Cuba es el único país de América Latina donde no existe desnutrición,
aseguró hoy en La Habana Myrta Kaulard, representante en la Isla del Programa
Mundial de Alimentación, (PMA). Sólo el dos por ciento de los infantes cubanos
menores de cinco años tiene algún déficit nutricional, y es debido mayormente a
malos hábitos alimentarios, manifestó la experta.
En una reunión con la prensa, Kaulard repasó los proyectos que desde enero
del 2002 mantiene esta agencia de Naciones Unidas en la nación caribeña, para
contribuir al mejoramiento nutricional de la población más vulnerable de los
territorios orientales. Los beneficiarios de esta ayuda, alrededor de 630.000
personas que reciben alimentos fortificados, son niños de círculos infantiles y
enseñanza primaria, así como mujeres embarazadas y madres lactantes de las
Tunas, Holguin, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
También explicó los resultados obtenidos en una operación de emergencia
destinada a estas mismas provincias, y además Camaguey, donde la intensa sequía
de los últimos años afectó severamente a la ganadería y la agricultura, poniendo en
riesgo la seguridad alimentaria de sus residentes.
De igual manera planteó la inmediata respuesta del PMA ante el paso del
huracán Dennis por el centro del país, que permitió la entrega de varios productos
alimenticios a más de 100.000 personas.
En estos momentos, aseveró Kaulard, quién asumió el cargo en septiembre
del pasado año, nos sigue preocupando la sequía en el oriente cubano, y nos
preparamos para enfrentar la temporada ciclónica del 2006. Además, mantenemos
como una prioridad erradicar la malnutrición infantil para el 2015, dentro del
marco de los objetivos del milenio de las Naciones Unidas.
Por otra parte, comentó que Cuba es fuente de asistencia técnica y donante
de alimentos, en especial azúcar, para naciones con mayores dificultades. En ese
sentido, señaló que desde 1996, la Isla ha donado varios miles de toneladas del
producto, que han sido distribuidas por el PMA a países como República
Dominicana, Jamaica, Honduras, Haití, entre otros.
La asistencia del PMA a Cuba se inició en 1963 cuando el organismo
internacional brindó asistencia inmediata a las víctimas del huracán Flora. A partir
de entonces se han ejecutado varios proyectos de emergencia, con una contribución
general que asciende a más de 234 millones de dólares. En concordancia con las
prioridades del gobierno cubano, el PMA trabaja para mejorar la seguridad
alimentaria de la población contribuyendo a la atención de los grupos más
sensibles de los sectores de salud y educación.