inSurGente.- Los lectores deben saber que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es una organización no reverenciable a pesar de su pomposo nombre que parece aludir –sin razón alguna- a sesudos intelectuales y sociólogos, profesionales o estudiosos de la comunicación. En realidad la SIP no es otra cosa que la patronal de los media, la organización empresarial que agrupa a los propietarios de las grandes transnacionales de la información. Dicho en nuestro lenguaje insurgente, la SIP es Falsimedia, o mejor dicho, una de las secciones regionales de la misma. En su último informe estos responsables del golpe mediático-militar, del boicot emopresarial y el sabotaje petrolero, y de la guarimba, se han despachado a gusto con su enemigo el pueblo venezolano y contra el gobierno bolivariano de Chávez. En nuestras sociedades capitalistas los grandes medios de comunicación tienen la función primordial de garantizar la perpetuación del sistema.


El informe del SIP sobre Venezuela es en cualquier caso ejemplar. Explica con claridad que los grandes consorcios empresariales denominan libertad de prensa a su libertad ilimitada para manipular de todas las maneras posibles la información, engañar a los ciudadanos indefensos ante el monopolio informativo, y fabricar la opinión pública. Ese es el criterio fundamental que estructura el trabajo de los dóciles profesionales de los medios.

Agencias.- La SIP condenó violación de libertad de expresión en Venezuela

La SIP condena  “la violación de los artículos 57 y 58 de la Constitución, relativos a la libertad de expresión y el derecho a la información por parte del régimen” venezolano.

El organismo también mostró su rechazo a las agresiones y acciones de intimidación que contra los medios de comunicación social “independientes” y periodistas que vienen ocurriendo en el territorio venezolano.

La SIP resolvió además enviar una misión de observación, para conocer de manera directa la situación de la libertad de Expresión e información en Venezuela.

Anticipándose a la resolución de condena, aprobada este lunes, el diputado a la Asamblea Nacional, Daniel Hernández, expresó el pasado sábado el rechazo a la propuesta contra el gobierno de Chávez.

Hernández consideró que "hay una campaña" del Gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para "aislar a Venezuela del contexto global, pues se le acusa de ser un factor de perturbación de la región porque supuestamente estaría exportando la revolución bolivariana a partir del ingreso petrolero". 

 

Cuando se darán cuenta de que es LA GENTE, EL PUEBLO que sostiene los rumbos de una revolución?

Durante su intervención en la cita de la SIP, el vicepresidente de la Comisión de Libertad de Expresión en representación de los medios privados de Venezuela, David Natera, dijo que en su país hay amenazas estructurales a la libertad de expresión y que en los últimos seis meses se han producido nuevas violaciones a la libre información.

En el informe, Natera enumeró una larga lista de supuestos atropellos a periodistas. Reformas al Código Penal y a leyes que regulan a la radio también forman parte, según Natera, del "retroceso" que, asegura, ha experimentado la libertad de expresión con Hugo Chávez como presidente.

Mencionó, por ejemplo, lo que calificó de "hostigamiento estatal" a las emisoras Globovisión y a Radio Caracas Televisión, así como al diario El Nacional.

Natera, que es también director del diario Correo del Caroní, informó de que el pasado 8 de marzo el diario La Región fue atacado por desconocidos, y que se han dado varios casos de impunidad en delitos relacionados contra la libertad de expresión.

En la reunión de la SIP, Marcel Granier, de Radio Caracas Televisión, denunció que en los últimos seis meses se ha registrado el asesinato de un periodista, que se suma a los cinco más que había denunciado en la anterior reunión de la SIP, en México.

Garnier comentó que el Estado, que antes manejaba una emisora de televisión y otra de radio, ahora controla cuatro cadenas televisivas y más de 500 emisoras de radio, lo que genera una "concentración excesiva" de medios de comunicación.
Ninguno de los dos representantes de los medios privados de Venezuela mencionó al parecer el caso de la periodista y directora de diario, Patricia Poleo, activista del golpe de abril, y organizadora e inspiradora del asesinato del fiscal Danilo Andersen que investigaba precisamente las responsabilidades en ese golpe. Tampoco se refirieron los empresarios venezolanos al papel de la prensa en el largo proceso de desestabilización, su construcción del guión mediático-operativo que sirvió tanto para generar la información durante el golpe del 11 de abril, como para fijar los objetivos inmediatos a los golpistas, y desarmar a los ciudadanos que apoyaban a Chávez.
Los empresarios de la comunicación enfocaron todas sus críticas contra la ordenación del derecho ciudadano a una información veraz que está prevista en la constitución bolivariana y en la nueva ley reguladora de los medios. La libertad sólo corresponde a los propietarios.


Caracas, 20 mar (PL) El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, William Lara, consideró el informe presentado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) como una "sarta de mentiras" contra la realidad de Venezuela.

   En declaraciones a la prensa afirmó que en esta nación hay un alto grado de libertad de expresión e información.

   Agregó que esa sociedad (SIP) es de explotadores de periodistas que se hacen más ricos con el trabajo de los informadores venezolanos, y que pretenden presentarse como voceros traficando con la mentira para mal poner la democracia venezolana.

   Acerca de los periodistas de esta nación sudamericana que se encuentran detenidos explicó que "no están presos por ser periodistas", "no hay presos de conciencia", son civiles en procesos judiciales por delitos comunes.

   Es insólito que se pretenda hacer ver ante el continente que una persona procesada por el poder público por estafa, es el héroe de los periodistas venezolanos, y que otros que han difamado sean mártires del periodismo.
   
En Quito, el presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, utilizó un plenario de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) celebrado en esta capital, para lanzar la acusación -similar a otras expuestas por el gobierno norteamericano- ante medios de prensa de que en América Latina se desarrolla un movimiento político "concebido para demoler las instituciones democráticas de la región". Ha sido una referencia clara al “populismo” tal como lo denuncia Washington.

   ''Existe una evidencia, porque apesta, se huele en toda la región de un movimiento tratando de demoler las instituciones democráticas de nuestros países... y las pruebas están muy claras'',

aseguró.  ''Los movimientos populares tienen que existir, pero tenemos que ponernos de acuerdo acerca de los métodos democráticos para darle voz a los marginados y para cambiar democráticamente el destino de nuestra región'', expuso. 

La reunión de la SIP ha sido diseñada especialmente para atacar ese proceso criticado por Palacio, y especialmente a Cuba y Venezuela.