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General: LA GRAN ESTAFA
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Respuesta  Mensaje 1 de 166 en el tema 
De: maribea05  (Mensaje original) Enviado: 30/05/2007 02:16
Lo dije... verdad? dije que vendria con una sorpresita...
je je je
 
ESTO ES LA GRAN ESTAFA DESDE EL INICIO, CABALLEROOOOOOOO
Cada vez que pueda, voy a develar alguna. Y con fuentes IRREFUTABLES, como esta de ahora.
Ay, que bien me siento
 
--------------------
 

http://www.centroche.co.cu/List.aspx?menu_activo=2&estado=3

Centro de Estudios Che Guevara

...

17 de septiembre de 1957

Agrupaciones de las Columnas 1 y 4, a las órdenes del Che, derrotan fuerzas batistianas en Pino del Agua. Allí liquidan en una magistral emboscada concebida por el Che, una compañía de soldados batistianos, a la cual le causan el 52 por ciento de bajas entre muertos, heridos y prisioneros. Además le ocupan al enemigo algunas armas.

--------------------------------------------------------

http://www.bohemia.cu/granma50aniversario/ejercito-rebelde/cronologia.html

Bohemia

Edición Especial por el Aniversario 50 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias

Importantes sucesos y combates de la guerra revolucionaria

...

10 de septiembre (1957). Fidel y el Che, con sus respectivas columnas, toman  el pequeño caserío de Pino del Agua, en el firme de la Maestra. La Columna Uno continuó su marcha rumbo a Santiago de Cuba, mientras la Columna Cuatro se emboscaba durante siete días, en espera del ejército.

17 de septiembre (1957). Se produce el combate de Pino del Agua, que constituyó un éxito político y militar. El enemigo sufre tres muertos, un herido y un prisionero.

------------

(continuara luego de los primeros comentarios)



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Respuesta  Mensaje 2 de 166 en el tema 
De: Gran Papiyo Enviado: 30/05/2007 03:17
This message has been deleted by the manager or assistant manager.

Respuesta  Mensaje 3 de 166 en el tema 
De: Gran Papiyo Enviado: 30/05/2007 04:13
Tanta expectativa para esto ?????
Francamente, no entiendo a donde apuntás ??????
A qué estafa te referís ??????
Dios mío ! ! ! !  Que paciencia hay que tener con esta gente.
 

Pino del Agua.

Publicado originalmente en la revista Verde Olivo, el 17 de marzo de 1963.

Después del encuentro con Fidel, el 29 de agosto, marchamos algunos días, juntos a veces y otras separándonos alguna distancia, pero con el objeto de pasar unidos por el aserrío de Pino del Agua. En ese momento teníamos noticias de que en Pino del Agua no había tropa enemiga o, en todo caso, una guarnición pequeña.

El plan de Fidel era el siguiente: si había alguna guarnición pequeña, tomarla; en caso contrario, hacer acto de presencia y seguir él con su tropa para la zona de Chivirico. Nosotros debíamos quedar emboscados esperando el ejército batistiano que, en estos casos, inmediatamente venía para hacer una demostración de fuerza y disipar en el campesinado el efecto revolucionario de nuestra presencia.

En el curso de los días que precedieron a Pino del Agua, en la caminata que transcurrió desde Dos Brazos del Guayabo, donde nos encontramos, hasta el lugar del combate, sucedieron algunos hechos cuyos actores principales han tenido que ver con la historia posterior de la Revolución.

Uno de ellos fue la deserción de Manolo y Popo Beatón, campesinos de la zona, que se habían incorporado a la guerrilla poco antes de Uvero, combatiendo allí y que ahora abandonaban nuestro campo. Estos dos individuos fueron readmitidos posteriormente en la guerrilla ya que Fidel les perdonara su traición, pero nunca superaron su condición seminómada y bandidesca y, por algún motivo personal, uno de ellos, Manolo, asesinó al comandante Cristino Naranjo, después del triunfo de la Revolución. Logró, posteriormente, fugarse de La Cabaña donde estaba recluido y formó una pequeña guerrilla en la propia zona donde había combatido en la Sierra Maestra, cometiendo, entre otras fechorías, el asesinato de Pancho Tamayo, valioso compañero incorporado desde los primeros días de la Revolución. Finalmente, una fuerza campesina tomó prisioneros a él y a su hermano Popo, siendo ambos fusilados en Santiago.

También nos ocurrió un accidente desagradable: un compañero, llamado Roberto Rodríguez, fue desarmado por insubordinación. Era muy indisciplinado y el teniente de la escuadra a que pertenecía lo desarmó ejerciendo un derecho disciplinario. Roberto Rodríguez arrebató el revólver a un compañero y se suicidó. Tuvimos un pequeño incidente debido a mi oposición a que se le rindieran honores militares, ya que los combatientes entendían que era uno más caído y nosotros argumentábamos que suicidarse en unas condiciones como las nuestras era un acto repudiable, independientemente de las buenas cualidades del compañero. Tras un conato de insubordinación, solamente se veló el cuerpo del compañero, sin rendirle honores.

Uno o dos días antes me había contado parte de su historia y se notaba en él un muchacho de exagerada sensibilidad que estaba haciendo enormes esfuerzos por acoplarse a la vida dura de la guerrilla y, además, a la disciplina del ejército, cosas que chocaban con su naturaleza física débil y su instinto de rebeldía.

Dos días después enviamos un pequeño grupo a las Minas de Bueycito para hacer una demostración de fuerza, ya que era el 4 de septiembre; la pequeña tropa estaba mandada por el capitán Ciro Redondo y trajo prisionero a un soldado enemigo de nombre Leonardo Baró. Este Baró jugó un papel importante en las fuerzas de la contrarrevolución; fue prisionero nuestro durante un buen tiempo hasta que un día me hizo un patético relato sobre la enfermedad de su madre y creí en sus palabras, tratando de convencerlo, de paso, que diera un golpe de efecto político. Le propuse que tomara una guagua, viera a su madre en La Habana y después pidiera asilo en una embajada, diciendo que no quería luchar más contra nosotros y denunciando al régimen de Batista. El objetó aquello diciendo que no podía denunciar el régimen por el cual sus hermanos peleaban y quedamos en que simplemente iba a declarar que no deseaba pelear más, cuando se asilara.

Lo mandamos con cuatro compañeros, con órdenes rigurosísimas de que no fuera a ver a nadie en el camino, a pesar de que conocía ya a muchos campesinos que venían a visitarnos al campamento; además los cuatro compañeros que se encargaron de llevarlo debían hacer todo el tramo a pie hasta las cercanías de Bayamo, donde podían dejarlo y volver por otro camino.

Aquella gente no siguió las indicaciones, se dejaron ver por mucha gente, celebraron incluso alguna reunión en su presencia, ya en calidad de liberado y presunto simpatizante, y tomaron un jeep trasladándose a Bayamo. En el camino fueron interceptados por las tropas batistianas y los cuatro compañeros fueron asesinados. Nunca supimos bien si Baró participó en este crimen o no, lo cierto es que inmediatamente se instaló en las Minas de Bueycito, se puso a las órdenes del asesino Sánchez Mosquera y empezó a identificar campesinos, de los que llegaban a comprar sus mandados allí y que habían estado en contacto con nuestra guerrilla. Innúmeras son las víctimas que costó mi error al pueblo de Cuba.

A los pocos días del triunfo de la Revolución, Baró fue apresado y ajusticiado.

Poco después bajamos a San Pablo de Yao, donde entramos en medio del alborozo general del pueblo, nos apoderamos pacíficamente de él algunas horas (no había tropa enemiga) y empezamos a hacer contactos. Trabamos conocimiento con alguna gente de la localidad y cargamos toda la mercancía posible en camiones que conseguimos con los mismos comerciantes a quienes se la compramos a crédito, pues en aquella época pagábamos con vales. Conocimos entonces a Lidia Doce, quien fuera después nuestra gran compañera y la encargada de todas las tareas de contacto de la columna hasta su muerte, ocurrida en La Habana.

La tarea de traer la mercancía desde Yao fue muy dura, el camino que sube de San Pablo de Yao a Pico Verde, por la mina La Cristina, es muy empinado y solamente los camiones con doble diferencial y no muy cargados pueden hacerlo; los nuestros se rompieron en el camino, y hubo que cargar todo el abastecimiento entre mulos y hombres. En estos días se produjeron también una serie de separaciones provocadas por distintos motivos. Un compañero, buen combatiente, fue expulsado de la guerrilla por emborracharse durante la expedición a Yao, mientras estaba en una posta y poner así en peligro a toda la columna. Otro, Jorge Sotús, dejaba su cargo de jefe de un pelotón y marchaba con una encomienda de Fidel a Miami. La realidad es que Sotús nunca pudo amoldarse a la Sierra y la gente no lo quería, dado su carácter despótico.

Su carrera también estuvo llena de altibajos. Tuvo una actitud vacilante, cuando no traidora en Miami; volvió a nuestro ejército y fue amnistiado, perdonándosele sus pasados errores: traicionó en la época de Hubert Matos y fue condenado a veinte años de cárcel; se fugó con la complicidad de un carcelero y llegó a Miami. Cuando preparaba una lancha para una incursión pirata contra el territorio cubano, murió al parecer electrocutado en un accidente.

Otro de los compañeros que se separaban en aquellos días era Marcelo Fernández, coordinador del Movimiento en las ciudades, que volvía a trabajar en sus bases, después de haber permanecido un tiempo, bastante largo, en la Sierra Maestra.

Después de estos incidentes reanudamos nuestra marcha acercándonos a Pino del Agua, a donde llegamos el 10 de septiembre. Pino del Agua es un caserío pequeño, edificado alrededor de un aserrío, en el mismo firme de la Maestra. En aquella época estaba administrado por un español y había unos cuantos obreros, nadie del ejército enemigo. Toda la tropa ocupó el caserío aquella noche y Fidel dejó conocer su itinerario a la gente del lugar, calculando que algo se filtraría al ejército.

Hicimos una pequeña maniobra de diversión y, mientras la columna de Fidel seguía en marcha hacia Santiago, a la vista de todo el mundo, nosotros dábamos un rodeo en la noche y nos emboscábamos para la espera del ejército enemigo. De nuestro avituallamiento de las cosas esenciales, si no tardaba mucho en presentarse el enemigo, estaría encargado, como siempre, el viejo Tamayo, que vivía en esa zona, en la región llamada Cuevas de Peladero.

Distribuimos nuestra tropa de tal manera que estuvieran todos los caminos vigilados. Nuestra vigilancia llegaba, por un lado, al mismo camino que desemboca de Yao a Pico Verde, varias leguas antes de Pino del Agua, y otro camino más directo, que sube a la Maestra y que no es transitable por camiones. El grupo de Pico Verde era pequeño, más bien de escopeteros, con el encargo de dar la alarma en caso necesario, pues era un buen camino de retirada y el que pensábamos utilizar después de la acción. Efigenio Ameijeiras quedaba encargado de vigilar uno de los caminos de acceso por retaguardia, también viniendo de la zona de Pico Verde. Lalo Sardiñas, con un pelotón, quedaba en la zona de el Zapato, custodiando una serie de caminos de extracción de madera, que mueren en las márgenes del río Peladero. Era una precaución excesiva, pues el enemigo debía hacer una marcha muy larga a través de la Sierra para llegar hasta ese camino y no eran sus métodos los de caminar en columna por la montaña. Ciro Redondo era el encargado, con todo su pelotón, de defender el acceso por la Siberia. Esta es la zona en que se unen Uvero y Pino del Agua, dos aserríos que empatan entre sí a través de un camino que pasa por el punto elegido para Ciro, en el filo de la Maestra.

Nosotros teníamos nuestras fuerzas distribuidas en la parte lateral del camino que sube de Guisa, en un monte sobre el farallón, de manera de sorprender a los camiones y concentrar el poder de fuego en el lugar donde era más probable que vinieran. El lugar elegido permitía avistar los camiones desde muy lejos. El plan era simple; se les dispararía de ambos lados y pararíamos el primer camión en una curva, iniciando el fuego contra todos los otros que siguieran; para detenerlos, pensando que podíamos tomar tres a cuatro vehículos si la sorpresa resultaba. El pelotón que actuaría era de las mejores armas y estaba reforzado por gente del capitán Raúl Castro Mercader.
Estuvimos, aproximadamente, siete días emboscados pacientemente sin ver llegar a las tropas. Al séptimo, cuando estaba en el pequeño estado mayor donde se hacía la comida para toda la tropa emboscada, me avisaron que el enemigo se acercaba. Como en este punto hay subidas muy pronunciadas, aún antes de verse nada se oye el zumbido de los camiones trepando la áspera pendiente.


Nuestras fuerzas se prepararon para el combate; en el lugar principal se colocaron los hombres que estaban al mando del capitán Ignacio Pérez y debían parar el primer camión y, lateralmente, los demás que dispararían sobre los distintos vehículos. Veinte minutos antes del combate se desató una lluvia torrencial, cosa habitual en la Sierra, que nos empapó hasta los huesos, pero los soldados enemigos iban todavía más preocupados por el agua que por las posibilidades de un ataque y esto nos sirvió para la sorpresa. El encargado de abrir el fuego tenía una ametralladora Thompson; efectivamente, abrió fuego con ella, pero en tales condiciones que no le dio a nadie; se generalizó el tiroteo y los soldados del primer camión, más asustados y sorprendidos que heridos por la acción, saltaron al camino y se perdieron tras el farallón después de matar a un gran combatiente, poeta de nuestra columna, a quien le decíamos Crucito, llamado José de la Cruz.
El combate presentó características extrañas; un soldado enemigo se refugió debajo del camión, en la curva del camino y no dejaba asomar la cabeza a nadie.

Habían pasado uno a dos minutos cuando llegué al lugar de los hechos -encontrando que mucha gente iba en retirada debido a una falsa orden, accidente muy frecuente en medio de los combates-. Arquímedes Fonseca llevaba una mano herida al salvar el fusil ametralladora abandonado por su sirviente. Hubo que dar instrucciones a todos que volvieran al combate y pedir que cooperaran las fuerzas de Lalo Sardiñas y Efigenio Ameijeiras para concentrar el golpe.
Estaba en la carretera un combatiente llamado Tatín que en el momento que bajé a la carretera me dijo con voz desafiante:
“Ahí está, debajo del camión, vamos, vamos, aquí se ven los machos.” Me llené de coraje, ofendido en lo más íntimo por esta manifestación que presumía una duda, pero cuando tratamos de acercarnos al anónimo combatiente enemigo que disparaba con su fusil automático desde bajo el camión, tuvimos que reconocer que el precio de demostrar nuestra guapería iba a ser demasiado caro; ni mi impugnador ni yo pasamos el examen. El soldado se retiró con su fusil ametralladora arrastrándose y se salvó de caer prisionero o muerto.
Los camiones del ejército eran cinco y transportaban una compañía. La escuadra dirigida por el teniente Antonio López, cumplió a cabalidad las instrucciones de no permitir el paso de nadie más después de iniciado el combate y allí había quedado detenido el tercer camión. Sin embargo, algunos soldados, haciendo una resistencia enérgica no nos permitían avanzar. Llegaron los refuerzos de Lalo Sardiñas y Efigenio Ameijeiras, quienes avanzaron sobre los camiones liquidando la resistencia.
Los soldados huían camino abajo, a la desbandada algunos y otros en dos camiones que habían salvado, abandonando todos los otros pertrechos.
Nos enteramos de sus fuerzas y de algunas de sus intenciones por la presencia de Gilberto Cardero. Este compañero había sido tomado prisionero durante una incursión de nuestras fuerzas por otras zonas, estuvo preso cierto tiempo y le habían traído con la intención de que envenenara a Fidel mediante el contenido de un pomo que debía volcar en su comida. Al oír los disparos, Cardero se tiró del camión como todos los soldados pero, en vez de huir de los tiros, se presentó ante nosotros inmediatamente y se reincorporó a las tropas narrando su odisea. Al tomar el primer camión encontramos dos muertos, un herido, que todavía hacía gestos de pelea en su agonía, fue rematado sin darle oportunidad de rendirse, lo que no podía hacer pues estaba semiinconsciente. Este acto vandálico lo realizó un combatiente cuya familia había sido aniquilada por el ejército batistiano. Le recriminé violentamente esa acción sin darme cuenta que me estaba oyendo otro soldado herido que se había tapado con unas mantas y había quedado, quieto, en la cama del camión. Al oír eso y las disculpas que daba el compañero nuestro, el soldado enemigo avisó de su presencia pidiendo que no lo mataran; tenía un tiro en la pierna, con fractura, y quedó a un costado del camino mientras proseguía el combate en los otros camiones. El hombre, cada vez que pasaba un combatiente por el lado, gritaba, “no me mate, no me mate, el Che dice que no se matan los prisioneros”. Cuando finalizó el combate, lo llevamos al aserrío, le hicimos las primeras curas y quedó allí para ser devuelto.
En los otros camiones se habían infligido pocas bajas al enemigo, pero quedó en nuestro poder una buena cantidad de armas.
El resultado final del combate fue: un fusil automático Browning, 5 Garands, una trípode con su parque y otro fusil Garand más que fue escamoteado por la tropa de Efigenio Ameijeiras. Efigenio pertenecía a la columna de Fidel y alegaba que la participación de su pelotón en el combate había sido decisiva de modo que tenía que obtener armas de las conquistadas, pero Fidel había dejado esa tropa a mi mando, precisamente para que nos ayudaran en la lucha por la cosecha de armas, de modo que desatendí las protestas y repartí los trofeos entre la gente de mi columna, salvo el fusil que no pasó por la contabilidad.

Se le entregó la Browning a Antonio López, teniente de una de las escuadras que había tenido mejor actuación y los Garands al teniente Joel Iglesias, a Virelles, expedicionario del Corintia que se había incorporado a nuestras tropas, al soldado Oñate y a otros dos que no recuerdo. Se procedió a quemar los tres camiones capturados para hacer mayor daño al enemigo ya que nos era imposible transportarlos.

Mientras nos concentrábamos en el batey pasaron algunas avionetas que habían recibido aviso de nuestro ataque pero nosotros disparamos sobre ellas, alejándolas. Uno de los hermanos Pardo, Mingolo, había ido a dar un parte a Fidel de que se acercaban los guardias, si mal no recuerdo, pero decidimos mandar otro con los resultados del combate (y a Cardero para que relatara su aventura). Le mandamos avisar a Ciro que se retirara de su posición pues ya había acabado el combate y nos retiraríamos. Salió el mensajero, Mongo Martínez, con ese encargo. Al rato escuchamos unos disparos; un grupo de nuestros escopeteros había descubierto a un soldado que marchaba como escondiéndosele, le dieron el alto, y, al tratar éste de resistirse, le había disparado. El hombre huyó dejando el fusil; entregaba un Springfield como señal del triunfo. Nos preocupó el hecho de que todavía hubiera soldados dispersos por esa zona pero incorporamos el fusil a la contabilidad.
A los dos o tres días se incorporó a la columna Mongo Martínez y anunció que algunos soldados enemigos le habían salido al paso disparándole con escopetas y había tenido que huir porque estaba herido. Traía la señal de los perdigones en la cara que estaba literalmente espolvoreada de ellos; ese era el Springfield que los compañeros escopeteros habían conquistado al enemigo. El resultado fue que el compañero herido tomó por un atajo creyendo que los guardias estaban cerca y se perdió en el monte sin avisarle a Ciro Redondo de nuestro combate y de la orden de retirada. Al día siguiente Ciro, que había escuchado los ecos del combate, mandó un mensajero y le reiteramos entonces la orden.

Mientras los B-26 pasaban bajo sobre el aserrío buscando víctimas, nosotros desayunábamos tranquilamente en las distintas construcciones, tomando chocolate brindado por la dueña de casa, aunque ésta no miraba pasar con mucho agrado los B-26, casi rozando los techos. Se fueron los aparatos y, cuando nos aprestábamos a la retirada con toda calma vimos aparecer por el camino de Siberia, que había custodiado Ciro hasta pocas horas antes, cuatro camiones cargados de soldados. Era otro grupo que venía en dirección contraria a unirse al primero y al cual hubiéramos podido hacerle una encerrona parecida, pero ya era tarde, una buena cantidad de nuestra tropa se había replegado a lugares más seguros. Hicimos dos disparos al aire que era la señal de retirada y nos fuimos tranquilamente. En este combate, importante por su trascendencia, ya que fue conocido en toda Cuba, hicimos al ejército tres muertos y un herido (el prisionero que se devolvió) y además, un prisionero capturado por el pelotón de Efigenio al día siguiente, en el último peinado de la zona; era el cabo Alejandro, a quien llevamos con nosotros y que estuvo hasta el fin de la guerra en nuestra columna trabajando como cocinero. Allí mismo recibió sepultura Crucito en medio de la consternación de la tropa que perdió un gran compañero y a su bardo campesino. Crucito solía sostener enconados duelos poéticos con Calixto Morales a quien llamaba “guacaico de la Sierra” en contraposición a él, “el ruiseñor de la Maestra”.
Se distinguieron en este combate el teniente Efigenio Ameijeiras, el capitán Lalo Sardiñas, el capitán Víctor Mora, el teniente Antonio López y su escuadra, el entonces soldado Dermidio Escalona y el también soldado Arquímedes Fonseca, a quien se le entregó la ametralladora de trípode para que la usara luego de curarse la mano traspasada por un balazo. Por nuestra parte un herido leve, un muerto y algunos contusos o tocados por rozones de balas, incluyendo los perdigonazos de Monguito.
Nos retiramos de Pino del Agua por distintos caminos, volviendo a la zona de Pico Verde para reorganizarnos y esperar la llegada del compañero Fidel, quien ya tenía conocimiento del encuentro.
El análisis del combate mostraba que, si bien había sido un éxito político y militar, nuestras deficiencias eran enormes. El factor sorpresa debía haber sido aprovechado a fondo para casi aniquilar a los ocupantes de los tres primeros vehículos; además, después de iniciado el combate se había dado una falsa orden de retirada que hizo perder el control de la gente y su ardor combativo y hubo poca decisión de tomar los vehículos, defendidos por pocos soldados, luego nos expusimos innecesariamente quedándonos una noche en el aserrío y la retirada definitiva se produjo con bastante desorden. Todo esto indicaba la necesidad imperiosa de mejorar la preparación combativa y la disciplina de nuestra tropa, tarea a la que nos dimos en los días siguientes.

Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.

                                         SALUDOS REVOLUCIONARIOS

                                                        (Gran Papiyo)


Respuesta  Mensaje 4 de 166 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 30/05/2007 05:10
je je je
 
tra la laaaaaaa
ay!
 
alabao!!!!!!
 
hay dias que no importa cuan cansada se este... una se divierte.
 
 

Respuesta  Mensaje 5 de 166 en el tema 
De: Gran Papiyo Enviado: 30/05/2007 06:06
Maribea, Maribea, vos te estás pareciendo cada vez más al pobre sexagenario de Maceo (que sólo él entiende lo que escribe)
 
Hoy recibí el primer pasquín digital.
Lamentablemente, el Director no me quizo enviar la versión impresa.
En fin, yo soy pobre y me conformo con poco.
Mandale mi agradecimiento. Algo es algo.
 
Suyoanis Tapia Mayola ¿tiene algún parentesco con Mayola (el defensor de Posada Carriles) ?
 
                                      SALUDOS REVOLUCIONARIOS
                                                    (Gran Papiyo)

Respuesta  Mensaje 6 de 166 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 30/05/2007 07:03
¿terminó usted?


Respuesta  Mensaje 7 de 166 en el tema 
De: MIKIMBYJODON1 Enviado: 30/05/2007 07:59
AQUI VAN UNAS BUENAS.....

Diez Tiros al Che Guevara

Alvaro Vargas Llosa


Los simpatizantes del Che Guevara conmemoran un aniversario más del fallecimiento del revolucionario, que tuvo lugar hace treinta y ocho años en la quebrada del Yuro, en Bolivia. Es un momento apropiado para abordar diez mitos que mantienen vivo el culto de Guevara.

La última vez que visité el Museo de Arte Moderno en Nueva York, un estudiante estadounidense que lucía una camiseta del Che Guevara y una boina llamó mi atención (la casualidad de que Nicole Kidman ingresaba al recinto en ese mismo instante acaso tuvo algo que ver con que me percatara de él). Le pregunté amablemente qué era exactamente lo que él admiraba tanto acerca de ese hombre. He aquí las diez razones que mencionó—y mis respuestas.

1. ESTABA EN CONTRA DEL CAPITALISMO. En realidad, Guevara era partidario del capitalismo de estado. Se oponía al sistema salarial denunciado en la jerga marxista como la “apropiación de la plusvalía” solamente cuando se trataba de empresas privadas. Pero convirtió la “apropiación de la plusvalía de los trabajadores” en todo un sistema estatal. Un ejemplo de esto son los campamentos de trabajo forzado que apoyó, comenzando con el de Guanahacabibes en el año 1961.

2. HIZO A CUBA INDEPENDIENTE. En realidad, maquinó la colonización de Cuba por parte de un poder extranjero. Contribuyó a convertir a Cuba en una cabecera de playa temporal del poder soviético (selló el trato en Yalta). Como responsable de la “industrialización” de Cuba, fracasó en el objetivo de ponerle fin a la dependencia del país con relación al azúcar.

3. ABOGO POR LA JUSTICIA SOCIAL. En realidad, ayudó a arruinar la economía al distraer los recursos hacia industrias que terminaron en el fracaso y redujo a la mitad la cosecha de azúcar, el soporte de Cuba, en el término de dos años. El racionamiento comenzó bajo su administración de la economía isleña.

4. SE ENFRENTO A MOSCU. En realidad, obedeció a Moscú hasta que Moscú decidió pedirle algo a cambio de sus masivas transferencias de dinero a la Havana. En 1965, criticó al Kremlin porque había adoptado lo que él denominaba la “ley del valor”. Luego viró hacia China en vísperas de la Revolución Cultural, una de las historias de terror del siglo veinte. Simplemente cambió de lealtades dentro del campo totalitario.

5. SE CONECTO CON LOS CAMPESINOS. En verdad, murió precisamente debido a que no pudo “conectarse” con ellos. "Las masas campesinas no nos ayudan en absoluto", escribió en su diario boliviano antes de ser capturado—un modo apropiado de describir su viaje a través de la campiña boliviana tratando de provocar una revolución que ni siquiera consiguió obtener la ayuda de los comunistas bolivianos (ellos eran lo suficientemente realistas como para darse cuenta de que los campesinos no deseaban una revolución en 1967; ya habían tenido una en 1952).

6. FUE UN GENIO GUERRILLERO. En realidad, con la excepción de Cuba (en la que incluso fue figura de tercera categoria. LVDCL), todo esfuerzo guerrillero que ayudó a instaurar fracasó penosamente. Tras el triunfo de la revolución cubana, Guevara estableció ejércitos revolucionarios en Nicaragua, la República Dominicana, Panamá, y Haití, todos los cuales fueron aplastados. Más tarde persuadió a Jorge Ricardo Masetti de que condujese una incursión fatal en la Argentina desde Bolivia. El papel de Guevara en el Congo en 1965 fue tragicómico. Se alió con Pierre Mulele y Laurent Kabila, dos carniceros, pero se vio envuelto en tantas desavenencias con el segundo—y las relaciones entre los combatientes cubanos y los congoleños fueron tan tensas—que tuvo que escapar. Finalmente, su incursión en Bolivia culminó en su deceso (que sus seguidores están conmemorando este domingo 9 de octubre).

7. RESPETO LA DIGNIDAD HUMANA. En realidad, tenía el hábito de apoderarse de la propiedad ajena. Ordenaba a sus seguidores que asaltasen bancos (“las masas que luchan están de acuerdo con asaltar los bancos porque ninguno de ellos tiene un centavo en los mismos”) y, tan pronto como el régimen de Batista colapsó, ocupó una mansión y se apropió de ella—un caso de expeditivo de expropiación con fines públicos de estirpe revolucionaria (sin justiprecio). (En mas de una ocasion ordeno arrodillarse a los que iba a fusilar, para humillarlos aun mas. LVDCL)

8. SUS AVENTURAS ERAN UNA CELEBRACIÓN DE LA VIDA. Más bien, fueron una orgía de muerte. Ejecutó a muchas personas inocentes en Santa Clara, en el centro de Cuba, donde operó su columna durante la última etapa de la lucha armada. Después del triunfo de la revolución, estuvo al mando de prisión de “La Cabaña” por medio año. Allí ordenó la ejecución de cientos de prisioneros—ex hombres de Batista, periodistas, empresarios, y otros. Unos pocos testigos, incluidos Javier Arzuaga, quien era el capellán de “La Cabaña”, y José Vilasuso, quien pertenecía al grupo encargado del proceso judicial sumario, me brindaron recientemente sus dolorosos testimonios.

9. ERA UN VISIONARIO. Su visión de América Latina era en realidad bastante borrosa. Consideremos, por ejemplo, su opinión de que los guerrilleros debían operar desde el campo porque allí era donde vivían las masas luchadoras. En realidad, desde los años 60 la mayoría de los campesinos han abandonado pacíficamente el campo, en parte debido al fracaso de la reforma agraria, la cual ha obstaculizado el desarrollo de una agricultura basada en la propiedad y de las economías de escala con reglamentos absurdos que prohíben toda clase de convenios privados.

10. ESTABA EN LO CIERTO RESPECTO DE LOS ESTADOS UNIDOS. Predijo que Cuba superaría el PBI per cápita de los Estados Unidos para el año 1980. Hoy día, la economía de Cuba apenas puede sobrevivir gracias al subsidio petrolero de Venezuela (cerca de 100.000 barriles diarios), una forma de limosna internacional que no habla demasiado bien de la dignidad del régimen.


Respuesta  Mensaje 8 de 166 en el tema 
De: miranrami Enviado: 30/05/2007 08:56

Existen en el pensamiento de la derecha una ignorancia en lo tocante a los asuntos sociales, o sociológico mejor dicho. Me llama la atención la crítica que este articulista derechista hace ingenuamente del CHE en su supuesto fracaso con los campesinos.

Es bien sabido que Lenin y otros clásicos intérpretes del marxismo han estudiado la cuestión del campesino. Y es que el campesino, según Lenin, teoría que también el CHE aceptaba como coherente;   éste es un “pequeño burgués” por su sueño de tener su propia tierra.

Camilo Torres Sacerdote Católico Colombiano, quién dejara el sacerdocio formal para incorporarse a la lucha armada; y quién también fue sociólogo de profesión, cría que el campesino no puede ser un “pequeño burgués” porque carece de conciencia de clase. De modo que para Camilo Torres el campesino era un “antisocial”.

Y de aquí que la conexión de la lucha revolucionaria con el campesinado no es fácil. El mismo Mao pensaba que le lucha debería de subir de la ciudad al campo y de ahí bajar con la fuerza y la unidad obrero campesina a destruir el modelo burgués imperante.

NO veo pues, sociológica mente hablando ningún fracaso en el CHE, más bien me parece que el absurdo celo de los dirigentes del partido comunista boliviano le hizo más daño al gran plan del CHE.   


Respuesta  Mensaje 9 de 166 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 30/05/2007 09:52
Debo agradecer formalmente a acá el caballero (ver chiste de Alvarez Guedes sobre "la otra mitad") el que haya puesto gran parte del artículo al que yo a continuación me iba a referir..., porque justamente quiero resaltar unas partes interesantes de ese texto, que hacen pensar un poquito, un poquito na' ma', cuando se reduce la hojarasca literaria.

Estamos ante un relato escrito por el mismo Ernesto Guevara... ok?

Aclaro que las negritas son mias.

"Pino del Agua es un caserío pequeño, edificado alrededor de un aserrío, en el mismo firme de la Maestra. En aquella época estaba administrado por un español y había unos cuantos obreros, nadie del ejército enemigo."

[...]

"Distribuimos nuestra tropa de tal manera que estuvieran todos los caminos vigilados..."

[...]

"Nosotros teníamos nuestras fuerzas distribuidas en la parte lateral del camino... de manera de sorprender a los camiones y concentrar el poder de fuego en el lugar donde era más probable que vinieran. El lugar elegido permitía avistar los camiones desde muy lejos. El plan era simple; se les dispararía de ambos lados y pararíamos el primer camión en una curva, iniciando el fuego contra todos los otros que siguieran; para detenerlos, pensando que podíamos tomar tres a cuatro vehículos si la sorpresa resultaba..."

[...]

"Estuvimos, aproximadamente, siete días emboscados pacientemente sin ver llegar a las tropas..."

[...]

"...Veinte minutos antes del combate se desató una lluvia torrencial, cosa habitual en la Sierra, que nos empapó hasta los huesos... El encargado de abrir el fuego tenía una ametralladora Thompson; efectivamente, abrió fuego con ella, pero en tales condiciones que no le dio a nadie; se generalizó el tiroteo y los soldados del primer camión, más asustados y sorprendidos que heridos por la acción, saltaron al camino y se perdieron tras el farallón después de matar a un gran combatiente, poeta de nuestra columna, a quien le decíamos Crucito..."


[...]

"El combate presentó características extrañas; un soldado enemigo se refugió debajo del camión, en la curva del camino y no dejaba asomar la cabeza a nadie."

[...]

"Habían pasado uno a dos minutos cuando llegué al lugar de los hechos -encontrando que mucha gente iba en retirada debido a una falsa orden... Hubo que dar instrucciones a todos que volvieran al combate y pedir que cooperaran las fuerzas de Lalo Sardiñas y Efigenio Ameijeiras para concentrar el golpe."

[...]

"El resultado final del combate fue: un fusil automático Browning, 5 Garands, una trípode con su parque y otro fusil Garand más que fue escamoteado por la tropa de Efigenio Ameijeiras."

[...]

"En este combate, importante por su trascendencia, ya que fue conocido en toda Cuba, ,hicimos al ejército tres muertos y un herido (el prisionero que se devolvió) y además, un prisionero capturado por el pelotón de Efigenio al día siguiente, en el último peinado de la zona... Por nuestra parte un herido leve, un muerto y algunos contusos o tocados por rozones de balas, incluyendo los perdigonazos de Monguito..."

[...]

"El análisis del combate mostraba que, si bien había sido un éxito político y militar, nuestras deficiencias eran enormes. El factor sorpresa debía haber sido aprovechado a fondo..."

----------

Esto es bien sencillo de entender. Si no hay que elucubrar nada!

ASI SE INVENTAN LOS MITOS.

ASI NACE LA GRAN ESTAFA!

Las grandes batallas, las magistrales emboscadas, los grandes exitos politicos y militares... los altos porcientos asignados a los triunfadores.

Como si todos los que hemos pasado por estudios intermedios fuésemos tarúpidos, nos hubieran regalado las notas, no supiéramos lo que significan los porcientos de un total... o como si no supieramos que una compañía (si es que fue una compañía con cinco camiones, según se indica en el texto suministrado por el "caballero de la otra mitad") tiene más o menos 100 soldados... y si según palabras del señor Guevara, le hicieron "tres muertos y un herido", oigan, si eso es un 52% me regreso de nuevo a la escuelita.
¿Alguien me acompaña?

¿O es que todo ES MENTIRA? ¿O casi todo?

Esta es  la base de los cuentos chinos, DE LA GRAN ESTAFA... de las medias verdades y de la manipulación de información para consumo que ha sido este proceso desde los mismos inicios.

"La magistral emboscada" (siete días sin que se moviera una mosca y sin saber siquiera si iba a pasar por ese sitio alguien ya que no era un punto estratégico militar)

"Todos los caminos" (en un pequeño poblado??? cuántos caminos?)

El 52% de bajas (3 en una compañía?) entre muertos, heridosS (¿no fue uno solo?) y prisioneroS (¿no fue acaso el mismo que salió herido?

Fidel y el Che toman... (¿TOMAN? ¿acaso no fue que OCUPARON en todo caso? ¡¡Si ni siquiera había soldados!!, "había unos cuantos obreros, nadie del ejército enemigo", esto escrito por el mismo Guevara)

"Exito político y militar" (entonces, ¿dónde queda la misma crítica de: "El análisis del combate mostraba que, si bien había sido un éxito político y militar, nuestras deficiencias eran enormes. "? ¿Y qué pasó con la falsa orden de retirada  alguien –que no dicen quién– dio y que hizo que se despelotonara la magistral emboscada? En todo caso, el que se emboscó fue el soldado que se metió debajo del camión y mantuvo a raya a todos los combatientes rebeldes.

Con este reperpero... "los soldados del primer camión, más asustados y sorprendidos que heridos por la acción, saltaron al camino y se perdieron tras el farallón ", ¿quién que sea serio puede hablar de magistrales batallas y cincuentaydos porciento de blah blah blah.?

Pudiera hacer este análisis más largo con más ejemplos...
pero no sé por qué siento que son innecesarios...
:-)


Respuesta  Mensaje 10 de 166 en el tema 
De: miranrami Enviado: 30/05/2007 10:49

Maribea me sorprende que usted sepa muchas cosas de la vida militar.

Mire la letra negra es de usted, no. Bueno significa que algo esta alterado.

Pero esto no interesa:

Ya voy  a seguir.


Respuesta  Mensaje 11 de 166 en el tema 
De: miranrami Enviado: 30/05/2007 11:45

Hablando del terreno militar y sobre la particular guerra de guerrillas, los puntos para hacer una emboscada se marcan, no se posicionan. 7 días sin que se moviera una mosca, lo cual no quiere decir 7 días “posicionados” (militarmente hablando) Hay otro detalle: el guerrillero siempre esta preparado para “las variantes” improvisación. Lo cual significa que el guerrillero siempre anda preparado para pelar y por tal motivo nunca pelea territorio ni posiciones.

“UN solo hombre los mantuvo a raya” La guerra no es el cine, los “ Rambos” en realidad no existen en la guerras reales, solo en las fantasías de los cineastas gringos. Si un solo hombres esta fuertemente armado, o mujer, y tienes experiencia en el combate; y está en una buena posición, con ventajes en el terreno con respecto al enemigo, es posible que ponga a raya a varios combatientes del bando enemigo. Lo cual no quiere decir, militarmente hablando, que el enemigo o  el contrario esta inferiormente preparado.

Sobre lo de tomar y ocupar, en todo lugar donde ha habido presencia militar, es tomado aunque el enemigo haya huido, o simplemente que se halla retirado por estrategia militar. Lo cual quiere decir que no importa que no se haya disparado ni un tiro, pero si se esta en guerra y ha habido presencia enemiga, será una toma en CUBA en EL Salvador o En Vietnam.


Respuesta  Mensaje 12 de 166 en el tema 
De: matilda Enviado: 30/05/2007 12:42
Hay consideraciones y consideraciones.......pero si alguien considera que el Che se ha constituído en el emblema revolucionario de América latina por sus exitosas y "grandes" batallas, cual si fuera un Aníbal o un Julio César (más allá de lo estéril de una discusión al respecto), realmente no sabe,no entiende  ni nunca entenderá el "meollo" del imaginario latinoamericano..obvio  tampoco, para ser honestos, nunca creeríamos que lo entienda.
Lo que sí está clarito como el agua clara , es que gastar deditos y horas en un intento tan vano ,como el de desembanderar la figura del Che, forma parte de una estrategia..pero, como decirlo??......sigan participando.
 
 
Matilda
 

Respuesta  Mensaje 13 de 166 en el tema 
De: matilda Enviado: 30/05/2007 13:38

La escritora colombiana Laura Restrepo escribió: “En esta sociedad de consumo, nada hay más cursi que el heroísmo, dar la vida por algo, la épica, el culto a los muertos o el hecho de morir por amor”. Ernesto “Che” Guevara es vivido planetariamente como la contrafigura de ello. Se lo idealiza por haber sido leal a sus convicciones hasta el límite, por su compromiso con los desheredados de la tierra, por su insobornable honestidad de funcionario.

La inmensa mayoría de quienes lo admiran no son marxistas , pues el Che ha trascendido los límites de lo político. Muchos son jóvenes que sienten que al mundo le falta gente como él y le sobran dirigentes como los que hoy nos lesionan moral y económicamente. Atención: nunca se porta una camiseta o un tatuaje del Che ingenuamente, como si fuera la de Ricky Martin o Mick Jagger; siempre hay un mensaje, consciente o inconsciente, de rebeldía y desafío.

No será por medio de achacarle fracasos o de demonizar su memoria (los artículos de Alvaro Vargas Llosa parecen ir en esta dirección) como se logrará oscurecer el mito Che Guevara. El mejor y único sistema para ello es lograr que los valores que –nos guste o no nos guste– él encarna no sean moneda rara en nuestra sociedad de hoy y que las nuevas generaciones no tengan que reclamarlos recordando al Che en sus vestimentas y tatuajes, en las banderas del fútbol, en los cartelones piqueteros.

P, O'Donell


Respuesta  Mensaje 14 de 166 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 30/05/2007 14:35
Para el "compañero" MIranrami:

Después de toda esta verborrea diarreica militarista apabullante guerreril, del "compañero" Miranrami... expreso que NADA DE ESO venía al caso en los puntos que yo específicamente quería poner de manifiesto en el relato OFICIAL y de fuente que para algunos de ustedes debiera ser irrebatible.

Esos puntos los trato como lo que son: CONTRADICTORIOS, MENTIROSOS, MANIPULADOS Y EXAGERADOS...

Esto lo que ha sido es una GRAN ESTAFA Y UNA GRAN FARSA DESDE LOS PRIMEROS TIEMPOS.

Las preguntas expuestas (y las que se deriven), sin darle vueltas al tema para caer en otro:

¿de dónde sale, luego del relato del propio Guevara, lo de "magistral emboscada", frase adornada por el Centro de Estudios Che Guevara?

¿Cuántos todos los caminos puede haber en un poblado que a decir de Guevara era pequeño?

¿De dónde sale el 52% de las bajas al enemigo? ¿Cuántos soldados había en "la compañía" (los cinco camiones) para que 3 "entre muertos y heridos" fuera el 52%?

¿Toman? ¿Ocupan? Hay una diferencia, sí, es semántica, pero cada significado lleva una implicación.

¿Por qué el artículo de Bohemia del 17 de septiembre del '57, habla con tanta pompa del "éxito político y militar"  cuando sólo leyendo la descripción de Ernesto Guevara uno/a se da cuenta de la clase de relajo que fue aquello, que resultó en el famoso y grandilocuente "triunfo" sencillamente porque NO hubo combate y sí mucha indisciplina y reguero por parte de los guerrilleros y nada de moral (porque nunca la hubo ni hubo el espíritu de combatir en serio a los alzados) en los soldados. No lo digo yo... lo dice Ernesto Guevara en su relato.

Las tánganas militares sencillamente sobran, "compañero".
No estamos en West Point y ya ni Regis Debray se atreve a hablar de la guerra de guerrillas en tono de curso académico.

Reserve, es mi sugerencia, sus charlas sobre estrategias y tácticas guerrillas y militares para sus conversaciones con Tortoló, el que se puso los tennis en Granada.


En cuanto a Matilda...
No, le aseguro que mi intención no fue para nada desacreditar al señor Ernesto Guevara. Al contrario, caraaaaamba, si estoy partiendo de dar crédito a su relato, en el sentido de tomarlo como base para sacar a la luz las contradicciones que tiene, no importa si los escribió él o Chicho el Cojo, y los inventos y reinventos noveleros hollywoodenses que sí hacen a partir de ahí las publicaciones y relatos OFICIALES. Lo saco a colación, señora mía, para que no partamos, como siempre quieren hacer usted y los dos o tres más, de desacreditar mis escritos sobre la base de tal o mascual fuente.

Bué, pues en este caso, esa fuente es IDEOLOGICAMENTE SUYA, amorosamente suya, superlativamente suya.

Ese fue el objetivo para crear la base de ir llenando páginas (lo que iré haciendo en la medida de mi tiempo me lo permita, y sacar a la luz cosas como éstas, que conforman LA GRAN FARSA –me encanta el temita.

Si en ese proceso caen involucrados Ernesto Guevara, Fidel Castro, las publicaciones y referencias OFICIALES del castrismo, ¿qué usted quiere? No puedo obviarlos. ¿No será precisamente porque son o formaron parte o ayudaron a ESA GRAN FARSA?


Respuesta  Mensaje 15 de 166 en el tema 
De: alvermesalir Enviado: 30/05/2007 15:31
No sabia que Ernesto Che Guevara habia participado en TAN GRANDES,ENCARNIZADAS Y FEROCES BATALLAS en contra de las poderosas tropas batistianas.
 
Esas  batallas y esos encarnizados combates en los que se distinguio' Che Guevara peleando como todo un héroe enfrentándose el sólo o con un par de hombres a las  nutridas tropas del ejercito de Batista,son dignos de admiracion.Creo que muy poca gente conoce esos hechos,Maribea 
 
Igual que mucha gente  que conoce bien la famosa historia del Desembarco del Granma,porque pertenecieron al ejercito rebelde y fueron expedicionarios del Granma,dicen y aseguran que eso que han alegado Fidel y los pillos del gobierno,de que una vez que los expedicionarios fueron sorprendidos y atacados por  militares soldados de Batista , y que de 82 hombres o expedicionarios que eran ,solo habian quedado 12 porque a los otros los habian asesinado o habian muerto peleando,es una grandisima mentira inventada por Fidel para darle caracter epopéyico al hecho  e inflarlo de heroicidad y de grandeza.Cuando la realidad es que en el desembarco del Granma  (La batalla de Alegria del Pio) sólo murieron dos o tres ,que fueron los que pelearon,porque los demás,salieron corriendo a esconderse en el monte..Eso de que eran 82 y que sólo quedaron 12 es puro cuento.Puro cuentin .  
 
Son los reyes de la mentira...
 
 

Respuesta  Mensaje 16 de 166 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 30/05/2007 16:27
Maribea tu debes estar mas enterada que yo..pero Fidel alguna vez tiro un tiro(disparo) en la Sierra? y como es eso que se perdio cuando iba a atacar el Moncada, en la ciudad que vivio tanto tiempo? 
 
Y mas.. cuando tenian que apoyar  a los del directorio nacional en la toma del palacio presidencial el 13 de marzo, porque los del 26 de julio se perdieron camino a palacio? 


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