La instalación del equipo nuevo, su comprobación, la retirada del "viejo", parecen marcar el fin de una historia; pero no es así.

"Al refrigerador antiguo hay que cuidarlo tanto como al nuevo", afirma el doctor Nelson Espinosa, director de la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ ).

La justificación es simple. Para varios organismos, con la recogida comienza quizás la etapa más difícil: la del aprovechamiento de los aparatos como materia prima y la extracción del gas que utilizan para el enfriamiento.

Cuando se haya concluido, se estima que habrán sido recuperadas o destruidas entre 100 y 200 toneladas del gas freón 12, que de otra manera hubieran terminado escapando a la atmósfera y dañando la Capa de Ozono.

Antes del 2010, según lo convenido en el Protocolo de Montreal (1987), Cuba deberá suspender la adquisición de clorofluorocarbonos (CFC), sustancias agresivas al medio ambiente entre las que se hayan los gases usados antiguamente en los sistemas de refrigeración.

Por tanto, el cambio de equipos ineficientes, además de reducir el despilfarro energético y mejorar la calidad de vida de las familias cubanas, está teniendo también un fuerte impacto ambiental. Es el lado verde de la Revolución Energética.

Pero la rapidez con que se han concretado inversiones y comenzado a avanzar, supera todas las expectativas que existían sobre la eliminación de los CFC.

El director de la Oficina Técnica del Ozono explica que en cada municipio del país ha habido que crear las condiciones para la extracción de grandes cantidades de gases.

"Se han constituido centros de recuperación de gases a fin de evitar que estos vayan a la atmósfera. Para ello se adquieren equipos, identificadores químicos, aparatos pincha línea (para perforar las máquinas), mangueras, balanzas…"

Según se prevé, a inicios del 2007, cuando se concluya la reposición de refrigeradores, se habrá eliminado totalmente el uso de los CFC en el sector doméstico. ¿Qué va a ocurrir con el estatal?

"El sector estatal llevará el mismo impulso. Ya se inició la sustitución de equipos en varios organismos. Hay algunos que de momento no se podrán cambiar, las grandes neveras, por ejemplo", explica Nelson.

"Hasta tanto sea posible una inversión en ellos, la decisión inmediata es la reconversión a otros gases no dañinos. Una de las alternativas es el llamado LB-12, que se produce en el país y se puede incorporar sin necesidad de variar el aceite".

"De esta manera no se resuelve el elevado consumo eléctrico, pero sí la agresión al medio ambiente".

En Pinar del Río, la provincia más adelantada, ya se han sustituido unos de 122 000 refrigeradores y recuperado más de una tonelada de freón 12. Jesús Jorge Pérez, especialista del CITMA en el territorio, destaca que el éxito de esta operación depende de la integración entre su ministerio, el MINCIN, las Empresas de Materias Primas y el gobierno.

"En Vueltabajo solo existían tres equipos para la recuperación de gases, pero se recibieron más de 20 para acelerar las acciones en todos los municipios. El personal especializado se las arregló para agilizar la extracción, con iniciativas que hoy se transmiten al resto de las provincias".

Si todos los gobiernos del mundo toman verdadera conciencia y se plantean acciones concretas, para el año 2010 deberá frenarse el deterioro de la capa de ozono. Entonces comenzará un lento proceso de recuperación —de al menos 40 años—, con el que habrá contribuido la Revolución Energética en Cuba, extendida a todo el país, y que tiene también entre sus objetivos la protección del medio ambiente.