Miles de norteamericanos "traviesos" viajan a Cuba
Cientos de turistas de los EEUU están aprovechando para visitar la Isla, antes de que Barack Obama levante esa restricción si llega a la Casa Blanca. Dicen que "el secreto es parte de la diversión" mientras sigue el reinado castrista
Barack Obama favorece levantar las restricciones a las visitas de cubano-norteamericanos al único país comunista del continente, si es elegido presidente.
Un coro creciente de legisladores demócratas y republicanos está dispuesto a ir aun más allá, aliviando el embargo de Washington lo suficiente como para permitir que todos los norteamericanos puedan viajar a Cuba.
Pero miles de turistas norteamericanos ya están visitando la Cuba discretamente, y muchos dicen que el secreto es parte de la diversión.
Algunos se apresuran a ir a la isla mientras Fidel Castro sigue con vida, temiendo que Washington levante la prohibición de viajes una vez que desaparezca y que esa circunstancia provoque profundos cambios en Cuba.
"El hecho de que no se suponga que uno deba estar allí fue lo que me atrajo", dijo Amit, de 29 años, un nativo de la ciudad de Nueva York que visitó Cuba en septiembre del 2006, poco después que Castro, de 81 años, cayó enfermo y cedió temporalmente el poder a su hermano menor Raúl.
"Uno no sabe cómo será Cuba cuando Castro no esté", dijo.
Viajar a Cuba no es ilegal para los norteamericanos, pero la Ley de Comercio con el Enemigo prohíbe gastar dinero en la isla.
De ser sorprendidos, los turistas enfrentan multas de hasta 55.000 dólares, aunque muchos llegan a acuerdos por montos más reducidos.
Desde enero del 2006, 19 norteamericanos han pagado multas por viajar a Cuba, incluyendo cuatro personas involucradas en la filmación del documental de Oliver Stone sobre Castro, "Comandante".
También el cineasta Michael Moore es investigado por filmar "Sicko" en Cuba sin autorización.
Las cifras
El Departamento del Tesoro emitió 40.308 licencias para viajes familiares el año pasado, casi todos a cubano-norteamericanos, y el gobierno cubano considera a estos viajeros como cubanos y no norteamericanos.
Por separado, Cuba dijo que 20.100 norteamericanos visitaron el país hasta junio de este año, casi todos supuestamente sin permiso de los Estados Unidos.
Además de familiares, el gobierno norteamericano extendió 491 autorizaciones a personas involucradas en proyectos religiosos, educativos y humanitarios.
Algunos otros norteamericanos -incluyendo periodistas y políticos- pueden venir sin licencias, aunque pocos lo hacen.
Cuba dijo que unos 37.000 norteamericanos no de origen cubano vinieron en el 2006, cifra inferior a los más de 84.500 que reportó en el 2003, antes de las más recientes restricciones.
La Sociedad norteamericana de Agentes de Viajes calculó recientemente que casi 1.800.000 norteamericanos visitarían Cuba en los tres primeros años después que se levante la prohibición de viajes.
Algunos viajan Cuba por mar, pero la mayoría lo hace por aire vía Canadá, México, las Bahamas o Jamaica. Se pueden comprar tarjetas de turismo cubanas en aeropuertos de terceros países y los agentes aduaneros suelen estampar visas en papeles sueltos y no en las páginas de los pasaportes.
Pero viajar a Cuba no es tan fácil. Travelocity recientemente accedió a pagar 182.750 dólares en multas por arreglar unos 1.500 vuelos entre los Estados Unidos y Cuba de 1998 al 2004.
La compañía dijo que arregló inconvenientes técnicos y que no permite más esos viajes.