AGRESIONES IMPERIALISTAS CONTRA LA REVOLUCIÓN CUBANA Desde los primeros meses del triunfo de la Revolución, el imperialismo y la reacción, lanzaron una feroz campaña anticomunista, empleando a fondo esta arma, para confundir a las masas, y con el fin de dividir al pueblo. En las condiciones de Cuba, el imperialismo no podía tolerar una Revolución Nacional Liberadora, y mucho menos Socialista. También le preocupó en gran medida al imperialismo, el significado que tuvo la Revolución Cubana para el resto de los países de América Latina, era un ejemplo, que no podía permitir el círculo gobernante yanqui. Desde el mismo instante, que Estados Unidos comprendió que la Revolución no retrocedería ni se plegaría a sus presiones e intereses, comenzó la cadena de agresiones económicas. Asimismo inició una intensa campaña anticubana y preparó mercenarios para invadir el territorio, concretándose con la Invasión de Playa Girón. También trató de desestabilizar el país, con innumerables actos de sabotaje, apoyando militarmente a las bandas contrarrevolucionarias, y estimulando acciones piratas sobre el territorio y aguas jurisdiccionales cubanas, entre otros hechos, que incluían además preparar atentados a dirigentes de la revolución. En el caso específico de las bandas contrarrevolucionarias fueron organizadas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), apoyada en los terratenientes y burgueses nacionales, sobre todo en las montañas de la Sierra del Escambray. El pueblo unido, uniformado, agrupado en milicias revolucionarias, junto a los combatientes del Ejército Rebelde y las organizaciones políticas y de masas ya creadas, logró destruir cada una de las maniobras del imperialismo y la reacción haciéndoles frente heroicamente a costa de valiosas vidas. En el terreno económico, gestó golpes contundentes a la economía del país. Estados Unidos suprimió la importación de la cuota azucarera cubana, repartiéndola entre otros países de América Latina. La mayoría de los escasos centros industriales que existían en Cuba, estaban equipados con maquinarias de ese país, industria eléctrica, refinerías de petróleo, las minas, los talleres textiles, la industria alimenticia, el transporte, las fábricas, entre otros. Eliminó de modo absoluto la exportación de piezas de repuesto a Cuba, no sólo por parte de su industria interna, sino también de sus numerosas subsidiarias en todo el mundo. Suprimió la venta de combustible del cual era nuestro principal suministrador, y refinador . Se sumaron las prohibiciones de tipo comercial incluidos alimentos y medicinas. Estas medidas de bloqueo, fueron acatadas por las subsidiarias norteamericanas y por los gobiernos de muchos de esos países donde estaban radicadas. |