La ceremonia "Misa para el Tercer Mundo" con textos del religioso tendrá lugar el domingo 13 de mayo, a las cuatro y media de la tarde, en la Iglesia de Santa Cruz de los padres pasionistas, ubicada en la calle Estados Unidos 3150, del barrio porteño Balvanera, informaron los organizadores.
Justamente en la Iglesia de Santa Cruz, durante una misa celebrada el 8 de diciembre de 1977, cayeron secuestrados varios familiares de desaparecidos por la dictadura militar, a los que señaló el represor Alfredo Astiz, quien se había infiltrado en ese grupo haciéndose pasar por hermano de un joven apresado.
"Se podrá conocer esta Misa gracias a la recuperación del master original de esta obra, cuyas copias fueron secuestradas y destruidas en 1974 por algunos integrantes de la Policía Federal a instancias de la Triple A", agregaron.
Las oraciones litúrgicas de Mugica "fueron escritas en un lenguaje directo, con contenido social y testimonial, acompañadas por ritmos afro, asiáticos y latinoamericanos" y constituyen "una interpelación para los hombres y mujeres de hoy, un mensaje que nos hermana, nos impulsa y nos alienta a caminar junto a los trabajadores, los jóvenes, y los niños".
Miembro del Movimiento de Sacerdotes Para el Tecer Mundo, que nació al abrigo del Concilio Vaticano II y la Teología de la Liberación, Mugica renunció a la familia acomodada en que se crió y se instaló a vivir en una parroquia de la villa miseria del barrio porteño de Retiro, actual Villa 31.
Mugica era condenado por los sectores de ultraderecha del peronismo y el 11 de mayo de 1974 sufrió una emboscada cuando se disponía a subirse a su automóvil Renault 4-L estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano, en sur del conurbano, donde acababa de celebrar misa.
Según los testimonios de algunos acompañantes, se le acercó un individuo con bigotes, quien presuntamente era Rodolfo Eduardo Almirón, por entonces cabecilla de la Triple A, actualmente detenido en España a la espera de su extradición, y le descerrajó varios disparos con una ametralladora Ingram M-10.
Mientras agonizaba Mugica alcanzó a pronunciar sus últimas palabras: "¡Ahora más que nunca tenemos que estar junto al pueblo!".
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)