se enfocaran en su hijo de 13 años que estaba de pie con esposas en las muñecas y los tobillos.
''¡Juez, por favor, la escuela ni siquiera me avisó!'', suplicó Green. ``Lo que hicieron fue llevarse a mi hijo como si fuera un criminal''.
La acusación contra el muchacho: patear a otro estudiante durante una pelea en la escuela.
Lester Langer, juez de la Corte Juvenil de Miami-Dade, le echó una ojeada a los documentos sobre el muchacho, señaló una fecha para el juicio y ordenó que el adolescente fuera puesto en libertad bajo la custodia de su madre.
''¡Oh, Dios mío, gracias'', suspiró Green.
Minutos después la escena se repitió de nuevo, esta vez con una angustiada Hailaine Jerome que saltó de júbilo después que Lester accedió a liberar a su hijo adolescente, que también estaba en la corte por haberse mezclado en una riña. Langer dice que tanto su sala como otras salas del Centro de Detención Juvenil están cada vez más llenas de casos de muchachos arrestados por faltas menores; sobre todo a medida que los funcionarios escolares ponen en práctica una política de cero tolerancia cuyo fin es controlar la violencia en las escuelas.
''Los jueces de la corte juvenil están viendo un sinfín de casos sucedidos en las escuelas que podían haberse resuelto en los planteles, como peleas en el patio y chicos comportándose indisciplinadamente en las aulas'', dijo Langer, que desde 1992 ocupa ese cargo y trabaja en la corte juvenil desde 1997.
Hace años, antes de los temores que desató la masacre de la escuela Columbine en 1999 en Denver, Colorado, cualquier conducta indisciplinada terminaba por lo general en la oficina del director, donde el chico era castigado. En la actualidad, muchos incidentes con frecuencia terminan en el Centro de Detención Juvenil, una medida muy distinta, que puede alterarle la vida al muchacho y, en ocasiones, mancharlo con antecedentes penales.
En el curso escolar 2004-2005, la policía de las escuelas de Miami-Dade arrestaron a 2,484 estudiantes, según indican las cifras que manejan los distritos escolares. Sin embargo, sólo 12 por ciento de estos arrestos fueron delitos graves que tuvieron que ver con drogas o con armas, dos de las principales razones que impulsan las medidas de cero tolerancia.
La mayoría de los arrestos, alrededor del 70 por ciento, fueron por conducta desordenada y un sinfín de delitos menores, como graffitis, y perturbar la paz, de acuerdo con los documentos más recientes disponibles.
Cincuenta y cuatro por ciento de los estudiantes arrestados eran afronorteamericanos, a pesar de que los estudiantes negros sólo componen el 28 por ciento de los adolescentes matriculados en el distrito.
Langer y otros miembros de la Corte de Justicia Juvenil del Onceno Distrito han hecho campaña con los líderes escolares con el objetivo de buscar otra alternativa que no sea arrestar a los estudiantes. El pasado noviembre, la Junta Escolar de Miami-Dade aprobó una iniciativa de citaciones civiles que, según los funcionarios, podría hacer que disminuyan la gran mayoría de los arrestos.
''Por ley, podemos arrestarlos, pero si el problema se analiza con la conciencia, ¿realmente tenemos que arrestar a estos chicos?'', preguntó Gerald Darling, jefe de policía escolar al referirse a la iniciativa.
Bajo el programa, los funcionarios podrían entregar a los estudiantes citaciones civiles por pequeñas faltas como altercados menores, conducta indisciplinada e invasión de propiedad. Las citaciones se entregarían de acuerdo a lo que determine la policía, que se guiaría por un reglamento, expresó Darling.
Cerca de 1,000 de los arrestos del año pasado podrían haberse manejado con una citación civil, afirmó el jefe de policía. Darling recalcó que quiere que a la hora de disciplinar a los estudiantes, las esposas se utilicen sólo como un recurso de última hora.
''Los estudios más recientes indican que los arrestos y los programas para atemorizar a los chicos no los ayudan realmente. Se ha demostrado que no son eficaces'', observó Darling.
De igual modo, Darling expresó que hasta ahora en el curso escolar, los arrestos en general en las escuelas han disminuido en todo el distrito, sobre todo en incidentes en los que han participado varones afroamericanos.
En la secundaria Homestead Senior, donde los estudiantes dicen que la seguridad había sido una gran preocupación, la filosofía de Darling ya ha comenzado a funcionar.
''Nuestro primer paso es enseñarle a los muchachos que no somos policías violentos'', apuntó Clyde Dozier, que llegó al recinto escolar en agosto pasado.
A la hora de almuerzo, Dozier recorre el patio principal y se reúne con los estudiantes. Se pone a discutir el último problema del futbolista Ricky Williams. Apenas en unos pocos minutos, algunos de los estudiantes se sienten a gusto con el fortachón policía.
''La sociedad programa a los chicos a desconfiar de los policías. Los muchachos tienen que comprender que no hay nada de malo en que se hagan amigos de un representante de la ley'', señaló Dozier.
De cualquier modo, es una tarea muy difícil tratar de relacionarse con estudiantes que están acostumbrados a otro tipo de relación.
''A muchos estudiantes no les agradan los policías por desagradables experiencias pasadas'', dijo el estudiante Armando Crespo.
Sin embargo, el nuevo método parece haber logrado éxito en la escuela de Homestead.
De septiembre a diciembre, la escuela informó haber realizado 26 arrestos, una cifra menor que los 62 arrestos que tuvieron lugar el año pasado durante el mismo período.
Desde la tragedia que sucedió en la secundaria Columbine cerca de Denver, en las escuelas de todo el país se han implementado medidas de cero tolerancia. No obstante, los defensores de los adolescentes argumentan que a menudo la policía ''criminaliza'' a los menores al convertir pequeños incidentes en delitos más serios.
''Los distritos escolares han estado delegando su responsibilidad de la disciplina en las escuelas a la policía'', hizo constar Jim Freeman, abogado de la organización Advancement Project, un grupo cívico de Washington, D.C. que se dedica a estudiar los problemas de cero tolerancia. Freeman dejó claro que se han analizado casos en los que se han arrestado a chicos sólo por tener píldoras Midol y cuchillos para untar mantequilla. Las medidas de cero tolerancia traen como resultado un mayor número de muchachos con antecedentes penales. Por lo general, el primer paso es llevarlos al Centro de Detención de Miami-Dade, que de acuerdo con algunos funcionarios, es un paso que debe evitarse a toda costa.
''Antes de terminar allí, los chicos deben haber hecho algo en las escuelas'', señaló Robert Sheppard, ex asistente del superintendente, que recientemente fue trasladado al Centro de Detención del Condado de Palm Beach County. ``No se trata de un centro de rehabilitación''.
Sin embargo, es la inocencia que se le arrebata a los jóvenes lo que molesta y preocupa a algunos funcionarios de justicia. Cerca de 10 por ciento de los estudiantes arrestados en el 2004 tenían 12 años o menos.
''Es realmente dañino esposar a un chico menor de 12 años'', concluyó Wansley Walters, director del Centro de Evaluación Juvenil del Condado Miami-Dade. ``Se trata de algo que podría causarle un daño psicológico permanente''.
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De: tango |
Enviado: 21/03/2006 22:57 |
Felix, para mi ese articulo solo sirve para limpiarse el.... Solo, que como tengo estos rollos en casa, no me hace falta...... Tango |
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