Me e dado cuenta, que no importa lo que escribamos en este message de grupos, el exilio no tiene a hope in hell (esperanza en el infierno). Hasta que no hablemos de garantizar economicamente una subsistencia a todo el pueblo Cubano. Hablamos de mejoras, hablamos que tenemos algo mejor, y que Fidel y su caudillismo vive mejor que el resto de pueblo. Todo con mucha razon. Pero si nostros no podemos garantizar, algo mejor que lo que tienen ahora estaremos en exilio for a long time.
Nosotros tenemos esperanza que pudieramos darle al pueblo algo mejor, pero no lo estamos hablando de una manera que lo garantize. Si no garantizamos ni podemos hablar de una manera que inclulla esa conversacion, el pueblo seguira con Fidel aunque sea una minoria. Pues con una minoria se pueden apollar del poder. Podemos criticar todo lo que nos de la gana y con mucha razon, nosotros no tenemos ningun poder para cambiar nada asi que podemos criticar mientras que otros tengan el poder. Pero vamos a imaginarnos que el exilio tenga el poder, que podemos nosotros garantizarle al pueblo? porque si no tendremos mas revoluciones una atras de la otra. Y para decirle la verdad yo pase una revolucion mas de lo que cualquier vida pudiera pasar. Imaginense una cosa, cuando Fidel bajo de la Sierra Maestra y empeso hablar de los cambios que hivan a pasar en Cuba y el pueblo estava 99.999% con el que te imaginastes tu que hiva hacer Fidel para ser justo para todos y para el bien de todos?.
Si no matamos el hambre en Cuba, y garantizamos algo mas de lo que tienen ahora. Todo lo estaremos viviendo en fantasia. Los viejos revolucionarios todavia se acuerdan como era vivir en el campo bajo Batista y la su represion. Si ustedes son algo como yo, el exilio estoy seguro que a pensado como es que podemos garantizar el vienestar de todo el pueblo y parar o mejorar las represiones de este regimen. Que mejor podemos hacer nosotros que Fidel?
Patria y Libertad
Esto fue escrito por el Magazine Times en Septiembre 12, 1994 (hace mas de 13 anos exacto).
Es atrasado en vieja La Habana, y Calle Obispo se cubre en oscuridad como Jorge, que teme dar su nombre verdadero, camina abajo de la calle estrecha. Una vez que una avenida de moda de las compras, Obispo ahora se alinee con los edificios decaídos. Jorge pasa un almacén turístico, en donde tres cubanos jóvenes están mirando fijamente una exhibición de ventana de los recuerdos que os costarían el equivalente del sueldo de varios meses. En la esquina, un hombre joven susurra, “pizza, pizza,” esperando atraer a clientes a un restaurante privado ilegal. En 20 Pesos, el precio de una empanada iguala lo que gana Jorge en dos días. La luz se derrama fuera de una barra madera-artesonada para los turistas: Jorge no puede permitirse las bebidas allí tampoco.
En la plaza de Armas, el informático de 44 años ensambla a extranjero en una barra del jardín. Sipping en una multa, ron envejecido -- un convite raro -- él vierte hacia fuera la letanía cubano familiar de la desesperación. Él no come ningún desayuno o almuerzo y no puede encontrar la leche para su hija de 10 años. Su coche no tiene ningún gas, el suyo hogar ninguna electricidad. Cuando él camina abajo de Obispo en la noche, incluso los recuerdos turísticos baratos lo atormentan. Él sips más ron. “Bebida de la gente aquí a un grado que no puedes imaginarse,” él dice. “Ella no va a trabajar más. No hay esperanza. Hablamos de las escaseces del alimento, escaseces de las ropas, pero es nuestro alcohol que está quebrado.”
La inundación de la gente desanimada como Jorge que vierte fuera de Cuba ought anunciar un extremo de la época para Fidel Castro. Por primera vez en 35 años, su regla ha comenzado a mirar genuino a riesgo. La cólera en la economía que deteriora de la isla está creciendo rápidamente, y si algo no se hace bastante pronto hacer vida más fácil, pobló la desesperación podría alcanzar el punto de la combustión. Pero una visita a la isla demuestra poca evidencia de la rebelión inminente. Para ahora, Fidel no hace frente a ninguna oposición organizada. A pesar de sus ataques verbales abiertos contra Castro y el sistema comunista, el discontented se parecen más listos irse que rebelar; muchos todavía fijan sus esperanzas en reforma interna. La pregunta es cuánto tiempo los cubanos tolerarán tal privation áspero antes de tomar el cambio en sus propias manos.
El arreglo más rápido para la economía cubano sería una meta al embargo de los 32 E.E.U.U. del año, pero Bill Clinton no es impaciente terminar el aislamiento frío de la guerra-era. A largo plazo, si Castro no ni puede adoptar reformas del libre-mercado, su % del país tiene poca esperanza del conclusión qué cubanos llaman el “período especial”: la era actual de la dificultad aguda traída encendido por la caída del imperio soviético, que había sostenido la economía de comando de Cuba hasta 1991. Si él instituye cambios de gran envergadura y el resto del mundo -- a pesar de el embargo de los E.E.U.U. -- responde con comercio e inversión, él puede sobrevivir probablemente indefinidamente. Su salvación miente en la traición de los ideales de la revolución que él y los partidarios devotos han abrazado por más de tres décadas. Con todo los números de aumento de cubanos se parecen impacientes para que él haga apenas eso.
Los cubanos nunca han expresado su descontento más abiertamente o a través de un tan amplio espectro. Muchos ahora hablan franco de su frustración con el sistema comunista entero -- e igualar con Fidel. Manar enterado que está escuchando un funcionario local de los comités omnipresent para la defensa de la revolución, un profesional joven amargo dice, “odio Fidel. Pienso que cada uno odia Fidel.” Una mujer mayor confirma que el sentimiento no está limitado a los jóvenes: La “gente que estaba con él hace un año ahora está contra él.”