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General: Capitalismo o viveza argentina
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جواب  رسائل 1 من 27 في الفقرة 
من: matilda  (الرسالة الأصلية) مبعوث: 18/05/2007 17:08
Wal Mart, discriminación y persecusiones
"Uno de los mejores lugares para trabajar"
anticopyrightLa gigantesca tienda Wal Mart ha sido denunciada internacionalmente por sus prácticas antisindicales y discriminatorias por la organización Human Rights Watch. En la Argentina, se señala que los despidos van de la mano de ex militares a cargo de seguridad, como Alfredo Saint Jean (h). lavaca conversó con un hombre récord: dos veces despedido. El cliente que parecía Bin Laden, el adoctrinamiento, el espionaje y otras tácticas en oferta. 

Wal Mart es una de las empresas más grandes del mecado global, y el mayor minorista del mundo, con 6.500 tiendas y 1.800.000 empleados en ocho naciones y Centroamérica (lo cuentan como un país). Se convirtió en un ejemplo a seguir por muchas compañías que aspiran a destronarla. Sin embargo, para la Human Rights Watch, la prestigiosa organización estadounidense defensora de los derechos humanos, el gigante minorista obtiene sus laureles a costa de los derechos de sus trabajadores. En un informe de 210 páginas, recientemente publicado, concluye que la compañía sobresale por “la magnitud y agresividad de su aparato antisindical”. La política laboral que implementa la firma es de carácter universal y sus empleados argentinos también sufren las consecuencias: en el último año se denunciaron una decena de despidos sin causa. O mejor dicho, a causa del activismo gremial, tal como lo pudo confirmar lavaca al hablar con uno de los despedidos, Gustavo Córdoba.
De todos modos en su página la empresa sostiene que "En la Argentina Wal-Mart es uno de los mejores lugares para trabajar, según rankings publicados en prestigiosos medios nacionales". No aclara qué medios, ni dónde fundan su supuesto prestigio, ni quiénes fueron consultados para esos rankings, ni otras minucias por el estilo.

De USA a Avellaneda, doble despido

En 2006, la empresa facturó 351,14 billones de dólares y obtuvo 11,3 billones de dólares en utilidades. Sólo en los Estados Unidos cuenta con 4.000 tiendas y es el empleador privado más grande de ese país, con más de 1.300.000 trabajadores. Pero ninguno de ellos se encuentra representado por sindicato alguno, subraya Human Rights Watch y concluye que el dato no puede responder al azar.
“Los trabajadores de Wal-Mart no tienen virtualmente ninguna posibilidad de organizarse ya que deben hacer frente a las injustas leyes laborales estadounidenses y a una compañía gigantesca que está dispuesta a hacer casi cualquier cosa para mantenerse libre de sindicatos” señaló Carol Pier, investigadora sobre derechos laborales y asuntos comerciales de Human Rights Watch.
Un ejemplo argentino del tema es Gustavo Córdoba, 31 años y empleado desde hace ocho en la sección Ventas de Electrodomésticos de la sucursal argentina de Avellaneda, que ya lleva dos despidos encima a causa de su activismo gremial. La primera vez lo echaron junto a otros cuatro compañeros. Fue el 28 de agosto de 2006, sin mediar causa alguna más que la ascendencia que tenía sobre sus compañeros. Después de la intervención del Sindicato de Empleados de Comercio -presionado por los trabajadores de Wall Mart- la empresa accedió a reincorporarlo 11 días más tarde. Pero le impuso una condición: que desista de participar en las elecciones para delegado que estaban próximas a realizarse. “Habíamos comenzado a organizar asambleas después de diez años –relata Córdoba a lavaca -, porque los delegados que teníamos eran serviles y sólo se dedicaban a sacarte turnos en los consultorios de la obra social. Pero jamás encabezaron un reclamo para que se cumpliera el convenio laboral. La empresa identificó a los que apoyábamos el recambio y nos mandó telegrama”.

"Nuestra gente hace la diferencia"

Córdoba cumplió con su parte y no se presentó a las elecciones. Pero este año comenzó agitado para el gigante minorista. El 4 de enero, desoyendo los consejos del sindicato de Comercio, los trabajadores se lanzaron a una huelga exigiendo que la empresa les pagara con un adicional del cien por ciento, tal como exige la ley, los domingos trabajados. Wal Mart desconoció su obligación hasta que intervino el Ministerio de Trabajo de la Nación. Poco después de haber logrado ese éxito gremial, se produjo una nueva vacante en el cuerpo de delegados y los anticuerpos sindicales de la empresa volvieron a reaccionar. Otra vez le enviaron un telegrama de despido a Córdoba.
Desde marzo de 2006, es el décimo que envía la compañía. “El primero –recuerda Córdoba- fue el de Sergio Smith, un compañero que comenzó a juntar firmas para pedir un aumento y para que el menú del comedor cueste más barato”.
La delegación Avellaneda del Ministerio de Trabajo citó a una audiencia conciliatoria a las partes en conflicto. En la primera, los trabajadores dejaron asentado que la situación “solo admite reparación del empleado afectado por la medida y la aplicación de las sanciones que a la empresa le corresponden por el comportamiento desleal”. El cuerpo gremial advirtió que “cualquier medida modificatoria de las condiciones laborales o que impliquen desmedro de la condición de los delegados presentes será considerado igualmente comportamiento antisindical”. A la segunda audiencia, los representantes de Wal Mart ni siquiera fueron, dejando entrever que apostarán al desgaste del trabajador despedido en un largo y tedioso proceso judicial.
En Wal Mart Avellaneda trabajan unas 550 personas, la mayoría entre 18 y 22 años, donde se mezclan empleados bajo el convenio colectivo de trabajo, tercerizados y contratados a través de agencias.
La página web tiene una interesante sección llamada "Cultura" donde hablan de los principios de la empresa. Es interesante prestar atención a las palabras que usan.
El principio número 1 lleva como título "Respeto por el individuo", y plantea: "Tenemos una confianza básica en nuestros empleados. Nos interesamos y preocupamos por ellos. En Wal-Mart, la opinión de cada empleado es respetada, valorada y tenida en cuenta. Nuestros líderes están al servicio de nuestra gente, incentivando a los empleados a desarrollar su potencial a través de una comunicación abierta, del reconocimiento y del entrenamiento continuo".
Respeto, preocupación, potencial, comunicación abierta, reconocimiento.
Luego plantea algo que acaso deba ser leido como una clave de todo lo que estas empresas extraen de las personas. Tras decir que "Nuestra gente hace la diferencia" Wal Mart revela de dónde obtiene el núcleo de su riqueza:
"Nuestros activos, la tecnología y capacidad financiera no generarían los resultados que hemos obtenido si no fuera por una pieza fundamental de nuestra estrategia: Nuestra Gente".
"Sólo a través de la capacitación constante y el desarrollo de las competencias
de nuestros empleados, hemos podido convertirnos en el minorista número uno del Mundo".
Así se entiende por qué tanta presión contra cualquier modo interno de organización, como lo denuncia Human Rights Watch. Y el significado real de las palabras que usa Wal Mart.

Germán no es Bin Laden

Antes del despido, Córdoba y sus compañeros también habían denunciado sutiles prácticas antidiscriminatorias en el Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI). Argumentaron que todos aquellos empleados que estaban afiliados a un sindicato eran marginados de las políticas de premios que se aplicaba al resto del personal y que a los delegados les descontaban los jornales cuando solicitaban licencias gremiales. “Cada mes, la empresa elegía al empleado o al cajero más destacado. Si juntabas varias menciones, implicaba un aumento salarial y más tarde un ascenso –detalla Córdoba-, pero si eras afiliado jamás te tocaba, aunque tu actuación no fuera distinta a la de los seleccionados”.
El INADI pronunció un dictamen a favor de los trabajadores, que en la jerga de la compañía son llamados “asociados” en vez de empleados, aunque eso no implique un beneficio de acuerdo a la rentabilidad empresarial. La reacción de la firma fue por demás sobreactuada: el último empleado del año fue un descendiente afro afiliado al sindicato.
La discriminación que ejerce la empresa, parece, no afecta solo a los trabajadores. En 2004, el fletero Germán Oscar Brufani, de 52 años, denunció públicamente que la empresa le prohibió la entrada a la sucursal de La Plata por su notable parecido físico con Osama Bin Laden.

Tácticas antisindicales ilícitas

La investigación de Human Rights Watch reveló que, en la mayoría de los casos, Wal-Mart comienza a adoctrinar a sus empleados y gerentes para que se opongan a los sindicatos desde el mismo momento en que los contrata. Los gerentes reciben instrucciones explícitas sobre cómo evitar la formación de sindicatos, muchas de las cuales forman parte de la “Caja de Herramientas Gerenciales,” una guía explicativa para el personal jerárquico.
Para elaborar su informe, el organismo defensor de los derechos humanos entrevistó a 41 trabajadores y gerentes -actuales y retirados- de las tiendas de Wal-Mart en los Estados Unidos. Algunos de ellos apoyaban al sindicato; otros se oponían; y otros mantenían una posición de ambivalencia. Los investigadores también intentaron contactar a Wal-Mart por escrito en tres ocasiones para obtener las impresiones de la compañía. Pero la firma se negó a reunirse y sólo brindó respuestas muy limitadas.
Human Rights Watch descubrió que Wal-Mart intensifica el miedo con su arsenal de tácticas antisindicales ilícitas. La compañía ha enviado gerentes a escuchar las conversaciones de sus trabajadores. Según empleados y gerentes retirados de una tienda estadounidense, se ha ordenado incluso reposicionar las cámaras de vigilancia para monitorear a los activistas gremiales. Se les ha dicho a los empleados que perderán beneficios si se organizan y, de manera discriminatoria, la compañía ha prohibido hablar sobre sindicatos y ha vedado la distribución de volantes.

Una estirpe

En la Argentina, la compañía parece recurrir a mano de obra altamente especializada para llevar a cabo estas políticas laborales. Esta es la denuncia del cuerpo de delegados de Wal Mart Avellaneda: "Alfredo Oscar Saint Jean (h) nada menos que el Director General de la Seguridad de Wal Mart Argentina es un militar retirado que egresó del Colegio Militar de la Nación en 1975 como subteniente. En el año 1976 se desempeñó en Tucumán bajo las órdenes de Antonio Domingo Bussi, posteriormente en Bahía Blanca. Desde principios de 1979 fue destinado a Tandil y Azul, localidades ambas donde funcionaron centros clandestinos de detención, que formaban parte de la subzona 12, que tenía como jefe a su padre el General Alfredo Oscar Saint Jean; procesado por la comisión de 33 delitos durante la dictadura militar; quien luego de su paso genocida por aquella subzona, se desempeñó como Ministro del Interior de Leopoldo Fortunato Galtieri y finalmente como presidente de facto de nuestro país por un breve lapso. Azul y Tandil forman parte de la provincia de Buenos Aires, que gobernó con métodos criminales su tío, Ibérico Saint Jean, de quien recordamos su incitación y su apología al genocidio". (Consulta al margen: ¿quién hubiera acertado a recordar que en este curioso país el señor Saint Jean padre fue presidente?). Diferentes expresiones sindicales, incluida la CTA, han denunciado que hay otros ex militares en el área de seguridad, incluido algún ex integrante de la ESMA. No hay constancia del significado que cobra con este dato la frase "nuestra gente hace la diferencia".
Krugman, Global, lo brutal y lo dañino
En alguna oportunidad, el economista estadounidense Paul Krugman calificó a la política de la empresa como “brutal” y en 2004, la publicación Multinational Monitor incluyó al gigante minorista el ranking de las 10 peores compañías multinacionales (la organización establece entre sus normas que una única vez una empresa puede formar parte de la nómina). Aquella vez, fundamentó la decisión en una demanda colectiva iniciada por un grupo de trabajadoras que acusó a la empresa por discriminación de género. También la organización no gubernamental Global Exchange ubicó a Wal Mart entre las 14 empresas más dañinas del planeta. Sin embargo, ninguna de estas acusaciones hizo cambiar la estrategia empresarial de Wal Mart.
Ahora, la que lo exige es la Human Rights Watch, que instó a la empresa a poner fin a todas las tácticas que cercenan el derecho de los trabajadores a la libertad de asociación. Tal vez sean ellos mismos los que ahora intenten rescatar el verdadero significado de palabras como comunicación abierta, potencial, y respeto.


publicada 08/05/2007


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جواب  رسائل 2 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 18/05/2007 18:34
Copia y pega , copia y pega, copia y pega, copia y pega........y asi su interminable y vacia perorata

جواب  رسائل 3 من 27 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 18/05/2007 19:55
Azalita, ya sabemos que tenés grandes dificultades para leer,pero en realidad esta noticia era para compartirla con Tango,que mal que me pese  debo reconocer es un tantooooooo asi, mas ilustrado que vos,sabías?
vos conformate con repetir..yo Tarzán ,tu Jane..jiji
 
mati

جواب  رسائل 4 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 18/05/2007 21:17
Copia y pega , copia y pega, copia y pega, copia y pega........y asi su interminable y vacia perorata
 
 
y lo demas o nauseas o bostezos

جواب  رسائل 5 من 27 في الفقرة 
من: miranrami مبعوث: 18/05/2007 22:38
This message has been deleted by the author.

جواب  رسائل 6 من 27 في الفقرة 
من: miranrami مبعوث: 18/05/2007 22:38

Hay dos cosas de fondo acá en este articulo: una, la dictadura capitalista con las mascara un poco suelta. ¿Pera qué sirve el voto? ¡Buena pregunta, no!.

Lo otro es lo complejo de las luchas sindicales. Acá en Europa los sindicatos son fuertes, pero muy burocratizados, los cual significa que muchos han perdido la “chispa” progresista. Lo sindicatos con fines Revolucionarios son reprimidos descaradamente por la dictadura del capital.

Las leyes que se aplican en muchos países bajo la supervisión de gobiernos neoliberales y el F M I, llamadas liberalizadoras, el único fin es abaratar o suprimir gasto en los despidos de los trabajadores y así acabar con los sindicatos.


جواب  رسائل 7 من 27 في الفقرة 
من: Gran Papiyo مبعوث: 19/05/2007 12:00
Copia y pega , copia y pega, copia y pega, copia y pega........y asi su interminable y vacia perorata
 
Disimulá, Azali, disimulá. Sino todos vamos a pensar que tenés acciones en
Wal -Mart ! ! ! ! !
 
No sólo te duelen las alabanzas a Fidel. También te ponés furiosa cuando se critica la explotación y las injusticias que genera el Capitalismo. Se supone que sos "democrática", che. Aprendé de Maribea, siempre prudente.
 
                                            SALUDOS REVOLUCIONARIOS
                                                            (Gran Papiyo)

جواب  رسائل 8 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 19/05/2007 12:00
Ni mire de que va el copy and paste  Bobiyo
 
pero ya la Vaca rompio el record Guinnes

جواب  رسائل 9 من 27 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 20/05/2007 04:47
Explotación & marketing
¿Sabe dónde trabaja su hijo?
anticopyrightLos call centers ya emplean a 50.000 personas, sobre todo jóvenes, en condiciones de presión y precariedad enfermantes, como resultado de un trabajo donde lo que vale es la obediencia más que la productividad, mientras se le miente a los clientes para garantizar ventas. De las promesas de marketing internacional a la realidad de garaje. Los modos de organización, incluido un sindicato horizontal, narrados a lavaca por algunos de los que no se resignan al cerebro teleperforado. 

Primer acto: Lucas, 21 años, está feliz. Logró ingresar en un call center de Buenos Aires llamado Sprayette (en el aviso figuraba como un contact center internacional, suena mejor) y va a ganar 650 pesos vendiéndoles a lectores españoles, en castellano neutro, la suscripción para el diario El País de Madrid. El País contrató a un call center español, que subcontrató a Sprayette de Argentina, que subcontrató a una agencia de colocaciones bonaerense, que convocó a Lucas. Tal vez logre convertirse en un team leader o en un supervisor.
Segundo acto: Lucas descubre que las posibilidades de vender una suscripción son de 1 contra 80, pero se esfuerza en castellano neutro. Sus jefes lo rodean cada vez que hace un contacto, gesticulan a su alrededor y le piden que mienta para convencer a los españoles. Lucas obedece, y miente. Ellos celebran. Luego le hacen pagar, como a todos los demás, parte del regalo de cumpleaños para un supervisor: un equipo de DVD. Que los cumpla feliz. Lucas al menos aquí no vio lo que cuenta Sebastián, de Atento: una rubia hermosa, estudiante universitaria, metódica y cumplidora, haciéndose pis encima para no perder una llamada, por miedo a pedir ir al baño.
Intermedio: Al mes siguiente Lucas y sus compañeros reciben una pequeña sorpresa al cobrar su primer salario. Descubren que los 650 pesos se transformaron en 490.
Tercer acto: Lucas va a reclamar por el salario. Le contestan: “¿De qué te quejás? Por lo menos te pagamos en fecha”. Lucas, 21 años, no está feliz.
Break: Lucas y sus compañeros comienzan a hacer cosas impropias, como no querer participar en los cumpleaños de los supervisores, ni comer la torta que les convidan durante el “break”, el descanso de 15 minutos. Peor aún, empiezan a no festejar las ventas (actividad que suele ser acompañada con un griterío y aplausos agitados por los jefes y supervisores).
Cuarto acto: Sprayette decide presionar a una empleada para que se vaya, por su “poca onda”. El truco consiste en cambiarle el turno a esa joven que tiene un niño de 3 años y vive en Ituzaingó. Ella no puede cambiar de turno, la presionan hasta que renuncia. Lucas se indigna, se enoja, y toma una decisión que hace que la jefa de plataforma (la jefa de los supervisores) lo mire sonriendo y le diga en un castellano no precisamente neutro: “Andate, pendejo”.

Para comprender esta historia que Lucas relató a lavca y la evolución que tuvo luego, tal vez convenga repasar algo de lo que ocurre en el oficio con más crecimiento de la Argentina: el de operadores de call centers, o telemarketers (6.000 en el 2004, casi 50.000 actualmente). Ellos en una de sus páginas web prefieren autodenominarse Teleperforados, mientras otros están creando un Sindicato de Teleoperadores como para poder decidir, entre otras cosas, qué cumpleaños celebrar y cuál es la torta que quieren comer.
Por lo pronto, conviene aclarar que Lucas tiene 21 años pero no se llama Lucas, y que prefiere reservar su verdadera identidad, para evitar represalias.

Outsourcing, multiculturalismo y capacitación

Los avisos son impactantes: "Cubecorp Argentina incorporará a su Contact Center, candidatos para desempeñarse en sus funciones de representantes de Venta Telefónica. Formará parte de campañas de venta al mercado español para servicios de luz y gas. Requisitos: - Manejo de PC - Experiencia en posiciones similares (no excluyente) - Excelente manejo de relaciones interpersonales Ofrecemos: - Excelentes condiciones de contratación - Capacitación y desarrollo personal - Horarios part y full time - Ambiente de trabajo multicultural y profesional Zona de trabajo: Zona Norte de Buenos Aires, Pacheco Argentina, Buenos Aires Somos una compañía dedicada a proveer servicios de outsourcing informático a empresas en la Argentina y demás países de Latinoamérica".
Anuncios como este se encuentran por decenas en los sitios de búsqueda de empleo, o en los clasificados de los diarios. Algunos están directamente escritos en inglés. Las empresas se comenzaron a autodenominar "contact center" para escaparle al nombre call center (centro de llamados). Pertenecer a un centro internacional de contactos tiene ostensiblemente más glamour que ser un vendedor telefónico. De paso, la denominación tiene un costado sindical: los telefónicos tienen un mejor convenio que los empleados de comercio, donde en general encuadran a los teleoperadores. De todos modos, ninguno de estos marcos legales contemplan debidamente enfermedades típicas del oficio, como tendinitis, fuertes dolores de espalda y de cabeza, pérdida de la vista y la audición, agotamiento, o lo que los trabajadores de call centers definen como trituración cerebral.

¿Qué vende un call center?

Lucas, antes de Sprayette, trabajó en lo que llaman “un call center de garaje”, que se define por ser una pieza, sótano o literalmente un garaje “que ni luz tiene a veces”, con una sala con computadoras. “Y un vivo que descubrió el negocio” refiere Lucas.
Negocio poco iluminado, oscuro. "Era mi primer call center, me entusiasmé un montón: primero la entrevista, después la capacitación, y hacían mucho énfasis en la calidad de los productos, en la seriedad de la empresa, en el rol de los gerentes, en la capacitación permanente. Los que te capacitaban te decían 'yo empecé como vendedor y ahora estoy en recursos humanos, nunca pensé que iba a hacer algo así, capacitándolos a ustedes'. Te daba una sensación de movimiento, de ascenso, de calidad", recuerda Lucas mientras su hija de un año le habla en un raro idioma que él parece comprender.
American Lab decía ser una empresa de laboratorios estéticos de California con sede en Florida, Estados Unidos. En 2001 abrió su primer call center en Buenos Aires. El negocio era fantástico porque, según decían, habían descubierto que los argentinos eran muy buenos para vender. Abrieron otro.
"En la entrevista nos decían que estaban muy felices trabajando en una casa antigua y reciclada de la zona norte de Belgrano. Que los productos eran maravillosos porque eran todos naturales. Que el público eran latinos de los Estados Unidos, muy simpáticos y amables, que te hacías amigo de ellos y que después te llamaban para comprarte, con lo cual, hacías mucha plata". Lucas pronto decodificó es que la primer venta se la habían realizado a él mismo: "El primer producto que vende un call center es su propia imagen", describe.
Al poco tiempo descubrió la verdad: American Lab no tiene ningún laboratorio en California, ni un call center en Florida, ni productos maravillosos y naturales. "Lo segundo que me vendieron son las condiciones de trabajo: me dijeron que iba a estar en blanco a los tres meses pero después se tardaron seis y muy poca gente llegaba a ese tiempo, la mayoría se iba o lo echaban a los 3 o 4 meses".
Según lo que vio Lucas en American Lab y luego en Sprayette, las personas que trabajan en call centers son:
* Estudiantes que ingresan porque las seis horas de trabajo que les proponen les dejan tiempo suficiente para estudiar, y no les piden experiencia previa. La mayoría son estudiantes de las carreras de Marketing, Publicidad, Ciencias de la Comunicación, Economía, e incluso Filosofía, Sociología y Derecho, a quienes les prometen que podrán ganar experiencia en lo de ellos y ascender a puestos mejores.
* Madres solteras, mujeres divorciadas, promedio de 30 años, que toman este trabajo con la idea de tener tiempo y dinero para cuidar y criar a sus hijos. “Trabajé también con mujeres profesionales, incluso abogadas que necesitaban más ingresos”.
* Inmigrantes que ingresan en los call centers de venta a España o a países latinoamericanos. Peruanos, bolivianos, colombianos o paraguayos que, por no tener papeles o por pura discriminación, no tienen otra chance. Completan el mapa los adultos que quedaron fuera del mercado laboral y ven esta posibilidad como último recurso.

Elecciones

¿Por qué se elige un call center como lugar donde buscar empleo? Porque justamente no hay mucha elección. Lucas: "Lo peor es que todos vamos a trabajar el primer día con la satisfacción de que estamos en algo serio, importante, digno. Por lo menos los inmigrantes no están en un taller esclavo 16 horas, las madres no están en un bar de mala muerte doce horas, donde las manosean y las explotan, el estudiante no esta en Mc Donalds, y así".
Agrega: "Mientras tanto tu familia piensa que trabajás para Telefónica, que estás en un lugar de futuro que progresa al ritmo de las telecomunicaciones. Lo que termina pasando es que también vos le vendés a tu familia y a tus amigos la imagen que el call center te vende a vos", concluye Lucas.
Tal vez forma parte de un mapa sociológico. Los trabajadores de call centers se criaron con las promesas primermundistas sobre la globalización, la competitividad, ganadores y perdedores en la sociedad de la información, el flujo veloz de datos y mercancías, trabajadores del conocimiento conectados en red, más libres, calificados y bien pagos, y demás balbuceos que tuvieron su momento de éxtasis –localmente- durante el menemismo.
Las familias invirtieron lo que pudieron en preparar a sus hijos, agendarlos y formatearlos para esa lógica, que termina mostrando esta faceta del outosourcing y el marketing internacional, desde un garaje oscuro, en negro, tercerizado y sin cobertura legal.
“Y aunque el lugar sea lindo, lo que ves es un desfasaje entre el lugar supuestamente internacional e importante, y lo sordo y extenuado que quedás por un sueldo ínfimo”, dice Lucas.

Pis encima

Atento Argentina es una empresa creada por el Grupo Telefónica para que funcione como call center (curiosidades de la época de la concentración: Sprayette también pertenece a dicho grupo). La necesidad de este tipo de sub empresas puede explicarse con un argumento obvio: "Atento fue creada por Telefónica con el único objetivo de precarizar las condiciones laborales de los trabajadores. Crearon un fraude para no contratarnos directamente", denuncian los trabajadores.
Sebastián trabaja en Atento, tiene 29 años y estudió para ser docente. Su relato echa luz sobre las condiciones de trabajo: "Tuve muchos oficios en mi vida: limpié baños, fui docente en escuelas en donde los pibes más que aprender matemáticas necesitaban afecto, vendí revistas en el tren y hasta fui personal trainer. Así y todo podía estudiar y rendir bien. El cansancio era físico y natural. El único trabajo que me quebró fue este", dice con la mirada perdida.
"Me quebró la cantidad de llamadas que hay que atender en pocos segundos –si no lo hacés la empresa te descuenta 50 pesos-, me quebró esa presión y también ver a otros compañeros mal. Por ejemplo una chica de 20 años, estudiante, muy bonita, muy inteligente, la típica niña prodigio, me tocó verla hacerse pis en el lugar de trabajo por miedo de ir al baño...", cuenta con angustia.

Atento inició una lucha hace casi tres años por mejores condiciones y para defender a los trabajadores que sistemáticamente son despedidos sin causa. Antes de 2003 trabajan 4.500 personas divididas en las sedes de Atento Martínez, Barracas y Mar del Plata. Según explica Carolina, compañera de Sebastián, la empresa empezó a ‘arreglar’ con trabajadores por sueldos de mil pesos. A los de Barracas, en su mayoría jóvenes de la zona sur, les ofrecían ir a trabar a Martínez, con lo que los obligaban a renunciar. Así quedaron apenas 500 trabajadores. El vaciamiento se efectivizó en junio de 2003. Un mes después Atento ya empezaba nuevamente a contratar pero con nuevas condiciones: 200 pesos menos de salario básico. Para la inauguración de esa nueva etapa, la empresa invitó a Néstor Kirchner y decoró con plantas, flores y alfombras el edificio. Sin embargo, ni bien terminó el acto, quitaron toda la escenografía: “Ni las flores dejaron”, cuentan los chicos.

Según explican, es política de la empresa cambiar, rotar, renovar a los trabajadores y sobre todo a los que tengan más potencial de organizar alguna revuelta. En esta empresa, los trabajadores llevan en su haber tres tomas del edificio y siguen de pie ahora no solo contra la opresión de la empresa sino también tratando de huir de partidos políticos de izquierda que intentan regimentar al resto (en esta lógica, se sabe, los que no quieren ser regimentados son acusados por los partidos como “oficialistas”, “contrarrevolucionarios” y floridos adjetivos de ese tipo).

Sebastián cuenta una de sus teorías: “En Atento nunca estás en paz y nunca estás en conflicto. En otros lugares trabajás hasta que llega el conflicto, hay paro, dura un día o dos. Negociás con el patrón, termina el conflicto y volvés a trabajar bien. Acá nunca estás en conflicto salvo cuando hay despidos masivos: se organiza la pelea por la reincorporación pero cuando termina no estás en paz, seguís presionado, siempre en conflicto con este trabajo”.
Carolina cuenta que la reprobaron en un parcial que rindió justo cuando fue la última toma de Atento de la que ella participó hace casi un mes. Razones del bochazo: “No pude pensar bien, estaba saliendo de una situación de encierro y de violencia y pienso, pucha yo quiero que acá mejoren las cosas pero también me quiero recibir...”.

Puse mucho de mi vida

El trabajo implica una presión enferma física y mental, y un dilema referido a la propia identidad: “Tenemos otras vocaciones e intereses y estamos peleando por ser telefónicos. Y la verdad es que nadie quiere ser telefónico por deseo propio”, confiesa Carolina. Agrega: “Muchas veces me preguntan ¿de qué trabajas? Y aunque no me da vergüenza, no puedo sentirme orgullosa de mi trabajo. Además soy millones de cosas antes de trabajar en un call center”.
Sebastián se suma: “No sé si quiero ser telefónico, pero es la herramienta que veo como para que mi ahijado no trabaje en un call center así. Que sea un oficio como el de carpintero. Por mí, que desaparezcan, pero como no va a pasar, nos queda pelear”.

Según las estimaciones oficiosas en estos lugares cerca del 70% de los trabajadores padecen desde problemas psiquiátricos, pérdida de la audición, nódulos en la garganta, tendinitis, hasta enfermedades de la espalda y de la vista, entre otras, donde ya ni enumeran lo que parece natural: el estrés, el agotamiento. Lucas: “Las propias empresas pusieron el límite de 6 horas no por solidarias ni por bondadosas, sino porque saben que más allá la persona ya no sirve para nada, y su rendimiento cae totalmente”.
El último caso que sucedió en Atento le tocó a una joven asmática: “Pusieron el aire acondicionado muy caliente y despidió unas partículas tóxicas: se le cerraron los bronquios, se desmayó, no podía respirar bien y se la llevó una ambulancia que tardó media hora en llegar. Estuvo dos días internada porque no se le cortaba eso que había respirado. Todos los que nos quedamos teníamos un dolor de cabeza terrible por ese olor que estuvimos respirando”, recuerda Cristina.
Sebastián responde por qué vale la pena quedarse y no renunciar: “Yo puse mucho de mi vida acá. Quiero que esto sea un trabajo digno”.

Último acto

Detalles de la vida de Lucas en Sprayette:
* La diferencia entre el sueldo prometido y el real se debe a que era muy difícil la campaña de suscribir a españoles al diario El País. “Al hablarte de 650 pesos metían gente. Cuando nos encontramos con 490, los de Sprayette nos mandaron a la agencia, y viceversa”.
* Lucas calcula la proporción en contra de 80 a 1 para encontrar a un lector de El País. “Pese a que es el diario más leído, con 500.000 ejemplares, hay 40 millones de españoles. Cuando encontrábamos a un lector del diario, los supervisores se nos venían encima para que les dijéramos cualquier cosa con tal de asegurar la venta. Nos pedían que mintiéramos. Les decíamos que por el diario de 1 euro les íbamos a descontar 70 céntimos por día de su cuenta bancaria. En realidad, se les iba a cobrar todo junto, pero era un modo de engatusarlos. Si lo lograbas, los supervisores empezaban a gritar y aplaudir: ¡grande, puto, hicimos la venta!
* De la venta por un total de 100 euros (400 pesos aproximadamente) al teleoperador le quedan, limpios, 3 pesos.
 El mal humor de muchos teleoperadores los alejó de tales festejos. Durante el cumpleaños del supervisor al que le regalaron el DVD con el dinero que obligaron a poner a todos, los encerraron en la plataforma para obligarlos a celebrar y no tener su break aparte.
* Comenzó la presión con una de las jovenes teleoperadoras, obligándola a cambiar de turno, cosa que ella no podía hacer. Sus compañeros la incitaron a seguir trabajando en su turno hasta que ella dijo: “Basta, no quiero pelearla más”, y se dio por renunciada.
* La jefa de plataforma apareció sonriendo “como sobrándonos” cuenta Lucas, para borrar de la pizarra el nombre de esa joven y de otra que en realidad había pedido día de estudio. Lucas discutió con esta mujer, y finalmente él mismo se borró de la pizarra. “Estaba perdiendo mi propio trabajo, pero no pude aguantar el modo en que se reía de nosotros, cómo nos estaba sobrando”.
* “Le dije que alguna vez se iba a acordar de toda la gente que estaba jodiendo. Me contestó: Andate, pendejo”.

Algo está pasando

El fin de la historia es paradójico. Lucas consiguió trabajo en Atento, donde ha confirmado que la lógica de estas empresas responde a un molde nuevo: “La productividad no está medida en relación a las ventas, sino a la obediencia del operador. Lo importante para ellos es que cumplas el tiempo de entrada, de salida, el tiempo del break. No se valoran tus ventas, sino tu nivel de conexión a la máquina y de docilidad. Me cuesta encontrarle explicación, pero se ve que la productividad para ellos es que después de un tiempo te destruyeron el cerebro, y directamente te conectás todo el tiempo, levantás llamadas al ritmo que ellos quieren, y la ventaja es que no tenés otra cosa en la cabeza”.
Más detalles. Atento, para evitar los conflictos con los empleados que piden el pase al convenio de telefónicos, está transfiriendo sus propias tareas de call center de las telefónicas, a Action Line, por ejemplo, mientras recibe campañas de otro tipo de empresas (lo cual evitaría que se la considere una subsididaria de una “empresa telefónica”).
El negocio promete seguir adelante. Lucas cuenta que el Banco Río, con 40 operadores propios, logró la venta del 40% de sus productos bancarios. “Ahora hacen la apuesta de contratar a Action Line, para poner 100 telemarketers”.

Pero existe otra parte de la historia. “Se está armando un Sindicato de Teleoperadores por afuera de Foetra, el sindicato telefónico. Foetra es un sindicato de empresa, nació con la vieja Entel y quedó con Telecom y Telefónica. Tiene 12.000 afiliados en todo el país. Para muchos chicos la gran reivindicación es entrar a Foetra, ser reconocidos como telefónicos, pero muchos pensamos que lo mejor es armar un sindicato aparte, nuestro. En lugar de algo burocratizado donde las decisiones se toman en otro lugar que no es un call center, que las decisiones sean entre los que verdaderamente trabajan en estos sitios”.
El Sindicato tiene su página web www.sindicatodeteleoperadores.com (la otra página que registra esta realidad es www.teleperforados.com.ar)
“El sindicato está abierto a los que quieren pelear por estar en Foetra. Que cada uno elija. Yo creo que es mejor un sindicato aparte, porque lo de Foetra encima no es un convenio, sino un subconvenio de los telefónicos: por eso nadie va a cobrar como un telefónico ni en ese sindicato. Tampoco Foetra intenta que los demás call centers pasen a ser telefónicos, para no tener lío con el Sindicato de empleados de comercio de Armando Cavalieri. Ellos intercambian cuotas sindicales, mientras nosotros miramos. Bueno, ahora no miramos más”.
El Sindicato editó una revista llamada Algo está pasando, tiene 400 afiliados solamente en Córdoba (donde nació) y 1.000 en todo el país. Cuenta Lucas: “Es horizontal, porque las decisiones se toman en asamblea. Y es independiente de los partidos y sindicatos. Los partidos salieron a decir que somos kirchneristas, patronales y mil millones de cosas para tirarlo abajo. Pero nadie puede decir eso, cualquiera puede participar en las reuniones y verlo. En Capital, los encuentros se hacen los viernes a las 6 de la tarde, en Libertad 70, un estudio de abogados que colabora con el proyecto”.
La nueva organización, además busca romper varios moldes sindicales: “No está previsto que el sindicato, si fuera reconocido, cobre cuota sindical obligatoria. Voluntaria, o nada. Ni va a haber ningún puesto rentado. Queremos romper el negocio de los sindicatos, y hacer nuestra propia experiencia, sin dejar que haya otros por encima que quieran decidir por nosotros”, dice Lucas actualizando esta nueva parte de su historia, que recién está empezando.


جواب  رسائل 10 من 27 في الفقرة 
من: miranrami مبعوث: 20/05/2007 09:35
Mientras tanto el "señor" capitalismo nos manda a votar. O mejor dicho, los señeres capitalistas nos manda a votar.  ?Para que demonios sirve el voto, pues.? 

جواب  رسائل 11 من 27 في الفقرة 
من: MIKIMBYJODON1 مبعوث: 20/05/2007 14:23
quinto acto.
matilda lucas puede cambiar
de trabajo..

جواب  رسائل 12 من 27 في الفقرة 
من: matilda مبعوث: 20/05/2007 19:11
Sexto acto, Lucas puede ser un desocupado más...
Séptimo acto, Lucas puede ser un cartonero más..
Octavo ascto, Lucas puede ser un inmigrante más en un país donde lo usen de tapete y dede allí dedicarse a tirarle mierda al país donde nació, se crió,recibió sus estudios gratis y donde dejó su familia a la buena de vaya saber quién.
Noveno y último acto,Lucas ,como miles de argentinos decide rebelarse contra lo injusto ,en su país y utiliza su inteligencia para reconocer dónde está el verdadero error.
 
chan,chan
 
Mikimby ni todos son bastardos de sus convicciones,ni todos se conforman con llenar su barriga.
 
matilda


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