Chury: Observando el libro de María Seoane nos encontramos con la historia secreta y la historia pública de Mario Santucho. Recordemos que María Seoane -entre otras cosas- es autora de La noche de los lápices, ese libro que luego fue llevado al cine. Nosotros estamos conectados ahora con James Petras allí en Estados Unidos y ya le vamos a explicar por qué.
Buen día Petras ¿cómo estás?
Petras: Buen día, aquí estamos en el calor del verano pero abiertos para la entrevista.
Chury: Muy bien. Te cuento que nosotros estábamos recordando un año más del asesinato del jefe guerrillero Mario Santucho y naturalmente cuando uno recuerda estas cosas vuelve sobre libros publicados, sobre historias y en ese libro que yo mencionaba -El todo o nada de María Seoane, la autora de La noche de los lápices- hay una parte que hablando de estrategia internacional del PRT y el ERP "a fines de febrero llegaron a Roma", dice, "dos emisarios de Santucho con el propósito de iniciar un periplo por la Europa occidental en búsqueda de apoyo político. Otra vez el sociólogo norteamericano James Petras fue testigo de esta empresa". Y después comillado, "a principios de 1976 teníamos en Roma la última reunión del Tribunal Russell. Santucho había mandado dos emisarios para conversar conmigo y con Julio Crtázar para convencernos de que el Tribunal se expidiera a favor de declarar al ERP como fuerza beligerante por la guerrilla en Tucumán".
Y al mismo tiempo adentro -y encontrarte por allí que no hace otra cosa que confirmar tu trayectoria como hombre no sólo interesado sino como un caminante permanente en la lucha de los pueblos- se nos ocurrió llamarte en este día, para que nos comentaras algo.
Petras: Bueno, mi primer encuentro con el ERP y los compañeros dirigentes del ERP, fue en 1970, donde me invitaron a una entrevista clandestina durante los últimos días de la dictadura de Onganía o creo que era el otro militar Levingston, otro dictador.
Fui allá e hice la entrevista y después salió en la revista de Jean Paul Sartre "Les Temps Modernes". Era la primera entrevista creo que salió en Europa sobre el ERP. Y curiosamente por seguridad la publicó después de mi salida de Argentina pero de repente sale la entrevista en Francia y fueron a buscarme dos gorilas en las oficinas del centro donde estaba trabajando. Entonces las medidas prudentes tenían razón.
Ahora, la política de Santucho por mucho tiempo, era actuar como el brazo militar de la lucha de masas. Eso apareció por ejemplo en el rapto de un gerente de Swift que estaba reprimiendo a los obreros en la industria de la carne. Entonces raptaron al gerente para que solucionara las demandas de los obreros. Y eso tenía un enorme impacto positivo en los barrios populares, en la clase obrera. Creo que esa idea de que lo militar sirve y está subordinado a la política de lucha de masas, era un punto de referencia importante. Después, tenían algunas desviaciones militares bajo la represión que surgió particularmente en el caso de la guerra que salió después del golpe del '76 cuando no existía ningún canal para expresarse porque estaba cerrado el Parlamento, los diarios cerrados, todas las formas representativas estaban afuera de consideración. Entonces en la ausencia de cualquier forma legal de expresarse, durante un período de masacre, el ERP fue una de las voces que tomaron las armas para restablecer una democracia obrera.
Eso tiene alguna resonancia ahora en la resistencia del Líbano, en la resistencia en Gaza y otros lugares donde los canales legales frente a un militarismo espantoso tienen su legitimidad. Y creo lo mismo con respecto al ERP y Santucho: cuando no existen canales legales ni políticos sólo queda la lucha que tomaron los muchachos en esa época.
Chury: Tú narrabas aquí que la última vez que supiste de la situación del PRT y del ERP fue en julio del '76 en Argelia.
Petras: Sí. Eso era un encuentro en el que teníamos una discusión con algunos representantes del ERP en el exterior. Cortázar, yo y García Márquez tenemos discusiones con ellos sobre la situación. Nosotros defendemos las fuerzas de resistencia, denunciamos los crímenes de la dictadura y la complicidad y participación del imperialismo norteamericano, pero los pronunciamientos del ERP de que estaban en un estado de guerra nos parecían muy exagerados. Sí era una situación de estado de sitio, de enorme represión pero no nos parecía una guerra porque la estimación que teníamos era que el ejército tenía una enorme desproporción de fuerzas frente a grupos muy reducidos. Y enfrentar frontalmente como ellos tenían pensado en Tucumán defender el territorio y declararse un estado beligerante nos parecía una sobre estimación de la correlación de fuerzas. Nosotros decíamos que sí defendemos los presos, defendemos los derechos de rebelión, pero que este diagnóstico de una guerra era una leyenda, no tenía base, no se podía convencer a nadie cuando estaban eliminando día por día cuadros. Era un momento de repliegue y ellos se lanzaron a una ofensiva. No podíamos apoyar este diagnóstico entonces se lo dijimos y se enfadaron como si fuéramos enemigos y no apoyantes de los derechos humanos y lo demás.
Creo que teníamos razón porque ellos exageraron y después decayeron y después creo que hicieron algunas autocríticas varios de los cuadros y entonces terminaron.
En el '80 en otro encuentro estuve con Melo Antúnez en otro tribunal en Suiza sobre Argentina y creo que ya eran más realistas sobre la situación que estaba pasando y lo que pasó.
Chury: En lo que está escrito en el libro de María Seoane, termina la parte que te atribuyen a tí como declaración -ocupa dos páginas- y dice en este tramo: "Pero a pesar de estas consideraciones he respetado siempre a Santucho por su compromiso con los trabajadores...
Petras: Y no hay ninguna duda: Santucho era una persona muy digna; no sólo heroico sino estudioso, leyendo. Incluso cuando discutimos ellos leyeron muchos trabajos míos y otros e hicieron críticas inteligentes y comentarios. No era un simple militarista como algunos de la seudo izquierda del pasado y del presente siguen tachándolos. Eran personas muy comprometidas, tenían raíces en fábricas y entre mucha gente popular y eran muy queridos. Y después cuando cayó la represión muchos encontraron casas de seguridad gracias al pueblo entonces yo creo que en todo sentido representaban lo mejor de esa generación, junto con la gran mayoría de los obreros que cayeron.
Yo quiero decir que la mayoría de los cuadros del PDT que cayeron eran militantes de fábricas y no eran simples revolucionarios sueltos.
Chury: Petras, te agradecemos muchísimo esta llamada adicional que hemos hecho en la semana y nos vamos a encontrar el lunes como siempre en el diálogo habitual.
Petras: Bueno. Un abrazo fuerte y creo que todos debemos denunciar a Israel. En este país que tenemos aquí es terrible, el ambiente es totalmente sionizado. Todos los medios de comunicación, radios y políticos, todos están comprados por los sionistas.
En este sentido, tenemos sólo la Internet para recibir información. Lo demás es propaganda en favor del terrorismo genocida de Israel, gracias al poder judío en este país.
Chury: Bueno, por aquí la cosa es más o menos igual.
Petras: No esperaba que el poder sionista fuera tan fuerte en Uruguay.
Chury: Sí, lo es también. Petras, un abrazo.
Petras: Chau.