Según un dictamen judicial conocido este miércoles, la juez Kathleen Cardone denegó la libertad bajo fianza de Posada Carriles, de 79 años, y también la posibilidad de que cumpla arresto domiciliario, peticiones formuladas por su defensa en una audiencia celebrada este martes en la ciudad tejana de El Paso. 

La defensa recibió un "no" como respuesta, a pesar de haber ofrecido como garantía bienes por valor de más de dos millones de dólares. 

El anticastrista está detenido en Estados Unidos desde mayo del 2005 por entrada ilegal en el país y a partir del próximo 11 de mayo será juzgado bajo acusaciones de haber dado información falsa a las autoridades al solicitar la ciudadanía estadounidense. 

También se le acusa de haber mentido en la entrevista del mismo proceso de nacionalización. 

Cardone dijo que el tribunal consideró que había riesgo de que Posadas Carriles intentase evadir la acción de la justicia para no ser encarcelado de nuevo y que no había garantía de que cumpliera con un arresto domiciliario. 

En la década de los años 80 Posada Carriles escapó de una prisión venezolana donde estaba recluido a la espera de ser juzgado por un tribunal civil por su presunta participación en la voladura de una aeronave de Cubana de Aviación, atentado en el que perdieron la vida 73 personas. 

"Ahora lo urgente es asegurarnos que (Posada Carriles) tenga atención médica adecuada porque su condición cardiaca es delicada", dijo Felipe Millán, uno de los abogados del anticastrista. 

En la audiencia del martes, la Fiscalía Federal afirmó que el ex agente de la CIA es un hombre peligroso para la comunidad a pesar de su edad y que la red de personas que lo apoya le ayudaría a escapar si así lo decidiera, y además se mostró en contra del arresto domiciliario solicitado por el abogado defensor Arturo Hernández. 

Hernández también pidió que se le colocara al anticastrista un dispositivo electrónico para vigilar sus movimientos y que se le dictara cualquier otra medida de seguridad que el tribunal considerara necesaria. 

Para lograr la libertad bajo fianza, el equipo legal de Posada Carriles ofreció en garantía un edificio comercial propiedad de Judith García, una cubana de Miami, por un valor de más dos millones de dólares, así como un depósito de 100 mil a 200 mil dólares recaudados por los exiliados cubanos en Estados Unidos. 

Hernández dijo que los cargos en contra de su cliente respondieron a una estrategia legal del gobierno de EU para mantenerlo detenido, ya que estaba en proceso de lograr ser liberado por las autoridades de Inmigración por tener una orden de deportación diferida. 

La defensa del cubano ya interpuso ante la corte una petición para que la elección del jurado para el juicio del 11 de mayo se lleve a cabo a través de un cuestionario escrito en el que se determine que la persona no tiene prejuicios en torno al caso. 

“Es absolutamente esencial el cuestionar a cada potencial jurado para asegurarse del conocimiento que tiene del tema, y como podría afectar sus deliberaciones", pidió a la jueza Cardone. 

Posada Carriles está acusado de haber mentido en su solicitud de ciudadanía y posteriormente en su entrevista para obtenerla al declarar que ingresó a EU a través de la frontera Matamoros-Brownsville y por omitir declarar la existencia de un pasaporte fraudulento a su nombre, presuntamente expedido por el gobierno de este país. 

A finales de 2005 el juez de Inmigración William Lee Abbott ordenó la deportación de Posada Carriles, que se suspendió indefinidamente por no haber un país, que no sean Venezuela o Cuba, dispuesto a recibirlo. 

El juez determinó que en Cuba o en Venezuela la integridad física del anticastrista correría peligro. 

Si es declarado culpable de fraude en el juicio del 11 de mayo, Posada Carriles podría afrontar hasta diez años de cárcel y cinco años de prisión por cada uno de los nueve cargos adicionales.

                                                      SALUDOS REVOLUCIONARIOS

                                                                     (Gran Papiyo)