Medios cubanos denunciaron el caso de Raysel Sosa Rojas, de 13 años de edad y hemofílico, quien pese a ganar un concurso internacional infantil auspiciado por Naciones Unidas no pudo obtener su premio, una cámara digital Nikon, a causa del bloqueo que aplica Estados Unidos hace casi 50 años contra Cuba.
Sosa Rojas, residente de un popular y humilde barrio de esta capital, San Agustín, obtuvo el primer premio de la sección América Latina y Caribe del Concurso Internacional Infantil del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente pero, de acuerdo con sus declaraciones, "me dijeron que como cubano no podía recibirla". Subrayó que sintió "mucha tristeza al ver que todos los demás tenían premio y yo no" en una ceremonia en Argelia auspiciada por la ONU.
El caso fue recogido por el reporte cubano contra el bloqueo que se analizará el 8 de noviembre próximo en la Asamblea General de ese órgano. Por 13 años consecutivos informes similares de la Isla fueron aprobados por gran mayoría en esa instancia, dejando a Estados Unidos aislado en su voto en contra, solo respaldado por dos o tres aliados incondicionales de Washington, entre ellos Israel.
En el caso del niño Sosa Rojas, la Nikon japonesa se negó a entregarle la cámara por temor a represalias por parte de las leyes extraterritoriales anticubanas vigentes en Estados Unidos. Estas no permiten que sean enviados a Cuba artículos que tengan algún componente estadounidense.
En incidentes mucho más graves, y desde que se implantó el denominado embargo, niños y adultos cubanos pacientes de enfermedades complejas no han podido obtener medicamentos y procedimientos técnicos exclusivos de Estados Unidos para sus vitales tratamientos, todo a causa del bloqueo, que fue instaurado a inicios de la década de los años 60 del siglo pasado por el gobierno de John F. Kennedy y ahora es fortalecido por el presidente norteamericano actual George W. Bush.