Ciencia
El oro.
Mucho se habla del oro. En nuestro país la gente se preocupa porque nos “roban” el oro. Pero será el oro robado en nuestro país una gran novedad, o “el fin de la historia”. Realmente creo qué no. Tampoco podemos decir que sea bueno para un país perder el control sobre sus propios recursos naturales. Lo que se acaba de exponer, sin embargo, puede parecer contradictorio. Pero en realidad no lo es.
Para comprender esto veamos la naturaleza del oro: El oro en su estado puro, es una mina, explotable. La explotación de dicha mina es en su naturaleza, una empresa, la cuál debe de medir los conveniente e inconvenientes de su labor. Porque una mina de oro bien puede ser totalmente rentable como todo lo contrario.
De todos modos, el oro en su estado natural o en su forma “mina” bien puede ser propiedad privada o propiedad pública. No obstante, el oro hoy en nuestros tiempos modernos, en los cuales, la economía o el sector de la economía monetaria, han logrado un gran avance en la circulación de papel moneda, por consiguiente, el oro no tiene el mismo rol social que antes, aunque sí conserve su mismo valor intrínsico.
El valor del oro en este sentido, es usado en muchos países, cómo por muchos bancos, cómo valor reserva o valor acuñado. Es decir, en los términos económicos se puede decir qué es un valor sin poder de circulación, pero con valor de cambio. Esto significa que el oro puede ser valorizado por cualquier papel moneda, sea esté el dólar o el Euro.
A pesar de todo, los economistas modernos prefieren acuñar el oro en barras, qué, intercambiarlo por dinero moneda. Y la razón es, qué el oro acuñado puede ser valorizado y revalorizado en su forma nominal; dado que como ya sabemos los bancos son expertos en los valores nominales.
Pero dentro de todo esto, se debe de tomar en cuanta también, que determinada cantidad de oro acuñada, sólo puede beneficiar a un país, sí éste tiene una banca nacional independiente y una política monetaria propia. En nuestro país no hay cantidad de oro que nos pueda salvar, porque no tenemos una banca independiente ni una política monetaria propia.
De lo cual deducimos, qué la existencia de minas de oro en nuestro país, y la apropiación de las mismas o su “robo” en nada altera ni alterará nuestra situación de crisis económica. Pero en el sentido de la palabra “robo” debemos de ver sí en realidad es un “robo”. Así, si las minas son parte de una propiedad pública, se puede considerar un “robo” sí dicha propiedad se privatiza por debajo de su valor real; pero si dichas minas están en una propiedad privada y según nuestra constitución el Estado no tiene autoría jurídica, entonces, legalmente no hay ningún “robo” porque dichas minas no son del pueblo, sino de una entidad privada.
La empresa privada nacional por su parte es libre para vender sus minas a cualquier transnacional o empresa extranjera, sin qué esto constituya, legalmente hablando, “robo” alguno. Son en nuestros tiempos modernos, los vacíos legales, que las leyes neoliberales aplican a los países pobres.
El oro, sin embargo, en las economías modernas es aún menos imprescindible. Hoy más que nunca se cumple en toda su plenitud el “hallazgo” de la economía moderna, en la concerniente a la riqueza de una nación. A saber: la riqueza de una nación no está en el oro y la plata qué está tenga, sino en la sabia distribución de la fuerza del trabajo. En concreto, la riqueza de una nación está en el trabajo y su inteligente distribución o repartimiento, y no en dinero u oro.
Por lo tanto, nuestro país se empobrece más por lo miles de nuestros compatriotas que emigran anualmente qué por las perdidas de minas de oro. Nuestro más valioso oro es nuestro pueblo trabajador. Y el oro que perdemos, en realidad, es nuestra gente trabajadora, qué por culpa de la fuga de fuerza de trabajo y cerebros, está paulatinamente perdiendo la laboriosidad que siempre han tenido.
La gente nuestra: ¿por qué no se preocupa por el verdadero oro que perdemos en cada fuerza de trabajo que se nos va, por cada persona preparada que se nos va? ¿Será que nos menospreciamos a nosotros mismos?
La verdadera riqueza de una nación nos dice la economía moderna, está en la fuerza del trabajo. Entonces, lo que significa, con las fugas de fuerza de trabajo, perdemos mucho más que unos cuantos kilos, libras o quintales de oro. ¿Para qué no va a servir el oro, si ni siquiera banca independiente tenemos? ¡Si ni siquiera política monetaria propia tenemos!.
Elsantaneco