inSurGente (Norelys Morales Aguilera).- Desde el 23 de marzo de 2003, la comunidad de Esquel, provincia de Chubut, en la patagonia argentina le dijo NO A LA MINA, para oponerse a la trasnacional Meridian Gold que ha avanzado  con un proyecto minero de oro contaminante a sólo 6 kilómetros de la ciudad de 30.000 habitantes. En un plebiscito el 81% de los vecinos se pronunciaron con “conocimientos científicos, con amor por la vida, por la naturaleza y en contra del enorme robo al país que propician las leyes de minería”, según dicen en la página web creada por ellos (http://noalamina.org).  La Comisión de Vecinos explicó en sus comunicados que “vamos a pagarles 85 millones de dólares para que ellos se lleven 2.500 millones de dólares en oro” y se quejan de un artículo en un diario estadounidense que titulaba “La resistencia de un pueblo impide el desarrollo minero de Argentina”. A partir de la citada fecha todos los días 4 de cada mes la comarca marcha por sus derechos.


Los esquelenses volvieron a movilizarse en vísperas del Día mundial del Medio Ambiente, ahora también en contra del intento de Minera Huemules S.A., subsidiaria de la británica Patagonia Gold, de retomar la exploración del yacimiento de oro Huemules distante a 20 kilómetros de Esquel y a solo 7 del Lago Futalaufquen, en el Parque Nacional Los Alerces, aunque advierten que además afectará a los pobladores de Trevelin y Cholila. Al llegar a la municipalidad los vecinos alzaron numerosos carteles con la leyenda "EN HUEMULES TAMPOCO. NO A LA MINA" y exigieron con cánticos que no se permita la actividad minera y se cumplan las ordenanzas que prohíben la minería y el uso y transporte de sustancias para la misma, según reseñas en el lugar.

El yacimiento se encuentra en el ejido de Esquel y la empresa Minera Huemules cuenta con habilitación comercial otorgada por el municipio a pesar del masivo rechazo de esta comunidad. En un documento leído, los vecinos dijeron "que no vamos a permitir que vengan a contaminarnos y saquearnos, y les decimos -como a Meridian- que para la población de Esquel son personas no gratas. Queremos que se vayan, y que lo hagan de inmediato" y definieron a Patagonia Gold como la empresa "que pretende clavar sus garras en Huemules". Durante la concentración en la puerta de la minera, sobre el pavimento se pintaba "FUERA. NO A LA MINA" mientras que desde hace unas semanas un paredón ubicado en frente de las oficinas lleva la consigna "en huemules tampoco".

Los vecinos reclaman que se lleve a juicio oral y público a los directivos de Meridian Gold, debido a que el juez de Garantías, Jorge Criado, en lugar de elevar la causa a juicio, aceptó una moción consistente en un pago de dinero que ofrecieron por desobedecer el amparo ambiental que paralizó judicialmente el emprendimiento, tal como lo demostró la investigación de la fiscalía. La Cámara Penal local deberá decidir próximamente sobre la apelación hecha por la Fiscalía para llevar a juicio oral a los directivos de esa minera, según el diario local, los manifestantes también se solidarizaron con un pedido de libertad para los presos indígenas mapuches en Chile.

Estudios de Greenpace Argentina han estimado ganancias por miles de millones de dólares al costo de un alto impacto ambiental que en el largo plazo significarán otros tantos millones para recuperar los daños que de cualquier manera nunca serán remediados del todo. Robert Moran, un experto estadounidense en hidrogeología y geoquímica, convocado por dicha entidad recorrió la zona en el 2003 y dijo que “un proyecto de minería como el que se acomete en la Patagonia argentina no podría prosperar nunca en una zona similar a Esquel en ningún país industrializado del mundo. No sería políticamente aceptable en Canadá, en Estados Unidos o en Europa”. Aseguró además que “Toda la Cordillera es territorio rico en oro y plata. Si se permite este proyecto, no tengo dudas de que va a ser solo el primero de una larga serie”, advirtió.

En esos términos está dada la insurgencia de la pequeña comarca patagónica, que es una ciudad apacible y que recuerda las ciudades del viejo oeste estadounidense, pero que se niega a ser una estrella más de la bandera estadounidense situada sobre Esquel en Argentina, según han reiterado en sus comunicados.