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General: EL PROFETA ARMADO!!
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: Elpidio3747  (Mensaje original) Enviado: 22/06/2006 23:39

El profeta armado
Trino Márquez

 
Jueves, 22 de junio de 2006

La imagen de Hugo Chávez apuntando con un fusil Kalashnikov a un supuesto invasor norteamericano, recuerda la estampa de aquel majadero que se enorgullecía de ser ateo, sin embargo, cuando le tocó navegar en un barco que en medio de una tormenta estaba a punto de naufragar, rezaba más que beata en novenario. Al verse interrogado por semejante incongruencia, el ciudadano de marras respondió: soy ateo, ¡pero en lo seco! En las mimas anda el teniente coronel de estos predios: alardea de ser muy valiente, pero eso sí con diez anillos de seguridad a su alrededor y en un terreno donde no se ve un marine ni con telescopio. De sobra se sabe que el coraje no es su fuerte. El 4-D fue derrotado sin que de su arma de reglamento saliera ni un solo disparo. El 11-A ordenó la aplicación del Plan Ávila frente a un pueblo indefenso. Cuando su autoridad fue desconocida por el alto mando militar sus lágrimas casi inundan Miraflores.

¿De dónde proviene ese gusto de la izquierda paquidérmica por las armas, los militares y la violencia? Si se rastrean las huellas se llega a la Revolución Francesa. Los jacobinos alentaron la violencia, primero contra la aristocracia y el clero, y luego contra los propios jefes de la Revolución. A partir de allí, el ala guerrerista de la izquierda revolucionaria mantiene un vínculo mellizal con la violencia. Marx la define en el Manifiesto Comunista como la “partera de la historia”. Luego de la experiencia de la Comuna de París, llega a la conclusión de que la violencia es la única vía para acabar con el capitalismo y el Estado burgués, y promover el tránsito al socialismo y al comunismo. Lenin le dedica largas apologías. Para el jefe bolchevique, el socialismo es la etapa en la que se impone la dictadura del proletariado, fase en la cual el uso de las armas y la represión actúan como un ariete para demoler a los adversarios. Trotsky forma el Ejército Rojo y se convierte en el icono de los líderes comunistas posteriores: Mao Zedong, Ho Chi Ming, Kim Il Sung, Pol Pot, Ernesto Guevara y, desde luego, Fidel Castro. El culto a las armas forma parte de los cánones de esa izquierda que desprecia la democracia, los derechos humanos, las libertades individuales y el Estado de Derecho.

Eso sí, esa misma izquierda revolucionaria siempre se cuida de denunciar la violencia de los demás. Marx se queja del militarismo del Estado prusiano. Lenin, del guerrerismo de los alemanes, incluso cuando el país teutón había dejado de ser imperio y se había convertido en república. Mao decía combatir la violencia de los japoneses y de los nacionalistas del Kuomintang. Ho Chi Ming se oponía al imperialismo de los franceses y de los norteamericanos. Castro descargaba su furia contra la dictadura militar de Fulgencio Batista. Sin excepción, todos justifican la “violencia revolucionaria” frente a la “violencia reaccionaria”. A esta escuela pertenece el hombre de Sabaneta.

¿Qué será de la vida de los antiguos pacifistas defensores de los derechos humanos que hoy militan en las filas del chavismo? Esos que se horrorizaron cuando Luis Herrera Campíns compró los F-16 y las lanchas anfibio. Todos, sin rubor, aplauden que el teniente coronel haya emprendido una carrera criminal y absurda para armar ese adefesio llamado la “revolución bolivariana”. Apelan a la coartada de una hipotética invasión norteamericana, que se produciría para detener el avance de los cambios que se están produciendo en Venezuela. Pretexto necio. Los Estados Unidos andan demasiado atareados con los conflictos del Oriente Medio, el terrorismo y, sobre todo, con ese norme cangrejo en el que se transformó Irak. Las verdaderas razones del militarismo chavista residen en otro lugar.

Los 100.000 fusiles Kalashnikov que Chávez compró forman parte de un paquete mucho mayor que incluye aviones, tanques, lanchas y barcos de guerra. Resulta que para librar una “guerra asimétrica” con los gringos, adquiere pertrechos militares que fabrican y venden las grandes fábricas convencionales, y que, además, pueden ser fácilmente detectados por los satélites espías norteamericanos. Lo que tendría que hacer el comandante criollo es mandar a fabricar en las miles de cooperativas financiadas por PDVSA, millones de “chinas”, arcos y flechas para que de verdad la guerra sea asimétrica y endógena.

El teniente coronel necesita armar hasta los dientes a sus milicias, para aumentar su capacidad de reprimir la oposición y de disuadir cualquier intentona en su contra, por parte de los numerosos adversarios que se ha ganado, tanto dentro como fuera del gobierno. Cuando sea preciso, los fusiles rusos apuntarán a la cabeza de los opositores y también a la de sus propios camaradas. Sorprende, por cierto que esos fusiles vengan sin el escudo de Venezuela y sin serial, dos distintivos que identifican las armas de la nación. ¿Será que el caudillo está pensando en exportar parte de ellos a otras regiones del continente, por ejemplo, hacia donde operan las FARC? ¿Será que la solidaridad con su hermano Evo Morales lo llevará a armar a los bolivianos para que puedan enfrentar una eventual asonada del ejército regular de ese país andino? La paranoia armamentista de Hugo Chávez está siendo financiada por los altos pecios internacionales del crudo. Ahora bien, ¿no sería mucho mejor para el país, y sobre todo para los grupos más pobres, que ese dinero se invirtiera en construir hospitales y escuelas, crear un sistema de seguridad social que les asegure a los trabajadores condiciones de vida dignas ante la vejez, una enfermedad incurable o un accidente que los incapacite? ¿No sería más conveniente para los venezolanos poder transitar por autopistas modernas y seguras, como las que tienen muchos países que carecen de petróleo? Desde luego que se aprovecharían más los recursos petroleros si se invirtiesen en crear empleos bien remunerados, educar, sanar y prevenir enfermedades, y modernizar el país en todos los campos. Pero el proyecto del autócrata no pasa por esos ejes. En el mundo bizarro en el que su mentalidad afiebrada habita, sólo hay espacio para guerras quiméricas. Allí no hay espacio para la democracia ni la modernidad.



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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: Elpidio3747 Enviado: 24/06/2006 05:59

Sin Chávez y sin chavismo
Daniel Romero Pernalete

 


La conducta alocada de Hugo Chávez le ha ganado ojeriza entre sus propias huestes. El rechazo internacional y el descontento endógeno alimentan la tirria contra el Cacique. El chavismo sin Chávez ha empezado a dar pataditas en el vientre del oficialismo.

Para quien personalice su indignación, un chavismo sin Chávez puede parecer una opción deseable. De bajo costo económico y social. No suscribo esa alternativa. Quienes le tejen la mortaja a Chávez son de su misma estirpe. Nacieron bajo su sombra y se amamantaron de sus desquiciamientos.

El chavismo no es la simple identificación emocional con un líder carismático. El chavismo se ha convertido en otra cosa. En una subcultura nacional perversa. En una forma de malinterpretar el mundo. Una manera viciosa de ejercer la política. Un modo de malvivir la vida. Con o sin Chávez

Ser chavista es creerse con el derecho a conectar las agallas a las arcas del estado. A través de las numerosos canales de la corrupción, para los de arriba. O a través de la limosna recurrente, para los de abajo.

Ser chavista es cubrir con una leve capa de preocupación social el afán egoísta por obtener atención y prebendas personales. No importa si se es ministro o dirigente vecinal. Si se lleva unas charreteras doradas o una franelita roja.

Ser chavista es criminalizar la disidencia. Demonizar al adversario. Creerse con licencia para matar política o moralmente. Y hasta físicamente. No importa si el verdugo se escuda en una toga o se esconde debajo de una boina roja.

Ser chavista es usar el cinismo como instrumento de trabajo. Mirar la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Utilizar una moral de goma para medir actitudes y comportamientos. No importa si el predicador tiene rango vicepresidencial o es un simple alcalducho.

Ser chavista es premiar la medianía y maniatar el ingenio. Exaltar bandolerismos y embadurnar derechuras. Alimentar el vicio y ahuyentar el talento. Liliputizar el entorno para sentirse Gulliver.

Ser chavista es no creer en el consenso, sino en la imposición. Es asumir que sus fines justifican sus medios. Es negar la democracia. Es gatear de espaldas al porvenir. Es vivir regurgitando viejas ideologías.

El chavismo como vicio ha hecho metástasis. Ha infectado todo el cuerpo social. Ha invertido los valores. Ha acelerado el proceso de descomposición del país. Y podrá seguir haciéndolo con o sin Chávez.

Todo intento de rescatar el futuro de Venezuela, pasa por la erradicación del chavismo como cultura. Cultura del clientelismo y la sumisión. De la corrupción y la impunidad. Del cinismo y la poquedad. De la guerra y la muerte. Del autoritarismo y la improvisación.

De poco vale anular a Hugo Chávez y seguir conviviendo con sus excrecencias. La fuerza inercial seguirá empujando en dirección del desastre, aún después de cancelado el impulso inicial La expulsión de Satanás no mejoraría el clima del infierno.

Venezuela no puede escoger entre un chavismo con Chávez o un chavismo sin Chávez. Entre un Chávez deificado y una capilla sin santo. La única alternativa es un país sin chavismo. Puede parecer duro. Puede sonar intolerante. Pero la tolerancia, más allá de cierto límite, deja de ser una virtud.

Sociólogo, Profesor Titular de la Universidad de Oriente, Venezuela


Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: matilda Enviado: 24/06/2006 11:59
Che ,Elpidio:
cuesta ver y digerir el nivel de hipocrecía que manejan,las degradaciones de sus propias posturas en las que van incurriendo,hay que ver para creer!!
Resulta que muy libre de cuerpo se meten con Venezuela,con Bolivia, ya les llegará México también,pero,a saber, repudian,se lamentan se arrancan los pelos y se rasgan las vestiduras cuando algunos de nosotros opina sobre Cuba o EEUU.
Sobre Cuba ,porque "no somos cubanos ni vivimos allí", sobre los yanquis,"porque le achacamos la culpa de todo"..........y ahora qué?
No están "demonizando" a Chávez lo mismo que nosotros hacemos con EEUU (en la falacia de su opinión)?????No es ésta una actitud "injerencista"???
Siempre es bueno probar la medicina que pregonamos....y digo..me pregunto..
Si estás tan ofuscado con Chávez ,porque les arruina "la posible fiestita" que sólo en sus cabecitas creían poder celebrar??? o si se trata de que ahora en Miami se juntan los gusanos con los escualos??Se trata de una nueva raza de depredadores de las conquistas populares???
Y me pregunto...si tanto les gusta el "american way" porqué no se instalan definitivamente en el chiquero de Miami y se dejan de romper las pelotas??
Matilda

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: Elpidio3747 Enviado: 24/06/2006 17:59
                      solo se que no se nada,alla ustedes que saben todo.

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: matilda Enviado: 24/06/2006 17:59
Y seeee,ilusa de mí,no sé que esperaba de vos................!!
Lo mononeurónico esto...lo mononeurónico lo otro...blah,blah,blah
 
matilda


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