inSurGente. (Norelys Morales Aguilera).- Cindy Sheehan  en Cuba. Sin maquillaje, sencilla, esbozando leves sonrisas de cortesía a sus anfitriones, la más alta del grupo, con una concentración casi despreocupada que le debe venir del dolor por la pérdida de un hijo en la guerra de Iraq, la mujer que se ha ganado el apodo de Madre de la Paz y lucha por ella. "Es hora de que la gente salga a asumir esta causa para ponerle fin" al conflicto bélico, dijo  y asegura que no tiene ningún miedo de estar en Cuba para exigir la clausura del presidio en la Base Naval de Guantánamo, territorio cubano ilegalmente ocupado por Estados Unidos donde están confinados unos 400 hombres desde el 11 de enero del 2002, encarcelados bajo sospecha de tener vínculos con la red terrorista al-Qaida o con la milicia afgana Talibán.


Ninguno de ellos ha sido llevado a juicio, se han denunciado maltratos y torturas, pero el gobierno de Bush lo niega. "Creemos que nuestro viaje debía coincidir con el quinto aniversario de la apertura de la prisión para protestar por el tratamiento inhumano que se da a los prisioneros, quienes están siendo encarcelados sin un proceso justo", apuntó la Sheehan.

Los activistas forman parte de una avanzada de una docena de personas que marcharán a través de la isla para protestar en el  aniversario del arribo de los primeros presos al fuerte militar controlado por Washington. "Estoy preocupada por aquellos detenidos en Guantánamo... y también por nuestros soldados", comentó a la prensa en La Habana Sheehan, quien ha desplegado una intensa actividad contra la guerra en Iraq, enfrentándose al propio presidente George Bush. Según Sheehan, el gobierno del presidente estadounidense George W. Bush tiene un discurso hipócrita. "Falsamente están diciendo que están diseminando la democracia (por el mundo), pero están perpetrando una masacre" al continuar con la guerra, manifestó.

"Estamos aquí representando a la comunidad de paz estadounidense, que lucha por el entendimiento y la paz de todos los pueblos", expresó a los fieles congregados en  la Iglesia Bautista Ebenezer del municipio habanero de Marianao. Es posible —señaló— que nuestras bocas no hablen el mismo idioma, pero nuestros corazones hablan el mismo idioma, el del amor, y en nombre de ese amor vamos a Guantánamo" para apoyar a los prisioneros. La pacifista también dijo: "Quiero que todas las personas de mi país puedan venir y ver cuán hermosos son ustedes, y ver cuánta vida hay aquí. Voy a luchar para que mi gobierno ponga fin al embargo (bloqueo económico impuesto por la Casa Blanca hace casi 10 lustros)".

Junto a Sheehan están en La Habana  Medea Benjamin, de la Asociación de Mujeres Estadounidenses contra la Guerra, Código rosado; la ex coronel del Ejército estadounidense Ann Wright; Adele Welty, madre de un bombero que murió en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EU, y la joven Tiffany Burns. Otras personas que irán llegando a Cuba esta semana son el ex prisionero de Guantánamo Asif Igbal y Zohra Zewawi, madre del británico Omar Deghayes que aún está en la base naval. A ellos se sumarán incluso abogados y otros pacifistas.
Medea Benjamin, organizadora de la marcha, señaló que el objetivo del viaje es hacer "énfasis en la prisión de Guantánamo"."Sabemos de los abusos que han cometido allí y somos parte de un grupo internacional que está pidiendo que se cierre la prisión", precisó Benjamin. Señaló que, además, se encuentra en Cuba para "un conferencia internacional sobre los derechos humanos, sobre las condiciones existentes en Guantánamo, y contamos con los mejores expertos del mundo" para hablar de esta cuestión. Mostró su esperanza en los cambios en el Congreso de EU y recordó: "No queremos una escalada de las tropas en Iraq como está pidiendo el presidente Bush, sino lo contrario, pues la mayoría de los estadounidenses pide que las tropas regresen a casa".

La ex coronel Ann Wright, que estuvo 29 años en el Ejército de EU, subrayó que están en Cuba "para decir que esta cárcel [de Guantánamo] tiene que cerrarse, que se necesita justicia, pero no en forma de prisión militar". "Pienso que esta cárcel en Guantánamo es una imagen horrible que tiene EU y la única forma que tenemos de acabar con esta prisión es que entre en un verdadero proceso judicial", afirmó. En nombre de su hijo, fallecido el 11-S, y "de todos aquellos que murieron en el atentado contra las Torres Gemelas" de Nueva York, Adele Welty denunció, por su parte, los actos inhumanos perpetrados "en Guantánamo, en Iraq y en Afganistán", y destacó: "No quiero que la guerra ni la inhumanidad sea el legado que deje mi hijo".