Mercenarios en Puerto Rico ? - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

Oficial: dos de los helicópteros que participaron en el operativo que asesinó a Filiberto Ojeda no eran del FBI

inSurGente/ El Diario/ La Prensa/ Argenpress (Jesús Dávila).- Dos helicópteros de asalto sin número de matrícula que tomaron parte en el operativo de un grupo comando que mató al comandante de los Macheteros, Filiberto Ojeda Ríos, no eran del Buró Federal de Investigaciones, según se desprende de información oficial provista por la propia agencia policial federal de Estados Unidos. La revelación se produce en momentos en que han causado impacto las noticias sobre la existencia de la base de la compañía de mercenarios DynCorp, de la cual el propio gobierno de Puerto Rico es socio mayoritario. El origen de esta alerta ciudadana es la aparición un video de dos helicópteros de combate sin número de matrícula ni identificación tomando parte en el operativo contra el líder independentista. (Nota de inSurGente: La contratación por el estado o por las empresas, de asesinos a sueldo organizados y encuadrados por compañías privadas es una tradición muy antigua en EEUU. La agencia Pinkerton, por ejemplo, fue fundada en 1850).

La información entregada ayer por el FBI abre la posibilidad de que, además de esa agencia y la Policía nacional, otras entidades puedan haber estado presentes en el operativo, para el cual se montó un centro de mando en la antigua base aérea de Ramey Field en Aguadilla, hoy un aeropuerto civil y donde opera una base militar privada de la compañía DynCorp.

La revelación se produce en momentos en que han causado impacto las noticias sobre la existencia de la base de DynCorp, de la cual el propio gobierno de Puerto Rico es socio mayoritario. El asunto es objeto de investigaciones por parte de la Comisión de Derechos Civiles y la Cámara de Representantes, además de que el Senado aprobó un requerimiento de información sobre el tema esta semana, en el que se incluyen las bitácoras de todas las llegadas y salidas al aeropuerto de Aguadilla del 18 al 26 de septiembre de 2005.

También el Departamento de Justicia de Puerto Rico conduce una investigación para determinar si hubo responsabilidad criminal en el ataque a la casa del Comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros, que fue herido y dejado desangrarse hasta morir. Sobre los mismos hechos, el Inspector General del FBI concluyó que hubo errores en la operación, pero no actuación culposa por parte de los agentes. El portavoz del FBI dijo de manera categórica a que “los helicópteros del FBI tienen número de matrícula (tail number)” y que los helicópteros del FBI usados en la operación de Ojeda, el 25 de septiembre de 2005, en Hormigueros, tenían también “tail number”.

El portavoz proveyó la respuesta oficial una semana después de que se le sometieran las dos preguntas específicas sobre el particular, tras aparecer un video de dos helicópteros de combate sin número de matrícula ni identificación tomando parte en el operativo contra Ojeda. El video fue obtenido por el analista Jorge Seijo del Canal 30 de Televisión, quien entregó una copia.

En el informe del Inspector General se establece que dos helicópteros del FBI fueron enviados desde Quántico, Virginia, vía Florida, al aeropuerto de Aguadilla como parte de la operación. Sin embargo, la respuesta del FBI no deja espacio para confundir éstos dos con los otros que aparecen sin “tail number” en el video, en el que se ve claramente cómo aterrizan en una zona boscosa dentro del perímetro de la operación y vuelven a elevarse con una serie de efectivos.

Le recordamos la noticia del asesinato de Filiberto Ojeda

El FBI lo cercó, lo baleó y luego acordonó el espacio para que nadie se acercara, hasta que muriese. El doctor Héctor Pesquera, quien revisó el cadáver, afirmó que la muerte se produjo a causa del desangramiento por falta de atención médica. El Obispo portorriqueño Roberto González Nieves repudió el asesinato y dijo que "la forma en que fue muerto continuará el ciclo de la violencia".

Manifestantes repudian el asesinato del anciano
líder nacionalista

@DIN, San Juan de Puerto Rico, 26 sep - El sábado, CNN difundió de inmediato el crimen, mientras intentaba ocultar la inmensa movilización que en Washington y otros estados se efectuaba contra la guerra. En un informe sospechosamente desde el mismo lugar del asesinato contra Filiberto, CNN mostraba la camioneta acribillada a balazos y a los "rambos" del FBI, de civil, luciendo sus poderosas escopetas recortadas. En un escueto informe anterior, CNN había mentido ya que en Washington Cindy Sheehan sólo había logrado concitar 2.000 personas. Y algunos diarios españoles serviles, como 20.minutos.com, se habían hecho eco de su mentira. Sólo que después ni la misma CNN pudo sostener esta mentira, ante la evidencia de centenares de cámaras e internet que trasmitía la información: entonces cambió el discurso, hablando de "miles de personas primero", "unas cien mil", luego. Punto y aparte. Volvamos al asesinato de Filiberto, un dirigente político portorriqueño amado por su pueblo.

Filiberto Ojeda Ríos, en la clandestinidad por los últimos 15 años, fue masacrado el sábado último en una finca del occidental municipio de Hormigueros en un operativo que involucró a más de 300 agentes norteamericanos, entre ellos una veintena de francotiradores. Desde el instante mismo en que comenzó la acción, cuando los independentistas conmemoraban el 137 aniversario del Grito de Lares, proclamación de la primera República de Puerto Rico, el FBI tendió un manto de silencio -excepto a la CNN- que se prolongó por varias horas.

"Los hechos que rodean el diligenciamiento del arresto constituyen un espectáculo bochornoso e inaceptable para los agentes del FBI en Puerto Rico", afirmó Thomas Rivera Schatz, secretario general del anexionista Partido Nuevo Progresista. "Ningún agente federal tiene licencia para matar. No pueden imponer la pena de muerte so color de que alguien resistió un arresto", señaló.

La forma en que sucedió el hecho -al parecer lo acribillaron a balazos y luego cercaron la zona, impidiendo la llegada de auxilios para el dirigente político y dejándolo morir por desangramiento- demostró una vez más el desprecio absoluto por los Derechos Humanos que exhiben los agentes estadounidenses en sus acciones cotidianas.

Este asesinato del dirigente nacionalista revolucionario Filiberto Ojeda Ríos por agentes del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) levantó una oleada de repudio que provocó aún más odio contra ese órgano policial estadounidense en Puerto Rico.

Los esfuerzos del jefe del FBI en esta isla, Luis Fraticelli, de justificar las razones por la que mantuvieron cercada el área unas 24 horas cuando desde el principio sabían que Ojeda Ríos estaba herido, no apaciguaron las críticas provenientes de los más diversos sectores. Fraticelli intentó justificar el ocultamiento en la noche del sábado por tratarse de un proceso que se hallaba "en desarrollo", lo que podía poner en peligro a los agentes del FBI.

El doctor Héctor Pesquera, quien revisó el cadáver, afirmó que la muerte de Ojeda Ríos se produjo a causa del desangramiento por falta de atención médica luego de recibir un disparo de arma que le penetró a la altura de la clavícula derecha y le interesó el pulmón. A juicio del médico, los jerarcas de la policía federal estadounidense "lo dejaron morir", luego de que un francotirador, posiblemente desde un helicóptero, hiriera al dirigente.

Por su parte, el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos Martínez, calificó de "atropello a la dignidad del pueblo puertorriqueño" la actuación del Buró.

En medio de la generalizada indignación, patente a través de la radio y en protestas callejeras, el gobernador Aníbal Acevedo Vilá se vio impelido a exigir al FBI una explicación sobre la muerte del líder del clandestino Ejército Popular Boricua (EPB-Macheteros).

"Como Gobernador hago un reclamo enérgico a las autoridades federales de que terminen el silencio que han mantenido en relación con estos hechos", expresó Acevedo Vilá horas antes de que Fraticelli diera la primera versión oficial de la muerte de Ojeda Ríos. Las autoridades puertorriqueñas, incluido Acevedo Vilá, recibieron la primera explicación en privado veinte horas después de efectuada la acción.

El máximo dirigente de la iglesia católica en Puerto Rico, monseñor Roberto González Nieves, manifestó su indignación por la forma y el día en que murió Ojeda Ríos. "La circunstancia en que se llevó el operativo del FBI, dijo, despertará grandes interrogantes acerca de su legalidad y justicia".

El religioso advirtió que la forma en que fue muerto el militante revolucionario "continuará el ciclo de la violencia". Se cuestionó con "profunda indignación" las razones que tuvo la policía norteamericana para no arrestar a Ojeda Ríos, y pronosticó que esa acción aumentará el enardecimiento del sentimiento nacionalista de los puertorriqueños.

Mientras, el veterano dirigente socialista Juan Mari Brás dijo tener la certeza de que "con relación a esta muerte se propagará un gran sentimiento de solidaridad más allá de partidos, ideológicos y grupos". Al lamentar la muerte del dirigente "machetero", advirtió que las autoridades federales estadounidenses ensayan poner en marcha en la isla "el fascista Patriot Act", para frenar la lucha por la independencia. Por su parte, el dirigente político Miguel Cruz Santos, adujo que el FBI pretende aplacar con su acción "la rebeldía que representó Filiberto Ojeda Ríos frente a los que nos tienen subordinados".
Auguró que la muerte del líder del EPB-Macheteros, cuyo sepelio se efectuará mañana martes, servirá de estímulo a "una nueva etapa de lucha contra el dominio colonial de Estados Unidos". El ex diputado David Noriega, quien calificó de "acto de sadismo" la muerte de Ojeda Ríos, abogó para que "el independentismo deponga sus diferencias y luchemos de una forma más coordinada contra estos sádicos asesinos".