Aquí el sol tarda más en beberse el agua de la tierra y los árboles parecen rozar las estrellas. Es la montaña. A pesar de todo, no le basta su fuerza. Necesita ayuda para que sobrevivan los bosques, suelos, fauna y reservas de agua dulce. Un grupo de jóvenes se encarga de ello. Dedica sus conocimientos a este impresionante ecosistema.
En sus aulas y laboratorios se forman cientos de los ingenieros integrales que requiere la montaña.
En la Facultad Agroforestal de Montaña de Guantánamo anida el orgullo de que el 90% de los 437 alumnos que han graduado como agrónomos permanece trabajando en el desarrollo de la serranía, según reveló el rector José Antonio Machuca.
No pocos triunfos acumulan en la creación de tecnologías para preservar los vastos y a la vez frágiles ecosistemas del macizo Nipe-Sagua-Baracoa. En sus aulas han formado a cientos de los ingenieros integrales que requiere el lomerío oriental para protegerse.
Preparar a los hombres capaces de impulsar el desarrollo de esa porción de nuestra geografía, es la razón de ser de esta singular universidad fundada en 1989, a propuesta del General de Ejército Raúl Castro. Ubicada actualmente en el municipio de El Salvador (antes en Sabaneta, nombre por el que muchos la conocen todavía), la institución atiende metodológicamente a seis subsedes universitarias establecidas en centrales azucareros.
BIEN GANADO PRESTIGIO
En sus inicios estaba dedicada solo a Agronomía. Luego se le sumaron otras dos especialidades: Forestal y Medicina Veterinaria. La matrícula la componen 405 estudiantes. Mientras, la calidad del proceso de enseñanza está avalada por la presencia en el claustro de 18 Doctores en Ciencias y 13 Masters, además de otros 30 aspirantes a alcanzar esas categorías, la mayoría jóvenes.
Al prestigioso centro docente corresponde el honor de haber formado a Abel Ortiz, el Doctor en Ciencias más joven del país, entonces con 27 años de edad. Y en poco tiempo una mujer, también egresada de esa institución, volverá a asombrar al país, al conseguirlo con 26.
Lo que sí no sorprende al conocer tanto empeño es que sobresalga entre las facultades dedicadas a idénticos fines en el Plan Turquino Manatí. Ni tampoco extraña la certificación de la carrera de Agronomía ante un grupo de expertos del Ministerio de Educación Superior (MES), debido a los resultados científicos introducidos donde más se necesitan, el alto grado de satisfacción de las entidades empleadoras con los egresados y otros parámetros.
Antes de surgir este plantel, los muchachos tenían que estudiar en Pinar del Río. Pero muy pocos regresaban. Actualmente, suman ya 929 los graduados de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín y Granma.
CURAR A LA MONTAÑA
¿Cómo no brindarse a atender a la montaña si esta ocupa casi la quinta parte del área total del país? Además, sus árboles purifican el aire al punto de que una hectárea boscosa elimina más de siete toneladas anuales de dióxido de carbono.
Por ello es preciso cuidarla, establecer barreras que impidan arrastres de tierra cuando llueva, pues las corrientes acaban con la capa vegetal; se estima que cada año millones de toneladas van a parar a los mares o a las presas.
Además, fomentan la producción agropecuaria sobre bases sostenibles con altos rendimientos. Aplican abonos verdes y humus de lombriz en frutales y el café; aprovechan los residuales del beneficio a este último en la producción de fertilizantes orgánicos y alimentos para el ganado; elaboran fitofármacos para la cura de animales enfermos; y promueven el uso de bioplaguicidas.
También estimulan la puesta en las gallinas; producción láctea en hembras bovinas y recuperación de la libido en machos caprinos.
CIENTÍFICOS CAPACES
Pedro Pablo Moreno planea doctorarse con algún estudio sobre las abejas, aunque apenas se inicia. Confía en el alto nivel profesional del claustro, las horas en el laboratorio, las prácticas en Baracoa. Giselle Álvarez trabaja en un proyecto de investigación sobre la madera.
A ellos y a otros compañeros de estudio les corresponde introducir los resultados de la universidad entre los campesinos, abordar nuevas empresas y elevar el prestigio de la Facultad. Les esperan las lomas con sus cimas cerca del cielo. A fin de cuentas, las montañas culminan en picos y los pueblos en hombres capaces de dominarlas.