Hostigada Caravana por la Paz a su regreso a Estados Unidos La XVII Caravana de la Amistad de Pastores por la Paz regresó a Estados Unidos a través de la frontera de Hidalgo, Texas, luego de haber llevado a Cuba unas 60 toneladas de ayuda humanitaria.
"El motivo de nuestra XVII Caravana, ha sido el demostrar que Cuba es nuestro vecino: que cese el bloqueo ya", dijo el reverendo Lucius Walker, Jr., director ejecutivo de IFCO/Pastores por la Paz. "Hemos sido llamados por nuestra fe a resistir cualquier ley que nos trate de impedir el poder cumplir con el mandato bíblico de amar a nuestros vecinos", señaló.
Los miembros de la Caravana mantuvieron un excelente ánimo mientras eran interrogados por más de 75 agentes de la Seguridad Nacional y oficiales del Departamento del Tesoro. Los viajeros solidarios con Cuba, resistieron los esfuerzos de los agentes de tomarles las huellas digitales y de tratar de aislarles para llevar a cabo los interrogatorios.
Todo el proceso de interrogación y de inspeccionar los equipajes se prolongó por unas cinco horas.
Los miembros internacionales de la Caravana, procedentes de Canadá y Europa, recibieron el mayor hostigamiento. Fueron aislados e interrogados en otro cuarto y se les amenazó con no permitirles entrar en otra ocasión a territorio de Estados Unidos, si no cooperaban plenamente con las autoridades.
Mientras, una agresiva agente, cubano-americana, quien se encarga de implementar sanciones contra Cuba y vestida en ropa de civil, se negó en reiteradas ocasiones a identificarse o identificar a la agencia gubernamental para la cual trabaja, tomó fotos del grupo, realizó preguntas hostigantes, y luego invirtió unos 20 minutos rebuscando los papeles del maletín del reverendo Walker.
"La bienvenida que hoy nos dio nuestro gobierno es otro desesperante intento de un imperio en decadencia que intenta defender una política que es indefendible", dijo el reverendo Walker. "Es vergonzoso que ellos continúen cediendo a los intereses de la gente extremista en el sur de la Florida, solo por conseguir unos votos".
El año pasado más de 100 participantes en las más recientes Caravanas recibieron cartas censuradoras, en las cuales se les amenazaba con multas por viajar a Cuba. "No sabemos lo que nos espera en esta ocasión", dijo el padre Luis Barrios, miembro de la Junta de Directores de IFCO, "pero nos negamos a ser amedrentados para que no podamos cumplir con nuestra misión de ayuda humanitaria y solidaridad".