A treinta años del Crimen de Barbados: ¿Ironía o casualidad?
inSurGente (Tadeo Sevilla).- En víspera de conmemorarse el 30 aniversario del sanguinario atentado terrorista contra una aeronave de Cubana de Aviación donde murieron 73 personas inocentes, la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, (ICE) en sus siglas en inglés, notificó al ex agente de la CIA de origen cubano y principal acusado de ser el autor de este alevoso crimen, Luis Posada Carriles, que “su estatus de custodia se revisó y, basado en esa evaluación, no se le liberará en este momento”.
Detenido en cárceles norteamericanas desde mayo del 2005 por entrada ilegal al país, Posada Carriles, de 78 años, se convierte en una nueva evidencia del desinterés del gobierno norteamericano en aliarse al ala más radical y terrorista del exilio cubano en Estados Unidos, a pesar de haber alentado por muchos años, el trabajo sucio contra la Isla a través de sus instituciones de inteligencia. Otra muestra de este distanciamiento o abandono político al círculo “intransigente” de Miami, es el arresto de Santiago Álvarez y Osvaldo Mitat, confesos de posesión ilegal de armas desde noviembre del 2005 y vinculados además, a la supuesta entrada ilegal de Posada Carriles a territorio de Estados Unidos en el barco “Santrina” propiedad de Álvarez.
Según los últimos despachos noticiosos referentes a la decisión recién tomada, la oficina federal de Inmigración y Aduanas notificó al connotado anticastrista detenido en una prisión en El Paso, Texas y vinculado con innumerables acciones terroristas en diferentes lugares del mundo, que su decisión de no liberarlo se apoya en “el peligro que puede constituir su excarcelación para la comunidad, los aviones y la seguridad nacional de los Estados Unidos”, así como el riesgo de que trate de evadir la justicia, tal y como hizo de una prisión venezolana en 1985, donde estaba a la espera de un dictamen judicial por el atentado a la aeronave cubana donde fueron asesinados impunemente 73 personas, de ellos 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos.
Se tomó en consideración su largo historial terrorista así como su presunto vínculo con los ataques dinamiteros contra hoteles e instalaciones turísticas en Cuba en 1997 donde murió el turista italiano Fabio Di Celmo. En declaraciones al New York Time en julio de 1998, Posada Carriles afirmó que “sentía la muerte del italiano, pero que eso no le había quitado el sueño, que el problema fue que el joven estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.”
También se consideró en su contra el proceso judicial en Panamá donde fue condenado a ocho años de cárcel junto a los cubanos
Guillermo Novo,
Pedro Remón y
Gaspar Jiménez, después de ser detenidos el 17 de noviembre del 2000 ante las acusaciones de planear atentar contra el Comandante Fidel Castro durante la celebración de la X Cumbre Iberoamericana celebrada en ese país, usando 9 kilos de explosivos C-4 durante una conferencia en la Universidad panameña, siendo indultados por la ex presidenta Mireya Moscoso, a solo días de concluir su mandato de gobierno.
âUsted tiene un historial de relacionarse con actividades e individuos que promueven y usan la violencia terroristaâ, enfatizó el ICE en su carta del 5 de octubre al terrorista cubano encarcelado. Otra de las razones esgrimidas por las autoridades de Inmigración norteamericanas, es que su liberación podría tener serias consecuencias para la política exterior de Estados Unidos.
El crimen cometido sobre las aguas de Barbados es una de las peores páginas del terrorismo contra Cuba. Entre sus pasajeros estaban los 24 integrantes del equipo juvenil cubano de esgrima, ganadores de todas las medallas de oro en el recién finalizado Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte celebrado en Caracas. Veinticuatro jovencitos llenos de esperanzas, sin culpas en su pasado, ansiosos de compartir sus triunfos con sus familiares y con su pueblo, que perecieron junto a los restantes pasajeros y tripulantes del avión saboteado por una mano cargada de odio inmisericorde.
Orlando Bosch, otro de los implicados en este salvaje asesinato y que ahora se encuentra en libertad condicional en Estados Unidos, gracias a las gestiones del ex presidente norteamericano y ex director de la CIA George Bush padre, concedió una entrevista al diario La Vanguardia de Barcelona el 16 de agosto de este año donde reconoció indirectamente su participación en el sabotaje de la aeronave cubana. âPara mí (el avión) es un blanco de guerra. Hay muchas cosas que no puedo decir. Pero eran acciones de guerraâ¦Habíamos acordado en Santo Domingo -cuando se formó el grupo Comando de Organizaciones Revolucionarias (CORU) en 1976- que todo lo que salga de Cuba para darle gloria a Fidel tenía que correr el mismo riesgo que los que combatimos la tiraníaâ.
A treinta años del crimen de Barbados, los Estados Unidos están en una encrucijada. Amparar a su viejo agente de la Agencia Central de Inteligencia, entrenado por el ejército norteamericano en técnica militar, táctica de espionaje y sabotajes, misiones especiales, manejo de explosivos, demolición y en armas de fuego o ser consecuente con su política âpúblicaâ en la lucha contra el terrorismo. ¿Ironía o casualidad? Nadie sabe. Pero la decisión de abandonarlo a su suerte, la tomaron a solo horas de un triste aniversario para el mundo civilizado.