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General: El puño de hierro: el AFRICOM , LA OTAN yNéstor Pino-Marina
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De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 30/09/2007 23:19
Nigeria: el puño de hierro y la resistencia popular; un artículo de Ángeles Maestro



inSurGente.- “Los piadosos objetivos publicitados con motivo de la creación en 1996 de la Iniciativa de Respuesta a las Crisis Africanas (ACRI) - “la ayuda humanitaria” y el “mantenimiento de la paz” - eran difícilmente compatibles con el historial de su jefe de operaciones, el coronel Néstor Pino-Marina, pero sirve muy bien para mostrar los fines reales : este personaje es exiliado cubano, participante en el intento de invasión de Cuba desde Bahía de Cochinos, miembro de las fuerzas especiales en Vietnam y Laos, organizador de la contra nicaragüense y acusado de tráfico de drogas para financiar acciones de contrainsurgencia”. (…)En Nigeria la conmoción por el asesinato de Ken Saro Wiwa y sus compañeros dió lugar al surgimiento de  diversos movimientos armados, que han gozado y gozan del apoyo popular y que tienen como objetivo central el ataque a las petroleras (…)”.


El puño de hierro: el AFRICOM Y LA OTAN

La declaración de una zona del mundo por parte de EE.UU. como prioridad estratégica para la seguridad energética nacional conlleva una escalada en la intervención militar, sobre todo si está servida la competencia directa con una gran potencia como China que no forma parte de las alianzas occidentales.

China importa ya casi el 25% del petróleo que consume del continente africano y tiene intercambios comerciales con casi todos los países africanos en varios sectores – algunos especialmente sensibles como el farmacéutico o el de armamento – que le han convertido el tercer socio económico de África. La importancia de estas relaciones económicas se ha reflejado en el firme apoyo de China a Nigeria y a Sudáfrica para ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Exactamente una semana después de que el presidente chino Hu Jintao realizara en febrero de 2006 una visita a ocho países africanos, EE.UU. anunció la creación del AFRICOM, que deberá estar operativo en septiembre de 2008. Aunque pudo tratarse de una coincidencia, porque la escalada de la presencia militar de EE.UU. en África viene de más lejos, sin duda es significativo.

El Comando Africano, como en otros lugares del mundo tiene como objetivo esencial la contrainsurgencia – es decir enfrentar la lucha popular por su soberanía sobre los recursos expoliados, aunque no desdeñe la importancia de mostrar su poderío militar frente a potencias competidoras.

En África, como en otros escenarios, la estrategia militar de EE.UU. responde a dos grandes principios: asegurar el más amplio acceso a fuentes de energía y materias primas esenciales, y garantizar el control de oleoductos y en general de las vías de transporte de los recursos anteriores. En un escenario de incremento importante del consumo energético mundial, satisfecho en un 80% por hidrocarburos y con dificultades crecientes  en Iraq, es probable que las próximas guerras por el petróleo se desarrollen en África[15].

EE.UU. así lo había previsto y la implicación militar norteamericana en África se incrementa sustancialmente desde la década de los 90. Los piadosos objetivos publicitados con motivo de la creación en 1996 de la Iniciativa de Respuesta a las Crisis Africanas (ACRI) - “la ayuda humanitaria” y el “mantenimiento de la paz” - eran difícilmente compatibles con el historial de su jefe de operaciones, el coronel Néstor Pino-Marina, pero sirve muy bien para mostrar los fines reales : este personaje es exiliado cubano, participante en el intento de invasión de Cuba desde Bahía de Cochinos, miembro de las fuerzas especiales en Vietnam y Laos, organizador de la contra nicaragüense y acusado de tráfico de drogas para financiar acciones de contrainsurgencia[16].

En 2002, ya en plena vorágine “antiterrorista”, el ACRI fue transformado en ACOTA (African Contingency Operation Training Asistence), se dotó a las tropas de armamento ofensivo y se inició una intensa actividad de formación militar de cuadros militares africanos de cuarenta y cuatro países, transferencia de tecnología armamentística y realización de ejercicios conjuntos.

El espectacular aumento de la intervención militar de EE.UU. en África ha culminado en la creación de una nueva estructura militar, el US África Command (USAFRICOM), comando militar unificado de las Fuerzas Armadas USA en África  con el objetivo de reorganizar y centralizar de las capacidades pre-existentes, así como de “coordinar y reforzar la capacidad operativa de los varios países africanos”[17]

Como explica el documento del Comando Europeo, hasta su creación, “desde el punto de vista militar, la gestión del continente africano se lleva a cabo por tres mandos: US European Command (USEUCOM), US Central Command (USCENTCOM) y US Pacific Command (USPACOM). Bajo la responsabilidad del USCENTCOM estaría la región del Cuerno de África (Egipto, Eritrea, Etiopía, Yibuti, Kenia, Seychelles, Somalia y Sudán). El USEUCOM coordina las actividades en el resto de los países de África continental, mientras que el USPACOM mantiene la gestión de las islas Comores, Madagascar, República de Mauricio, y el área del océano índico a lo largo de las costas africanas”[18]. A partir de la entrada en funcionamiento del AFRICOM, el lenguaje imperial es concluyente, todo África y sus islas quedarán bajo su control, excepto Egipto, que quedaría bajo el control del USCENTCOM “dada su estrecha conexión con el escenario medio-oriental”[19]

Tras la designación del general William E. Ward, de raza negra, como jefe del AFRICOM, que no se espera que esté plenamente operativo antes del otoño de 2008, la actividad militar se ha disparado. Trece países (Estados Unidos, Argelia, Burkina Faso, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Marruecos, Mauritania, Níger, Nigeria, Países Bajos, Chad y Túnez) llevan a cabo desde  el 20 de agosto a mediados de septiembre unas gigantescas maniobras militares, denominadas Flinlock 2007 y que se desarrollan en las afueras de Bamako (Malí).

Según analistas africanos estas maniobras, dirigidas por la armada estadounidense, y destinadas supuestamente a coordinar esfuerzos contra el terrorismo y el contrabando, se consideran una demostración de fuerza destinada a eliminar las reticencias de los países africanos a marcar el paso del AFRICOM.

Hasta ahora EE.UU. ha sufrido la humillación repetida del rechazo de Botswana, Zambia, Argelia, Libia y Marruecos a instalar en su territorio la sede del Comando Africano. Especialmente contundente fue la respuesta del Ministro de Asuntos Exteriores argelino quien declaró en marzo pasado que su país no permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras en su suelo, por ser incompatible con su soberanía e independencia. La extraña y contundente escalada terrorista en la ex-colonia francesa es caracterizada así por el politólogo alemán Werner Ruf, especialista en Argelia y profesor de la Universidad de Kassel “ … La Al Qaeda del Magreb se fundó en enero…(…)Para mí, el trasfondo de todo es la inminente creación del AFRICOM….Aquí se trata, simple y llanamente, de petróleo”[20].

La zona del Golfo de Guinea es objeto de planes militares específicos por parte del EUCOM que serán transferidos al nuevo mando unificado para África. En 2006, en el marco del West African Training Cruise se realizaron maniobras conjuntas entre ejércitos africanos, marines norteamericanos y, 18.000 efectivos de las Fuerzas de Acción Rápida de la OTAN, entre ellos la infantería de marina española[21].

El último paso, por ahora, en el notable incremento de la actividad militar en el continente ha culminado este año con la constitución de la primera Agrupación Naval Permanente de la OTAN y la circunnavegación de África[22] que se está llevando a cabo en estos momentos. La misión de la Alianza Atlántica, publicitada en la rueda de prensa realizada a finales de julio en la Base de Rota (Cádiz), es conocer la situación marítima y ensayar los sistemas de intervención rápida; se especifica que el despliegue se hará patente en el Golfo de Guinea, « en varios de cuyos países ribereños como Nigeria se han producido secuestros de empleados de compañías petroleras extranjeras ». No hay datos públicos sobre la participación de militares españoles, pero es altamente probable en función de su importante presencia en las maniobras de la Alianza en junio de 2006, en Cabo Verde, a las que aportó 1.800 de los 7.000 efectivos participantes[23], el interés del gobierno en impedir la llegada de inmigrantes a las costas canarias y la creciente presencia de empresas españolas en Nigeria.


Resistencia popular nigeriana, pese a todo

La historia de Nigeria es la de la lucha de sus pueblos. La lucha contra las petroleras que vampirizan sus recursos y arrasan su suelo, su mar y su aire, rompió la barrera de silencio de los medios de comunicación internacionales con las denuncias del Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP). Esta organización, creada en 1991 y liderada por Ken Saro Wiwa, destacado escritor, llevó una lucha pacífica por los derechos sociales y ecológicos de su pueblo y presentó sus denuncias de los atropellos de la Shell y la Chevron en diferentes foros de derechos humanos y medioambientales.

Ken Saro Wiwa fue ahorcado en noviembre 1995 junto a ocho compañeros en cumplimiento de la sentencia de un tribunal designado por el gobierno militar, en un juicio cuestionado internacionalmente que supuso la expulsión de Nigeria de la Commonwealth.

Las movilizaciones en Nigeria desde su detención en la primavera de 1994 fueron muy amplias y sangrientas. La Shell solicitó en varias ocasiones la intervención de la siniestra Mobile Police Force que disparó en varias ocasiones  contra la multitud y vendió armas al dictador Abacha durante el embargo internacional decretado tras el crimen. El gerente general de la Shell en Nigeria, Naemeka Achebe, explicó así el apoyo de su empresa a la dictadura militar : "Para una empresa comercial que se propone realizar inversiones, es necesario un ambiente de estabilidad... Las dictaduras ofrecen eso"[i].

En Nigeria la conmoción por el asesinato colectivo dió lugar al surgimiento de  diversos movimientos armados, que han gozado y gozan del apoyo popular y que tienen como objetivo central el ataque a las petroleras. Desde que entró en acción en 2005, el más destacado es el Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger (MEND), que asume las reivindicaciones del MOSOP. Perteneciente a la etnia Ijaw, su objetivo declarado, es arrancar a las petroleras el control de los hidrocarburos y exigir reparaciones por los desastres medioambientales producidos. En enero de 2006 miembros del MEND asaltaron una instalación de la Shell y secuestraron a cuatro empleados. Sus exigencias eran: la liberación de dos líderes, 1.500 millones de dólares como indemnización por la contaminación del delta y destinar el 50% de los beneficios de las petroleras al desarrollo de las pobrísimas aldeas de la región. No fueron atendidas y en febrero del mismo año realizaron nuevos secuestros, bombardearon dos oleoductos, un gaseoducto y una terminal de carga, forzando a la Shell a interrumpir la exportación de sus casi medio millón de barriles diarios. El pasado mes de agosto, el semanario británico The Observer ha publicado un amplio artículo sobre la situación en Nigeria, analizando la actividad del MEND en su corta existencia y en el que se incluye una entrevista con un dirigente que finaliza con estas palabras: “La primera etapa no era más que una fase del rodaje del material. Pronto la auténtica violencia caerá sobre el Delta. Esperamos las órdenes y no perderemos un minuto…Cuando un nigeriano se pone en marcha nada puede pararle”[25].

Esta situación de tensión en Nigeria, que está en el fondo de la escalada militar de EE.UU. y la UE en África, ha llevado a las grandes compañías a explorar bolsas de petróleo marinas, aunque el encarecimiento de la producción del barril que pasa, de dos dólares en tierra firme, a siete dólares en el mar, hace que la primera se siga practicando, ocurra lo que ocurra.

La otra dimensión de la lucha popular es el movimiento sindical, que ha sido capaz de llevar a cabo importantísimas huelgas generales, que han crecido en fuerza y extensión desde que el Fondo Monetario Internacional impuso la desregularización del precio de los combustibles, además de privatizaciones diversas,  y que han hecho temblar los mercados internacionales.

Desde 1999 se han sucedido las luchas obreras y movilizaciones sociales convocadas por el Congreso Nigeriano del Trabajo (NLC) - con 5 millones de afiliados -  la mayor parte de ellas motivadas por subidas espectaculares del precio de la gasolina para la población. Desde 1999 a 2004 pasó de 20 a 100 nairas. La huelga general que tuvo lugar en julio de 2003, tras el anuncio de un incremento de la gasolina del 50%, se saldó con 14 trabajadores asesinados en manifestaciones a manos de la policía. Nuevas huelgas generales se sucedieron en 2004 tras la decisión de la Shell de llevar a cabo despidos masivos de trabajadores nigerianos para sustituirlos por extranjeros, menos molestos, en el marco de una gran reestructuración que preveía inversiones de 6,5 mil millones de dólares y  aumentar de la producción a un millón y medio  de barriles por día.

Más huelgas generales se han producido en 2005, 2006 y 2007, la última el pasado mes de julio, motivadas por nuevas subidas de la gasolina como consecuencia de incrementos de impuestos, y por la venta de dos de las cuatro refinerías estatales a empresas extranjeras.
La complicidad del ejército y la policía con las petroleras, que a su vez mantienen sus propias bandas paramilitares, forma parte de la historia de Nigeria. En febrero de 2005, durante una manifestación pacífica de unas 300 personas para denunciar las promesas incumplidas de la estadounidense Chevron, el ejército disparó contra los manifestantes desde la terminal de dicha petrolera en Escravos. Mató a uno de ellos e hirió al menos a 3026.

Dos semanas después el ejército asaltó Odioma, comunidad de la etnia ijaw, de la que procede el MEND, mató a 17 personas y destruyó el 80% de las viviendas. El pretexto del ataque era capturar a miembros de un grupo paramilitar de la Shell, pero no se detuvo a ningún sospechoso. Del resultado de la investigación judicial ordenada por el gobernador del estado, curiosamente el de Bayelsa, no se tiene noticia según el citado documento de Amnistía Internacional.


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De: matilda Enviado: 30/09/2007 23:47
El Estado, al servicio de las multinacionales españolas

En julio de 2005, en ese brutal escenario de matanzas y represión se produce la visita a Nigeria del Secretario de Estado para Asuntos Exteriores del gobierno español, para “instar a Nigeria a poner en marcha proyectos que atraigan a empresas españolas”. Bernardino León, el mismo personaje que se reunió con los mercenarios cubanos en el marco de la Cumbre de Países No Alineados y manifestó su preocupación por los derechos humanos en la isla, fue a Nigeria a remover obstáculos para las inversiones españolas, es decir,  para presionar para la disminución de los aranceles, de los impuestos, para la facilitación de infraestructuras y, obviamente, para obtener garantías de “seguridad”. No pronunció ni una palabra sobre las masacres recientes, ni sobre la situación de su pueblo, ni sobre los tan socorridos “derechos humanos”.

Un año después, en abril de 2006, Repsol YPF y Gas Natural creaban la Joint Venture Stream, la tercera compañía mundial del ramo, y firmaban un acuerdo marco con el gobierno de Nigeria para la construcción y explotación de una gran planta para la licuefacción de gas natural; esta planta tendrá capacidad para transformar 7 millones de toneladas anuales, la tercera parte del consumo anual de gas del Estado español
27. A ello hay que añadir el anuncio realizado por el Comisario Europeo de Energía el pasado mes de julio del proyecto de construir un gasoducto transahariano de 4.300 kms, que será el mayor del mundo y estará terminado en 2015. Partirá del delta del Níger y llegará hasta Beni Saf (Argelia) y podría conectar con el gasoducto Medgaz que unirá Argelia con Almería y que estará activo en 2009.

Estos intereses son los que protege la Fuerza de Acción Rápida de la OTAN y la participación militar de cada país es – como ocurre con los accionistas de una empresa – directamente proporcional al valor de los intereses en juego de sus multinacionales. En el caso español – como se ha visto – tanto las inversiones realizadas, como el compromiso militar, son muy importantes. Con todo desparpajo, las grandes agencias de noticias están agitando ya el espantajo de Al Qaeda. El terrorismo a la carta está siendo utilizado en colaboración con las cloacas de los Estados (Sudán, Argelia, etc) – como muestra genialmente Graham Green en “El americano tranquilo”- para doblegar voluntades o, en última instancia,  justificar intervenciones militares.

La última pieza del engranaje: la persecución del inmigrante.

Las grandes potencias de la OTAN saben muy bien los desastres que su nuevo orden engendra. En abril de 1999, mientras Yugoslavia era devastada por los bombardeos de la OTAN, la Alianza celebraba su trascendental Cumbre en Washington. Allí se adoptaron decisiones que inauguraron la escalada de intervenciones ofensivas, adaptando a la guerra global permanente ese preciado instrumento que organiza militarmente los imperialismos europeo y estadounidense, bajo la hegemonía de este último. En esa reunión se identificaron las cuatro principales amenazas al “orden mundial” que justificarían una intervención militar. Entre ellas se definía con claridad la siguiente: “Los movimientos migratorios masivos son considerados un grave riesgo para la estabilidad regional que puede amenazar seriamente y ser un peligro para las propias fronteras de los países de la OTAN"
[ii]

Las personas más fuertes, con más formación y con más recursos de entre los pobres, emprenden el incierto camino de la emigración que suponen más esperanzador que el futuro que les aguarda en su país. Nigeria aporta la cuarta parte de los inmigrantes a la Unión Europea y de allí proceden la mayor parte de las personas que llegan en cayucos a las Islas Canarias. El viaje entraña objetivamente más riesgo de muerte que la ruleta rusa: uno de cada tres perecen. Se calcula que alrededor de 7.000 murieron en 2006 en la fosa común en que se han convertido las aguas del Atlántico[iii].

Aunque la mayor parte de las muertes son por ahogamiento, el peligro mayor no es simplemente el mar, sino el alargamiento injustificado del trayecto para intentar escapar de fragatas y aviones militares del FRONTEX (Agencia de la UE para el control de fronteras), de helicópteros y patrulleras de la Guardia y Civil, y de las frecuentes maniobras militares en la zona de la OTAN y de la marina estadounidense. En caso de ser interceptados en aguas internacionales se les obliga a volver hacia atrás, enviándoles, ya sí, a una muerte segura.

Exactamente los mismos gobiernos, cuyas empresas exhiben beneficios insultantes procedentes de inversiones en los países de los que huyen desesperados sus habitantes expropiados, son los que levantan siniestras vallas como en Ceuta y Melilla u organizan cacerías de pobres embarcaciones para impedir a los emigrantes entrar.

Las personas que a pesar de todo consiguen llegar con vida son confinados en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) dependientes del Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de la Policía. El funcionamiento de los CIE, a diferencia de las cárceles, carece de reglamentación alguna. Allí las condiciones de vida se degradan a medida que el número de ingresados aumenta. La mayor opacidad caracteriza su funcionamiento, sólo rota por las denuncias contra los CIE por deficiencias sanitarias, abusos sexuales por parte de la policía,  mala alimentación, falta de traductores que imposibilita a los extranjeros conocer su situación , la vulneración de derechos del detenido, el hacinamiento y la incomunicación, realizadas por diversas organizaciones, así como por la ausencia de normativa que regule las sanciones a los internos por posibles infracciones y la total arbitrariedad con la que se utiliza la fuerza física « para restaurar la normalidad »
[iv].

Del destino de miseria en Nigeria y del confinamiento en Madrid pretendió escapar Osamuyia Aikpitanhi. Salió de su ciudad, Benín (Estado de Edo, al sur de Nigeria) con 23 años y consiguió llegar a Canarias tras recorrer miles de kilómetros por tierra y un terrible viaje de tres días en un cayuco. Sobrevivía vendiendo el periódico « La Farola » ante el Hospital de La Paz de Madrid. No pudo regularizar su situación en su momento al exigírsele, como al resto de los nigerianos, certificados de antecedentes penales legalizados por el Consulado español en Nigeria, que se niega sistemáticamente a hacerlo
[v]. Fue detenido en el metro por no tener billete y ordenada su repatriación. Murió el 9 de junio en el vuelo de Iberia que le devolvía a Nigeria.

Según el testimonio de viajeros del avión a Osamuyia « se le habían colocado esposas, se le habían sujetado las piernas con cadenas y se le había amordazado con cinta adhesiva de uso industrial, antes de echarle un saco por encima de la cabeza para que no se le viera. Luego, los agentes españoles lo aporrearon y le inyectaron tranquilizantes, lo cual tuvo como consecuencia que se muriera de asfixia, sucio de vómito y excrementos ». Los dos policías que le custodiaban están imputados por el delito de homicidio imprudente. Tras el interrogatorio la juez les puso en libertad. Aún no se conoce la sentencia.

El Reino de España firmó un Acuerdo con la República de Nigeria en materia de inmigración en su capital Abuja, el 12 de noviembre de 2001
[vi]. En su artículo XX « Garantías de los derecho humanos », apartado 2ii, se lee lo siguiente : « Cada  parte contratante (sic) se compromete a  no someter a la persona detenida a fuerza indebida, tortura ni tratos crueles, inhumanos o degradantes ». En las Normas de Seguridad en las repatriaciones establecidas por el Ministerio del Interior el 20 de julio de 2007[vii],  se habilita a los agentes de policía para utilizar « lazos de seguridad, prendas inmovilizadoras (camisas de fuerza), cascos protectores, esposas o similares » para reducir a la persona que se resista a su expulsión. Estas Normas tienen carácter de documento interno y no han pasado siquiera por Consejo de Ministros. Como señala la organización Ecologistas en Acción en un comunicado en el que solicita su retirada[viii], por considerar que violan  derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española, a un inmigrante se le aplican medidas radicalmente diferentes si es africano que a cualquier ciudadano de la UE que tenga un comportamiento violento durante un vuelo, a quien se detiene, se le baja del avión y se le aplica la Ley que corresponda.

Llama poderosamente la atención que la publicación de estas Normas, que han producido importante escándalo al ser difundidas por los medios de comunicación, se realice tras la muerte de Osamuyia Aikpitanhi y estando dos policías procesados por homicidio. Cabe preguntarse, ¿si esto es lo que se regula ahora, qué métodos se estaban utilizando hasta este momento? La respuesta es dramáticamente simple: los que han llevado a la muerte en menos de una hora
[ix] a un hombre joven, fuerte y sano.

Se cierra así el círculo que condena a la muerte y al subdesarrollo a millones de personas del pueblo nigeriano y de los pueblos de todos los países con grandes recursos naturales apetecidos por las grandes multinacionales de los imperialismos europeo y estadounidense y cuyos intereses protegen poderosísimas alianzas militares ante el riesgo de insurgencia popular. Este engranaje se apoya en gobernantes corrompidos hasta el delirio y en Estados que sólo existen y sirven para la represión.

Los datos que en este trabajo se han aportado sobre la situación de Nigeria, que se reproducen – con más o menos intensidad – en los países de la periferia del sistema, reflejan el grado de desarrollo del imperialismo en este momento y sus consecuencias para los pueblos. Es el reflejo de la situación actual de la lucha de clases. No valen discursos morales, ni lamentos inútiles. Lo que es necesario y acuciante hacer es intervenir desde la única forma útil, desde planteamientos de clase, para fortalecer el grado de información, de lucha y de coordinación, entre organizaciones políticas y sindicales de todos los países, entre la clase obrera de países imperialistas y países expoliados.

Las palabras de Marx en el Manifiesto Inaugural de la Asociación Internacional de Trabajadores tienen, si cabe, más vigencia y urgencia que cuando fueron pronunciadas. Muestran el único posible camino a seguir, ahora más que nunca, tras derrotas inconcebibles para generaciones anteriores, en momentos en que el imperialismo muestra contradicciones cada vez más difíciles de resolver y cuando su garra más feroz oprime a los pueblos. Las reproduzco a continuación:

« La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados…las inmensas usurpaciones realizadas sin obstáculo por esa potencia bárbara
[x]…han enseñado a los trabajadores el deber de iniciarse en los misterios de la política internacional, de vigilar la actividad diplomática de sus gobiernos respectivos, de combatirla, en caso necesario, por todos los medios de que dispongan; y cuando no se pueda impedir, unirse para lanzar una protesta común y reivindicar que las sencillas leyes de la moral y de la justicia, que deben presidir las relaciones entre los individuos, sean las leyes supremas de las relaciones entre las naciones.La lucha por una política exterior de este género forma parte de la lucha general por la emancipación de la clase obrera. »

¡Proletarios de todos los países, uníos!.
[xi]


Para leer la primera parte del artículo: Nigeria: lucha de clases en el corazón de las tinieblas, pulse aquí:



 
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